Bienvenidos a mi blog. He creado este por que tengo un montón de historias en mi mente que me gustara compartir. Miles de mundos y personajes siempre me acompañan, decidí, que era hora de hacer que fueran conocidos. Quiero, que sean capaces de expresar y soñar junto a mi. Espero, que les guste mi casa y tendrán una voz aquí. Mi cariño y amistad también.

viernes, 10 de mayo de 2013

El hechizo de las palabras (capitulo final)


Hola, ¿como les  va? Por  fin, ya  es  viernes  y  con un  poco de  tristeza  pongo  el final  de  mi historia.  Extrañaba  mucho compartir  mis  relatos  con ustedes.Como les  dije  era una  historia corta. Espero que les   guste  y les  deseo que se diviertan en este fin de semana.

Capitulo 3





Ya era  más de medianoche y Zabel no podía  dormir. Para no molestar  a su esposo, se iba a levantar e ir  a su estudio.
—No, lo hagas. Deberías  descansar.
—No, tengo sueño. Descansa Sergei.
—Sí, estás preocupada, me  preocupo. Somos un equipo.
—No es nada. Tan solo, el  tema que te conté   en la cena.
—Ah.
—Me siento culpable. Mi conciencia, no me deja  dormir —. Sergei Vyrzas  tomó de la mano  a su esposa, como respuesta.
—¿Por qué no tuve  paciencia?
—Así, eres  tú. Primero  golpeas  y luego preguntas.
Zabel  cerró los  ojos   e hizo una  mueca de indignación —. Luego dices, que me  amas.
—Lo hice, desde  el primer momento que  te vi,  a pesar de la piedra  que me lanzaste.
—Fue, un accidente, han pasado tantos años y todavía  te acuerdas.
—Cada  momento, que paso contigo está  grabado en mi alma.
Zabel  no dijo nada,  meditando sus palabras—. Mírame — Zabel  se volteó  y se quedó mirando a su esposo. Aunque,  ya  habían pasado casi 40 años  juntos,  aun cuando lo observaba sentía mariposas en su estómago. No importaba,  que él había engordado un poco. Su cabello negro,  ahora  era plateado y tenía algunas  entradas. Ni que su rostro existiera algunas arrugas. Sus  ojos  oscuros  como la noche la enamoraban  con solo mirarla y podía  hacer un poema sobre  su  sonrisa.
—Te estoy, mirando. ¿Qué quieres  decirme?
—Esto—.  La acercó  hacia él posó sus labios contra los  de Zabel, como siempre la pasión lo envolvió. No tenía  idea,  desde cuando la amaba. Parecía que estaba presente en su vida desde siempre. Con su  terquedad,  su carácter  generoso, e impulsivo. No es  que  su relación  fuera perfecta. Peleaban mucho, se amaban con pasión  y paciencia.  Seguían juntos  a pesar  de los golpes que la vida les había dado con los años.
Zabel dejó de besar sus labios, susurró — pervertido.
— Lo sé, pero te gusta ese lado mío.
Zabel gimió y por un momento se  olvidó de  la pluma de  plata y de Osian.  Besó  a su esposo  tocando  ligeramente su pecho. Cuando oyeron  una alarma.
—¡Maldita sea! Parece, que tu problema de esta  tarde  ha venido a robar  esa pluma. No podía  esperar  15 minutos.
Zabel sonrío sonrojada— nosotros, siempre nos  demoramos, más  de  15 minutos.



David, no lo podía  creer había entrado  dos  o tres  veces   a escondidas  en  casas  ajenas. Pero esta  era  la  más sencilla, para  ser  la mejor hechicera de Rianus. Su seguridad  dejaba mucho que desear.
Caminó a  oscuras y entró en una habitación llena de  libros y artículos extraños. Debía  ser  el estudio de Zabel. Oyó unos  pasos y luego  distinguió en la penumbra  a su maestra.
—Buenas noches, señor  Raming.
David  maldijo en  tono bajo.
—No me gusta, ese lenguaje en mi casa.  Me imagino que  vino por esto —. Zabel le mostró  la pluma de plata —. Cierto—. Respondió David afligido—¿Qué va a hacer conmigo?
—Nada.
Por un momento se quedaron en silencio y Zabel se le acercó. David esperaba otro bastonazo, pero en lugar  de eso ella le dio la pluma de plata.
—Tómala, no viniste por ella.
—¿Pero?
—Pero, nada. No puedo obligarte a aceptar mi ayuda. Debí, haber sido sincera en mi oficina, en lugar de hacer  esa estúpida prueba.
—Es lo más cercano, a una  disculpa que vas a obtener de ella —. Dijo, un  hombre  que estaba apoyado en la puerta y que encendió las luces.
Zabel, gruñó y miró mal encarada  a su esposo. Luego dirigió su atención a David.
—Osian, está en peligro. No puedes perder mucho tiempo. Yo te podría ayudar  con la pluma. Pero la elección, es  tuya. Nunca, pensé que  el hombre  que cruzara  las arenas  del tiempo fueras tú. Siempre  me imagine  a un  gran luchador  y no  un muchacho flaco, imberbe y con acné.
David ultrajado  señaló el vello de su barba — No soy flaco,  poseo barba y no tengo acné.
—Déjese de  tonterías.
—Usted, empezó.
Zabel golpeó el piso con su bastón y dijo muy seria —. ¿Qué va a hacer Señor Raming?
—Salvar a Osian cueste lo que cueste. Si para eso tengo que aliarme con una vieja chiflada  y  ciega. No, me importa.
—¿Confías  en mí o no?
—No.
Estuvieron callados un momento  hasta que Zabel rompió el silencio —. Respeto eso. La confianza se la gana. Si vas  a dejar que te ayude harás lo que  te ordene.
—Pero.
—Ahí, tienes  la puerta y la pluma tú eliges. No tengo tiempo que perder con las pataletas  un mocoso. Si de  verdad, quieres  ayudar Osian, no dejaras  que  tu orgullo se interponga.
David  se mordió la lengua, para no responder de  mala manera. Resignado dijo—. No me queda, más  remedio que  acceder.
—Me alegro, por el momento  vamos a tomar café y hablar  de lo haremos, para transportarte al pasado .Tomarás, infusión de bardana, para purificar  tu sangre y tu alma. Vamos, sígueme.
            Zabel salió de la habitación cojeando, David  le siguió  cuando se acercó  a la puerta. La voz del esposo de Zabel le detuvo.
—Ten cuidado,  la  forma  que te diriges a mi  esposa. Vuelves a insultar a Zabel, y  te mato. ¿Entendido?
—Sí, señor.
—Mi nombre, es  Sergei, tutéame. Odio los formalismos, inútiles.
David asintió como respuesta, caminó nervioso mirando la pluma que tenía en sus manos, sabiendo que  cambiaría su destino.
Cuando llegó al comedor  Zabel  le dio una taza blanca, con una bebida de color morado, que olía raro.
—Toma, te hará bien.
David  se sentó y tomó  la  bebida, deseando haber  perdido el sentido del gusto. Ya  en la mesa  Zabel brindó una taza de café a su esposo y tomó una  para ella. Los dos se miraron con ternura, como si compartieran un secreto.  David se sintió al incómodo y envidioso por lo que ellos tenían.
Luego de  algunos, minutos Zabel habló —. No tenemos, mucho tiempo. Que hayas intentado robar la pluma, de forma tan desesperada y sin un plan, me dice que Osian está  en peligro.
            —Me comunicó, con  ella por medio de sueños. Su padre está  a punto de  casarla con  uno de sus  aliados. Tengo poco tiempo para impedir que eso ocurra.
Zabel tronó sus dedos y de la nada apareció un pequeño cuaderno blanco. Luego de examinarlo dijo—Tenemos dos días, para luna llena. La  pluma de plata  tendrá todo su poder  en esa  fecha. ¿Podrás esperar  hasta  eso?
— Creo, que sí. Ella se  casará hasta  dentro de una semana.
— Es mejor,  apurarnos. Vas  tener unos días complicados.
David no se esperaba que esos dos días  fueran tan duros. Zabel  lo levantaba  a las  5.30 de la mañana, le daba el agua  turbia como desayuno y le hacía entrenar  esgrima y pelea  cuerpo a cuerpo con Darius. A la tarde, luego de  una  comida  frugal la pasaba  memorizando mapas,  y costumbres  de  antaño  que le daba Sergei y entrenado  como hacer el hechizo de las palabras con Zabel.
            Esa noche  sería la que realizara el hechizo. Luego de comer una comida ligera que lo dejó con más apetito que cuando empezó a comer. Fue a una pequeña habitación que le dio su maestra, que solo contenía un catre y un mesa. Se acostó, faltaba pocas horas  para hacer  el hechizo y tenía que tranquilizar un poco sus nervios. Se moría  de  hambre le dolía todo el cuerpo y estaba  nervioso.
Ya acomodado, miro una  vieja  misu [1] de su madre. Aunque no se llevaba bien con ella. Le dolía dejarla, como al resto de su familia y conocidos. Guardó la misu en su chaqueta y cerró los ojos; intentó no estar melancólico por dejarlos. Se despidió de su familia  y amigos, aunque ellos no lo supieran.
Nunca en su vida había estado tan feliz, triste   y asustado al mismo tiempo. Pronto  vería  a Osian y haría una nueva vida con ella. Dejó que el sueño lo venciera, con ese pensamiento, esperando por  su nueva  vida. 
            Ni bien, se durmió. Se  trasladó al desierto. Caminó unos cuantos  pasos  y miró a una mujer ella estaba  sentada en medio de la arena con una túnica blanca, la luna iluminaba su rostro.
Ella se paró al oírle llegar. Por un momento él olvidó la barrera  del tiempo que los separaba  y quiso tocar su mano que desapareció en la arena.
Osian sonrió y escribió: Tuin.
La arena empezó a levantarse  y grano a grano se convirtió en una pluma   plata que atravesó  el muro  del tiempo y acarició  a David, por unos segundos. Él sonrió, pero la pluma se disolvió en varias  palabras que iluminan el cielo. Cuyo, mensaje era.

Ven pronto te  espero.

David aun en el desierto, tomó un puñado de arena.  De la nada  miles  de pétalos  rosas rojas  acariciaron a  Osian. Luego  escribió hacia  el aire. Para luego formará en la arena  esta oración: 
Está  noche, estaré junto a ti.

Osian se  acercó a David. Se quedaron viendo el uno al otro con do deseos  de  abrazarse. Ella tímidamente tocó con sus dedos  al vació en el lugar  que David  tenía posada su mano. Por un segundo, estuvo segura   de sentir el calor  de David, pero la ilusión desapareció. Observó las palabras llenas  de esperanza y luego miró hacia la luna  que  se volvía  roja. No tenían mucho tiempo. Susurró  al viento
            — No tardes,  amor.
            David, se despertó, al oír un golpe fuerte en la puerta.
            —Ya, es hora.
El muchacho tembló, se  levantó de golpe y abrió la puerta. Zabel lo esperaba nerviosa.
            —¿Estás listo?
            —Sí.
         Zabel tenía una  bandeja en las manos junto con una taza  de té mishu y propóleo  —.Tómalo, hará que fluya tu magia.  
             —Gracias.
         —Cuando, termines de beber, la infusión. Ve a  lavarte, con agua  sagrada, la deje en entibiar  en el baño de  abajo. Junto a  la ropa que utilizarás y algo de dinero.
            —Gracias.
            —No, te demores. Te dejo, a que te prepares  —. Luego, de decir eso Zabel se volteó para irse.
            —Zabel.
La anciana giró impaciente —. Gracias, por  todo— David  le dio un abrazo. Ninguno de los  dos sabía cuál estaba más  avergonzado. Zabel fue la primera que se soltó y con voz amistosa  dijo —.Todo  va  a salir, bien.
—No, lo sé.
—Aunque, no has sido mucho tiempo mi alumno, lo harás bien —. Zabel estuvo  a punto  de   acariciar  la  cabeza  de  David, pero  a  último momento  se arrepintió.
Zabel  caminó unos pasos y luego se  volteó  en  dirección donde  David  bebía  la infusión —.  David, cuando, hagas  el hechizo, no pienses. Concéntrate en tu magia y en tu deseo. Escribe  con el corazón, es lo que verdaderamente importa.
            —Lo haré.
        Quince minutos más  tarde, David estaba  bañado  y vestido con  atuendo rech. En los bolsillos  de su pantalón  tenía una gran cantidad  de dinero.
Cuando vio a Zabel  se acercó hacia ella.
—Ya estás listo, será mejor que nos marchemos . Sergei  y Darius  están ya en la nave.
—Profesora.
            —¿Qué?
—Es mucho el dinero, que me da. Yo nunca podré pagarle.
—Lo harás, cuando salves  a Osian y seas  feliz con ella. Vamos muchacho, odio los sentimentalismos. Me gustabas más,  cuando me odiabas.
David, rió y se fueron a la nave. Partieron a  la  isla de Shigei, donde les  aguardaba  el maestro de Zabel.
David  esperaba encontrar a un hombre  viejo y no a un hombre de unos treinta años  vestido de  blanco. Bkar  era  un hombre  delgado con barba y pelo negro. Tenía la cara  angulosa y  el semblante triste.
—Bienvenidos.
—Gracias. 
—David, solo tú descenderás  e irás  conmigo a la playa. ¿Estás  seguro de  que quieres hacer esto?
—Sí.
—¿Estás preparado?
—No lo sé.
Bkar  solo alzó la ceja como respuesta.
Caminaron  un buen rato hasta que llegaron a un templo destruido.
—Ve a  ese  cuarto. Solo tú, puedes entrar. El hechizo comenzará, el rato que entres en la habitación. Te deseo, mucha suerte.
—Gracias.
          David entró  a un cuarto   sencillo de paredes  blancas. Solo un cuadro estaba  colgado  al fondo. El muchacho, reconoció a Osian sentada  en el desierto. Miraba  a la luna y su expresión era triste.  La primera vez  que lo observo ese retrato era un niño y colgaba en pared de un museo. Desde el primer momento que la  miró se enamoró de ella, aunque no lo reconoció, hasta ahora.
Se acercó al cuadro y con un dedo tímidamente  tocó el cuadro. La expresión de ella  era tan triste. Siempre se preguntó ¿qué pensaba? ¿y lo que daría por estar ahí? Pronto lo sabría. Se sentó en un escritorio de madera. David tomó su  diario. Empezó  a escribir  la historia  que cambiaría  su vida.  Tembló, miró  el  cuadro  de Osian,  la princesa enamorada  del  viento. Deseo poder tocarla. Ella le hablaba  en sueños.
Había  oído muchas  veces  su leyenda. Solo creía  que era  una fantasía,  hasta ahora. Tomó su pluma y puso  algo de  tinta. Comenzó  a escribir, esperando liberarla.
A la mañana, siguiente Sergei, Zabel y Bkar entraron en la habitación, en la que se encerró a David. El cuarto estaba vacío, en el escritorio solo  había una pluma  y esté escrito. Tomó el papel y comenzó a leerlo.

Hace  muchos  años,  había una  hermosa  princesa. Su cabello era  negro, como la noche   al igual que  sus  ojos rasgados. Tenía  la piel tan blanca como la  luna. Todo comenzó  un día en él huía de todo. Tenía tanto miedo de mis visiones. De no saber qué era realidad y fantasía  de estar  metido entre dos reinos. Caí en un sin fin de  vicios,  para  negar quien era en realidad.
Ese día cuando, casi acabo con todo, la muerte tomaba mi último latido y  entraba en el olvido. Tú me llamaste y no me dejaste  ir. Yo que siempre huía  y que deseaba morir,  me quede mirándote  y te  acepte por fin. Sería que la primera  vez,  que en realidad acepte  que existías. Tú llorabas  y estabas  golpeada. Sin embargo, me cuidaste, no te rendías. Me enseñaste,  a no tener miedo y yo te enseñe a reír.
Ahora,  mientras  escribo estas palabras. Siento la magia dentro  de mí y sé que estoy yendo hacia. Mi luz, mi  destino y mi amor.

            Zabel, soltó el papel, cuando sintió que su esposo  le tocaba el hombro. Ella tenía miedo  por  David.
—Ellos, estarán bien.
—¿Cómo lo sabes?
—Es su destino.
—El destino, se hace.
—Por eso, mismo. Él luchó para estar con ella y solo por eso se merece ser  feliz.
Zabel miró  el cuadro  de la princesa. Osian ya  no tenía una mirada  triste. Sonría y a lo lejos  se veía  a un hombre  caminar  para  ir junto a ella.
           El hechizo de las palabras  funciono uniendo lo que estaba destinado. Hasta  lo imposible  se puede lograr  con fe y paciencia.
Fin


[1] Misu: fotografía, con movimiento hecha con magia.   

Bueno, esperando que les haya gustado  la historia  me despido. No si antes  disculparme, por no haber  pasado por sus blogs. Me  dolía la cabeza  y dar  la gracias  a Tamara Kennedy , por  darme  este  regalo por haber participado en su concurso.


Que tengan un lindo fin de semana , este gato me conquisto.



13 comentarios:

Morgan C. Nascimento dijo...

Hola, felicidades por tu blog!
Si usted puede visitar este blog:
http://morgannascimento.blogspot.com.br/
Gracias por su atención

EldanYdalmaden dijo...

Hola Citu.
Espero que ya estés mejor de la gripe.
El relato está genial, de los que me gustan, con su buena dosis fantástica.
Me gusta también una de las frases.
"la confianza se gana", cierto, no se puede confiar sin más.

Espero que estén felices allá donde estén Osian y David.

Un abrazo.
Queremos más.

Aglaia Callia dijo...

¡Hola, Citu!

Suscribo el comentario de Dany, el relato te ha quedado genial y ha sido un placer leerlo, un proyecto redondo, muchas felicidades. Me gusta lo que tiene de magia, algo que me encanta de tu estilo, que es muy poético.

Espero que te encuentres muy bien.

Besos.

Angy dijo...

preciosa la historia!! me gustó mucho de verdad!! me alegro que al final la princesa y el principe estén juntos y que ella ahora sonría..
me gusta como escribes, me encantaría leer más cosillas tuyas..

un besoo

que pases un buen fin de semana

Carolina dijo...

♡✿♡ ♡✿♡ ♡✿♡
Hola Citu, felicidades
por otro cuento magico,
por su desarrollo y
por el dialogo de las
criaturas a las que das
vida con tu frondosa
imaginacion.
Que tengas un agradable
fin de semana.
♡✿♡ ♡✿♡ ♡✿♡

Anónimo dijo...

Me ha encantado este Relato lleno de Magia y Fantasía en el que te traslada a otra dimensión fuera de la Realidad...Precioso.
Abrazos y besos.

My favorites things dijo...

Hola Citu: Excelente historia!!! La verdad que es una alegría ver que por fin la princesa puede ser feliz con el príncipe >u<
Me ha gustado mucho esta nueva aventura que nos has hecho vivir....
Besotes amiga =)

Genesis Garcia dijo...

wooooooooooow ya final x_x ya yo lei el primero en cuanto pueda leo el segundo :D saludosss citu

Ariel dijo...

Hola Citu, buenos días,
hermosa historia,
la fantasía se hizo realidad dejando un maravilloso mensaje.

Me llevo el gatito, sabes que me encantan! =D

Te deseo un bonito fin de semana
un fuerte y cálido abrazo

Tamara dijo...

No se el motivo por el que no nos deleitas más con relatos como este, a mí me ha encantado. Un besazo.

Fantasía y realidad dijo...

Hola Citu,no puedo leer el final de tu historia porque mi ordenador se apaga cada instante,pero cuando esté arreglado lo podré leer.

Un beso y cuídate

MariCari dijo...

Me ha encantado la historia, fantástica, perfecta como tú. Bss

Anónimo dijo...

ME ENCANTO!!! LO ESCRITO EN EL DIARIO QUEDO COMO ANILLO AL DEDO EN LA HISTORIA Y LA IMAGEN DE OSIAN Y DAVID ACERCÁNDOSE A ELLA :3 ESE FINAL FUE ENCANTADOR Y MUY BUENO EL DESARROLLO DE LA HISTORIA PARA SER TAN SOLO 3 CAPÍTULOS :)