Bienvenidos a mi blog. He creado este por que tengo un montón de historias en mi mente que me gustara compartir. Miles de mundos y personajes siempre me acompañan, decidí, que era hora de hacer que fueran conocidos. Quiero, que sean capaces de expresar y soñar junto a mi. Espero, que les guste mi casa y tendrán una voz aquí. Mi cariño y amistad también.

lunes, 10 de octubre de 2011

Corazones en la niebla. Capitulo 25

Bueno aquí les dejo un nuevo capitulo y esperó  que tenga una linda semana 








Capitulo 25 

 Empiezan los problemas.
Annia estaba llegando al castillo de Sivcar Gregory y Rebeca la esperaban en la puerta, ansiosos por verla. Ariel vendría para el fin de semana a más tardar. Rebeca, salio hacia la nave y corrió a abrazarla habían pasado tres días, sin verse. 

 Cuando de se fueron de la base del rey Epifanio se enteraron que ciertos hombres del consejo de Dumar pedían ver a su rey y Catalina quería volver a poder diciendo que su hermano estaba muerto. Así que Ariel, se le ocurrió hacerse pasa por Saint Germain. Ya que él estaba congelado, no importara todo lo que hiciera Otto no podía sacarlo de ese estado. 

 Ariel, Arik y Annia se fueron al Dumar mientras los otros regresaron. Annia volvió  antes que su  amigos ya  que últimamente se sentía mal tenía un contaste acidez y náuseas. Ariel le molestaba que estaba embarazada y lo peor es que ella temía eso. Casi toda la noche anterior se la paso llorando y jurando que mataría a Nicolás cuando lo viera. 

 Las preguntas de Gregory le sacaron de sus temores, luego de una hora. Rebeca la llevo al ala este del castillo que estaba reservada para ellos. Cuando quiso comer algo Annia volvió a vomitar. Su prima le hizo un té de manzanilla, mientras lloraba como loca en un sillón de la sala de estar. 

 Estaba esperando un bebe, que iba hacer ahora. Casarse obligada por las circunstancias solo pensarlo le aterraba, matarlo le asqueaba y la idea de tenerlo le ponía los pelos de punta. Intento dejar de llorar cuando uno de los hijos Rebeca se le acerco. Annia la acarició y empezó a chillar como histérica. 

Su prima, salio espantada de la cocina, llevo a sus hijos a la cama y fue a calmarla. Luego de un rato abrazándola, por fin dejo de llorar. 

 ―¿Qué pasa Annia? 

 ―Yo, yo, 

 ― Buaaaaaaaa Rebeca la acaricio, mientras le decía. 

― Tranquila, volverás a ver a Nicolás. 

 ―Buaaaaaa, ay buaaaaaaaaa, no es eso ―Dijo Annia viendo la cachorrita que le regalo su amante, que estaba dormida placidamente en un rincón de la sala con las otras perras de Rebeca.  

Creo que estoy, em, em, em 

 ―¿Qué? ―Embarazada ― chillo Annia. Los perros ladraron mientras Rebeca le abrazo con el rostro sonriente. 

 ― ¿En serio?   Annia no podía hablar por llorar. Su prima le abrazo, nuevamente    e intento calmar. Cuando ya había conseguido hacerlo le hablo con voz suave para no asustarla. 

 ― Todo va estar bien. 


―  Te vino la regla.


―  Faltan días, para  que me de.


― Aún es muy pronto para saber si estás en estado. Tendremos que esperar por lo menos dos semanas para hacerte los análisis. Lo más probable es que tengas gastritis, por los nervios o la comida en el palacio de Germain. 

Así , que no estoy en embarazada, Annia suspiro de alivio ― Voy a matar a Ariel cuando llegue el viernes. 

 ― No lo sabemos, igual me preocupa tus náuseas. Así que mañana te examinaré. 

 Annia se secó las lagrimas y miro uno de los juguetes  de los hijos de Rebeca. 

― Debe ser hermoso ser madre. 

 ― Lo es,  casi, siempre.  

Nunca te he preguntado ¿si deseas casarte o tener hijos?    Annia estrecho el pañuelo y miro a Rebeca. ― Siempre creí que eso no era para mí. Hasta que conocí a Nicolás. 

 ―¿Lo amas? Annia empezó a gimotear de nuevo. Rebeca buscó algo de agua y trajo algunos pañuelos desechables. Se los ofreció a su prima. Ella se sonó y seco el rostro. 

 ―Estoy perdidamente enamorada de Nicolás, pero tengo tanto miedo. Vine por Ariel estaba realmente con miedo por mi salud y quería que me haga ver. 

 ― Mañana te examinaré, y si estás embarazada. ¿Se lo dirás a su padre? 

 ―Luego que lo asesine. 

 Rebeca, río. ― Vas ver como las cosas salen bien. 

 ―Tengo tanto miedo ¿y si Nicolás no quiere tener niños? 

 ―No sé, ¿han hablado de eso? 

 ―No, Recién hemos aceptado que sentimos algo el uno por el otro. ¿Y sí? 

 ―No pienses en eso, dale una oportunidad. Mientras se amen todo estará bien. Dijo Rebeca abrasando a su prima. Un golpe en la puerta,  las asusto. 

 ―Pase ― Ordeno, la curadora Rebeca parándose. 

 Un soldado alto y flaco entró. 

 ―Señora Darius, el señor Peter Berling ruega una audiencia con la señorita Zor. 

 ― Dígale que lo veré mañana. 

 El guardia se fue. Unos minutos más tarde volvió de nuevo 

 ― Me dijo que es urgente. 

 Annia hizo una mueca de fastidio. 

 ― Lo veré. 

 ―Está esperándola a las afueras del castillo. Annia se colocó un suéter y fue sin ni siquiera arreglarse. ―Ya voy ― Annia, respondió. De una vez debía terminar con esa relación enfermiza. 

Peter estaba aliviado cuando un guardia le indico que Annia lo recibiría. Kellen había sido terminante o lograba hacer entrar la sustancia que tenía envuelta con un regalo o lo mataba y de forma muy dolorosa. Esperaba que ella acepte el regalo y lo llevase al castillo. Esa misma noche partiría a Yasumir,   esperando alejarse de su antigua vida. 

 Annia llego un poco molesta a su encuentro. Peter con falsa felicidad dijo. 

 ―¡Querida! Cuanto te extrañado, 

― Intento besar a Annia, ella lo esquivo. 

 ― ¿Cómo estas Peter? ¿Cuál es la urgencia por verme? 

 Peter movió la caja, con cuidado. Tenía miedo que se deslice lo que llevaba en su interior. 

― Despedirme, esta noche parto a Yasumir y no volveré en mucho tiempo. Tal vez nunca. Annia se sintió culpable. 

 ― Peter, ¿ te vas? No lo puedo creer. 

 Él le sonrió tristemente y luego le respondió ― He solucionado, mis problemas financieros y me he dado cuenta que tu nunca me amaras. Así, que deseo un nuevo comienzo. 

 Annia sintió la boca amarga. Iba vomitar, tal vez encima de Peter. Se quedó callada unos minutos intentado frenar su deseo. Respiro hondo antes de hablar. 

 ―Peter yo te quiero. 

 ― Pero como un amigo, y yo deseo algo más Annia. Ella lo miro con lastima. 

 Peter observó al piso para acallar sus iras, al sentir su mirada. Odiaba, que sintiera compasión por él 

 ― Ten Annia,  mi regalo de despedida. Es algo que te mereces por todo lo que me has dado. 

―No eras que te  molestes.   Peter  le dio una caja envuelta con papel rojo y lazo verde.  Es algo, que te mereces por todo lo que me has dado.

Le dio un beso en la mejilla y dijo

― Adiós Annia.

― Cuídate, Peter. Gracias por  el regalo.

Él se  rió y se fue  lo más rápido posible. 

 Una sombra siguió a Peter Berling, cuando hablo Con Annia, a las afueras del castillo. Quiso impedir que llevara la caja roja. 

Annia de repente sintió frío. Sophie intentó que se le cayera la caja  fuera del castillo, pero no pudo lograrlo. 

 Maldijo por ser fantasma. 

Annia entro en el castillo, con un poco de curiosidad, abrió la caja para mirar un frasco de perfume. En ese momento se sintió tan mareada que soltó la caja y casi se desmayó. Un soldado le sostuvo, pero el frasco se rompió. 

 Ella creyó que estaba enferma, cuando vio una mancha negra moverse. Se frotó los ojos y no vio nada.

 Sophie grito . Los ugis ya estaban en Sivcar. Debía prevenirlos, pero no sabía como. Fue cuando se acordó que había oído sobre un gran hechicero llamado Darius. Él posiblemente le vería. Esperando que no fuera muy tarde, fue  a buscarlo.


4 comentarios:

mientrasleo dijo...

Bueno, bueno. Vaya final.
Esto es dejar con las ganas y lo demás tonterías!!

MariCari dijo...

Interesante, muy interesante, seguro que sí que está embarazada, qué alegría, ser madre se lo más bonito del mundo, es nuestra razón de ser naturales... nuestra naturaleza... Bss, ya estoy intranquila por lo que acontecerá, je ,je...

Cuídate mi niña, bstos

Lectora Nocturna dijo...

un capi espectacular, como siempre. Voy leyendo hacia atras como los cangrejitos jijiji.

saludis vampi

Iris Martinaya dijo...

Annia embarazada!!! Bien, ya estoy deseando ver que dice Nicolas. A ver que pasa con la sombra.

Un beso y feliz semana