Capitulo 22

Las preocupaciones de Ballakar


Ivanek siempre había deseado la muerte, por un minuto cuando se dejo herir estuvo a punto de alcanzarla. Aún podía recordar el momento justo que se dejo lesionar, todas las imágenes que se le vinieron en mente:

La cara de Eli cuando sonría, o cuando llegaba al orgasmo. Su olor a manzanas y la manera, que una simple caricia o un pequeño detalle le hacían feliz.

Luego pensó en Lish, Haizea y Amaya. Que iban hacer sus hermanas sin él, pero el rostro de Eli llorando lo disuadió de cualquier deseo de morir. Por ella valía la pena luchar, y tratar de hacerla feliz.

Pasaba horas oyendo las quejas de su hermano o las orgías que este tenía. Hasta que todo quedo en silencio.

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Lish temblaba y su pelo se convertía en plumas negras y luego mutaba a diferentes colores, parecía un pavo real asustado. Eli le golpeo para que volviera a la normalidad.

Trataba de fingir que estaba bien, pero estaba tan asustada como Lish y súper incomoda con la ropa que llevaba puesta. Se miro de nuevo en uno de los espejos sucios del gran salón. Estaba vestida con un brasier de cuero y una mini de del mismo material. Lish le había dicho que hacia no llamaría la atención, pero se sentía salchicha a punto de ser descubierta y freída.

Caminaron por pasillo sucio y con terribles olores, cuando llegaron a una habitación.

-Essssperrra.

Lish no era tonta en el momento que dispararon a Ivanek, y este solo quedo en coma, la Señora de la vida puso un monto de seguridades por si acaso quisieran revivirlo. Sin embargo ella fue cambiando poco a poco las seguridades, sin que la vieja se de cuenta, ahora que estaba a punto de ser vencida era el momento de quitarlas todas.

Eli golpeaba el piso con su pie, mientras Lish la fulminaba con la mirada, casi la mayoría de guardias estaban dormidos o ocupados en otras actividades.

Cuando por Eli, pudo entrar Lish le sugirió que no se demore, la muchacha esperaba encontrar una habitación magnifica y no el cuchitril sucio y maloliente que era el cuarto de Ballakar.

Para ser el rey de los demonios no tenía ni un sirviente que pasara una escoba, dejo de pensar en la suciedad y el temor de encontrarse con algunas cucarachas o algo peor, cuando vio a Ivanek desnudo convertido en piedra en medio del cuarto, parecía que estaba sufriendo. Eli se tapo la boca con las manos para no gritar.

Ivanek, sintió unos pasos y percibió un aroma a manzanas tan conocido, ella estaba ahí, quiso poder verla y besarla pero su cuerpo no reaccionaba.


-¿Qué te han hecho, amor? Pronto serás libre.

Eli acaricio su mejilla con dulzura, se hirió en el pecho como dijo Lish e hizo lo mismo con Ivanek. Luego lo beso y dejo que el corazón de su demonio entre a su dueño, cuando le dejo sintió que se iba desmayar, los brazos de su amado la sostuvieron.

Pronto Ivanek la besaba con pasión.

-Estoy soñando.

Ivanek en respuesta le mordió las orejas, para luego besarle el cuello.

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En la isla perdida.

Ballakar lo que más deseaba en este mundo era drogarse, pero no estaba cumpliendo las ordenes de Ambrocius y la señora de la vida como un simple soldado, lo único que le daba placer era ver a su hermano adoptivo vencido.

Sin embargo algo andaba mal, fue muy fácil vencer Andrei, la señora de la vida sonría satisfecha, fue cuando el demonio vio liberarse al muchacho humano. Yanus estaba peleando con Ambrocuis y Andrei se dirigía hacia su patrona.

Con miedo, despecho e impotencia huyo lo más rápido posible, preguntándose ¿quien sería el traidor? Agradeciendo que Andrei no supiera que su hermano Ivanek estaba muerto, sino lo torturaría o mataría. Necesitaba una dosis de su droga, luego podía pensar.

Temblaba de miedo, se sorprendió no haberse orinado en medio de la cueva, fue a buscar algo de licor, no le hacía nada pero lo calmaría un poco. Que sería de él ahora no desea saber como haría para gobernar sin Ambrocius , la ayuda de Lucius o hasta la guía de la señora de la vida. Sudaba y apenas podía caminar a su habitación, se sostenía de las paredes.

A punto de llegar a su cuarto, se topo con su insignificante hermana que enseguida cambio su cuerpo a puerco espín.

-Lárgate, bramo.

-Assssesinnno.

Le lanzo un rayo, que Lish esquivo con maestría, mientras le lanzaba espinas envenenadas, que impactaron en la pierna de Ballakar.

-¡Mierda! ¡estúpida perra!

Lish se marcho sacándole la lengua.

Eli besaba y acariciaba a su demonio.

La puerta se abrió, mientras Ballakar, aún se quejaba por el impacto de las espinas.