Bienvenidos a mi blog. He creado este por que tengo un montón de historias en mi mente que me gustara compartir. Miles de mundos y personajes siempre me acompañan, decidí, que era hora de hacer que fueran conocidos. Quiero, que sean capaces de expresar y soñar junto a mi. Espero, que les guste mi casa y tendrán una voz aquí. Mi cariño y amistad también.

lunes, 23 de enero de 2012

El desierto de tu corazón. Capitulo 4

Bueno aquí les ando un nuevo capitulo las personas que esperaban un encuentro entre Urian y Ana se complacerán con este capitulo. Les deseo una linda semana y les mando un beso. 


Capitulo 4 
El accidente 

Harry



 Urian miraba la carretera eran 3 de la madrugada, aun se sorprendía el haber aceptado ir Argentina. El curso de su hermano comenzaba dentro de tres semanas, pero decidieron ir antes para establecerse. Los últimos días había paseado por Viedma, la capital de la provincia buscando un lugar donde vivir y poner su restaurante. Ninguno de los que había visitado le gusto y los que lo hicieron eran demasiado caros para su presupuesto. Fue idea de unos de los compañeros de su hermano que aprovecharan que no empezaban las clases hasta la otra semana y fueran a Bariloche, ellos a esquiar y él ha buscar un lugar donde establecerse ya que esa zona era conocida por su turismo y belleza. 

A pesar. de que estaban un poco lejos del centro de estudios. Eran las 2 de madrugada y aún no llegaban a la cuidad, cuando por tercera vez se dañó el cacharro en el que venían. El profesor Waltosky les había prestado la furgoneta sin problemas. Para Urian ese cacharro debía ser botado y olvidado.De los diez jóvenes que compartían el vehículo. Solo Pablo, un muchacho argentino fue haber que pasaba. Él era el ayudante del profesor. Urian bostezando, salio en medio de la carretera haber que le pasaba al armatoste, cuando oyó un grito. 

 ― ¿Qué fue eso? 

 ― Ni idea, che. 

 ― Voy a investigar.  ―  Pablo se frotó los ojos y bostezo. Mientras decía ― Ni se te ocurra, puede haber animales o peor ladrones. 

 Urian ni lo escucho, fue directo a donde se encontraban los gritos, cuanto más se acercaba al bosque, más estridentes y llenos de miedo eran los alaridos de una mujer. Por oírlos, ni siquiera de dio cuenta que piso a un pobre gatito negro que habían pateado hasta cansarse. El animal estaba muy herido, pero aun respiraba. Lo examino y con cuidado lo dejo en el suelo. Fue al lugar donde la mujer chillaba. Ella se defendía con fiereza mientras tres tipos intentada violarla. 

Urian ni se inmutó se acercó a ellos sin miedo había pasado su juventud en las en los peores suburbios de Londres y Holanda intentando sobrevivir. Tomo una navaja y se acercó a los tipos gritándoles. 

 ― Déjenla cabrones. 

 Ana no podía ver nada sus lentes estaban en un lado, solo oyó a un tipo retando a los maleantes que le habían robado y tratado de violarla.

 ― Boludo, voy hacer que te muerdas tus palabras. 

 Urian solo sonrió y le pego una patada a sus atacantes, minutos después golpeo a otro en el estómago el último salio corriendo. 

 Se acercó a la muchacha que estaba semi desnuda y con el labio partido. Ella al sentir una presencia le dio una patada en la entrepierna y estaba dispuesta a golpearlo. Urian se dobló del dolor, mientras Henrik, Pablo y otros tres chicos llegaban al rescate con linternas y dos palos. Los muchachos que quedaban reparaban el carro. Ana solo oía un gran ruido e intentaba encontrar sus lentes con desesperación mientras gateaba lo más lejos posible. Sintió a otro hombre acercándose, pero él le dijo con voz calmada y suave. 

 ― Tranquila, no pienso hacerte daño. 

El hombre tenía un ligero acento, aunque no parecía gringo. Se aproximó más. Ana tenía mucho de miedo y hacia un puño para golpearlo si él se aproximaba demasiado, mas el hombre no lo hizo solamente le dio sus lentes. A lo lejos se oía unas risas y unos quejidos. 

Ella miró aun hombre alto de ojos verdes doblado. Atendido por un muchacho fornido y con lentes. Dos de los ladrones estaban en el piso y un muchacho flaco los ataba rápidamente. 

 ― ¿Estás bien? Ana asintió, apenas podía hablar. Una chica de cabellos negros traía a su gato en brazos. Ella con dificultad se paró mientras era vigilada por un muchacho rubio muy alto y con unos bellos ojos azules. 

 ― ¿ Harry? ¿Estás bien? La mujer morena la miro con simpatía y dijo. 

 ― Respira, pero tenemos que examinarlo mejor y ¿cómo ten encuentras? 

 Ana boqueó,intentando conseguir aire. Un poco más calmada susurró . 

 ― Bienn, muchas graciaaas por salvarme. 

 El rubio dijo sonriendo. ― Nosotros no hicimos nada. Urian te salvo, aunque tú te encargaste de golpearlo. 

 Ana se puso roja. El hombre al que golpeo habló por primera vez y pudo mirarlo. Era altísimo como 1, 90, con uno bellos ojos verdes y mirada muy dura y fría. Ya de pie apenas examinándola refunfuñó. 

 ― Será mejor irnos, no vayan a ver más maleantes. Además, Rosa ya llamo a policía, pronto vendrá. 
 ― ¿Dónde esta tu vehículo? Ana se perdió entre sus ojos verdes y su boca gruesa. Por un momento no pudo articular ninguna idea. 

 ― ¿Dónde esta tu vehículo? 

 ― Miii, 

 ― ¿Dónde esta tu vehículo? ― Grito, Urian a punto de perder la paciencia. 

 Ana se obligó a no verlo y mirar a Harry para poder hablar. ― Iba en un colectivo con destino a Buenos Aires, cuando el chofer me saco porque una pasajera se quejó de Harry. Caminaba para llegar algún sitio cuando estos tipos me vieron y quisieron robarme.

  El muchacho fornido dijo. ― ¿Deseas que te llevemos a Bariloche? Ana no respondió, lo que menos quería era volver con su padre y su familia. Su abuela tenía razón ese no era su lugar, si su padre la quisiera ahí la hubiera llevado hace años. . 

 ― ¿Tienes algún lugar donde quedarte? Ana negó con la cabeza mientras se abraza e intentaba no llorar. El hombre alto se sacó su chamarra de cuero y se la lanzo. 

 ― Cúbrete y si no tienes a donde ir. Ven con nosotros, yo ando buscando un ayudante. 

 Ana lo miro con temor y empezó a tartamudear. ― ¿Yyyyo? 

El hombre la dejo con la palabra en la boca y se fue. El rubio y la muchacha que sostenía a Harry se acercaron y la ayudaron a llegar a la furgoneta. Ella se subió sin saber si estaba bien o mal lo que hacía. Tenía sueño y frió además su gato necesitaba atención. Minutos después estaba sentada sola los muchachos atendían a Harry casi todos eran estudiantes de veterinaria o zoología y parecían más capacitados que ella. 

 Ana miraba a la ventana mientras lloraba, el hombre alto se sentó junto a ella y le pregunto. 

 ― ¿Qué decides?   Ana se volteó y lo miro examinándolo. Antes de contestar. 

― ¿Porrr por qué me ofreces trabajo? 

 ― Sé por lo que estabas pasando. No me hagas perder mi tiempo me contestas un si o un no. 

 Ana suspiro y dijo. ― Ssssi. Sin saber que eso sellaría su destino.



5 comentarios:

Anna Soler dijo...

Biennnnnn!! el citado encuentro a tenido lugar. Y menuda manera de conocerse, pobre ana ¡pensé que la mataban a golpes! pero Urian es mi héroe.

Un besote guapa

MariCari dijo...

Qué estupendo!!! Me ha encantado, pero qué bien has descrito la escena violenta, fantástico... ya sabes que me gusta mucho cómo escribes, je, je... Cuídate, amiga mía... muchos Besos

mientrasleo dijo...

Precioso encuentro, aunque la muchacha dudo que opinara lo mismo jaja
Besos

Leila dijo...

Buen capi guapa, te sigo leyendo ;)

Anna Soler dijo...

Tienes premio en mi blog

Besines