Bienvenidos a mi blog. He creado este por que tengo un montón de historias en mi mente que me gustara compartir. Miles de mundos y personajes siempre me acompañan, decidí, que era hora de hacer que fueran conocidos. Quiero, que sean capaces de expresar y soñar junto a mi. Espero, que les guste mi casa y tendrán una voz aquí. Mi cariño y amistad también.

viernes, 9 de marzo de 2012

El desierto de mi corazón. Capitulo 15

Bueno aquí les dejo un nuevo capitulo espero que les guste y como se habrán dado cuenta ya mismo se va acabar esta historia.
 Capitulo 15 
Todo o nada 



 Urian solo tuvo segundo para actuar y empujar Ana fuera del peligro. Estaba aun asustado por miedo de perderla, lo único que pensó antes de que todo se volviera negro es que pudo besarla una vez más. Ana apenas podía respirar por el polvo que había en la habitación el andamio y parte del techo se desplomó. Estaba en el suelo, un poco golpeada pero bien se paró y busco desesperada a Urian. Pasaron algunos minutos, pero para ella fueron horas. Encontró a Urian en el suelo y empezó a quitar la madera podrida. Estaba muy pesado y por más que llamaba a Urian él no respondía. Desesperada fue a llamar al guardia que hacía rondas por el local y al 911.

 Entre los dos pudieron quitar parte de los escombros. Urian despertó sintiéndose confundido su primer pensamiento fue ¿qué paso?, luego miro el techo destruido y pensó en Ana. Dios ¿Qué nada le hubiera pasado? La voz preocupada de ella, le calmo estaba bien. Ella entraba con dos hombres.
 ― Urian ya despertarte. 

 Ella se dirigió a dos paramédicos. ― Esta aquí. 

 Urian un poco fastidiado dijo ― Estoy bien, no era que llames a nadie. 

 ― El techo y el andamio se te cayeron encima. 

Los hombres lo sacaron del todo y revisaron. Él solo estaba con una ligera torcedura en el tobillo. Uno de los paramédicos lo amonesto que tuviera más cuidado. Ana preparo una de las habitaciones de abajo para acomodar a Urian hizo algo de café y un sándwich y se lo llevo .

Él aún seguía gruñendo, por tratarlo como a un invalido. Ninguno habló de lo que paso antes del accidente. Ana a punto de subir y casi con lágrimas en los ojos, por el confuso día. 

 Pregunto. ― ¿Deseas algo más? 

 Urian respiro fuerte , lo único que se le ocurría decir a ti, pero en vez de eso respondió. ― Estoy bien. Deberías descansar.

 ― Deberías tomar los calmantes y las pastillas que te mandaron. 

 ― Sí , ya voy. 

 ― Duerme un poco y come algo cualquier cosa me llamas. 

 ― Lo haré. 

 Ella apagó las luces, empezó a subir las gradas. Cuando la voz de Urian le hizo casi tropezar. 

 ― Ana hasta hace unas horas recién entendí lo que es el miedo. No porque se me cayó el techo, si no porque por un momento tuve miedo que te pasara algo sabes soy un cobarde... 

 Él no pudo concluir lo que iba decir, ya que ella se tiró en sus brazos y casi tira la comida, que le había traído. Urian le abrazo con ternura sin decir una palabra. Se quedaron en silencio dormidos hasta que la mañana siguiente les despertó Diego que tocaba el timbre. 

 Una semana después. 

 Urian terminaba de hablar por teléfono con Henrik y decirle por octava vez en ese día que estaba bien y que no necesitaba que viaje a verlo. Diego paso cargando una escalera los dos se miraron sin decirse palabra. Desde el día de la accidente ambos se ignoraban, Urian aun cojeando fue al recibidor a hablar con uno de los obreros. Ana se encontró con Diego en la cocina, que le pregunto. 

 ― ¿Quieres ir con nosotros a lo de Lex? 

 ― No, estoy cansada. 

 ― ¿Te vas quedar con el King Kong blanco? 

― No le digas así. 

 Diego hizo una mueca, y se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla. ― Ya sabes cualquier cosa me llamas.  Urian entro cuando se despedía Diego de Ana y tuvo que controlase para no golpearlo. Se quedaron solos en la cocina y se pusieron a cocinar mientras oían en la radio una canción de Aerosmith. El chef picaba zanahorias y Ana pelaba papas para la cena ambos empezaron hablar como siempre de los sucesos de día y como iba progresando el local. Urian estaba viendo como hervía el agua para la sopa de verduras que iban a preparar, cuando Ana se acercó para ponerle las papas y otras verduras. Por un momento se chocaron y él pudo percibir el olor de canela y manzanas de ella. Su miembro se puso duro de deseo y su corazón le latió más fuerte. Solo tenía que acercarse un poco más y besarla en el su cuello de porcelana. Como deseaba sentir su sabor, acariciar su piel y enterarse en ella hasta perder la razón. Ana asustada preguntó. 

 ― Te duele, deberías sentarte.

―  No solo estaba distraído ya sazonaste la carne . 

 ― No. 

 ― Yo lo hago tu termina la sopa. 

 Ana sentía que las desnudaba con la mirada. No sabía cómo actuar y decirle que le gustaba que deseaba algo más que su amistad. 

 ― Fui al instituto que me recomendó Diego, dentro de 15 días empieza clases. Mañana debo dejar los papeles para inscribirme. No sé,  esta muy cara la matricula, tal vez esperamos hasta que el negocio marche tú sabes que no te puedo pagar. 

 Urian se acercó tan rápido que a ella le desconcertó tomo su barbilla y puso su dedo en su boca. Ella calló y luego él dijo con dulzura. 

 ― Tu educación es importante y sobre todo que sigas tus sueños. Deja que te cuide. 

 Él le acaricio la mejilla, sintió como Ana temblaba y no le importo deseaba besarla tanto que no podía respirar. Estaban a punto de besarse otra vez cuando el agua para la sopa hirvió y empezó a regarse Ana le miro primero y se separó de él, mientras iba por un paño para secar. Urian tragándose el deseo dijo. 

 ― Será, mejor que terminemos la cena. 

 Luego de cenar fueron a ver televisión en el cuarto de Ana. Ella miró a la pantalla a Harry Potter que hablaba con Dublemdore, apago el aparato. Urian se acomodó mejor en la cama y le abrazo a Ana casi se le sale el corazón. Él casi estaba encima de ella podía sentir su peso, su olor, su calor. Con timidez acaricio su espalda Urian gimió, pero seguía dormido. Ana resoplo de deseo. Torpemente siguió en contorno de la espalda del chef con sus dedos. Él había cambiado su vida, su destino. La había hecho madurar y encontrar amistad, un hogar y una ilusión. La parte favorita de su día llegaba, cuando él se quedaba dormido entre sus brazos viendo televisión. Por un momento soñaba que eran algo más que amigos. 

Nunca se dio cuenta cuando dejo de pensar en Urian como su mejor amigo y lo considero algo más. Tal vez fue desde del primer día cuando la salvo que la violaran, o cuando le dio su primer beso, o cuando le contó que intento suicidarse y ella por primera vez se sintió necesaria . No importara el momento que empezó a sentir esa pasión que llenaba su cuerpo y alma. Ni que en vano intentara conquistar a Urian, que tan solo la miraba como una amiga. Debería aceptar salir con Diego, y dejar de invitar a Urian a quedarse en viendo televisión con ella . Pero sintió como la estrechaba a su cuerpo y cualquier buen deseo se terminó. Por un momento solo por un momento se dejó llevar y acerco sus labios a la mejilla y lo beso suavemente. En voz baja sobre su piel, susurro. 

 ― Te amo. Luego beso, su torso desnudo y cerro los ojos queriendo dormir. 

 Urian se despertó como siempre con el miembro parado de deseo y con Ana, en sus brazos. Cada parte de ella lo excitaba desde su olor a manzana, su sedosa piel, la forma que se pegaba a su cuerpo. Debía alejarse de ella, solo eran amigos. Una voz en su mente muy parecida a su hermano le grito. 

 ― ¿Por qué? 

 Bajo su cabeza para aspirar el aroma de manzanas y chocolate de su cabello. Acaricio suavemente su cabello y su mano empezó adentrarse por su piel. Ana gimió, suavemente y balbuceó algo que él no entendió. 

 ― Tengo, tanto miedo de perderte, mijn geliefde Ana ( Mi amada Ana) 

 Ella se abrazó más y tembló a su contacto. Miro a la ventana y recordó la conversación que tuvo la noche anterior con Herinck, 

 ― Hoy hable con nuestra madre. Volvió a reclamarme por qué estaba aquí y amenazarme. 

 ― ¿Qué le dijiste? 

 ― Que lo deseaba todo. No quiero pasar mi vida mirando lo que pudo ser. Pase muchos años casi acariciando mi sueño demasiado asustado para pelear por él. ¿Has sentido algo así? 

 Ana se movió contra él buscando mayor cercanía. Claro que lo había sentido, estaba enamorado de Ana desde el primer momento que la vio. No podía negarlo más. Ahora debía luchar por lo que deseaba o debía dejarla ir. Era todo o nada. Le acaricio suavemente y con dulzura le dio un beso en la frente. Ana despertó y estuvo a punto de alejarse al darse cuanta que estaba entre sus brazos. Urian no lo permitió, la atrajo suavemente y le dio un beso en la boca solamente rozo sus labios contra los de ella. Ana se quedó confundida, creyendo que aún estaba soñando. Sin perder tiempo abrió la boca para recibir la lengua de Urian mientras sus manos recorrían su espalda. Él gimió y metió una de sus manos, en el pijama de Ana, acariciando su piel, buscando sus senos. Había soñado tanto con ellos y ahora iban hacer suyos. Con ternura y deseo los apretó. Ana sintió un escalofrío por todo el cuerpo, con timidez y vergüenza sus manos bajaron hasta lo muslos de Urian y comenzaron a tocar suavemente su miembro. Fue cuando oyó el timbre y se dio cuenta que no era un sueño.




6 comentarios:

Leila dijo...

Buen Finde guapisima. Te leo. Besos

Anna Soler dijo...

Por suerte estan a salvo.
¡Maldito timbre! mira que interrumpir una escena tan sensual y erotica.
Hmmmm ¿como continuará? ¿quien llamara?
Un besote mi niña

LADY DARCY dijo...

Querida Citu, he comenzado a leer tu historia y me gusta mucho.
Espero que hayas tenido un día de la Mujer excepcional. Te envío mis mejores deseos siempre.
Un fuerte abrazo y un gran beso.

mientrasleo dijo...

Entre el comienzo y el timbre, nos tienes a todos enganchados.
Besos

La sonrisa de Hiperion dijo...

Siempre genial.

Saludos y un abrazo.

MariCari dijo...

Sabroso y precioso, estupendo, me encantó amiga, feliz semana y cuídate!!