Bienvenidos a mi blog. He creado este por que tengo un montón de historias en mi mente que me gustara compartir. Miles de mundos y personajes siempre me acompañan, decidí, que era hora de hacer que fueran conocidos. Quiero, que sean capaces de expresar y soñar junto a mi. Espero, que les guste mi casa y tendrán una voz aquí. Mi cariño y amistad también.

viernes, 11 de diciembre de 2015

Ilumina mi corazón. Capítulo 17 (segunda parte)

Hola,  ¿cómo les  va?  Hoy  les  traigo  un capítulo romántico  y un poquito subido   de  tono espero que  les  guste.

Capítulo  17


Ana  sufría  de  dolor  de  cabeza   mientras  realizaba   ejercicios    de  álgebra.  Ramoncito le  estaba ayudando  a  entender  la materia,  pero cada  cinco minutos  sonaba  su celular.   Lo peor,  era  que  tenía  que entregar un trabajo   150   ejercicios de  factoreo  para mañana  y  solo  tenía  5  hechos.
Ramoncito  volvió  a la mesa   del comedor  en donde  Ana  estaba  sentada.  
—Mamá, quiere  que  vaya  a casa a cenar. Trataré ,  de no tardar  mucho
Ana    se mordió la lengua para  no  decir  nada   grosero,  así que  solo asintió.   Ramocinto  por lo menos quiso ayudarla, mas   cada  vez que estaba  a punto de entender la materia el maldito celular  sonaba.  El  vecino de  Ana   dejó sola a la muchacha en la  sala.  Ella estaba a  punto de llorar  cuando oyó  a su hermana  abrir  la puerta  y decidió  ir  a su cuarto  para  acabar  la  tarea.  
Amelia  entró junto  a Sebastián,  aun recordaba  como lo besó  en  la  entrada  del departamento.  Su  cuerpo deseaba  más que un simple  beso,  pero su  hermana  estaba  en la  casa. Además,  no  sabía  cómo  decir  a  Sebastián  que  lo amaba y que  deseaba  ir  más  allá  de las  caricias atrevidas que se daban últimamente.


Sebastián entró solo para  ir  al baño y a  saludar  a Ana. Aunque era su noche libre  iba a sustituir  a su amigo  Carlos. Estaba a punto  de irse  cuando  oyó  llorar  a Ana.  Ella lo  saludo de  forma muy fría  en  la  sala.  Sebastián pensó  que  nunca  agradaría a Ana por  más que lo deseaba con toda su alma.   Con  curiosidad  entró  al cuarto que estaba   con la puerta abierta.
— ¿Qué pasa?
Ana frustrada miró    su    tarea.
— No me pasa  nada.
—¿Aún sigues teniendo problemas  con el álgebra?
Ana  extrañada miró a Sebastián —. ¿Cómo  lo sabes?
Sebastián señaló  los libros.
—Ah.
—¿Quieres que  te ayude?  Soy  bueno   para  matemáticas.
Ana  hizo una mueca Sebastián  observó el parecido de las dos  hermanas . Aunque  Amelia tenía  los  rasgos más finos,  sus  ojos negros  brillaban cuando lo miraba  y sonrisa lo cautivaba.
— No,  te pienso ayudar para  impresionar a tu hermana . Ni para ganarme  tu favor.
—¿Entonces  porqué lo haces?
—Sé   lo que  se siente     no entender una materia.
Por  un momento  ,  Sebastián sintió la presencia  de su padre a punto de  castigarlo por   no ser  bueno en química.
—Era terrible en química ¿puedo intentar ayudarte o puedes seguir cómo estás tú decides?
Ana miró    el reloj  era   casi la  8  y  casi no había avanzado.
—Ayúdame.
—Vamos,   al comedor  tu escritorio es muy pequeño para los dos. Mientras  tú traes, tus cosas  le avisaré a tu hermana  que  me quedaré  ayudarte con la  tarea. También debo llamar  a  mi amigo  Carlos para informarle   que no lo podre  suplir.
—  No, quiero ser  una carga.
—No lo eres.  Carlos es un aprovechado, pero buen amigo  entendera   que es una emergencia.
Ana  no le creyó, pero tampoco  tuvo  valor para  dejarlo marchar. Juntos  empezaron hacer los ejercicios  y  Ana se dio cuenta porque su hermana estaba loca por  Sebastián. 


Horas más  tarde Amelia  hacía algo  de  café sándwiches  tanto para su hermana y  Sebastián.  Al  principio no podía  creer  que  Ana   le pidiera  ayuda a su enamorado.  Temía  que  ella estuviera   algo celosa  de  su  relación  con Sebastián,  pero  esperaba que ellos se lleven bien y sean   amigos.
Se  sorprendió   de lo paciente  que  era  Sebastián  y lo buen profesor  que era,  él estaba  muy concentrado  en  explicar a su  hermana  como hacer  el ejercicio . No importará cuántas  veces tuviera que  repetir las indicaciones.
Amelia  sonrió  a  Sebastián y  a  él  se   cayó  el  lápiz  al suelo  a Ana  se  le revolvió  el estómago  al   ver  la chispas  de  los ojos  tanto  de su hermana  como de  Sebastián.
 Se imaginó  que   ya  se  fue   al  diablo su tarea , por  lo menos  había  avanzando y ya comprendía  los  primeros  casos  de  factoreo.  Iba  a irse  a su  habitación  para  dejar  solo  a  los  tortolitos. Su  hermana  cambió sus intenciones.
—¿Cómo les  va?
—Más  o menos.
—Les  traje  algo de  comer,  para que  carguen fuerzas.  Les  espera  una  noche  larga. Ana  aunque   no te gusta  el café  te  traje  café descafeinado  para que no  te  dé taquicardia y  te mantenga despierta.  
—Hubiera preferido  chocolate caliente,  uy, genial hiciste  sándwiches  calientes  adoro  el queso   mozarela   derretido.
Ana tomó   con alegría  el   emparedado,   no  sé  había dado cuenta , de  cuánta  hambre tenía — Amy.  gracias.
Amelia  sonrió  satisfecha luego su atención pasó   a  Sebastián,  pero mirarlo fue  un error .  Solo necesitaba   sentir  su  presencia  para  que  el deseo   surja  por  todo su cuerpo .  Recordó   como hace  dos  días  casi  terminan   haciendo el amor. Solo necesitaba  cerrar  los  ojos    para sentir  como   los labios  de  él  recorrían  su cuerpo   y   sus  manos    fuertes  tocaban su piel.   
Por   el  brillo  y  la  forma  en  la que  los  ojos  de  Sebastián  se  oscurecieron,  también  recordaba la escena.


Era  una  de las  pocas   tardes  que  podían él y  Amelia  estar  juntos.  Se quedaron sentados  viendo  Thor  salvar  el  mundo .  Hasta que  sus manos  se toparon   cuando sacaban  palomitas  de maíz. Sebastián  iba  lento  en su relación  con  Amelia.  Con sus parejas  anteriores  solo  le importaba  tener  sexo y  luego se alejaba poco a poco  de   la mujer con quien estaba.  Ahora  cada momento con ella era preciado, no es  que  no la deseaba. Pensaba todo el tiempo   en la suavidad  de su piel  la  forma  en   su cuerpo  se amoldaba   con el suyo  y no había momento que desee  hacerla suya .  
Le encantaba  como poco a poco   Amelia  confiaba  en él  y   se dejaba  seducir  lentamente. Era  extraño, ella   aún era  virgen  y por  lo que le había  contado  tenía poca  confianza  en los  hombres  por lo que su padre     abandonó    a su  familia  cuando era  niña.
Recordó la sensación  de sus labios  probando los  suyos      la manera  de  como le  hizo  abrir la  boca   y    metió su lengua    . El  gemido de ella  cuando   lo hizo y  empezó  a responder  con la misma pasión.  En  especial  cuando  dejó su  boca y empezó      besar  su quijada   para luego morder  su  oreja mientras sus manos   tocaban  ligeramente  sus  senos.   Aún  se  acordaba   la  suavidad  de  su piel  el    momento   que  incursionó  su mano traviesa a través   de   la  camiseta negra que llevaba  Amelia. Espero  que ella le  diga que pare,  como lo había hecho  la  noche anterior  ,   en  lugar  de eso   Amelia   se  recostó  en el  sofá. 

 Sebastián   aprovechó  para  ponerse  encima  y  tirar  de  la camiseta   mirando  su cuerpo  semidesnudo .  Suspiró  agradecido  a dios por  poder ver   el cuerpo   de  Amelia . Imaginó tantas  veces esa  escena,  pero    nada   lo preparó para  ello.  Amelia  tembló    con deseo , impaciencia  y miedo  entremezclados.  Parte   de ella  quería  cubrir su cuerpo,  se  sonrojó  al recordar que llevaba  un  brasier  blanco de algodón.  Temía lo  que pensara Sebastián de ella.
—Eres  tan bella,  Amelia — Luego  de  decir eso la  besó con pasión  como  si deseaba  dejar su alma  en esa  caricia.
Amelia  se olvidó de sus miedos e  inseguridades  cuando   miró      a  Sebastián  a los ojos.  Él  dejó  de  besarla en la boca  para  explorar  su seno izquierdo ella  gritó  al sentir    como le  mordió  el pezón.  Por  un momento  la  muchacha  pensó que soñaba  como   tantas  veces.  Si era  sueño  o  estaba  pasando no importaba; lo  único  que quería  en ese  momento  era  también  explorar el cuerpo de su amante. Necesitaba  sentir  su piel,   sentir  su  sabor y  volverse  uno  con  él.
Con decisión, él    entendió lo que  deseaba  y  se quitó  la  camisa  con prisa  .  Ambos  se  miraban  anhelantes  sin  ni siquiera  poder  hablar.  Se volvieron a besar  con  frenesí mientras sus manos  se acariciaron torpemente     y  sus  caderas   se presionaban  buscando  unirse  más. Ninguno  de los  dos  oyó  cómo  el timbre era tocado con insistencia. Amelia  se separó   al oír  los  gritos   de  Ramoncito.


—Amy, andas  por  ahí.   Tú  tienes  cable  y  juega    el barza  de  Messi,  vamos,  abre la puerta  sé que estás  ahí.
Amelia  y  Sebastián se encontraban tan concentrados  en sus  recuerdos que no se dieron cuenta de que habían  tocado  el timbre.  Ana  fue  abrir  haciendo pasar  a  Ramoncito  al comedor.
Sebastián gruñó al ver  vecino  de  Amelia, parecía que siempre  lo interrumpe  aun en  sus recuerdos.
Espero  que les  haya  gustado el capítulo  y les  deseo un  genial fin de semana 




18 comentarios:

Dolo..✿*゚ dijo...

Me encantó, como siempre.
Un beso.

Dolo..✿*゚ dijo...

Me encanta :)
Un beso.

Carolina G. Ticala dijo...

Muy bonito!!!Feliz fin de semana!!

Nena Kosta dijo...

Un capítulo muy apasionado donde se ve también lo buenas personas que son Amelia y Sebastián que, a pesar de desear quedarse a solas para disfrutar de su amor, ponen por encima las necesidades de Ana. Veremos si la próxima vez nadie que les interrumpe.
Un beso

LOBEZNA dijo...

Me ha hecho mucha gracia lo de.... se quedaron viendo Thor. Un abrazo y buen finde.

Mela dijo...

jajaja... Me parece muy normal que a Ana le doliera la cabeza si tenía que presentar 150 ejercicios y solo tenía hechos 5
En fin, también entiendo que estuviera más que harta del teléfono de Ramoncito
Creo que Sebastián ha sido mucho mejor profesor ;-)
Cogiendo palomitas de maiz, el contacto de sus manos ya despertó la pasión entre Sebastián y Amelia... algo muy normal ;-)
Me ha encantado como lo has explicado
Pero llegó Ramoncito con el Barça de Messi... jajaja
Bueno, tratándose del Barça de Messi, yo voy a excusar la interrupción ;-)
Has estado genial, JP... Me ha gustado mucho
Besos

Fantasía y realidad dijo...

Hola Citu,aunque no he podido seguir esta novela si que me he leído este capítulo niña tan solo por el placer que me supone leerte.
Muchos besos y cuídate mucho:)

Carolina G. Ticala dijo...

Gracias por pasarte por mí blog! Saludos! 🎄🎄🎄

Un mundo llamado May dijo...

Que bonito

Mi tarde junto a un libro dijo...

Hola! Me ha encantado este capítulo, una vez más te felicito :)
Feliz fin de semana!!
Besos!

JUAN FUENTES dijo...

Tus histórias,tus personajes,y tus fantasias,estan presente en todos tus escritos

Mirian Cartagena dijo...

Hayyyy , que pena que los interrumpieron. Veamos que pasa en los siguientes capítulos.
Está preciosa la decoración navideña del blog.
Un abrazo.

Sunako Chan dijo...

Hola Citu! Espero que estes bien. Hoy, por fin, puedo leerte y que me encuentro al vecino interrumpiendo y a Ana con el algebra. No puede ser! Sebastian y Amelia para una vez que están solos. Bueno todo se perdona. Espero que tengas un buen fin de semana y mejor semana. Te leo en siete días. Un besote!

Violeta dijo...

Hola preciosa!
Genial! Feliz domingo. Besotes

CRISTINA dijo...

Hola Citu, cuanta pasión y ternura, derraman tu entrada.
Besitos.

Tamara dijo...

Ya arreglé el enlace de la película en mi blog por si quieres verla. Un saludo.

Laura dijo...

Los interrumpieron en la mejor parte del recuerdo jeje eso no se vale, y cuando aceptara la hermana de Amelia a Sebastian él es bueno, me parece que son celos de hermana, gracias por el capitulo!!

Unknown dijo...

Hola!!! o(◕‿-)╯

oohh que genial pero que mala onda con esa interrupción aaahh bueno sera para el proximo capi :D