Después de Todo . Capítulo 18. ( Tercera Parte)

Hola  ¿Cómo  están? 

Hoy  les  traigo  un nuevo  fragmento  de mi novela.  En esta nueva entrega podrán   ver las  maquinaciones  de  Úvatar. 

Capítulo  18

Días después

Uvatar sintió que  alguien lo observaba, aunque  había  puestos  salvaguardias  mágicas  tan potentes  que  todo ser  con  poderes moriría al instante. Sin  embargo,  él no rechazó  su intuición.

Se  puso  a escudriñar  todo su escondite. no encontró nada.  Más  el  esfuerzo hizo  que  el dolor  por  utilizar  su magia casi lo matara. Si un simple   reconocimiento para  ver si había un intruso  lo dejaba en ese  estado. No podría pelear, destruir  a sus enemigos y tomar el control de los  5 mundos.

Aunque   no estaba  en estado corpóreo   apenas  podía mantenerse lúcido a causa de su sufrimiento.  Dejó que el dolor lo dejara entumido. Cuando estaba un poco más  fuerte. Decidió  irse  al palacio de las  flores. El hogar  del  rey supremo  de las hadas.  Necesitaba  información sobre  el hechizo de  sangre.

Casi todos  los libros que escribo Moñaí  fueron destruidos  o los tenían muy bien guardados.  Al principio pensó  en ir a la sección  de libros prohibidos  del inframundo.

Pero temió ser descubierto. Por  el momento no quería ser  descubierto.  No deseaba  que sus enemigos supieran de esta nueva  debilidad. Ni que averiguaran su plan. Esta  vez,  se prometió no ser  vencido.

La otra  razón por la que  fue  al mundo  de las hadas  era para encontrar  remedio  al  mal que le afectaba.  Estaba  seguro  de que  la maldición del dolor  era  un hechizo de  lo zubrit  guardianes  de luz.

En una época había muchos, pero el rey hada  aniquiló  a cualquiera  que  pudiera ser un oponente  para  sus  guerreros. Era una de las  razones por las que  se convirtió en enemigo de  Amras.

No es que fuera a pedirle  ayuda  al rey hada.  Uvatar  no confiaba en ese  ser. El rey  hada era  un macho lleno de prejuicios  y ambición.  Además  de ser  un traidor.

Recordar  su traición  solo  hizo  que  tuviera más dolor.  Lo mejor  era apresurarse  en encontrar  el remedio  para luego  empezar  su plan  para  convertir  en esclavos  a sus hijos, su tataranieto, y  las  dos  asquerosas  hembras que  robaron parte de su poder.

Siguió por  el bosque aun con la  sensación  de ser seguido. A pesar del dolor   creó  un campo de  fuerza  que lo volviera  invisible  a  cualquier ojo.

 Lolinder maldijo cuando  Úvatar se escapó, pero estaba seguro de que se dirigía  al reino  de las hadas.   Aunque  no estaban  en  guerra las  hadas  y los  dragones apenas  se  soportan y cualquier  dragón que entrara en su reino  se  hallaría en problemas.

Iba a  marcharse cuando  observó llegar  a su  madre Zotu . Ella  se mostraba como una  mujer  menuda,  de piel color  chocolate, tenía la cabeza   sin cabellos.  Llevaba  una tiara  que  confirmaba  su condición  como miembro de  la realeza  de los  dragones.  Su  rostro  era  ovalado y  sus rasgos afilados.  Sus ojos negros  no mostraban piedad. 

Lolindir se sintió traicionado al verla entrar  al palacio  de las  hadas. La esperaba  el rey hada que  parecía molesto.  Al igual que  el dragón  se preguntaba el motivo de la visita.

Lolindir  se marchó, con  ganas  de  avisar  a  Gilraen  lo que   había  visto,  más  Úvatar no lo hizo.  No le importó la presencia  de  la dragona. Ya que  él deseaba  pasar desapercibido  e ir a la biblioteca privada del rey hada.

El rey hada  era  un hombre alto  de  cabellos  grises  y ojos  grises. Su rostro siempre  le  pareció  Uvatar  le de un hombre débil.   Llevaba  armadura y  por su expresión no le gusto  la  visita.

— ¿ Por  qué me  visitas?

Zotu sonrió  de  forma  fiera como si quisiera convertirse en dragón   y  dar  un mordisco  al  rey hada. 

— No  tengo nada que ocultar. 

El rey hada  gruñó  desmintiendo  a  la  dragona.

— Entra, ya que estás aquí.  Debemos  hablar en privado.

— Lo que  tú desees  mi  buen amigo. Si vuelves a  tratar  de  chantajearme lo pagarás.

— No hables, aquí.  Ya me lo dejaste  claro.

Ella rio para  Úvatar  aquella mujer  era insoportable. Sin  embargo, deseo conocer el secreto del rey hada para  ver  si  le era  posible sacar provecho de esa situación.  Así que los  siguió.

El rey hada en  lugar  de llevarle al salón del trono  la llevó por   un sinfín de pasillo  de  flores  .  Hasta encontrar  que  llegaron   a  una  pared  de rosas  él apretó  una rosa del centro  y entró  a un  cuarto oscuro.

  — Entra,  debemos  aclarar  muchas cosas.

Ni bien entró la dragona.  De las paredes y  del suelo  unas estacas  se clavaron sobre  su  cuerpo.  Zotu en lugar  de  quejarse se rio  de forma  escandalosa.  Como  si no sintiera  dolor  o  fuera una forma muy  graciosa.

—  Mátame  si quieres.  Deje  una  carta   a  Gilraren  en su despacho si no voy a buscarla . Ella sabrá cuan desesperado estás  por  su sangre. También  en mi carta  le  conté  sobre mi traición  y   el motivo de esta.

Estoy segura de que ella  hará lo correcto  y se  sacrificará  por  su raza. Como yo lo haré. Drago...  — dijo  con sus negros  brillando de la  emoción.

A Úvatar  le dio   asco.  Odiaba a los  fanáticos  de  cualquier especie. 

Por  suerte  el  rey hada  la interrumpió. 

—  No sigas, me  vas a hacer  vomitar.  —   Dijo  al mismo tiempo  que  dejó  de  torturar a Zotu.

Zotu se calló, pero sus ojos  mostraban  que ganó la contienda.

—  No  me importa morir  por  salvar a mi pueblo y su magia. Pero  vine a  darte esto. Es lo que quieres. Le dio  un pequeño  frasco lleno de sangre. 

El rey hada lo  tomó con desesperación.  — Yo deseo  a  Gilraren,  ella es la única que puede detener la maldición.

— Confórmate  con su sangre. Aún no estoy segura de que si ella absorbe  tu maldición  podrá con su destino.

El rey hada  solo  gruñó. Y Úvatar tuvo que  callar un gritó de  satisfacción. La sangre de la que robó parte de su magia lo curaría.  Era un milagro.  Con esas buenas noticias  se puso  a  trabajar  para lograr sus planes.

Su incursión en el  castillo  de  las  flores trajo frutos, tenía  todo lo que necesitaba para  esclavizar a sus hijos y a su nieto.

Aunque hubiera querido empezar  a controlar a Adremelech  o  Khalid  tenía que conformarse  con el más  débil que poseía su  sangre. Solo pensar en Luke  le daba  náuseas.

Luke  estaba  en Escocia   casi entrando en el  castillo.  Era el momento  ideal para  poseerlo.  Lo primero que  haría  sería  raptar  a Gilraren y  Amelia.

Cerró los  ojos   a punto de lanzar el hechizo que  lo llevaría  a lograr su  venganza.

Esperó  que  les  haya  agradado  este  capítulo.   Les deseo un genial  fin de semana.