Bienvenidos a mi blog. He creado este por que tengo un montón de historias en mi mente que me gustara compartir. Miles de mundos y personajes siempre me acompañan, decidí, que era hora de hacer que fueran conocidos. Quiero, que sean capaces de expresar y soñar junto a mi. Espero, que les guste mi casa y tendrán una voz aquí. Mi cariño y amistad también.

martes, 9 de febrero de 2010

Capitulo 6


Barco de Garnier.

Dudas

Cristián Darius miraba a la ventana en su hermosa oficina, pero en realidad recordaba su pasado. Parecía un siglo aunque solo habían pasado tres años, cuando asumió el liderazgo de la orden blanca.

Quería hacer tanto y se encontró siendo el jefe de un grupo de fanáticos manejado grandes grupos de terratenientes que deseaban tener mano de obra gratis. Ver a Garnier Lafebre le recordó su pasado cuando eran amigos, y tenían los mismo ideales.

Ahora debía olvidar eso. Lo había perseguido durante 4 días pronto daría con su paradero y lo torturaría para saber quien era el líder de la orden negra. A pesar del asco que sentía consigo mismo, seguiría por que estaba cumpliendo su deber y destino.

Tocaron a la puerta. Un guardia le aviso que habían visto la nave de Lafebre. Camino intentando no sentir remordimientos, por lo que iba hacer.

******************


Ariel se despertó con un gran dolor en su espalda. No sabía donde estaba un hombre gordo y bajo le ponía compresas en la cabeza. Cuando le vio abrir los ojos le sonrío.

-¿Señorita se siente bien?

Le tomo uno segundo saber que se dirigía a ella. Casi nadie la trataba con ese respecto por su condición de mestiza o por su aspecto intimidante.

Flaca alta musculosa con su cabello pelirrojo cortado a rape. Siempre vestida con ropa de cuero ceñida al cuerpo y con suficientes armas para defenderse, ningún hombre la veía como una dama a quien proteger y la verdad eso le gustaba.

Examino la habitación. Estaba finamente amueblada con muebles caros pero siempre conservando un toque elegante y sencillo. Las paredes estaban pintadas con colores dorados y azules Era más refinado de lo que se esperaba a de un vulgar ladrón.

Con una mueca de dolor intento sentarse pero aún se sentía débil.

-Tenga paciencia espere un momento y lo podrá hacer, no se apresure.

Esas palabras le recordaron la noche anterior y su enfrentamiento con él. Por que no podía estar en una habitación sin atacarlo o querer besarlo.

Su deseo de demostrarle que era mejor que él. Había hecho que resultase herida y había ocasionado la muerte de un hombre inocente y ahora estas personas que le protegían estaban en peligro.

Se sentó a pesar de dolor, preguntándole de quien seria la bata de seda negra que le cubría su cuerpo. Desechando sus miedos, pregunto al hombre que estaba a su lado.

-¿Dondé estoy y por que me rescataron?

Espere señorita el capitán la vera enseguida.

Se acordó del hombre que la rescato Garnier Lafebre. Una de las personas más peligrosas de Dumar y posible de toda Nuis.

Como si sus pensamientos lo llamaran entro un hombre alto de 1,97 centímetros. Vestido con un chaleco y pantalones de cuero ajustados que dejaban ver su poderoso y hermoso cuerpo.

Tenía un rostro atractivo cubierto por una barba dorada que ocultaba una cicatriz que iba desde su oreja hasta su pecho.

Se quedo admirándolo deseosa unos minutos. Trago.
El curador salio de la puerta.

-Si me necesitan estaré a fuera señor.

Garnier vio a la chica flaca y extraña. No era una mujer de extraordinaria belleza pero algo había en su espíritu ahí un tigre o más bien un majestuoso dragón que la hacían irresistible. Con una sonrisa pudo entender la debilidad de su amigo por ella.

Cuando Ariel se disponía a preguntar.

Una voz seductora y varonil le contesto como si leyera sus pensamientos.

-Él me lo pidió y yo tenía una deuda que saldar.

-¿Cómo lo conoció?.

-Tanto le extraña que un ladro y un ...

Una explosión interrumpió sus palabras. Un hombre negro entro en la habitación.

-Capitán nos atacan naves de Sivcar.

-No los esperaba tan pronto.

Garnier sin decir nada se dirigió a una cómoda, saco un vestido azul con flores rosas y se lo paso a ella.

-Mejor vístete y disfrázate pronto seremos abordados.

Ariel vio el vestido con desagrado -¿No hay otro?

-No, fue idea de él dijo Garnier riéndose.

El curador quiso ayudarla a cambiar, pero pesar del dolor Ariel se cambio sola con indecisión y molestia se miro al espejo. El vestido realzaba su busto pequeño y mostraba su piernas a pesar de no quererlo se sentía bonita.

Sonriendo pensó en como siempre él se salía con la suya. Aunque a ella también le gustaba ganar toco su cabello cortó y empezó a crecer negro y rizado.

Toco su cara, esta se volvió un poco más oscura y su tersa piel llena de arrugas. Caminando encorvada y tambaleante se dirigió a la puerta. Fue apresada por un soldado que la ayudo a caminar.

El pasillo estaba lleno de humo caminaron hasta que salieron a la cubierta y los llevaron a otra nave.

Cuando entró a un estudio. Oyó su voz y a pesar de si misma se estremeció. Iba cerrar la puerta pero él lo hizo. Estaba detrás de ella. Se aproximo a ella, tan cerca que podía olerlo sentir su respiración.

-Estas hermosa monstruo. Le dijo al oído.

Ella no dijo nada pero sintió cuando el toco un rizo y su cabello rizado desapareció. Con su mano acaricio su cuello le toco, le toco la nuca, su espalda y volvió a acariciar su cuello besando su oreja le dijo.

-¿Me extrañaste?

Su única respuesta fue golpearlo al estómago con todas sus fuerzas. Luego cayó desmayada en sus brazos.

1 comentario:

Sammet dijo...

¿El extraño será Lord Darius?

Mmm... iré al siguiente capítulo para ver si se resuelven mis dudas XD