viernes, 26 de febrero de 2016

Ilumina mi corazón. Capítulo 21 (Segunda parte)

Hola, ¿cómo están?  Hoy  leerán sobre  la  entrevista entre el padre de  Sebastián y su hijo.  También  Úvatar  volverá  aparecer, para quienes lo extrañaban.  Espero  que este  fragmento les  guste y les deseo un buen fin  de semana.


Capítulo 21 


El amanecer  llegó   muy rápido  Amelia  debía volver  a su  casa.  Ana  había pasado con unas amigas  la noche  anterior,  pero Amelia   quería llegar  antes que  su hermana  menor. Sebastián  también  tenía  el día  muy ocupado  al  enfrentar  a su padre, luego ir  al hospital  a ver   a su madre y  además trabajar.  
El pintor  llegó   al  edificio  de  su   padre  como  a las  diez  de la mañana  se  quedó sentado en la  calle   mirando a la  gente pasar.   Sin  desearlo recordó   pequeñas  escenas  de su niñez  que le  dejaron un  amargo sabor  de  boca. Hubiera dado todo por haber podido  caminar  sin muletas  y mostrarse más altivo   hacia  su padre.   Siempre parecía  que por más  que lo enfrentaba nunca  ganaba,  aún hoy  parecía manejar  su vida.  
Entró  a un  edificio enorme  que era  de su padre tuvo que  dar  sus documentos  y luego le indicaron que vaya al último piso.    Una  secretaria    prepotente  y   con expresión  de haber comido algo amargo lo llevó a una oficina  fría   en la que   su progenitor estaba  sentado revisando unos papeles.       
— Como siempre, haces lo que  te  da la gana  . Llegas temprano.
—  Buenos  días, son  las  10.25.
El padre  de  Sebastián levantó los  hombros como saludo— Las  cosas  deben ser hechas en el momento justo. Te  dije que la reunión era  10. 30  en punto.
Sebastián    solo puso los ojos en blanco para no contestar.
— Con  tu actitud   haces que  todo  mi día  se  complique.
— Si quieres   salgo, espero   5 minutos  y entró nuevamente  a tu  oficina.

Cesar  gruñó  y  golpeó la  mesa  con deseo  de dañar  a su hijo. 
—  Siempre  haces y dices todas  las  pendejadas que se te pasan  por la cabeza. Nunca  pudiste ser  un buen hijo  y un hombre  de  bien por más  que me esforcé en criarte.  ¿En  dónde  depositó  lo que  te  debo?
—Solo vine   a  ver la dirección  del hospital  en  el que está mi madre.   No  deseo y nunca  he  querido su dinero.
El padre  de  Sebastián  lo miró  furioso — ¿Pero?
— No, soy igual  a usted, que  finge s er  un buen hombre  sin serlo.  
Cesar  golpeó nuevamente  el escritorio.  Luego miró la  a  hijo  con esa pose altiva  a pesar  de  estar  con muletas.  Sin poderse contener  se  acercó  a su hijo  y lo abofeteó.
—Respeta  a tus  mayores , muchacho malcriado. 
Sebastián  se mostró altivo, ni siquiera  pestañeó.  Con  desprecio se alejó de su padre.  En  parte porque   se sintió de   nuevo  como un niño  de  12  años  al  que    su progenitor  siempre humillaba y en parte  por  tener miedo de  responder al golpe. Cesar  se alegro  al ver  a  su hijo avergonzado.  Por  fin su  día  mejoraba  algo. 
— Se  nota que han pasado  los  años.  Sus  golpes  no son como los  de antes.  Debe  sentirse  genial  pegar a   mujeres, niños  o personas indefensas. 
El rostro Cesar  se  puso rojo y   de su  boca   salió espuma .  A  Sebastián  le  recordó  a un toro.   Cuando    Cesar  se aproximo  a  golpearlo de  nuevo    Sebastián  con dificultad  le sujeto la mano. 
—Porque  respeto  a  mis mayores,  no respondí  a su  golpe anterior.  Intente  lastimarme  de nuevo y   descubrirá  que ya  no soy un niño ,  ni le tengo miedo.   
Cesar se quedó mirando   a su hijo por unos   minutos. Aunque  deseaba  azotar  a Sebastián, se alejo  de  él.   El muchacho  era más alto y fornido que  él.  No  estaba  seguro   que  si  se enzarzaban  en una pelea  el  saliera   sin una lesión.Con  fastidio  regreso a su  escritorio  y le  tiró  un papel.  El pintor  casi  se  cae por levantarlo  , pero al final lo hizo.
— Gracias.
Cesar no contestó nada.  Sebastián  se  fue  de  ese ambiente  tóxico  lentamente. Pensó que se iba a ahogar  cuando  salió  al bullicio de la  calle.  Se se sorprendió al ver  a Amelia esperándolo la  abrazó y volvió a  respirar.

Tres semanas  después.



Sebastián llegó  a su   pequeño  departamento  vació  y sintió  una punzada  en su corazón   cada día  que pasaba  le costaba   estar   lejos  de  Amelia.  En  especial  desde  la  muerte  de  su  madre.   Aunque  habían  transcurrido dos  semanas ,  la herida estaba latente  y puede que nunca cicatrice por  completo.  Recordó    lo triste  que  fue  ir  al cementerio ,  sabiendo que nunca más  volvería hablar  con ella.  La  soledad,  la culpa y tristeza lo hubiera devastado  de no ser por  Amelia.  Apenas  recordaba  esos  días  como si hubieran sido  una  bruma  en  su memoria, de lo único  que estaba  seguro  era   de  Amelia   su  cariño  y compresión.  
Todavía   a  oscuras  y algo  aliviado  por fin de   haber  dejado las  muletas.  Su pierna  ya  estaba      bien,  aunque el doctor  le dijo que no la forzará  por lo menos  en unos  días más.   Fue  a  su  cama   y    se  acostó  mirando  el techo,  el pesado día le pasaba   factura. Sin embargo, no  podía  dormir,  saco  de     su  bolsillo  un  anillo    que había permanecido  a  su madre, que le dio unos  días  antes de morir. Aún  recordaba  lo  que le dijo  cuando  se lo dio   —  “ No olvides  que    aunque  dejaste   a  tu familia  esta  siempre  será   parte  de  ti .  Te  doy  el  anillo  que  me  dio mi  madre  cuando  me  casé  para   que  recuerdes  tu origen  ,  pero    con la promesa  de  días  mejores.  Espero   que se  lo  des  a la mujer  que  amas  cuando  decidas   formar  una  familia.  Solo el  amor  te puede   salvar,  solo el amor   te  da  esperanza.”
Una   familia,  no  había pensado  en  necesitar  o tener una hasta   que  conoció  a Amelia. se dio cuenta de que  deseaba  vivir  con ella. Despertar cada mañana     con Amelia  en sus  brazos y  luego de  un día  duro   hablar  con ella,  amarla   y  sobre todo  hacerla  feliz.  Como  todavía  no podía  dormir ,   fue  por   su  cuaderno  de dibujo  y  se puso     a  jugar     con un  boceto  que  tenía  en mente,  como    últimamente  le  pasaba   su  modelo  era  Amelia.
Ella estaba  con  túnica  negra, que apenas cubría  su bello cuerpo.    Caminó  descalza  por  un río    a  lo lejos    él   plasmó  al Guaugua  Pichincha.  No  se dio  cuenta  cuando  se  quedó  dormido y    tiro   a  un  lado    el   cuaderno  y  el  carboncillo   que  utilizo  para    dibujar a  Amelia y  el  resto del paisaje .
Oyó  un  golpe   en  la  puerta  y  la  voz  de  su  madre    — Sebastián,  ten cuidado,   la  oscuridad se  acerca .  "Solo el  amor  te puede   salvar,  solo el amor   te  da  esperanza."
Sebastián  se  quedó  sorprendido  aún algo adormilado,  pensó que  todavía  estaba  soñando.  Cuando escucho  que  se abrió      su ventana  y la  voz  de su madre le  llamó  de nuevo.    
—  Sebastián,    ten  cuidado la  oscuridad se  acerca.  " Solo el  amor  te puede   salvar,  solo el amor   te  da  esperanza."
Sebastián   se  despertó por  completo   se sentó  en  la   cama,  de  nuevo  volvió a  oír  la  voz  de  su madre. Estaba seguro de que no era  un  sueño
—Sebastián...

Sebastián prendió la luz  y  miró   que    su  ventana   estaba  abierta,   había cientos  de rosas     negras  y   rojas  esparcidas  en  el  piso. Se  tropezó  con  su  cuaderno  para pintar    cuando  lo tomó  sangre  salía  de  sus  hojas.   Asustado  lo  soltó y observó  que su dibujo cobraba   vida.  Ahora   parecía  como  un  vídeo, pero  era  real.     Amelia  le sonrió    mientras     caminaba    por   el  río .  El pintor podía  oír   el  sonido del viento,  de los pájaros   y  el  agua  corriendo. Con miedo  tomó  el cuaderno y     topó  con  su  dedo   el  arroyo.  Sintió   su dedo  mojado , iba  a examinarlo mejor  cuando  oyó  un grito de su madre.
—Cuidado,  Sebastián.
Él  sintió  un  escozor  en  el dedo para  ver  que  se llenaba  de  sangre   igual  que el río en  que  se encontraba  Amelia.   El  cielo  azul  del  cuadro   se  volvió  rojo  y  el  volcán que estaba  al fondo de la pintura   estaba a punto  de estallar   pero  en  lugar  de   lava    lo que  salía   de  la mole  de  piedra  y tierra  era  sangre. Sebastián  angustiado  grito— Amelia  sal  de  ahí.
La  muchacha  trató , pero no podía moverse .  El  agua  del  río  empezó  a carcomer  la piel  de Amelia  que  chillaba   con dolor   Sebastián  iba a  entrar en el cuadro para   salvar a su amada  cuando   oyó la  voz  de su madre  gritar  —No lo hagas,  Sebastián, es una  trampa.


Asustado soltó  el cuaderno;   de él  apareció  una   calavera  de  ojos  rojos  —nunca podrás  salvarla,  Sebastián.  Amelia  es   mía.
—No,  te dejaré  dañarla.
La  calavera   que quemó  el  cuaderno  mientras   Sebastián aterrado  gritó   —  No. 
El  asqueroso  demonio rio,  luego se dispuso atacar  a  Sebastián  , pero este  fue cubierto de  rosas . La  calavera  se marchó  y  Sebastián    aún envuelto en el aroma  de  las  rosas  oyó  a su madre  
—Cuidado,  Sebastián las  sombras  se  acercan. Amelia y tú estáis en peligro. “Solo el  amor  te puede   salvar,  solo el amor   te  da  esperanza. Solo  la esperanza   te librará  de las  sombras .  Las sombras  se  acercan,  ten cuidado."
Todo se  volvió  negro y  Sebastián  se   desmayó,  cuando  volvió  en  sí.  Se dio cuenta de que  solo  fue  un  sueño,  su habitación  estaba  igual que la  otra noche  y  el cuaderno de  dibujo  no  se encontraba  quemado.  Pero    por  un momento sintió  el  perfume  a rosas  de su madre.  Al mirar  el  bosquejo que   hizo de  Amelia ,  temió  que  ella  estaba  en peligro  y  se  juró  que nada le pasaría.  Daría  su vida para que ella y  su familia  estén a  salvo.  A pesar  de  que  eran  las  tres  de  la mañana,  llamó   a  Amelia  para  saber si  se encontraba  bien.   No  le  contó  sobre  la  pesadilla  con  el  demonio  de los  ojos   rojos.  Luego de  pedirle   disculpas,  se  fue  a   dar  un  baño para poder  pensar  con claridad.
Después  de  vestirse  y tomar  un   poco de  café    montó  en su motocicleta    sin dejar  de  pensar  en  la  advertencia  de su mamá. No le  sorprendió  encontrarse    en la entrada  de su antigua  casa    miró  al jardín  de  su madre, por  un momento  pensó   verla  cuidando  sus  rosas.   Iba  a  irse  cuando  oyó  a  su  padre.
—¿También la  extrañas?
Sebastián  asintió,   confuso   .  Era  la primera  vez que hablaban  desde la  reunión en su oficina.  Ambos  tenían mucho  cuidado   en  no  toparse cuando la visitaron  en el  hospital.  Su padre examinaba   las  rosas  y  Sebastián decidió  irse ,  no  deseaba  pelear  con él.
 —Solo pasaba  por  aquí,  será  mejor que me  vaya.
César  se limpió la tierra  de las manos
— Sabes Victoria  nunca  dejó de  quererte.  No  me perdono, que  te  haya  alejado  de  su vida.  Te  odie  y siempre  tuve  celos  de  ti.  No  podía soportar   que  haya  otro  cariño  en  su  corazón.
—¿En  verdad  la amabas ?
—Siempre,  Victoria  era mi vida  y corazón.  No me di cuenta,  que  al alejarla  de  ti  le   hice  daño a  ella.
Sebastián no supo que  responder   su padre  se  veía  tan carcomido y sin  vida.
—Sebastián   tú eres  mi hijo,  pero  para  mí eres  un  extraño.  Sin  embargo, llevas  una  parte  de    tu  madre en ti.  La  veo en tu mirada,  en tu sonrisa. Por  eso  te voy  a dar un  consejo.   No  dejes   que  el amor  se escape  de tu vida.  No  tengas  miedo  amar y  no dejes  que  la  desesperación y  el  egoísmo   te  alejen  de lo que más quieres. Nunca debes  dar  nada por  sentado.
—"Solo el  amor  te puede   salvar,  solo el amor   te  da  esperanza".
—Tu madre  decía eso, debes  hacerle  caso. 
Luego  de   despedirse  de su padre.  Se  fue   a  visitar  a   doña  Caridad  y  a don  Pedro,  aunque   en realidad   deseaba  ver  a  Meche.  una   vez  lo ayudó a  salvar a  Amelia  espera   que  pudiera  volver   hacerlo de  nuevo . Se decepcionó al no encontrarla  en  el  café  de  doña  Caridad, pero  la  anciana  le indicó  dónde buscarla.
Sebastián  llegó  en  poco  tiempo    al lugar  donde vivía    Meche.    Ella  residía solo a unas  cuadras   del  café  de doña  Caridad.  Cuando  llamó a la puerta  se  sorprendió  al  ver  el rostro  demacrado  de   Meche,   parecía  como si   la   cocinera  hubiera  envejecido  100  años  en  un día .   La   anciana le invito a pasar  a un pequeño  cuarto  en  el  que  había un  cama   pequeña,  un  velador  y una mesa vieja.  Sebastián  se sentó  en la  silla, mientras  ella    lo hizo en la  cama.
—Te  esperaba,  desde  hace  días.
Sebastián la  miró  asombrado — ¿Cómo ha estado?
La anciana hizo  un ruido  raro  y  se acomodó en  la  cama.
—  No viniste    a  ver  como estoy  —afirmó  molesta.
Sebastián   asintió ,  un  poco  fastidiado por la forma  en  la  que   ella  podía leer su alma.
— Es  verdad.
—¿Por qué   viniste?
—Tuve  un sueño raro —  Sebastián  se  sintió  tonto luego de  decirlo.
—No  fue un sueño,  más  bien fue  una advertencia.  He  tenido visiones horribles. Las  sombras van a emerger  y   dejar el mundo  en una era  de  oscuridad.
—¿Qué  son  las sombras?
— Las sombras , son todo lo negativo   que    los   seres sentimos  todo  el odio ,  miedo y  violencia.  Un  hechizo maligno  libera  todo  eso sentimientos  y anula  la parte positiva.
Meche  movió  su   mano hacia  la luz  proyectando     la  sombra  de ella —. Vez  mi mano   así es  el ser  humano   tiene  luz  y  oscuridad ,  si se hace ese  hechizo  la   sombra  toma  el poder    y elimina   la luz .   Las  sombras sin un equilibrio   destruyen todo a su paso,  pero no es lo peor.    Mis visiones muestran  que estas  sombras  son lideradas  por  un  demonio  que     anulará  toda voluntad  de las  sombras convirtiéndolas  en sus  sirvientes.  
—¿Pero qué tiene  que  ver  con Amelia  y yo?
Meche  se  rascó la  barbilla — Hace mucho tiempo  deje,   mi mundo .  No  sé si me  creas o  si    consideres   que estoy loca.   Yo  era  una  gran hechicera , sangre de dragón corre por mis venas . Me  fui huyendo   de  un   monstruo  al que llaman  Billy  el sangriento que para obtener mi poder mató a mis dos hijos y  a mi esposo.     No  deseaba  vivir, pero no tuve el valor  de matarme.  Caridad  y  su  esposo me  encontraron  cuando  yo  estaba  solo esperando la muerte y me dieron esperanza.  
—Lo mismo, me sucedió. ¿ pero qué tiene  que  ver  con Amelia?
Meche  se movió de la  cama   como si  estaba  dispuesta  a dar  un coscacho a  Sebastián  en el último momento   desistió. Se  paró  y   miró  a la  ventana  en busca  espias. Cuando considero que estan seguros . Fue a la cama y respondió la pregunta de Sebastián.
—Como  te  dije ,   hace mucho dejé  mi mundo  y decidí  vivir  una de  forma  tranquila.   Hasta  la noche   que  te  topaste  con    ese  demonio  oscuro, pensé que estaba  a  salvo.
— Usted, me  protegió y me ayudó a  salvar  a Amelia.
— Lo sé, y lo haría  de nuevo. Cuando  te enfrentaste  a ese  demonio supe  que mi hora  estaba por llegar  y que  dios me mantuvo viva para  algo.   
Sebastián iba a interrumpir a la anciana, pero  esta   hizo  una señal  para que no lo haga.  
— Averigüé  muy poco.  No debería decirte  esto, pero el demonio que está persiguiendo  Amelia  se llama  Úvatar y  ella  es una de las piezas  claves para  vencerlo. Lo presiento        
— ¿Cómo puedo ayudar a  Amelia ?
—No puedes hacer  mucho , las sombras  se alzaran  eso es  inevitable,  pero hay una  forma  de  vencerlas.
—¿Cómo?       
—"Solo  la esperanza   te librará  de las  sombras . Solo el  amor  te puede   salvar,  solo el amor   te  da  esperanza."
—Eso , es lo mismo que  dijo  mi mamá,   en  la madrugada.
—Hazle  caso, y promete  que cuando las  sombras  se alcen protegerás    a  doña  Caridad y   su esposo.
Sebastián asintió sintiéndose más angustiado  y  más  lleno de dudas  que  antes de  ver a  Meche.
Fue  a  ver  a  Amelia      antes  de que partiera   a  la universidad,  no le importó llegar tarde al trabajo.  Desea  ver  que  estaba  sana  y  salva.  Ella  lo recibió  con una  sonrisa   y luego lo beso.   Al  sentir  su aroma    tan familiar y  su calor.  Supo que  deseaba  casarse  con ella   y no  le importaba  enfrentarse  a   las sombras  o  al más  terrible   demonio  por  el  simple hecho de  estar  con ella.
Espero que les haya gustado el capítulo, a pesar de lo largo que esta. Les mando un abrazo y se me cuidan mucho.






18 comentarios:

  1. Hola preciosa!
    Genial el capitulo de hoy. Que tengas un bellos fin de semana. Cuidate mi niña. Besotes

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  2. Me enferma César, no me apena su tristeza y no querría yo su amor ni "regalao". Ahora la madre de Sebastián vela por él y por Amelia, tanto ella como Meche le dicen lo mismo... en momentos difíciles Sebastián tendrá que descifrar lo que esas palabras significan realmente. Úvatar vuelve a la carga y conviene estar alerta. Terrorífico el sueño de Sebastián, no augura nada bueno.
    Ha estado entretenido el capi.
    Un beso y buen finde!

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  3. Hola, JP... Es incomprensible que Cesar arme jaleo porque su hijo llegue cinco minutos antes
    Me ha dado rabia que le haya pegado... y me ha encantado que Sebastián le haya sujetado la mano y no le haya permitido continuar con su abuso
    He sentido que haya muerto su madre... estoy segura que Amelia, con su amor, le ayudará en un momento tan amargo
    Me ha sorprendido todo lo que le ha contado Meche... y el sueño-pesadilla ha sido terrible
    Un capítulo intenso e interesante... Felicidades
    Besos

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  4. Hola Judith! Espero que estes bien. Intenso el capítulo. Cesar detestable, pero bueno Sebastian siempre está ahí. Pensaba que Uvatar no aparecería pero bueno ha vuelto a dar guerra. Bueno te leo en siete días, que tengas buen fin de semana.

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  5. Sebastian hizo bien en no devolver los golpes se habria puesto a su misma altura. Un capitulo interesante.
    Besotesssssssss

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  6. Lo de que "nunca fuiste un buen hijo" qué duro me ha sonado.
    Qué pases buen finde.
    Un abrazooo.

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  7. Hola! Sabes dejarnos en el mejor momento de la historia para que sigamos con ganas los capítulos, jajaja. Este me ha gustado mucho, con la visión me has transmitido miedo. Con ganas de seguir leyéndote me quedo, jejeje.
    Besos!

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  8. Por fin lo conseguí, me costó pero al día me puse. Me encanta la historia, amo a Sebastian y la dulzura de Amelia y odio profundamente a Cesar que no me da ninguna pena. Tengo que felicitarte por la preciosa historia que te está quedando y la maravillosa imaginación que desbordas y aunque comenté en este capítulo decirte que el anterior te quedó super super, menudas escenitas.

    Enganchada y a la espera del siguiente.
    Un beso muy grande cuídate mucho. Besos enormes.

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  9. Los capítulos de tu novela,son trozos de la misma vida,acompañados con tu creatividad

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  10. Hola Citu!! de nuevo me tendré que poner al dia con esta apasionante historia.
    Muchos besos y cuidate mucho niña:)

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  11. Hoy no puedo leer tu capítulo porque no pude visitarte en el anterior, así que cuando lea el anterior, podré opinar.

    Feliz fin de semana para tí también.

    Un abrazo!

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  12. ¡Hola querida amiga! Hermoso capítulo. Ese Cesar que detesto!!! Pobre Sebastian por lo que habrá pasado. Pero el amor todo lo cura, tienes razón. Uvatar... Mmm... me tienes comiéndome las uñas. ¿Qué se vendrá ahora que ha aparecido?
    Excelente como siempre cariño. Te felicito. Un beso enorme y gracias por compartir tu obra.

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  13. Muy bueno el capitulo, ese Cesar solo se va a quedar por malo y también por que alejo a su hijo, que triste por la madre de Sebastian, lo bueno fue que él estuvo con ella en sus últimos días, parece que Uvatar esta muy decidido el volver hacer daño a todos, pero el amor va a triunfar, mil gracias por el capitulo!!!

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  14. Es una pena que que Sebastian y su padre no hagan las paces, no pueden estar peliando todo el tiempo. Seguro que el amor triunfa.
    Saludos.

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  15. Un capítulo genial, me encanta empezar la semana acompañada de tus personajes
    Besos

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  16. Hola Citu, buenas tardes,
    wow.... volvió mi preferido "Úvatar" =)
    bastante sombrío el fragmento central.... me gustó mucho,
    un poco de oscuridad, demonios y calaveras como para empezar la semana... y rosas para que no sea tan dark =)

    Te deseo una linda semana
    un beso

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  17. Me gusto este capítulo, la narración, el contexto de las situaciones. Cesar es pedante hasta la medula, un personaje casi odiado, pero claro, tiene sus razones y veo las has aclarado. Describes muy bien la arrogancia en el dialogo (Évora, foto) de Cesar, me hiciste imaginarlo hablar como en una telenovela. Muy oportuna la madre para dejarle saber que era un atrampa, me alegro que no haya sucumbido. Que enigma esconderá meche? Nos dejas el suspenso.
    Un abrazo y buen comienzo de semana. =)

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  18. Mis mayores votos para que tu imaginación nunca decaiga

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