Hola ¿cómo les va? Espero que estén bien. Hoy les traigo un nuevo episodio que espero que les guste.
Sebastián besó a Amelia aliviado de que por fin Úvatar no los podría lastimar más, o eso es lo que esperaba. Amelia tembló y su rostro se puso pálido . Sebastián temió que lo que hizo dominado por Úvatar agravó más el estado de su amada. Con ayuda de Adremnelech y Khalid bajo a Amelia y a Zahra de la montaña de hielo y roca que mantenía preso al demonio elfo.
Cuando por fin estuvo en el piso Amelia volvió a convulsionarse, cuando por fin terminó el ataque Sebastián con miedo descubrió que ella escupió sangre.
La mayoría de los presentes solo miraban el espectáculo. Sebastián no sorprendió un dragón blanco el que deseaba matarlo cuando estaba poseído se acercará.
—Debemos congelarla hasta ver que es lo que tiene. Me permites humano.
Sebastián asintió , sin saber que otra cosa hacer.
El dragón iba a congelar a Amelia cuando un grito se lo impidió.
— No lo hagas Amras. Deja que la examine primero.
Firond aun vestido casi como un Jedi con el rostro cansado y sudoroso se acercó a Amelia.
Aunque a Sebastián le caía algo mal la actitud arrogante del elfo. No podía negar que le salvó de quedar y ciego y que cuando se proponía era un genio.
Firond examinó a Amelia con cuidado. Con voz apagada y tristeza en su mirada dijo — No puedo hacer nada. Se está muriendo, cuando Úvatar quiso transformarla en sombra puso sus poderes en el cuerpo de Amelia y este no resiste tanta magia negra .
—¿Podemos congelarla hasta que aparezca una solución?
Firond asintió — no por mucho. Aunque a los humanos les gusta prolongar la vida por elementos externos el alma del enfermo sufre y su alma se va mutilando al igual que su cuerpo.
Luego de decir eso congeló a Amelia y la llevaron al castillo.
Ana miró de nuevo a la ventana del castillo. Cuando terminó con los otros de sanear el inframundo le mandaron de nuevo ahí por su seguridad. A ella no le hizo mucha gracia prácticamente Nessa y Ramoncito le jalaron de la orejas para fuera al castillo.
Ni bien llegó oyó un tumulto parecía que su hermana fue con éxito rescatada, pero ella no llegó solo una elfa malherida con un hombre de ojos verdes muy atractivo. Minutos más tarde un dragón de color verde fue a buscar a Firond que en ese momento atendía a Heli.
Ana quiso ir con el curador , pero no la dejaron. Frustrada se dedicó a acariciar a Niebla el hermoso perro de Khalid y a mirar la ventana de vez en cuando.
Fue la primera en darse cuenta que Sebastián llegaba con su hermana y a pesar de las indicaciones de Nessa corrió a recibir a Amelia y Sebastián.
Esperaba que su hermana esté herida al oír que pidieron la ayuda de Firond , pero no creyó verla en tan mal estado. Amelia se encontraba congelada dormida y con el rostro pálido y demacrado. Ana temió que ella sufriera. Ella siempre pensó que Amelia nunca se enfermará y ahora estaba en ese estado.
Quiso tocar a su hermana , pero Firond no le dejó.
— No la toques, tu energía puede hacerle daño.
— ¿Qué le pasó a mi hermana?
Antes que Sebastián pudiera decir algo . Firond respondió mientras miraba con un dejo arrogante a Ana.
— Además de ser raptada y torturada por Úvatar. El demonio elfo le transfirió parte de su alma y sus poderes. Amelia eliminó a la sombra de Úvatar y la curación de los jinetes contras las sombras acabaron con cualquier resquicio del alma del demonio elfo, pero sus poderes están latentes.
Ana se quedó mirándolo confundida. Firond puso los ojos en blanco y pensó que la humana era una idiota.
— Lo que ocurre es que el cuerpo de Amelia no posee la capacidad para contener el poder que Úvatar le transfirió.
— ¿Puedes hacer algo?
Firond odiaba ver a los rostros de los familiares de sus pacientes cuando tenía una mala noticia que darles.
— No lo creo.
Sebastián tomó la mano de Ana sin saber qué más hacer. Ella lo estrechó fuertemente y luego se lanzó a sus brazos y se puso a llorar inconsolablemente.
Firond dejó la escena que le crispaba los nervios y el corazón y se dispuso a llevar a Amelia a la enfermería. Heli que estaba junto a su madre interrumpió el traslado.
— Espera Firond.
El elfo miró a Heli con cariño. La quería como si fuera su hija aunque apenas la había tratado . El siempre estuvo pendiente de ella y la observó la distancia.
— ¿Qué deseas Heli?
— ¿Sabes que va a ocurrir con Amelia?
— No lo sé. Voy a hacer cuanto esté en mi mano para salvarla, pero no tengo muchas esperanzas. Ni siquiera tengo una idea para poder tratarla.
Nessa se acercó hacia él. Con su cabello rubio con algunas canas y rostro no tan joven. A Firond le pareció más bella que en su juventud. Los años pasaron para ella , pero esos años en lugar de hacerla fea como creían los humanos le habían dado belleza al ser vividos con amor , pasión y alegría.
—Sé que puedes, lograrlo si hay un curador que puede hacerlo eres tú.
Firond la miró por un momento anhelante. Como deseaba que ella lo amara con hombre y no como amigo, pero eso era imposible.
— Solo soy un simple elfo. Aunque mi mente y mi magia casi son como la de los dioses. A veces, la vida me hace el favor de recordarme que solo soy un elfo.
Luego de esto fue a la enfermería con Amelia, En la habitación había tres doctores más. Firond solo reconoció la tonta loba que lo había ayudado en ocasiones anteriores. Era una mujer exuberante, Muy hermosa de cabellos rubios, rostro redondo con los ojos azules y con la inteligencia de un gusano.
A Firond la mujer lo sacaba de quicio.
— Peny prepará el cuarto aislado para esta paciente no quiero que nadie la visite ni que haya influencia de magia o bacterias humanas
La loba rubia le gruñó.
— Mi nombre Kelly y no soy enfermera soy una curadora.
— No llegas a enfermera humana ni siquiera llegas a camarera , pero sé útil por una vez en la vida y haz lo que te digo.
La loba le gruñó de nuevo , pero fue a seguir sus órdenes.
Sebastián aun abrazando a Ana preguntó.
— Podemos despedirnos de Amelia estar un ratito con ella antes de que la lleves a aislamiento.
Firond hizo una mueca , pero observo a Nesa y contra su deseo dijo.
— Cinco minutos.
Sebastián tenía ganas de llorar como cuando era un niño, pero en lugar de eso . Solo miró a Amelia le hubiera gustado tocarla, pero el curador lo prohibió específicamente. Dejó Ana sola con Amelia para que tenga privacidad. Heli y su madre estaban a un lado de la habitación hablando entre ellas. Firond ya no se encontraba en despacho solo la doctora rubia que le sonrió para darle ánimos.
Sebastián fue al pasillo porque deseaba estar solo . Sin embargo, no lo estuvo por mucho tiempo Lin se le acercó. Su rostro mostraba un semblante triste y se le notaba cansada.
—¿Cómo estás?
Sebastián quiso decir que se sentía fatal, culpable y muy pesimista, pero las palabras no salieron de su boca. No tenía la suficiente confianza para contar a esa extraña sus miedos. Así que solo respondió —. Bien
Lin estaba segura de que mentía, mas no era el momento para confrontar a Sebastián.
Lo que tenía que hacer era muy duro. No importaba si habían ganado una batalla. Existían otros enemigos además de Úvatar. Por un lado Azidahaka escapó y por otro lado el demonio había hecho un pacto con Adolfo Mercader. Para Lin todos los políticos eran iguales, tontos ególatras y sobre todo ladrones. Ella detestaba a Mercader sobre todas las cosas por la persecución que sufrían los cambia formas y su plataforma demagoga, polista y racista.
No era el momento de divagar tenía poco tiempo. Mercader quería llevarse a Amelia, Sebastián y Ana para ver si sacaba provecho de sus poderes. El pintor era más vulnerable por su condición de vampiro y la forma como se le dio vida eterna , cuando su cuerpo ya se encontraba muerto. Desde las leyes de 1590 era prohibida esa práctica, pero en el caso de Sebastián no quedó otra.
— Va a ver una celebración , esta noche por salvar a los mundos de las sombras. Vencer a Úvatar y recatar a Amelia.
— Gracias, pero dado el estado de Amelia . No estoy para celebraciones.
Lin miró hacia Ana que acababa de llegar.
— Lo sé y lo siento, pero ahí va a estar Adolfo Mercader y necesitamos un frente común.
Ana y Sebastián miraron extrañados y algo confundidos a Lin
— Úvatar no es su único enemigo. Adolfo Mercader como buen político solo desea poder y la condición de Amelia y la magia que dejó Úva...
—¿Por qué desea que estemos allí?
— Para mostrarnos unidos y que se vea que estás de nuestro lado.
— Agradezco su ayuda, por el alojamiento y todo lo que ha hecho por nosotros. Sin embargo, ni Amelia ni yo seremos marionetas de ninguna guerra.
Lin le agradó más Sebastián por su respuesta sincera.
— No deseamos una marioneta , sino un aliado. ¿Vendrán?
Sebastián resignado asintió.
— Lo que menos deseaba era ir a la celebración solo quería estar con Amelia, en especial si a ella le quedaba poco tiempo de vida .
Espero que les haya gustado el capítulo y les deseo un buen fin de semana
Capítulo 39
Cuando por fin estuvo en el piso Amelia volvió a convulsionarse, cuando por fin terminó el ataque Sebastián con miedo descubrió que ella escupió sangre.
La mayoría de los presentes solo miraban el espectáculo. Sebastián no sorprendió un dragón blanco el que deseaba matarlo cuando estaba poseído se acercará.
—Debemos congelarla hasta ver que es lo que tiene. Me permites humano.
Sebastián asintió , sin saber que otra cosa hacer.
El dragón iba a congelar a Amelia cuando un grito se lo impidió.
— No lo hagas Amras. Deja que la examine primero.
Firond aun vestido casi como un Jedi con el rostro cansado y sudoroso se acercó a Amelia.
Aunque a Sebastián le caía algo mal la actitud arrogante del elfo. No podía negar que le salvó de quedar y ciego y que cuando se proponía era un genio.
Firond examinó a Amelia con cuidado. Con voz apagada y tristeza en su mirada dijo — No puedo hacer nada. Se está muriendo, cuando Úvatar quiso transformarla en sombra puso sus poderes en el cuerpo de Amelia y este no resiste tanta magia negra .
—¿Podemos congelarla hasta que aparezca una solución?
Firond asintió — no por mucho. Aunque a los humanos les gusta prolongar la vida por elementos externos el alma del enfermo sufre y su alma se va mutilando al igual que su cuerpo.
Luego de decir eso congeló a Amelia y la llevaron al castillo.
Ana miró de nuevo a la ventana del castillo. Cuando terminó con los otros de sanear el inframundo le mandaron de nuevo ahí por su seguridad. A ella no le hizo mucha gracia prácticamente Nessa y Ramoncito le jalaron de la orejas para fuera al castillo.
Ni bien llegó oyó un tumulto parecía que su hermana fue con éxito rescatada, pero ella no llegó solo una elfa malherida con un hombre de ojos verdes muy atractivo. Minutos más tarde un dragón de color verde fue a buscar a Firond que en ese momento atendía a Heli.
Ana quiso ir con el curador , pero no la dejaron. Frustrada se dedicó a acariciar a Niebla el hermoso perro de Khalid y a mirar la ventana de vez en cuando.
Fue la primera en darse cuenta que Sebastián llegaba con su hermana y a pesar de las indicaciones de Nessa corrió a recibir a Amelia y Sebastián.
Esperaba que su hermana esté herida al oír que pidieron la ayuda de Firond , pero no creyó verla en tan mal estado. Amelia se encontraba congelada dormida y con el rostro pálido y demacrado. Ana temió que ella sufriera. Ella siempre pensó que Amelia nunca se enfermará y ahora estaba en ese estado.
Quiso tocar a su hermana , pero Firond no le dejó.
— No la toques, tu energía puede hacerle daño.
— ¿Qué le pasó a mi hermana?
Antes que Sebastián pudiera decir algo . Firond respondió mientras miraba con un dejo arrogante a Ana.
— Además de ser raptada y torturada por Úvatar. El demonio elfo le transfirió parte de su alma y sus poderes. Amelia eliminó a la sombra de Úvatar y la curación de los jinetes contras las sombras acabaron con cualquier resquicio del alma del demonio elfo, pero sus poderes están latentes.
Ana se quedó mirándolo confundida. Firond puso los ojos en blanco y pensó que la humana era una idiota.
— Lo que ocurre es que el cuerpo de Amelia no posee la capacidad para contener el poder que Úvatar le transfirió.
— ¿Puedes hacer algo?
Firond odiaba ver a los rostros de los familiares de sus pacientes cuando tenía una mala noticia que darles.
— No lo creo.
Sebastián tomó la mano de Ana sin saber qué más hacer. Ella lo estrechó fuertemente y luego se lanzó a sus brazos y se puso a llorar inconsolablemente.
Firond dejó la escena que le crispaba los nervios y el corazón y se dispuso a llevar a Amelia a la enfermería. Heli que estaba junto a su madre interrumpió el traslado.
— Espera Firond.
El elfo miró a Heli con cariño. La quería como si fuera su hija aunque apenas la había tratado . El siempre estuvo pendiente de ella y la observó la distancia.
— ¿Qué deseas Heli?
— ¿Sabes que va a ocurrir con Amelia?
— No lo sé. Voy a hacer cuanto esté en mi mano para salvarla, pero no tengo muchas esperanzas. Ni siquiera tengo una idea para poder tratarla.
Nessa se acercó hacia él. Con su cabello rubio con algunas canas y rostro no tan joven. A Firond le pareció más bella que en su juventud. Los años pasaron para ella , pero esos años en lugar de hacerla fea como creían los humanos le habían dado belleza al ser vividos con amor , pasión y alegría.
—Sé que puedes, lograrlo si hay un curador que puede hacerlo eres tú.
Firond la miró por un momento anhelante. Como deseaba que ella lo amara con hombre y no como amigo, pero eso era imposible.
— Solo soy un simple elfo. Aunque mi mente y mi magia casi son como la de los dioses. A veces, la vida me hace el favor de recordarme que solo soy un elfo.
Luego de esto fue a la enfermería con Amelia, En la habitación había tres doctores más. Firond solo reconoció la tonta loba que lo había ayudado en ocasiones anteriores. Era una mujer exuberante, Muy hermosa de cabellos rubios, rostro redondo con los ojos azules y con la inteligencia de un gusano.
A Firond la mujer lo sacaba de quicio.
— Peny prepará el cuarto aislado para esta paciente no quiero que nadie la visite ni que haya influencia de magia o bacterias humanas
La loba rubia le gruñó.
— Mi nombre Kelly y no soy enfermera soy una curadora.
— No llegas a enfermera humana ni siquiera llegas a camarera , pero sé útil por una vez en la vida y haz lo que te digo.
La loba le gruñó de nuevo , pero fue a seguir sus órdenes.
Sebastián aun abrazando a Ana preguntó.
— Podemos despedirnos de Amelia estar un ratito con ella antes de que la lleves a aislamiento.
Firond hizo una mueca , pero observo a Nesa y contra su deseo dijo.
— Cinco minutos.
Sebastián tenía ganas de llorar como cuando era un niño, pero en lugar de eso . Solo miró a Amelia le hubiera gustado tocarla, pero el curador lo prohibió específicamente. Dejó Ana sola con Amelia para que tenga privacidad. Heli y su madre estaban a un lado de la habitación hablando entre ellas. Firond ya no se encontraba en despacho solo la doctora rubia que le sonrió para darle ánimos.
Sebastián fue al pasillo porque deseaba estar solo . Sin embargo, no lo estuvo por mucho tiempo Lin se le acercó. Su rostro mostraba un semblante triste y se le notaba cansada.
—¿Cómo estás?
Sebastián quiso decir que se sentía fatal, culpable y muy pesimista, pero las palabras no salieron de su boca. No tenía la suficiente confianza para contar a esa extraña sus miedos. Así que solo respondió —. Bien
Lin estaba segura de que mentía, mas no era el momento para confrontar a Sebastián.
Lo que tenía que hacer era muy duro. No importaba si habían ganado una batalla. Existían otros enemigos además de Úvatar. Por un lado Azidahaka escapó y por otro lado el demonio había hecho un pacto con Adolfo Mercader. Para Lin todos los políticos eran iguales, tontos ególatras y sobre todo ladrones. Ella detestaba a Mercader sobre todas las cosas por la persecución que sufrían los cambia formas y su plataforma demagoga, polista y racista.
No era el momento de divagar tenía poco tiempo. Mercader quería llevarse a Amelia, Sebastián y Ana para ver si sacaba provecho de sus poderes. El pintor era más vulnerable por su condición de vampiro y la forma como se le dio vida eterna , cuando su cuerpo ya se encontraba muerto. Desde las leyes de 1590 era prohibida esa práctica, pero en el caso de Sebastián no quedó otra.
— Va a ver una celebración , esta noche por salvar a los mundos de las sombras. Vencer a Úvatar y recatar a Amelia.
— Gracias, pero dado el estado de Amelia . No estoy para celebraciones.
Lin miró hacia Ana que acababa de llegar.
— Lo sé y lo siento, pero ahí va a estar Adolfo Mercader y necesitamos un frente común.
Ana y Sebastián miraron extrañados y algo confundidos a Lin
— Úvatar no es su único enemigo. Adolfo Mercader como buen político solo desea poder y la condición de Amelia y la magia que dejó Úva...
—¿Por qué desea que estemos allí?
— Para mostrarnos unidos y que se vea que estás de nuestro lado.
— Agradezco su ayuda, por el alojamiento y todo lo que ha hecho por nosotros. Sin embargo, ni Amelia ni yo seremos marionetas de ninguna guerra.
Lin le agradó más Sebastián por su respuesta sincera.
— No deseamos una marioneta , sino un aliado. ¿Vendrán?
Sebastián resignado asintió.
— Lo que menos deseaba era ir a la celebración solo quería estar con Amelia, en especial si a ella le quedaba poco tiempo de vida .
Espero que les haya gustado el capítulo y les deseo un buen fin de semana
12 comentarios:
Hola! Muy bueno el capítulo de esta semana, me ha encantado :)
Besos!
Buenisimo !!me encantan tus capitulos!!besos
Hola guapa!
Gracias por este nuevo capítulo. Feliz fin de semana. Besotes
Pobre Amelia ojala que puedan hacer algo para salvarla, que ella muera no puede pasar, gracias por el capitulo!
Hola Citu! Que tengas un buen finde y mejor semana! Espero que estés bien. Pobre Amelia espero que no le pase nada que ya ha sufrido bastante. Y cuanto lo siento por Ana que esperaba la vuelta de su hermana; pero sobre todo Sebastian, que poca gracia le hara la recepción de esa noche y menos con el tal Mercader que no me cae muy bien. Espero saber más de ellos la próxima semana. Un besote, guapísima!
Tus personajes,parecen reales,tu como buena escritora,sabes ponerlos en escena
Hola JP... He podido imaginar el sufrimiento de Sebastián y de Ana cuando Firond les ha comunicado que no puede hacer nada por Amelia, que se está muriendo
Los poderes del malvado Úvatar están haciendo mucho daño a Amelia... pero confío en que vivirá
Quedan enemigos... Azidahaka, Adolfo Mercader
Se están ganando batallas, pero todavía no se ha ganado la guerra
Gracias por el capítulo, un placer
También te deseo un feliz finde
Besos
Oh, pobre Amelia, mal pintan las cosas para ella, no me imagino qué se pueda hacer para recuperarla. Y Sebastián y Ana sufren al saberla a punto de morir. Recuerdo que Mercader no me gustaba nada, una celebración que nadie quiere, en su compañía, puede resultar agónica. Y aún quedan enemigos, no todo está resuelto, ni mucho menos.
Gracias por el capítulo, un poco desconsolador, pero interesante.
Pasa un buen finde.
Gracias por su visita buen capitulo este Feliz fin de Semana Saludos
Pobre Amelia no sale de una para caer en otra, espero que pueda recuperarse, también me da mucha pena el sufrimiento de Sebastian, y no puedo evitar adorar el humor malvado de Firond, me encanta.
Me gustó mucho el capítulo de esta semana aunque haya sido un tanto triste, también ha tenido algo de chispa y no se puede perder la esperanza aunque parece que se avecinen nuevas tormentas.
Un besazo muy grande y te me cuidas muchísimo mi linda.
¡Qué imaginación la tuya, Citu! Siempre me sorprendes. Feliz semana.
Besos
Que capitulo mas intenso. Pobre Amelia, aún no puede arrancarse lo negativo que le dejo Uvatar.
Menos mal tiene amigos fieles con los que puede contar más con el apoyo incondicional de su amado Sebastian. Espero que puedan salvar su vida.
Bso
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