Bienvenidos a mi blog. He creado este por que tengo un montón de historias en mi mente que me gustara compartir. Miles de mundos y personajes siempre me acompañan, decidí, que era hora de hacer que fueran conocidos. Quiero, que sean capaces de expresar y soñar junto a mi. Espero, que les guste mi casa y tendrán una voz aquí. Mi cariño y amistad también.

lunes, 23 de mayo de 2011

El ladrón y la princesa. Capitulo 18


Perdón por poner el capitulo tan tarde. Iba decir que estaba muy ocupada , pero soy pésima mentirosa y la verdad los días pasados he estado con mucho estrés y casi sin tiempo para nada . Y hoy que fue mi primer día libre en tiempos me lo pase leyendo y durmiendo. Bueno pero aún es lunes en mi país y aquí tiene el capitulo espero que les guste . Aquí tienes tu respuesta Mari.

Capitulo 18
El rescate

Arik y Garnier fueron los primeros que bajaron. Encontraron a Otto en el hangar esperándolos, muy preocupado.

―Chicos, que bueno que llegaron, Cristian se ha vuelto loco. Secuestro a Gregory y Diana .No he querido avisar a nadie para que no sea peor. Esperaba a que lleguen ustedes.

― ¿Sabes a dónde los llevo?

― Tomo los caballos y fue al norte.

―¿Por qué iría en caballos? ―Dijo pensativo Garnier ,rascándose la barba.
Nicolás fumaba un cigarrillo distraído. Su atención, estaba centrada en Annia que bajaba de la nave, para luego acercarse a preguntar a Otto por la salud de su prima.

El ladrón, estaba preocupado por sus amigos y mirando al castillo en busca de la princesa. Replico

―Ve y sana a Rebeca aquí tienes la piedra. ―Le dio la piedra ―Nosotros iremos al norte. ¿Hace cuando partió?

Media hora.

― No es mucho .Con la nave los alcanzaremos en momento.

― Y nos quedaremos varados. ―Dijo Nicolás mirando Annia y a Otto perderse en el castillo. Mi hermanito, no es tonto. Si, fue en caballos partió hacia las ruinas de Umix.

― Maldición, tenemos que alcanzarlos. No permitiré, que nada le pase a Diana, aunque tenga que matar a tu hermano ―Contesto, Arik, tomando su arma.

― No les hará nada Arik. Sí, piensas en verdad que traicionaría a Gregory o a Diana. No, lo conoces, es la persona más leal que conozco. ― Respondió Garnier, revisando sus armas

― Pero, igual nos podría necesitar es mejor que partamos en mi nueva nave.

― ¡No! en esa cosa.

― Iremos más rápido que en caballos y no se maneja, ni con magia, ni con energía.
―Protesto Nicolás, radiante por utilizar su último invento.

―Vamos, entonces.

―Te arrepentirás. ―Contesto, Garnier, en voz baja. Poniéndose de repente verde y mirando al castillo en busca de la princesa. Deseaba verla más que nada en el mundo. Sin embargo, tenía que ayudar a sus amigos. Suspirando se fue a la nave, s
in darse cuenta que era observado por Yusbel.

**********
Darius estaba cansando. Esperaba que pronto llegaran a las ruinas Miro a Gregory y a Diana no sabía si en el último rato sería capaz de hacerlo. Solo podía repetir en su mente como un estribillo incesante.

―"Rebeca lucha, pronto traeré el antídoto."

Unos minutos después estaban en las ruinas.

Una bella, mujer toda vestida de negro los esperaba. Pía sonreía pronto cumpliría su misión.

― Bienvenido, Lord Darius, lo estaba esperando es un placer verlo.

― Señora, cumplí con mi parte del mi trato deseo ver el antídoto.

― Primero, tendrás que matar a uno de tus dos rehenes.

― No, lo haré. Hasta que vea si el antídoto correcto. No confió en usted.

― Bueno míralo. ―Pía le dio un pequeño frasco. Darius lo examino y se lo dio de nuevo. ―Que bueno, que estés satisfecho. Ahora mata a cualquiera de los dos. Hazlo, inmediatamente será la única forma que te dé esto. Si, intentas cualquier cosa idiota como matarme para obtener lo que deseas, mis guerreros te eliminaran. ―5 moles gigantes de piedra aparecieron. ―Y no salvaras a tu mujercita. Si vas a terminar con sus vidas. Tengo el arma perfecta. ―Le dio una daga negra.

Darius la tomo y fue hacia Diana, le abrazo y le pidió perdón, por lo que iba hacer. Luego fue donde Gregory y lo apuñalo.
Pía río llena de gusto. Mientras Darius cabizbajo fue donde Diana y también la apuñalo. Caminaba muy lentamente como si le pesara el mundo. Pidió el antídoto, la mujer se lo dio.

―No, lo mereces. ― Dijo, una voz desde el fondo.

Inés Victoria no iba dejar que Darius salvara a Rebeca. Iba tirarle una daga. Pero, el hechicero, cayó al piso antes que lo hiciera.
Diana, que no estaba muerta. Miro a su amigo caer y supo que tenían que actuar. Se pudo de pie, para ir ayudarlo la farsa había terminado.

Gregory se convirtió en Ariel y le disparo una daga a Pía, que estaba conmocionada y no pudo ordenar que ataquen sus soldados. La daga certera de la reina la mato.

―Yo, los mataré a todos ―Grito, Inés Victoria.

Los guerreros de piedra empezaron a moverse. Y lanzar grandes rocas a las dos mujeres.
Diana las esquivo y se acercó a Darius, que le dio con sus últimas fuerzas un pequeño frasco.

–Dale el antídoto a Rebeca. Huye con Ariel no pueden hacer nada por mí.

Dile a Rebeca que la ame hasta mi último aliento. Luego se desmayó, el aparato de su hermano le había quitado casi toda su magia y pronto lo mataría. Sin embargo, había cumplido su cometido. Salvaría a su amor.

Diana vio a Darius desmayarse y le pego levemente, en el hombro.

―No puedes rendirte ahora Cristian, amigo mió. Tienes, que pensar en el futu…

Entonces oyó una risa maligna y una gran piedra estaba encima de su cabeza apunto de caer sobre ella y Darius. Lo único, que pudo hacer fue poner su cuerpo encima del herido. Se quedó paralizada iba morir, nunca más vería Arik. Ariel lanzó una de sus sombras cuando lo hacia la debilitaba pero no podía dejar indefensos a sus amigos. La sombra evitó por el momento que la piedra dañe a Diana y a Darius.

Fue cuando una extraña maquina voladora surgió en los cielos. En una cuerda Arik se balanceó, tomo a Diana primero la subió y luego con más cuidado a Darius.
Ariel intento correr a la nave pero, Inés Victoria la tenia rodeada por sus guerreros

Garnier, le tiro una red de gon, (que quita magia y poder) a la bruja, que hizo que se desmayara los guerreros de piedra seguían acechado a la reina impidiéndole el paso.

Nicolás no podía acercase a salvar Ariel. Ella seguía prisionera y escapando con agilidad de las grandes piedras. La reina, aún podía recordar la voz enfurecida de su esposo, cuando considero el plan de Darius.

―No iras. Es muy peligroso para ti las sombras son mágicas en Umix cuanto más las utilices en mayor riesgo te pondrás. No es necesario ser la ejecutora para matar a un demonio.

Iré yo, y ninguna discusión.

Ariel no discutió. Drogo a Gregory antes de que partiera. Darius y Diana estaban demasiados preocupados para decir nada. Ahora en el fragor de la batalla cuando no tenia escapatoria pensaba en los ojos grises de su amor, en su fuerza . Si hubiera una manera de escapar.

Oyó, la voz de Gregory en su cabeza.

―Monstruo, te rindes sin dar batalla. Te rindes, siendo la ejecutora. Esa no es la mujer que amo.

Nicolás esquivaba cada vez más las piedras. Tenían que irse pronto o cualquier rato les darían, era cuestión de tiempo. Además Darius no resistiría mucho la maquina de ilusiones de su hermano gasto toda su energía y magia. Ni tampoco
Ariel sus movimientos eran cada vez más lentos. ¿Pero que hacer?

La reina, respiró profundamente y se acordó de las clases de Darius. Apenas tenía energía sus piernas le dolían y empezaba jadear. Solo tenía una oportunidad, con ayuda de las sombras se transformó en un ratón y salio corriendo a la nave donde Arik sostenía una cuerda al tercer intento la agarro.

Cuando su amigo la tuvo entre sus brazos Inés Victoria, se soltó y les iba mandar una daga. Garnier con un extraño instrumento circular le corto la mano antes de que pudiera lanzar el arma.

La vieja aulló del dolor mientras los guerreros de roca, aun perseguían la nave Nicolás evadía las rocas que le lanzaban con gran precisión. Diana a salvo, corrió a los brazos de Arik que la examinaba como si estuviera mortalmente herida, a pesar de que solo tenía unos cuantos rasguños.

Se besaron lentamente y se sentaron en un rincón. Diana aun en sus brazos le dijo.

―Te digo un secreto Darius va hacer padre. Ojalá, Rebeca este bien.

―Va estar bien. Te fe ¿Y cuando me das la oportunidad de ser padre?
Diana solo lo beso distrayéndolo, aún no quería tener familia.

Nicolás grito desde los controles de su extraña nave.

Nada de arrumacos, necesito concentrarme.

Estaban saliendo de las ruinas pero los gigantes de piedra los perseguían.
Una tormenta de arena casi nubla la visibilidad de su navegante. Nicolás soltó un suspiro, mientras intentaba evadir a los moles, que estaban desesperadas por impedir que salieran con vida . Casi golpean dos veces la nave, cuando el inventor, pensaban que le darían la tormenta ceso y los gigantes se congelaron. Estaban fuera de peligro, c
on un grito de jubilo fueron lo más rápido posible al castillo.

5 comentarios:

Anna (princesa) dijo...

woooooooooo!!! capitulazoooooo.
Con la sangre latiendome hasta la ultima linea ¡dios! que tensión.
Ojala Rebecca se salve ¿y padre Darios?

ohhhh, esto sigue prometiendo guerra.

Besos cariño

MariCari dijo...

Chiqui, mañana vengo que estoy que me caigo, corazón!!!
Bss...

FIBO dijo...

Menuda tensión has creado hoy...mañana mismo la siguiente...un besote preciosa

Lilyka dijo...

Entre más escribes de Darius más me enamoro de el, me encanta amiga, sigue escribiendo y que dicha que te gusto tu regalo.

Iris Martinaya dijo...

Me encanta Nicolas, estoy deseando que llegue su historia. Que bien que se salvaron todos.

Bss