Hola ¿cómo están les traigo un nuevo capítulo con mucha acción. Espero que les guste.
Capítulo 2
Khalid estaba preocupado por la llamada de Zahra. Intentó aparecerse en el apartamento de su amiga no lo consiguió. Preocupado se trasladó a un edificio antiguo, subió por las escaleras de piedra. Un olor a carne podrida dominaba el ambiente. Miró con impotencia que el vestíbulo del edificio estaba cubierto telarañas de color rojo, de las que salía sangre. Iba a irse del lugar, pero ya era demasiado tarde. Estaba rodeado de arañas rojas.
— Mierda — maldijo. No lo podía creer ser, pero ese olor y aquella trampa solo significaban que Úvatar había despertado de su encierro. Caminó unos pasos con cuidado de no tocar nada, aunque cada vez era más difícil. Cientos de arañas rojas colmaban el piso y las paredes. Se preguntó ¿cómo se escapó Úvatar? ¿Cómo iba a destruirlo? y sobre todo ¿cómo iba a escapar de las arañas?
Se acercó para examinar la trampa y recordó que una vez Baal le alertó de ellas. Se llamaban las telarañas del infierno. Si cualquier persona las tocaba se le podría el cuerpo y de sus retos surgirían arañas del infierno malditas y hambrientas. Para destruirlas se necesitaba sangre de un demonio , agua bendita y flor de laurel de Erembor.
Volvió a sentir el llamado de Zahra. Debía atravesar las telarañas, pero si lo hacía se transformaría en un asqueroso insecto. Varias arañas rojas y negras se acercaron rodeándolo a punto de atacar. Oyó el grito de Zahra, no tenía tiempo que perder. Debía subir las escaleras, quiso desaparecer sin lograr nada.
Fue cuando oyó que alguien abrió la puerta.
—Aléjese.
—No, lo haré.
Khalid se volteó, agradecido de ver a Seirim. Un ser que era mitad demonio y elfo. Se encontraba en su forma humana, por lo que mostraba el aspecto de un hombre alto de cabellos largos y rubios platinados. Tenía rostro cincelado y unos penetrantes ojos azul eléctrico.
—Debemos marcharnos de aquí, Sei. Zahra está en peligro.
—Igual, que nosotros. Úvatar ha despertado.
—Lo sé, pero no entiendo ¿cómo logró hacerlo?
—Mi padre, fue herido con la daga que apresó a Úvatar. Él me mandó a detenerlo antes que sea muy tarde.
Un grito de un hombre interrumpió.
—Las arañas van a contaminar el edificio. Debemos detenerlas.
Seirim asintió.
Faltaba poco tiempo para que las arañas se les fueran encima.
—Toma esto — le dio una urna muéstrala a Uvatar. Solo, eso puede detenerlo. Fue apresado por ella y la sangre de mi padre puede volver a dañarlo . Aparécete en el apartamento de Zahra momento que empiece a llover.
—Gracias.
—Dame las gracias, si aún sigues con vida.
Khalid no supo qué responder, fue, pero cuando observó a Sei hacerse un dos cortes en sus brazos mientras sacaba de sus bolsillos unas flores de color morado y un frasco de agua bendita . Luego Seirim se elevó por los aires mientras decía un sortilegio en una lengua que Khalid desconocía; se imaginó que era un sortilegio elfo. Lo que antes eran unas simples gotas de sangre y agua bendita se convirtieron en una ligera lluvia. Como arte de magia las arañas desaparecieron del vestíbulo. Sin perder tiempo Khalid se apareció en el apartamento de Zahra.
Su amiga estaba atada como si fuera un rollo primavera. Úvatar se extrañó de que pudiera aparecerse en el apartamento, como castigo las rosas casi estrangularon a Amelia y la alfombra se incendió quemando a Zahra .
— No te atrevas a hacerles daño.
— ¿Quién eres tú? ¿ Cómo te atreves a interrumpir mis planes?
—Soy Khalid y hago lo que me da la gana. Vuelve a la nada — luego de decir esas palabras el recolector, le mostró una pequeña urna.
Úvatar desapareció, pero algo le dijo a Khalid que no lo habían vencido. Oyó un gran estruendo, era Zahra que cayó al piso.
Estaba con el
rostro sonrojado, el pelo alborotado y su
ropa casi deshecha. Khalid le
dio su chaqueta de cuero negro. Ella se
paró frotándose el coxis y
tomó la chaqueta — gracias.
Antes que
cualquiera de los dos pudiera
reaccionar. Oyeron un alboroto a
lo lejos del edificio y
sintieron la presencia de otros
demonios. Zahra apenas se sostenía
en pie, pero debía ver como se encontraban sus niñas.
— Gracias,
Khalid, tengo irme. Debo ver
cómo están las niñas.
— No lo hubiera podido hacer solo. Seirim
me ayudó. Ve, hablamos
luego, en mi casa. Tenemos muchas
cosas que aclarar.
Zahra asintió, para
luego desaparecer y trasladarse a Quito.
Esperó que les haya gustado el fragmento. Les mando un beso y les deseo un buen fin de semana
8 comentarios:
¡Mama mía qué imaginación la tuya, Citu! Cada vez me sorprendes más. Lo de las repugnantes arañas..., mi mente lectora tiraba de Khalid para que retrocediera... Nunca eres previsible y ahí está la magia de lo que escribes.
Cuídate mucho. Besos
Hola Citu
Perdona amiga la tardanza pero he tenido que hacer tantas cosas entre ellas ir a médicos y aparezco poco por los blogs. En facebook he colgado algunas cosas, tú las viste pero nada más porque estoy un poco agotada. Te mando besos, sigue así querida amiga con toda esa fuerza, esa inspiración, ese privilegio, que muy pocos tienen.
Besos grandes.
Otro capitulo de de esa interesante novela
Hola Citu,no se si voy a tener el tiempo necesario para ponerme al dia con esta nueva novela,, pero lo intentaré:).
Muchos besos y cuidate mucho preciosa niña:)
Y miles de gracias por estar siempre ahí:))
Uffff qué escenario tan repugnante con esas telas de araña sangrantes y el inmundo olor!!! Menuda papeleta para Khalid y suerte la suya que llegó Seirim con la solución o hubiera acabado corrompido por los efectos de las arañas del infierno. Al menos Zahra quedó libre para ayudar a las chicas, bien valió la pena cruzar el horrible camino.
Me sorprende cómo con cada nuevo capítulo se te ocurren escenarios tan alucinantes y horrendos.
Besoss y buen domingo
Otro capitulo de lo mas interesante!!besos
Hola Citu! Espero que estés bien. Me alegro que Seirim apareciera justo a tiempo al igual que Khalid. La pobre Zarha necesita un poco de paz. Buen capítulo! Espero saber más de Sei en el próximo capítulo. Te leo en siete días. Un besote!!
Oh wow, que redondo capitulo, la ambientación es horrorosa con esas telarañas. Me gusto mucho ese sortilegio de Seirim para desaparecer los aracnidos. Me dio gusto que la urna surtiera efecto al mostrarsela, sino que hubiese sido de Zahra.
Disculpa por la tardanza , pero el tiempo me lleva de prisa. Y me sentira mal si entro solo para decirte !Buen capitulo! Para salir del compromiso. =0)
Un abrazo
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