Bienvenidos a mi blog. He creado este por que tengo un montón de historias en mi mente que me gustara compartir. Miles de mundos y personajes siempre me acompañan, decidí, que era hora de hacer que fueran conocidos. Quiero, que sean capaces de expresar y soñar junto a mi. Espero, que les guste mi casa y tendrán una voz aquí. Mi cariño y amistad también.

viernes, 28 de noviembre de 2014

Ilumina mi corazón . Prólogo


Hola,  ¿cómo les  va?  Estoy  un poco nerviosa  al mostrarles   el prólogo  de  mi nueva  historia.  Ya  que es  muy diferente  a todo  lo que escrito.   Les  cuento  que  esta historia  me  ha  rondado  algún  tiempo,  hasta  darle  forma.



La primera  vez  que pensé  en  el personaje  de  Úvatar  fue  hace  dos  años  cuando  hice   un  relato  de  terror  para  la  revista  Emblorium.    En esa  época  aún no tenía  nombre  solo  estaba la idea  en mi  cabeza.
Antes  de poner  el prologo  debo  agradecer  a Lujan Fraix por  dejarme  poner   uno de suys  bellos poemas  como presentación  de mi libro.

Ahora  dejando de  divagar les presentó  el  Prólogo, espero que les  guste.  


Las sombras
traen vestigios de almas
que buscan su mensaje:
es el tiempo
que llega en un caballo blanco
para desbaratar
engaños y misterios,
es la noche
que se vuelve día

con la inocencia.
Luján  Fraix 




Prólogo




La noche  lo ocultaba de  todo menos  de  sí mismo; aunque no lo necesitara.  Las  personas  que transitaban  a su lado    sin  mirarlo,   lo podían  sentir  sin  desearlo. Como cuando sientes   un escalofrío  en la  espalda, o   la piel   del cuello   se  erizaba de forma   incómoda,  y el corazón late más aprisa. La  mayoría  lo ignoraba diciéndose  así mismo que era una ilusión. No había nada  en la oscuridad.  Si  estaban  en la calle buscaban  un lugar  con gente y luz. Si  estaban  en casa encendían  la luz.   Algunos  podían   verlo por  un breve  momento por en el rabillo  de  los ojos. Aunque  no había  un  cuerpo al que mirar, ni  peligro  que enfrentar. Solo unos  ojos  rojos  inyectados   de  odio.
Miles  de  siglos  antes,  el  enfrentarlo sería  sentencia  de  muerte. Él  fue  el gran " Úvatar, el innombrable". Tuvo el  control  de    elfos,  dragones, faes,   demonios y    humanos. También  fue llamado "el  señor de  las  almas" ,  la  mención  de  su nombre  producía  escalofríos   y  verlo   o  estar  a su lado  el más  gran temor. 
Ahora, era  una sombra   castigado por  dios  a  vivir   sin vivir por  la  eternidad.  No  tenía cuerpo, ni reino,  ni alma; deambulaba    por  el mundo   llorando  lo que perdió y  esperando su venganza.





Paso  como una  ráfaga  de viento  por  una  ciudad;   que ni siquiera  conocía  el nombre;  como odiaba  las  multitudes  y  la sensación  de  hambre  que le producían se  marchó .   Vago por  la playa  de  Bangkok,  que  estaba  casi  desierta. El  cielo  azul contra restaba   con la arena dorada y  la indomable  selva  al fondo.  Las  estrellas  empezaban a  brillar  junto  a   luna,  creando un ambiente  paradisíaco El aire  puro  con un ligero olor  a  sal  y especias impregnaba  el ambiente; que lo enfermo  sin  remedio. 
Por  un momento,  a pesar de que no lo deseaba.  Vislumbró al  mundo  que  creo, que era  tan diferente al que  estaba  mirando con  repugnancia.  Con nostalgia   recordó haber  estado  en  esa  misma  playa  cuando descubrió  su  gran poder. 



Como  tantas  veces a lo largo  de  los  siglos  renegó  de su  destino. Sus  acciones y el  ansia  de poder  lo habían llevado  a  esa  playa. Aunque  no lo reconociera, nada   le era suficiente.  Desde que  era  un simple pastor   en  el bosque sombrío y  miraba  las  estrellas; pensaba   en que merecía algo mejor.  Con  el tiempo  dejó  el  bosque sombrío  y  fue  a Erembor, la  ciudad  más bella  de los elfos.  No le  bastó,  estar  en esa metrópoli. Deseaba  más, luchó  hasta convertirse el señor  de  Erembor. Sin importarle a  quien llevara a su paso.



Sin embargo,  eso no fue  suficiente,   combatió   hasta  doblegar  a todos  los  elfos y ser nombrado  su  único  señor.  Una  vez  más  no le  fue suficiente,  por lo que   sometió   a  todo ser viviente  que  residía en  las costas  de  los elfos, incluyendo a  dragones, ogros,  enanos  y  faes.
Cuando conquistó  el mundo  mágico decidió  ir   fuera  de las costas  hacia  el mundo  de  los insípidos  humanos.  Fue  fácil doblegarlos, aunque  a veces  debía  enfrentar a  los  demonios  que deseaban  el alma de   sus nuevos  esclavos.



Fue  Apepi,  un  demonio  en  forma  de serpiente  que acechaba   a  sus nuevos  esclavos,  que  le  contó  sobre  el poder   de las almas. Se obsesionó   por   ese  nuevo poder  que lo convertiría  en un dios, para  lo que siempre  pensó que  estaba  destinado. Para  dominar  el arte  de  absover   almas se  hizo amigo de Aher   la principal  recolectora  de  almas,  la  encargada   de colocar   cada  alma  dentro  de  cada  ser  viviente con el fin que renaciera a  una nueva  vida.
Oyó   unos pasos, era  un viejo pescador  que  se  iba  a  casa  luego  de  una jornada  de  trabajo. Debía irse,  de  nada  le  servía  estar  en ese  lugar. Cuando  miraba  hacia  la playa;  siempre rememoraba las  imágenes   de   su  recuerdo  más  feliz. Su momento  de triunfo, cuando se convirtió  en  un dios. 

El  cielo  estaba   negro   y  rojo al igual  que  el mar   la playa  tenía  desechos de    miles  de dragones, elfos   humanos   y  demonios. El olor  a  sangre  y miedo    lo  impulsaron  a  vencer    a sus  contrincantes  en  especial a  Baal el  rey  de  los  demonios.  A diferencia  de  la mayoría  de su  especie que  mostraba  su lado  más  salvaje   Baal,  se  presentaba  de forma  humana   vestido con una  armadura  roja . Su  rostro   era  hermoso,  era angular  y su  barbilla recta,  tenía cabello negro  y  largo. Sus   grandes  ojos  azules   lo miraban con desprecio.   A su lado  estaba   su  esposa  Tanit  que   llevaba   una  armadura  blanca. Era  una mujer de  estatura  pequeña, cuerpo curvilíneo   cabellos   rubios   y  piel  dorada. 
Cuando  Uvatár  se dispuso a  atacar  a Baal.  Tanit salió   de la selva   que  en llamas luego del último ataque  del rey  de los elfos. Úvatar  saltó encima  de ella  y  la capturó   al  instante.   Por instinto se  acercó y apretó su cuello.   Baal  le  lanzó una bola  de  fuego para liberar  a su esposa. De  Úvatar surgieron  dos  grandes alas negras se  elevó   por  los aires junto a su presa.  Iba  a  sacar  su espada y  matar  a   la mujer   demonio.  Sin  embargo, al sentir  como temblaba  y  la rabia  de su enemigo. Se  dispuso   hacer  algo que   aún no había probado.  Puso su  mente  en blanco  y   se conectó  con  los sentimientos  de su víctima. Saboreó  su miedo,  sintió  como Tanit respiraba  y la forma  como la  sangre circulaba  por  sus venas.  Podía percibir  los  pensamientos  de su victima, que   intentó  liberarse de su agarre y atacarlo.
Desde  siempre  había  deseado  ser invencible y poseer  el poder   de  la vida y  la  muerte. Había experimentado  por siglos  y llegado a la conclusión de que si llegara absorber  cualquier  alma que era  el regalo  de dios ;  lo lograría. Después  de  pasar  años estudiando  cómo hacerlo descubrió un  conjuro,  gracias a Aher. 






En  voz  baja  casi susurrando  dijo  el conjuro  de la  vida  y la muerte para  tomar  el  alma  de  la mujer  demonio.  El poder  de  Tamit  sus recuerdos,  miedos,  deseos, culpas y  alegrías   pasaban frente  a sus ojos.  Hasta  que  ella  dejó  de  respirar  y  se convirtió  en polvo rojo.   Sin  embargo, la  muerte  de  su victima  no le importa  sino  el poder que  ella  le  dio; con solo desearlo  apresó a  Baal   y  mató  al  resto  de sus enemigos. 
Su  acción desencadenó el principio de  una  guerra  sin cuartel, en el que todo ser  viviente  se enfrentó  a él y a sus legiones.  Lo único malo  era  que  el poder  de las  almas  duraba  poco.  Y solo las almas  muy puras y  fuertes   le eran  útiles. 
Ese  recuerdo en particular lo hería irremediablemente. Iba  a marcharse  sin  rumbo fijo,  cuando miro  al pescador filipino. Era  un  hombre  viejo, enjuto de   tez  cobriza  y mirada  triste. El hambre   golpeó  tan fuerte en  su ser    que  se sintió  a punto  de estallar,  si tuviera  cuerpo. Deseo llorar o por  lo menos  gritar, pero  lo  único  que  pudo hacer fue recordar   el momento más doloroso  de su vida.


Era  de noche   y  el silencio impregnaba  el ambiente  podía  sentir   como  la arena    raspaba  sus pies.  El  calor  aún  se sentía, al ser   verano y  a lo lejos  pudo  oír  cómo corrían libres por las aguas  del  Nilo.  
La  bella    ciudad  de  Edfu  se   ubicaba lo largo del Nilo  con sus casas de adobe.   A pesar   de  lo hermosa  que  era  la urbe  y  de lo mucho que sus habitantes progresan  bajo sus órdenes.   Para él, solo  eran  insectos, no le importaba  el  gran templo que  hacían  en su honor.  Esa  noche   tomaría  todas  las  almas  que habitaban esa ciudad.  Su ejército  iba a  enfrentarse   a   las fuerzas  disidentes del prófugo  Baal y  Aher.  
Eligió esa ciudad  por una sola alma tan pura  y fuerte  como nunca  antes  saboreó. Era  la de una mujer común;  ni siquiera era sacerdotisa  o  estaba ligada  a la nobleza.  Tenía  de  unos  27   años de rostro  redondo. Era   algo gordita,  de estatura  pequeña   y  de unos increíbles ojos  verdes.   A diferencia  del resto  de la ciudad;  ella    lo estaba  esperando junto  a su pequeña hija. 


Entró  en  una  casa  pobre.  Zahra   su  presa  la  esperaba   sentada junto  a   cuna  en  la que  dormía  su  pequeña  niña. La  oscuridad  dominaba  el ambiente.  Úvatar  de la nada   encendió   5  lámparas  iluminando la  habitación. Esperaba  que  la mujer   diga  algo o por lo menos   tiemble,  pero  Zahra solo tenía  la mirada  enfocada  en su hija.
— ¿Me  esperabas?
Zahra  no contestó, tocó  a su pequeña  Kytzia.
—  Es  de mala educación  no responder, cuando  se  te  hace una pregunta. 
Zahra se  volteó  para ver  al intruso y lo miró con desprecio intentado que su  furia  domine  al miedo. El hombre  que estaba   frente a  ella  era  casi  de dos  metros  de alto,  de complexión fuerte. Vestía   una extraña  capa  blanca. Tenía  cabellos    dorados  largos  y su rostro  era cuadrado y  su  expresión  era  serena. Sus  grandes ojos negros  no  dejaban de mirarla, examinando  lo que  se encontraba  en su interior.    
—Es de mala   educación,  entrar sin ser  invitado.
Uvatár  se  acercó  a ella,  pudo oler  su miedo.   Aunque  ella en  vano  intentaba  bloquear    sus  sentimientos y pensamientos.
—Me esperabas,  sabes  lo que  te  voy a hacer; aun así no huyes.
—De  qué me sirve  huir. Si  vas a  matarme  hazlo  de  una  vez.
Úvatar,  por  primera  vez    mostró  alguna  expresión  en su  bello rostro.
—Eres  un poco  aburrida, me  gusta  que mis presas  me  supliquen.
Zahra   se alejó  del demonio elfo sin prisa y  con  desdén  le respondió — no esperes  eso, de mí
Úvatar  molesto   no fue  tras  de ella. Caminó  a la  cuna  donde se encontraba  una pequeña  de  un  año y medio. El pobre  mobiliario  y  la  limpieza  del ambiente lo   fastidió. 
— Me suplicaras  para,  que no le haga  daño a tu hija. 
Zahra corrió  al lugar   donde  se  encontraba  Úvatar  a punto  de tocar   a  su  pequeña  hija.  Antes  que  el elfo    se  diera  cuenta    le  clavó por la espalda   una  daga    de plata.  
—Estúpida  humana. No me harás  daño con eso — . Empujó  a  Zahra al piso y  luego  se  sacó  la daga de la  espalda.   Furioso se  dispuso a agredir  a la niña que lloraba  en la  cuna.  Pero una  mujer   de  cabellos dorados, piel  blanca  y  mirada  muy triste  entró   a la casa.


—Estás equivocado,  mi querido esposo.
Idhrenniel caminó    hacia  su  esposo  y  soltó  una  especie  de  arena  roja.  Cuando  la arena cayó al piso, se  pudo  ver  una  estrella  de  5  puntas.   Uvatár  no  podía moverse,  algunas  gotas  de  sangre   manchaban  su túnica  blanca  y  caían al piso. Zahra  algo  mareada  y  fue a donde  a la cuna.  Tomó entre sus  brazos   a  su hija  Kytzia, la  beso en la frente   sabiendo que  nunca  más    la abrazaría.  Salió  de su casa y  le entrego la niña a   un hombre   alto  que   la  esperaba len la puerta.  Con tristeza entró  a acabar   con  Uvatár para  salvar   a su   estirpe. A  Idhrenniel no le importó  que la vean llorar. Estaba a punto de traicionar  a su esposo: por  sus hijos y  por   su  raza.
—¿Qué  has  hecho  esposa mía?
—Salvar  a mi pueblo  y  mis  hijos  de convertirse en monstruos.
—¿Crees que esto me detendrá?  
Uvatár  a pesar  del polvo  rojo y la herida empezó a caminar con dificultad    en busca  de su presa.     
—Pensabas, que  sería  tan  fácil. Librarte  de esto. Este  polvo  es  lo que  queda  de tus víctimas,   sus miedos  ahora  te recorren. Su odio, no  te  dejará  caminar.    





Un hombre alto  de  cabellos negros  y  armadura  roja entró de  forma  arrogante.  
Úvatar  gruñó  enfurecido  al  verlo. Con su  magia  mandó  una  bola  de  hielo   a  Baal.
—Debía  saber que estabas  detrás  de esto, arrogante   idiota. Demonio  de  cuarto nivel.  ¿Cómo  te  atreviste a planear   esta ridícula  trampa? 
—No, estoy solo  cada   raza   que atacaste está  representada  y ha  venido  a   liquidarte.
Zahra entró  y  se colocó  junto al demonio.  Minutos  más  tarde   una  mujer    de  cabellos  blancos vestida con una  capa  blanca  que le tapaba  el rostro  entró  seguida  de  un hombre de  color chocolate  que estaba  vestido con una  túnica  negra.  Ambos  estaban tomados  de las manos   y se  situaron  a la izquierda  de  Zahra.
—Pensé,  que tenía  enemigos  más fieros  que  unos  simples  recolectores  de  almas,  un asqueroso demonio  , una mujer  amargada  y un  insecto. 
Un  gran  estruendo acabó con  las palabras    de  Úvatar y con parte  de la humilde morada   de Zahra     
    

Amras el más  grande    de los  dragones   blancos expulsó una  gran bola  de  fuego     hacia  Uvatar.
—Te olvidas  de  mí  y  de  las simples  criaturas  que te parecen   tan poca  cosa,  que  son  más  valiosas  y poderosas de  lo que tu magia y  tu  arrogancia  serán,
Aher   se quitó la capa mostrado  su rostro impasible.
— Es  hora  de  empezar    a actuar y  dejar  de  hablar  sobre sus  ridículos  egos. Uvatár,  gran señor  de todo y todos; tu hora  ha  llegado.
Uvatár, por primera  vez  en la noche  tuvo  miedo.
—  No pueden hacerme  nada.
Zahra  se  levantó y  se paró frente  a Úvatar 
—Claro, que podemos,  falso  dios.  Por  los  dioses,  por  mi hija te quito la  vida . Recogió  el cuchillo  que  el elfo  había lanzado  cuando entró su esposa  y  lo clavó  en el corazón.
Del  cuchillo  se  desprendió una pequeña  esfera  cristalina  que   se agrandó  hasta convertirse  en una urna  que  se llenó de líquido negro y  rojo.
Idhrenniel gimió  en voz  baja  . 
 —Por  el poder  de  dios,  por  la raza  élfica,  por  las  hadas, por    la magia   y  por  mis hijos.   Tomó   tu  corazón, nadie  te  extrañará,  ni  nadie  le importaras. 
La  elfa  hizo aparecer  una pequeña  urna  cristal que empezó absorber los poderes de  Uvatár hasta llenarse  de líquido rosa.  
La estruendosa voz  del  dragón hizo  temblar  a  Zahra que  se sentía   algo de  lástima  de  Úvatar, pero  no  hizo nada para ayudarlo. 
El dragón  lanzó  una  llamarada  de fuego para luego seguir por el conjuro.
—Por, dios, por  cada  criatura  mágica  y no mágica. Tomo tu conocimiento,  todo   tu poder   ahora   quedará  encerrado. 
De la nada   apareció una urna  de  cristal   que  se llenó de una  sustancia dorada.  
El  elfo    casi moribundo se  resistió  como pudo gritó  e  intentó  escapar. 
Cuando la magia     de  Uvatár fue  absorbida  en su totalidad. Baal   se dispuso  a  seguir  con el rito. Hizo aparecer   una  urna  de cristal y  gritó 
 —Por  el poder  de dios, por  el poder  de todos  los  demonios.  Por  mi sangre  y  la  sangre  derramada  de tus  víctimas.  Tomó  tu cuerpo,  serás menos que  un fantasma.
Uvatár   ya no pudo   ver  sus manos, ni   sentir  su  cuerpo.  Respiraba  sin inhalar convirtiéndose  en  era  una nube   polvo.
Minutos más  tarde  fue  el turno de  Aher y  su hermano  Áxel tomados   de las manos dijeron:
—Por  el poder  que  de dios,  de las  almas que tomaste y no dejaste  que  se fueran a su lado, te  quitamos  tu alma 
De  la nada apareció una  urna  que se  llenó   de  vapor.   Antes de  desaparecer  del todo Úvatar   con  su último aliento   gritó — Los  maldigo a  todos  y cuando menos  lo esperen volveré. Solo necesito que  uno de  ustedes  o de su linaje  los  traicione y apareceré  para destruirlos a cada uno de  ustedes.
Iba  a marcharse desolado,  pero el  viejo  pescador  lo miró    en verdad  por  unos segundos.  Él aunque  sabía  que  no iba  a pasar  nada  se  acercó  y sintió  su miedo.  Con solo  desearlo para su  sorpresa  pudo  tomar  su alma.
Úvatar  había  despertado  y  regresaba   para su venganza.

Espero,  que  les  haya  gustado  el prólogo . Perdonen si es  un poco largo.   Les deseo  un  buen fin de semana 









25 comentarios:

Marilí Acosta dijo...

Es un inmortal con mucho poder, pero creo q la arrogancia y el egocentrismo que tiene, es por donde se le podra "atacar"
Me gusto..creo q sera una historia con bastante "jugo" ya en el prologo se ve...
Ahora a esperar...el viernes q viene?

Besitos y buen fin de semana_!

FIBO dijo...

No me gustan estos temas porque me dan yu-yu...pero la he leído hasta el final y no esta mal, tiene muy buena pinta..la seguiré.

Un besote preciosa.

Mela dijo...

Hola JP... Me ha parecido muy interesante este Prólogo
La actitud de Zahra ha sido muy valiente
Creo que tanto esfuerzo ya es en vano... Úvatar vuelve para vengarse
Estoy segura de que Úvatar será un personaje que no me gustará nada
Magníficos personajes, me quedo a la espera de saber más sobre ellos
Y felicidades a ti por el comienzo de esta nueva novela
Besos

Aglaia Callia dijo...

Enhorabuena por este nuevo inicio, preciosa, me alegro mucho por ti y vaya que esta historia promete, tremenda forma de empezar, veo todo un mundo complejo y fantástico y unos personajes que me han dejado muy impresionada.

Besos.

Nena Kosta dijo...

¡Por fin el esperado prólogo! Tengo que acostumbrarme un poco a los personajes y a sus nombres, pero a medida que vayamos avanzando me acomodaré. La cosa promete.
Úvatar es un ser lleno de odio del que nada bueno hay que esperar. Demasiado tiempo ansiando lo que una vez perdió y ahora que regresa la venganza puede ser ¿terrible?
Muy interesante.
Un beso

Raquel Campos dijo...

Hola Citu, qué forma tan fantástica de empezar la historia. Un prólogo interesante, emocionante y que deja claro el perfil de los personajes. Me ha gustado mucho Zahra y su valor. Úvatar va dar de que hablar. Deseando leer más!!!

Besos y feliz fin de semana!!

Fantasía y realidad dijo...

Hola Citu,me ha encantado de que va ésta historia y pienso seguirla porque ya hay alguien que me gusta mucho.
Es Zahra. Nunca la oscuridad ganó a la LUZ así que Úvatar lo lleva claro.

Muchos besos y cuídate mucho:):)

Unknown dijo...

Ay, yo no puedo con las historias de miedo... Me dan terror... Besos

Mientrasleo dijo...

Ohhh me encanta, me encanta, fantasía!!!
No me ves, pero doy palmas
Besos

R dijo...

Gracias por.compartir citu me lo he.leido.todo, no hay que disculparse de.lo largo al.contrario da.gusto, es entiquecedor. Te deseo.mucho.exito.que ya veo.lo.estas teniendo y me.alegro mucho. Estamos en.contacto. besotes

Sakura Hikari dijo...

Parece una historia interesante y con algo que realmente hará de esto una buena historia.
Me confundí un poco con tantos personajes, no soy buena para recordar nombres y sufriré por ello en el futuro.
Me dio gracia que usaras una imagen de Iron Man para uno de tus personajes. Es algo realmente curioso.
Nos vemos.

yessykan dijo...

J.P.Alexander, te felicito por este gran prólogo. Úvatar es un personaje arrollador, poderoso, muy arrogante, ansioso de poder y venganza. La narración me engancho sin parar, la descripción de sus lugares y demas protagonistas son fantasticos. Seguramente que te leere sin perder un solo capítulo. =)
Un abrazo

José Ramón dijo...

J.P. Alexander te Felicito por este nuevo trabajo SALUDOS

JUAN FUENTES dijo...

Amiga escritora,muchas vecea la verdades no se pueden decir.

Unas veces porque me importan a mi,y otras porque no le importan al otro

JUAN FUENTES dijo...

Los libros siempre serán los mejores amigos que podriamos tener.
Un paseo por la naturaleza,admirarla,entonce observaremos nuestra pequeñez

Anónimo dijo...

Los personajes y la temática son excepcionales.
Descripción muy completa de lugares y personajes que nos hacen preveer lo fantástico de esta novela.
Abrazos y Besines.

José María Souza Costa dijo...

Hola
Bom tudo.

Vim, desejar-te, um fim de semana, bem bom.
Muita Paz. Desejos de alegria. Certeza sim, que independente da tua religiosidade, o Criador, está sempre de plantão, olhando por mim e por ti, e nos convidando, a refletir sempre, que o melhor do mundo, somos nós, os seres humanos. Por isso, somos humanos e, criados, à sua semelhança.
Dito isto, te convido a vim " cumê' um "manuê" cá no meu blogue.
Um abraço.

Genesis Garcia dijo...

cituuuuu! ME HA ENCANTADO!
ME GUSTA LA PORTADA!
Saludoss

Laura dijo...

Super bueno el prologo me encanto, vaya q esta historia va a estar de lo mejor, muchas gracias!!!

La sonrisa de Hiperion dijo...

Como siempre un placer volver por tu casa y encontrarme con las cosas que nos dejas.

Saludos.

La sonrisa de Hiperion dijo...

Como siempre un placer volver por tu casa y encontrarme con las cosas que nos dejas.

Saludos.

ARCOIRIS dijo...

Hola Citu, interesante prologo vas por buen camino. Besitos Y Feliz Domingo ♥

Jennieh dijo...

Citu, has comenzado una historia interesante. Ya con el prólogo he quedado prendada. Hasta la próxima, un beso.

Lourdes dijo...

¡Hola mi cielo!¡Maravilloso el prólogo!
Felicitaciones, eres genial. Seguiré esta historia con mucho gusto. Gracias por compartirla. Espero estés mejor nena. Te quiero mucho.

Roxana B. Rodriguez dijo...

Muy interesante el prólogo. Úvatar parecer ser un villano prometedor. Me ha gustado.

Seguiré leyendo.

¡Un abrazo!