Hola ¿cómo están? Esperó que les guste este nuevo fragmento con mucha acción.
Azidahaka estaba atrasado ya en algunos puntos de los diferentes mundos las sombras dominaban todo. La culpa fue de ese político de cuarta lo hizo demorarse en firmar. Azidahaka siempre tenía un plan alternativo si fallaba el plan de Úvatar de conquistar los mundos . Él podría huir.
Miró a su presa era una chica de dieciséis algo flaca pero con buenas piernas.
Ana sonrió cuando sintió que alguien la observaba. Con extrañeza se dio cuenta de que era el mismo hombre de cabellos negros y ojos color chocolate que miró rondando la puerta de su colegio. El hombre misterioso no estaba solo, el rubio con chaqueta de cuero negra lo acompañaba. Casi se desmaya al ver que el rubio tenía un arma y que se le acercaron de forma sigilosa. Temió que los secuestren, Ana miró que el estacionamiento estaba vacío.
Agradeció que su hermana le obligó a tener un aerosol de gas pimienta. Nerviosa se aproximó a su amigo mientras que buscaba en su mochila el gas esperando no ser sospechosa. Los dos hombres los rodearon por detrás. El rubio enorme dijo con un ligero acento — Ven con nosotros.
Ana en lugar de responder roció gas pimienta al hombre de los ojos negros. Mientras sorpresivamente Ramoncito le dio un golpe en la entrepierna al gigante rubio y le gritó — corre Ana.
Ella lo hizo a pesar del miedo y que su corazón latía sin control. Tuvo algo de temor que se desmaye, pero solo siguió corriendo. Estaba segura de que el hombre misterioso iba detrás de ella. El único pensamiento que tenía mientras huía era conseguir ayuda lo más pronto posible. Miró a una mujer gorda vestida de rosa que le recordó al personaje de Umbrige de la película de Harry Potter.
Casi sin aliento Ana se aproximó a la mujer —. Necesito ayuda, me quieren secuestrar.
La mujer le dio una extraña sonrisa. Azidahaka estaba feliz , por fin tuvo algo de suerte. Raptar a Ana Bolaños sería muy fácil.
— Lo sé.
Ana sintió un escalofrío en la espalda, miró alrededor en busca de alguien más. Era extraño para ser viernes en la tarde el parqueadero estaba desierto. ¿Ana se preguntó cómo estaría Ramoncito? ¿ y en dónde estaba su secuestrador ?
Caminó hacia la mujer mientras abría de nuevo su mochila y buscaba su celular.
— Ana, no hagas eso. Es perder tu tiempo, nadie puede salvarte.
Ana se quedó sorprendida al darse cuenta que la mujer conocía su nombre . Tenía ser también parte de los secuestradores. Debía huir, lo más rápido posible. Retrocedió sin dejar de mirar a la mujer. Azidahaka alargó los brazos y empezó a transformarse en pulpo enorme.
Ana no podía creer lo que le pasaba, debía ser un sueño. Los tentáculos del pulpo iban a atraparla; sintió que alguien le jalaba. Era el hombre misterioso. Ella intentó darle una patada.
— No hagas eso.
Ana no le hizo caso.
La mujer parecida a Umbrige había cambiado asemejándose a Úrsula la villana de la sirenita. El pulpo seguía creciendo y golpeando el pavimento haciendo que la tierra tiemble. Un olor a azufre impregnaba el ambiente Ana no sabía qué hacer. El hombre le sujetaba fieramente que apenas podía respirar.
—Deja que me lleve a Ana. De nada te sirve luchar , cerebrito.
—No soy un traidor y cobarde , como tu Azidahaka.
El demonio se agitó volvió a transformarse en un ser de tres cabezas. La tierra siguió temblando y de ella salieron grandes estacas . El hombre de cabellos negros trepó a una camioneta cargando a Ana como si fuera un saco de papas.
Blake soltó a Ana en el cajón de la camioneta, meditando las posibles vías de escape. Ana aún con el aerosol en la mano quiso apuntar al hombre misterioso, pero temblaba demasiado.
— No me ataques. Estoy aquí para protegerte.
Antes que Ana conteste una gran estaca perforó el auto Blake tomó la mano de la muchacha y la sacó de automóvil.
El demonio de tres cabezas y con cuerpo de pulpo gritó — No puedes huir de las sombras.
Blake gruñó y puso a Ana en el suelo luego le dio una extraña arma—. Ten esto te protegerá de las sombras. Aprieta en el botón rojo a las sombras y las congelas.
—¿Sombras?
Blake le señaló el piso y los carros que se volvieron negros sin color y voltearon a perseguirlos aunque no tenían ocupantes.
—Ve al ascensor, mi amigo te espera .
— No me iré. No puedes enfrentarte a ese demonio solo.
Capítulo 16
Ágata se levantó del piso con dificultad. Tenía que ir a Escocia para ayudar a destruir a Úvatar. Apretó los dientes para no gritar por el dolor . Cuando oyó que alguien golpeaba a la puerta. Dudaba que fuera Mercader o su perro sarnoso.
Los golpes duraron unos segundos más luego de una patada abrieron la puerta. Era un hombre de dos metros y algo más con el cabello claro y unos increíbles ojos azules. Su rostro parecía era de facciones suaves y bellas como un ángel. Pero su expresión era dura y algo triste. Vestían de forma simple con un pantalón y un buzo negro de buena calidad.
— ¿ Qué hace aquí ? ¿ Quién es usted?
— Sígame. El señor Rochester quiere verla.
Ágata conoció a Rochester por su fama y por la gran rivalidad que tenía contra Adolfo Mercader.
— No obedezco a perros guardianes.
Al hombre le tembló la mano y un tic en el ojo se hizo evidente. A Ágata le pareció que no estaba acostumbrado a que le lleven la contraria.
— Es de suma importancia.
— ¿ Por qué desea verme?
Antes que el gigante le responda las sombras invadieron el piso. Ágata lanzó un gemido. Su compañero congeló el piso, pero lo que le sorprendió a Ágata fue que le salieron un par de alas rosas y azules —. ¿Eres un hada?
Él no le respondió jaló a Ágata y le sujeto fuertemente mientras huían de las sombras.
Llegaron al ministerio en cuestión de minutos. A diferencia de la mitad de Londres el edificio aún seguía en pie aunque estaba congelado. El gigante depósito a Ágata en el piso. Entraron en el edificio unos guardias iban a detenerlos pero el gigante sacó una credencial y los dejaron pasar.
Ágata fastidiada preguntó — ¿ Qué desea el señor Rochester?
El gigante no respondió, sacó su celular y habló por teléfono como si las preguntas de ella no le importarán . Ágata enojada volvió a preguntar — ¿Quién es usted? Tampoco respondió, la hizo entrar en un pasillo en el que estaban varios uniformados junto a un hombre alto y flaco que Ágata reconoció al instante. Firond daba instrucciones a dos hombres que cargaban un extraño aparato. Estaba tan concentrado que ni siquiera la notó allí. Ágata iba a hablar con él cuando de repente entró en atestado pasillo un hombre alto flaco y anciano.
Ágata miró a Maximilian Rochester por las fotografías y las imágenes del televisor. Aunque era un hombre más alto con los ojos azules lleno de vida y una expresión burlona en el rostro.
Los golpes duraron unos segundos más luego de una patada abrieron la puerta. Era un hombre de dos metros y algo más con el cabello claro y unos increíbles ojos azules. Su rostro parecía era de facciones suaves y bellas como un ángel. Pero su expresión era dura y algo triste. Vestían de forma simple con un pantalón y un buzo negro de buena calidad.
— ¿ Qué hace aquí ? ¿ Quién es usted?
— Sígame. El señor Rochester quiere verla.
Ágata conoció a Rochester por su fama y por la gran rivalidad que tenía contra Adolfo Mercader.
— No obedezco a perros guardianes.
Al hombre le tembló la mano y un tic en el ojo se hizo evidente. A Ágata le pareció que no estaba acostumbrado a que le lleven la contraria.
— Es de suma importancia.
— ¿ Por qué desea verme?
Antes que el gigante le responda las sombras invadieron el piso. Ágata lanzó un gemido. Su compañero congeló el piso, pero lo que le sorprendió a Ágata fue que le salieron un par de alas rosas y azules —. ¿Eres un hada?
Él no le respondió jaló a Ágata y le sujeto fuertemente mientras huían de las sombras.
Llegaron al ministerio en cuestión de minutos. A diferencia de la mitad de Londres el edificio aún seguía en pie aunque estaba congelado. El gigante depósito a Ágata en el piso. Entraron en el edificio unos guardias iban a detenerlos pero el gigante sacó una credencial y los dejaron pasar.
Ágata fastidiada preguntó — ¿ Qué desea el señor Rochester?
El gigante no respondió, sacó su celular y habló por teléfono como si las preguntas de ella no le importarán . Ágata enojada volvió a preguntar — ¿Quién es usted? Tampoco respondió, la hizo entrar en un pasillo en el que estaban varios uniformados junto a un hombre alto y flaco que Ágata reconoció al instante. Firond daba instrucciones a dos hombres que cargaban un extraño aparato. Estaba tan concentrado que ni siquiera la notó allí. Ágata iba a hablar con él cuando de repente entró en atestado pasillo un hombre alto flaco y anciano.
Ágata miró a Maximilian Rochester por las fotografías y las imágenes del televisor. Aunque era un hombre más alto con los ojos azules lleno de vida y una expresión burlona en el rostro.
— Señorita Kapoor , señor Bronwenir, es gusto conocerlos —. Miró al gigante — gracias, señor Smith.
El gigante asintió. Mientras Firond solo hizo una mueca — Ayude porque soy curador, pero deseo cruzar a mi mundo que está en peligro.
Ágata entendía el deseo de Firond , ella se sentía igual. Miró a su amigo si se podía decir así la relación con Firond era muy compleja no se agradaban pero se respetan y conocían ciertos secretos del otro.
— Señor Bronwenir, sería tan amable de colocar el dispositivo de protección para las ciudades aledañas a Londres. Mientras yo hablo con la señorita Kapoor en mi oficina. Luego atenderé su caso.
Firond puso los ojos en blanco como respuesta. Al mismo tiempo, Rochester tomó del brazo a Ágata y la llevó a su oficina. Ninguno de los dos habló hasta llegar allí. Rochester le indicó que se sentará, a pesar de querer no obedecer a su anfitrión . Ágata se sentó en un sillón de color negro muy cómodo.
—¿ Qué desea? ¿ Por qué estoy aquí?
— Tenemos cosas que discutir y no tenemos mucho tiempo. Pronto las sombras absorberán Londres. Si no queremos que suceda el mismo destino a Reino Unido y a Europa debemos parar a las sombras.
Ágata se movió incómoda en su asiento — ¿ Por qué me dice eso?
— Usted, advirtió de las anomalías de los portales y aseveró que podría ser obra de Úvatar.
Ágata tuvo deseo de negarlo, pero de nada le serviría — Cierto.
— Pierdo tiempo necesario en sacarle palabra a palabra señorita Kapoor. El motivo que está usted aquí es porque es allegada a los 13 guerreros.
— Esa agrupación fue disuelta y yo nunca pertenecí a ella.
Rochester se levantó y se dirigió a un gabinete —. Señorita Kapoor, le propongo un juego. Le digo una información secreta, muy importante y totalmente cierto y usted hará lo mismo.
Ágata nerviosa miró sus manos — ¿Por qué accedería al juego?
— Por la vida de sus amigos, el destino de Reino Unido y el del mundo se escurre de nuestras manos. Sé que no confía en mí, pero lo único que me importa en este momento es salvar a mi pueblo de las sombras.
Ágata miró a los ojos azules de Maximilian Rochester. El hombre estaba cansado y nervioso —. Aunque no confío en usted, no tengo nada que perder. Si soy amiga de tres personas que conforman los trece guerreros y el ataque de las sombras lo hizo Úvatar. Sin embargo, no es solo contra la tierra los 5 mundos están en peligro.
Maximilian tomó una carpeta del archivador, luego se sentó complacido.
— Hace unos minutos, Adolfo Mercader se rindió a Azidahaka uno de los trece guerreros y cómplice de Úvatar. En esta carpeta está la declaración de un de los guardias que presenció el hecho.
Rochester le dio a Ágata la carpeta y ella miró con asco la declaración.
— Hable con Khalid uno de los trece guerreros y vamos a reunirnos lo sobrevivientes en la isla de Skipe. Rupert MacGregor ya se encuentra ahí. Sé que son amigos.
Rochester asintió, luego de su escritorio tomó una hoja de papel y la firmó. — Por la dimisión de Adolfo Mercader, estoy a cargo del ministerio de magia y hechicería. Descubrí esta mañana que su usted devolvió de forma arbitraria sus poderes al señor Khalid a Ne...
— ¿Qué piensa hacer con esa información? — Le interrumpió Ágata, lo hice porque necesitamos a todo guerrero que pueda ayudarnos.
— Muy cierto, pero es peligroso actuar sin la aprobación del ministerio. Tenga — Le dio un papel en el que el ministerio aprobaba que se hayan devuelto los poderes de sus amigos.
— ¿ Por qué está haciendo eso?
— Ya le dije quiero salvar a mi país. Solo le pido una condición De ahora en adelante los trece guerreros serán ayudados por el ministerio. No tengo más que un equipo que asignarle y al señor Smith.
— ¿Al hada?
Rochester asintió y antes que pudiera responderle . Llegó Firond. El elfo deseaba crear un pasadizo para marcharse a mundo. Sin embargo, Ágata tenía otros planes cuando estuvo relativamente a solas . Recordó a Firond que conocía uno de sus secretos más importantes. Firond de mala gana hizo un pasadizo a isla de Skipe. En el que cruzaron Ágata , Firond el señor Smith y un grupo de soldados.
Azidahaka estaba atrasado ya en algunos puntos de los diferentes mundos las sombras dominaban todo. La culpa fue de ese político de cuarta lo hizo demorarse en firmar. Azidahaka siempre tenía un plan alternativo si fallaba el plan de Úvatar de conquistar los mundos . Él podría huir.
Miró a su presa era una chica de dieciséis algo flaca pero con buenas piernas.
Ana sonrió cuando sintió que alguien la observaba. Con extrañeza se dio cuenta de que era el mismo hombre de cabellos negros y ojos color chocolate que miró rondando la puerta de su colegio. El hombre misterioso no estaba solo, el rubio con chaqueta de cuero negra lo acompañaba. Casi se desmaya al ver que el rubio tenía un arma y que se le acercaron de forma sigilosa. Temió que los secuestren, Ana miró que el estacionamiento estaba vacío.
Agradeció que su hermana le obligó a tener un aerosol de gas pimienta. Nerviosa se aproximó a su amigo mientras que buscaba en su mochila el gas esperando no ser sospechosa. Los dos hombres los rodearon por detrás. El rubio enorme dijo con un ligero acento — Ven con nosotros.
Ana en lugar de responder roció gas pimienta al hombre de los ojos negros. Mientras sorpresivamente Ramoncito le dio un golpe en la entrepierna al gigante rubio y le gritó — corre Ana.
Ella lo hizo a pesar del miedo y que su corazón latía sin control. Tuvo algo de temor que se desmaye, pero solo siguió corriendo. Estaba segura de que el hombre misterioso iba detrás de ella. El único pensamiento que tenía mientras huía era conseguir ayuda lo más pronto posible. Miró a una mujer gorda vestida de rosa que le recordó al personaje de Umbrige de la película de Harry Potter.
Casi sin aliento Ana se aproximó a la mujer —. Necesito ayuda, me quieren secuestrar.
La mujer le dio una extraña sonrisa. Azidahaka estaba feliz , por fin tuvo algo de suerte. Raptar a Ana Bolaños sería muy fácil.
— Lo sé.
Ana sintió un escalofrío en la espalda, miró alrededor en busca de alguien más. Era extraño para ser viernes en la tarde el parqueadero estaba desierto. ¿Ana se preguntó cómo estaría Ramoncito? ¿ y en dónde estaba su secuestrador ?
Caminó hacia la mujer mientras abría de nuevo su mochila y buscaba su celular.
— Ana, no hagas eso. Es perder tu tiempo, nadie puede salvarte.
Ana se quedó sorprendida al darse cuenta que la mujer conocía su nombre . Tenía ser también parte de los secuestradores. Debía huir, lo más rápido posible. Retrocedió sin dejar de mirar a la mujer. Azidahaka alargó los brazos y empezó a transformarse en pulpo enorme.
Ana no podía creer lo que le pasaba, debía ser un sueño. Los tentáculos del pulpo iban a atraparla; sintió que alguien le jalaba. Era el hombre misterioso. Ella intentó darle una patada.
— No hagas eso.
Ana no le hizo caso.
La mujer parecida a Umbrige había cambiado asemejándose a Úrsula la villana de la sirenita. El pulpo seguía creciendo y golpeando el pavimento haciendo que la tierra tiemble. Un olor a azufre impregnaba el ambiente Ana no sabía qué hacer. El hombre le sujetaba fieramente que apenas podía respirar.
—Deja que me lleve a Ana. De nada te sirve luchar , cerebrito.
—No soy un traidor y cobarde , como tu Azidahaka.
El demonio se agitó volvió a transformarse en un ser de tres cabezas. La tierra siguió temblando y de ella salieron grandes estacas . El hombre de cabellos negros trepó a una camioneta cargando a Ana como si fuera un saco de papas.
Blake soltó a Ana en el cajón de la camioneta, meditando las posibles vías de escape. Ana aún con el aerosol en la mano quiso apuntar al hombre misterioso, pero temblaba demasiado.
— No me ataques. Estoy aquí para protegerte.
Antes que Ana conteste una gran estaca perforó el auto Blake tomó la mano de la muchacha y la sacó de automóvil.
El demonio de tres cabezas y con cuerpo de pulpo gritó — No puedes huir de las sombras.
Blake gruñó y puso a Ana en el suelo luego le dio una extraña arma—. Ten esto te protegerá de las sombras. Aprieta en el botón rojo a las sombras y las congelas.
—¿Sombras?
Blake le señaló el piso y los carros que se volvieron negros sin color y voltearon a perseguirlos aunque no tenían ocupantes.
—Ve al ascensor, mi amigo te espera .
— No me iré. No puedes enfrentarte a ese demonio solo.
Blake pensó que de nada le serviría discutir .
—Congela todo lo pueda tocarte no dejes que nada te toque.
Ambos corrieron mientras Azidahaka los perseguía Ana estuvo a punto de caerse y el hombre misterioso le ayudó a no resbalar. Llegaron a donde estaba El hombre rubio junto a Ramoncito que estaba atado y dormido.
—Debemos irnos.
— No van a dejar a mi amigo aquí.
—Azidahaka nos pisa los talones.
—Tengo las motos, pero no sé cómo vamos a escapar la parte de atrás esta toda infectada y Azidahaka estará muy pronto por aquí.
Blake señaló las escaleras.
— Dijiste que no debíamos hacer escándalos.
Él cambia formas levantó los hombros. Miró a Ana que estaba atendiendo a Ramoncito.
—Monta la moto.
—No, me iré sin mi amigo.
—Llévalo Helmunt,
—Pero.
Oyeron a Azidahaka a punto de venir.
— No hay tiempo de discutir.
Ana montó junto a Blake. Y fueron se fueron por las gradas de la escalera — Por cierto, ¿cómo te llamas? ¿ quién me persigue y por qué?
— Me llamo Blake, el resto te lo cuento luego — dijo incómodo el lobo.
Entraron a la primera planta del centro comercial que todavía no estaba infectado las personas los miraban como bichos raros. Ellos salieron a la calle sabiendo que no podían ayudar a nadie y que corrían por sus vidas.
Esperó que les guste este capítulo . Les deseo un buen fin de semana.
—Congela todo lo pueda tocarte no dejes que nada te toque.
Ambos corrieron mientras Azidahaka los perseguía Ana estuvo a punto de caerse y el hombre misterioso le ayudó a no resbalar. Llegaron a donde estaba El hombre rubio junto a Ramoncito que estaba atado y dormido.
—Debemos irnos.
— No van a dejar a mi amigo aquí.
—Azidahaka nos pisa los talones.
—Tengo las motos, pero no sé cómo vamos a escapar la parte de atrás esta toda infectada y Azidahaka estará muy pronto por aquí.
Blake señaló las escaleras.
— Dijiste que no debíamos hacer escándalos.
Él cambia formas levantó los hombros. Miró a Ana que estaba atendiendo a Ramoncito.
—Monta la moto.
—No, me iré sin mi amigo.
—Llévalo Helmunt,
—Pero.
Oyeron a Azidahaka a punto de venir.
— No hay tiempo de discutir.
Ana montó junto a Blake. Y fueron se fueron por las gradas de la escalera — Por cierto, ¿cómo te llamas? ¿ quién me persigue y por qué?
— Me llamo Blake, el resto te lo cuento luego — dijo incómodo el lobo.
Entraron a la primera planta del centro comercial que todavía no estaba infectado las personas los miraban como bichos raros. Ellos salieron a la calle sabiendo que no podían ayudar a nadie y que corrían por sus vidas.
Esperó que les guste este capítulo . Les deseo un buen fin de semana.
6 comentarios:
Mucha accion y muy interesante.Es normal que Ana no sepa de quien fiarse pero Blake la queria salvar y por ahora la ha salvado.Muy emocionante,me ha gustado mucho.Besos.
Eres una escritora con mucha imaginación
Qué secretos conocerán Ágata y Firond el uno del otro? Como las sombras avancen hacia Europa pueden llegar a España:)) Si Azidahaka es cómplice de üvatar solo son válidos 12 guerreros.
Bso
He pasado a saludarte y me he encontrado con otro capitulo, muy activo y donde tu fantasía hace volar y sorprender al lector.
Muy buena semana,
mariarosa
Hola Citu! Nuevo capítulo en la que aparece Blake y Ana, estoy super feliz aunque no sé porque he tenido un deja vû. No obstante, no diré nada espero que Agatha esté bien junto a Maximilian. Bueno comienza la acción espero el próximo capítulo. Que tengas una gran semana! Un besote!!!
¡Hola Citu! Ya estoy por aquí. Estoy con algunos problemas pero por fin puedo leerte. Se que me falta un capi más para ponerme al día.
Me ha encantado que este Blake, el lobo. Te agradezco que compartas tu hermosa novela amiga. Un beso enorme.
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