Bienvenidos a mi blog. He creado este por que tengo un montón de historias en mi mente que me gustara compartir. Miles de mundos y personajes siempre me acompañan, decidí, que era hora de hacer que fueran conocidos. Quiero, que sean capaces de expresar y soñar junto a mi. Espero, que les guste mi casa y tendrán una voz aquí. Mi cariño y amistad también.

viernes, 1 de mayo de 2015

Ilumina mi corazón Capítulo 10 ( primera parte)

Hola  ,  ¿cómo les  va?  Ando  un poco enferma, parece   que  últimamente  siempre   estoy con algo  de dolor  de   cabeza.  Casi  no  mando  entrada,  pero  como ya  me siento  algo mejor   decidí  poner  un  nuevo capítulo , espero que les  guste.
 Capítulo  10 



Vanora   entró   por   uno  de los  restaurantes  más  prestigiosos  de  Quito,  ella  conocía al chef  Henry  desde hace  años. Nunca  entendió porque vivía en ese lugar  tan inhóspito.   La  verdad  aunque  adoraba   ir  allí, hubiera dado  todo  su  fortuna y  belleza   por  estar  descansado en  su  casa  en   París.
En lugar  de eso  iba   a  tener  una  cita con un  asqueroso  demonio.  El  día  había  ido de mal en peor.   Luego  de haber    descubierto  que había  un traidor   entre  los  trece  guerreros  fue   donde su  jefa inmediata  Aher.  Esperaba  que la felicitara, por lo menos la  elogiara  en lugar  de eso fue   reprendida  y  la  jefa  de los  recolectores  le pidió pruebas.
Sin  haber dormido casi  y con el rostro  demacrado, le  tocó ir    a proteger  a  Amelia;  como si  no tuviera  bastante   tenía que estar  entre  ese  inglés  creído que  era  pariente  de  Úvatar   y  el demonio    más  torpe  y tonto que había  existido en la  faz  de  la tierra.

Azidahaka  era  un demonio grotesco con cuerpo  de larva  y tres  cabezas,  que parecían nunca ponerse  de acuerdo   en nada. cuando tenía  forma  humana  se disfrazaba  con    mujer    gordita  e irritante  y luego de unos minutos sin cambiarse   de ropa  se disfrazaba  como hombre. Vanora  estaba  harta  de  indicarle como debía  vestir   o la forma de comportarse.  Recordaba con terror que se  desmayó cuando   trajo  a la casa  un    carnero agonizante   y lo empezó a engullir  en la mesa  salpicando  de  sangre  a todos.
Hoy en lugar  de  ser  de  utilidad,  cuando se  despertaron del  hechizo de  Úvatar  le vomito encima y luego le dio un ataque de pánico.
Vanora entró  en  el  restaurante  Rincón de Francia  como siempre  fue  recibida  con una sonrisa  tímida del portero. Luego  pidió  su mesa  acostumbrada,  como siempre los meseros  se peleaban  por  atenderla; minutos  después  propio  chef Henry  vino a saludar con gran entusiasmo. Vanora sintió  un alivio que   Adremelech no  había llegado a la cita.   

En  la cocina del  restaurante Sebastián dejaba  unos platos en el lavadero, cuando  entró el chef  Henry  con  expresión  de fastidio.
—¿Qué  pasó?
— Vino a cenar  a  princesa   de  plástico.
Sebastián se asomó  por   la puerta  de  la cocina  y miró   el cabello  dorado de Vanora que  llevaba su ropa cara y una mueca en vez de sonrisa. Miraba a todo el mundo como si apestara o fueran insectos  en especial a  los  mesoneros .
Sebastián frunció  el ceño  le  tocaba  esa  sección.  Miró    a su alrededor y se dirigió  a  un  hombre alto  y flaco —Carlos,  cambiemos  de   sección. Por favor, atiende  su mesa;  no la aguanto.
—Ni el papa la aguantara si la conociera. Esa mujer nos es plástica, es sorbete hecha  toda de plástico y hueca en el medio.
Sin reírse de la broma de  su  compañero. Sebastián miraba a los lados buscando  quien lo  salve  de  atender    a  princesa   de plástico como  la llamaban  los meseros del  restaurante .  Ninguno  se condolió de su dolor  y  el chef  Henry   le  ordenó  disgustado
— Ve  atender   a la  dama. Es pesada,  pero es una mis mejores  clientes.
Resignado   fue   a   atender  a la princesa  de plástico  que estaba  de muy  mal humor.

 Amelia  se encontraba  de muy buen humor  y  a punto de  salir  a  cenar  en el  Restaurante  Rincón  de  Francia.   No  sabía que  paso  con  el  demonio,  pero  estaba segura de que no lo volvería  a ver  en un buen tiempo.  Ni siquiera,   se molestó  de   ver  a  Ramoncito  con  un horrible traje  anaranjado  con  camisa de  color  fucsia y  corbatín morado.
ramoncito
Trato de no mirar  fijamente su atuendo para  que no  le  dolor  de  cabeza.  A  Ana  le  dio  un  ataque  de  risa  en cambio.
—Mamá  quería que me  cambiará,    dice  que  parezco  un papagayo. Yo  creo que  el color   terracota  es   muy elegante  según la vendedora  hace   lucir mis ojos.
Ana  intentó  contener   su gana  de  reír mientras  Amelia ponía   los ojos  en  blanco. Heli  y  su padre   pasaron  a  buscarlos para  ir  a  cenar.
Vanora sintió  un alivio que  su cita  no  había llegado.   Disgustada riñó  al camarero  por  mal interpretar  su pedido. Estaba  tomando  su segunda  copa de  vino  cuando  Adremelech  llegó  15  minutos  tarde.
—  Llegas  tarde.
Adremelech   sonrió  sin remordimientos
— Lo  sé,  discúlpame.


Sebastián sintió lástima  del pobre  tipo que   iba  a cenar  con esa mujer.  Había  cambiando el mantel porque    ella miró  una macha imaginaria.   Fue reprendido por  la   mujer   ya que según  la princesa;   él se  equivocó  de   botella  de  vino aunque le había  dado la  correcta e  hizo que  cambiara  el vino por  otra marca más  cara  que probablemente  tendría que pagar  él .
Sebastián se  retiró   con ganas   de    vaciar  el  licor  encima  del   vestido blanco  de  la   princesa.  Un poco  distraído  no  se dio cuenta de que unos  clientes  se  aproximaban  y se  chocó  con uno  de  ellos.
Se sorprendió  al  ver  a   su musa  en el restaurante.  Ella  estaba  hermosa  sus  ojos  negros   se  iluminaron  al verlo y  le sonrió  de  forma  tímida.  Su piel  blanca  y  tersa  contra restaba  con  el   color  rojo  de su vestido. Su cabello negro  estaba  suelto  y  Sebastián  tuvo el impulso  de  tocarlo para luego  acercarse  a  ella  y  besarla.  Había  soñado tantas   veces    con  saborear  su  boca.  La  voz  de  su musa  lo  hizo reaccionar.
— Disculpe.
Amelia  estaba  nerviosa  no  sabía  qué  decir o cómo  comportarse en esa situación.
—Fue  mi  culpa.
Sebastián iba a alejarse  cuando  ella  dijo  en  voz  baja  —me alegra  que estés  bien.
Ramocinto   los interrumpió  — Amelia  muévete  que me  suena  la panza .
Amelia  tuvo  el  deseo  de  dar  una patada   a  su  vecino. Sebastián  se alejó mientras  Amelia   iba   a  la  mesa  con sus amigos.
Heli  ni  bien se sentó  su  amiga  dijo  — lo viste,  es él.
—¿Quién ?  — preguntó  el padre  de  Heli.
—El  hombre  que  salvó  a  Ana.


Un  mesero  pasó   el menú y  les   sirvió  agua. Mientras  Sebastián  iba a  otra  mesa pensando  que  tal  vez  ella  no  deseaba  hablar  con él al saber que era  un  simple  camarero.   Con  ese  triste  pensamiento  fue   a  darle el menú  a  la princesa  de  plástico que se escondió debajo de  la mesa.
Vanora  no  sabía que hacer  su  restaurante  predilecto  había  bajado  de  categoría. Se  preguntó ¿cómo iba  a escapar   de la humillación que  los otros  trece  guerreros la  vieran  con  ese  traidor?
—Parece  que llegaron tus  amiguitos,  Vanora  no  sé  a que  juegas,  pero  no  tengo  tiempo  para  niñerías.  No  vuelvas  a invitarme. Por  cierto ya pagué  la  cuenta  así  puedes  desaparecer sin que  tu intachable reputación se  dañe.
Sebastián  llevó  el dinero  a la caja,  por  el rabillo  del ojo  observó  a su musa.  Tal vez  debería  olvidarla  de  una  vez.

Amelia  apenas  probó  el plato  de  cangrejo,  solo pensaba     en cómo acercarse  al hombre  de la medalla.  Temía   no  volverlo   a  ver   en  su  cita  de  todas  las mañanas. Se  levantó  de la mesa  con  la  excusa   de ir  al  baño y  busco  al  mesero  sin suerte  iba   a  ir  a su mesa  cuando  se  tropezó y  cayó  al suelo. Por  suerte estaba  en un pasillo   alejado  y  nadie   observó  la caída. Iba a levantarse cuando    un hombre le tendió una  mano.  Sin  verle  el rostro  supo enseguida  de quien se trataba  y  corazón latió  con fuerza. Amelia temblaba y no era por el frío de la noche. Se sentía ansiosa, nerviosa y con algo de vergüenza.
Con voz tímida e insegura le hablo—. Parece, que siempre me encuentras así.
—No me importa, la forma en la que te encuentre, siempre que lo haga —dijo Sebastián sonriendo.
Amelia apenas podía moverse, sus piernas no funcionaban, ni siquiera podía respirar. Solo sabía que quería quedarse en ese lugar por siempre. Compartiendo ese momento con él, mirando a sus ojos azules que le volvían loca y oyendo su voz sensual que hacía que cada parte de su cuerpo se tiemble de excitación.
Él tomó su mano el contacto con su piel hizo que Amelia se mordiera duro la lengua para suprimir un gemido. Los dos se quedaron callados ella todavía estaba en el suelo. Se paró y sintió como si una fuerza extraña la empujara a sus a sus brazos que la sostuvieron para que no se cayera.
—Debes pensar que soy la persona más torpe de todo el mundo.
—Yo no pienso eso —. Dijo Sebastián sosteniéndola entre sus brazos oliendo su aroma a chocolate y limón.
—¿Entonces por qué te quedas callado? ¿Dime en qué piensas?
—¿Quieres saberlo en verdad? —. Contestó Sebastián sin soltarla abrazándola más.
—He pensando en ti cada día, cada hora en los últimos  meses. Memorice tu rostro. A ahora que te miro veo que mis recuerdos estaban errados, eres más bella de lo que acordaba.
Amelia se puso más roja que el vestido corto de cóctel que llevaba. Mientras Sebastián deseaba pegarse por ser tan  efusivo y directo.  Ahora  ella  pensaría que era un   baboso y un libidinoso , pero ella no dejó abrasarlo, le sonrió y bajando los ojos dijo —. Yo también he pensado en ti, cada  día  iba    a  tu lugar  de trabajo   con la intención  de  ir  a  visitarte sin embargo,   tenía  tanto  miedo.
—¿Ya  no tienes  miedo?
—Estoy harta  de  tener miedo.
Sebastián  tocó  la  barbilla  de  Amelia    y por  un momento  se perdió  en sus  ojos negros.
—Siempre  creí  que volvería  a verte.
Sin pensarlo  iba  a besar  a Amelia,  cuando  oyó  una  voz furiosa.
—Sebas,   ¿dónde  estabas?
Amelia  y  Sebastián se separaron.
—Ya  voy  a la cocina.
Carlos  se marchó  con  unos  platos, mientras ladeaba la cabeza.   Sebastián  iba a ir  a la  cocina,  pero  ella  se lo impidió.
—Espera,  he querido preguntarte esto desde el primer instante que te conocí. ¿Cómo te llamas?
— Sebastián  Contreras.
—Encantada,  yo me llamo  Amelia  Bolaños   ¿Te  veo mañana?
—Si, en  la  casa  de  Cultura

Espero que les  haya  gustado el capítulo   y  les deseo un  genial  feriado
.



17 comentarios:

Mela dijo...

Hola JP... He disfrutado mucho de este capítulo
Entiendo muy bien que ningún camarero quiera atender a Vanora, la princesa de plástico, como ellos la llaman
Imaginar a Azidhaka vomitando y con ataques de pánico me ha hecho reír
También me he reído cuando Vanora se ha escondido debajo de la mesa... y con los colores que combina Ramoncito para vestir... jajaja
Me ha encantado el nombre del restaurante "Rincón de Francia"
¡Y cómo no! Me ha encantado el encuentro entre Sebastián y Amelia
Creo que para Amelia no es un simple camarero... es el chico que le atrae y le gusta... espero que Sebastián se dé cuenta de esto
Y puedo ponerme en el lugar de Amelia y entender su vergüenza cuando Sebastián la encuentra en el suelo
;-)
Bueno, pues ya se han presentado Sebastián Contreras y Amalia Bolaños
Estoy deseando saber más de ellos ;-)
Ya me di cuenta de que el miércoles no publicaste... siento que sigas con dolores de cabeza y deseo mucho que se te vayan para siempre
Disfruta del finde
Besos

Unknown dijo...

Hola!!

lol que super!! new capi :D de vdd que amo como escribes!! es como leer unos de mis libros n___n

Sunako Chan dijo...

Hola Citu! Por fin es vierne y puedo leerte de nuevo. Amelia y Sebastian que lindos, se han presentado. Ha sido un capítulo genial. Y bueno Vanora va a terminar con un chico que le guste el barro porque esta mujer no es normal. jajajaja! Bueno espero poder leerte pronto, muchas gracias!

Sunako Chan dijo...

Hola Citu! Por fin es vierne y puedo leerte de nuevo. Amelia y Sebastian que lindos, se han presentado. Ha sido un capítulo genial. Y bueno Vanora va a terminar con un chico que le guste el barro porque esta mujer no es normal. jajajaja! Bueno espero poder leerte pronto, muchas gracias!

Laura dijo...

Siii se volvieron a ver q bien y Amelia al fin le pudo hablar uff como costo q ella se atreviera y se quedaron de ver q bueno, me gusto el capitulo muchas gracias!!

Ariel - El Vikingo Dark dijo...

Hola Citu, muy buenas tardes,
hoy voy a definir esta capitulo con una sola palabra... "intenso"
(a mi me vive sonando la panza jajaja)

Te deseo un maravilloso fin de semana
un cálido abrazo

JUAN FUENTES dijo...

Amiga escritora,soñar nos nos cuesta nada
Un fuerte abrazo

Mientrasleo dijo...

Qué bueno, Citu, hoy salgo con sonrisa y me he reído en un par de momentos.
Me encanta como vas
Besos

yessykan dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
José María Souza Costa dijo...


Hola.

Vim ler-te, y deseo que pases un buen fin de semana.
Abrazos, del Brazil

yessykan dijo...

Que barbaro estuvo este capitulo. Me gusto mucho la narracion, la verdad.
Vanora es muy arrogante y plastica para rematar! Me ha encantado la forma en que reunistes a Amelia y Sebastian para romper hielo, te quedo muy original la ambientacion.
Un beso y que tengas un lindo domingo.

POPOTAN dijo...

WoW... que esto sigue, y sigue... bueno... reportando un problema... resulta que enpece a imprimir las historias... y de pronto la impresora se atascó... algo normal y facil de solucionar -dije- pero al sacar la hoja la ví manchada de tinta... y ahora siempre las mancha... parece como si se estuviese desangrando... bueno... veré de qué se trata o tendré que tirar (dejar a un lado) mi impresosa y comprar otra... espero que la pases muy bien... saludos.

Ana Meyling dijo...

Holaaaaa!
Muy buen capítulo, ya sabes que me gusta como escribes.
Un besito, nos leemos^^

Anónimo dijo...

Como siempre es un deleite disfrutar de estos capítulos plenos de situaciones imprevisibles y anécdotas.
Lo de Sebastian y Amelia tiene bastante sustancia y nos sumerge en momentos muy divertidos.
Abrazos y Besines.

Dolo..✿*゚ dijo...

Me ha parecido genial.
Un beso.

CRISTINA dijo...

Hola Citu, paso a saludarte espero que este recuperada. Estaremos en contacto, cuídate mucho.
Besitos.

Roxana B. Rodriguez dijo...

¡Hola! Pese a todo, Vanora es un personaje que me encanta <3 Ramoncito me hizo gracia, me reía sola imaginándolo decir que el color resaltaba sus ojos XDDD

Me alegra que al fin se hayan presentado los dos <3

¡Un abrazo!