Ilumina mi corazón. Capítulo 30 ( Segunda parte)

Hola  ¿cómo les  va?  Hoy  les  traigo un   fragmento algo  oscuro y  triste.  Sabrán que  paso con  Amelia  y  Zahra.

Capítulo  30 

Amelia  pensó que iba a morir   estrellada  contra  el  suelo de millones de  rocas  rojas.  No tenía idea de en qué lugar  se encontraba   y  como era  suspendida  en el aire.  Hasta que oyó  una  voz.  La  reconoció  al instante, porque  siempre    rondaba en sus pesadillas.

—Que placer  verte,  Amelia, por  fin te  tengo. Espere  este momento  tanto.  Parece un sueño  hecho  realidad.

Amelia    sintió la boca seca  , pero  igual  hablo —  o tus pesadillas.

La  muchacha  se estremeció  al  percibir  una  mano  sobre su mejilla . Miraba  hacia el suelo para no ver   al  monstruo  que   la  asecho por  meses.

—Este  no es un sueño  es  real.  Tu alma  será  mía  en muy poco  tiempo.

— Primero muerta.

Avatar    tomó la  barbilla  de  Amelia  y  le  forzó  a que   lo mire.  La muchacha   sintió  náuseas  al ver     a  esa  calavera   chorreando  sangre y una sustancia  viscosa color negro que    apestaba   a  gato muerto.

—Pronto morirás  como Amelia  y   renacerás  en un killing.

—  ¿killing?

— Una  sombra  unida a mi  alma.

Amelia   no pudo   contener la mueca  de asco  al saber que se convertirá  en  una calavera  nauseabunda.  Iba  a decir  algo, pero  Avatar  la arrastró por  un cielo negro  cuyas  estrellas que emanaban  sangre.  Oyó el grito  de una mujer llamarla  por su nombre.

— Amelia.

Se dio cuenta de que era  Zahra,  ella  también  cayó  el espejo.

Amelia pensó que se  iba a estrellar    contra   unas horribles rocas    de  color    rojo ,  pero Úvatar  en el último minuto salvó  a la recolectora  tomándola  de la cintura  con una especie  de enredadera negra con  grandes  espinas  rojas.

—  Eres  un obsequio ,  por    mi buena  fortuna.

Zahra  quiso librarse  de su  agarre , sin poderlo las  espinas  se le  clavaba  en el  cuerpo lastimándola.  Ella   intentaba  no gritar  del dolor , para  no dar una satisfacción  a  Úvatar. Casi  sin  voz — dijo con convicción  seré  tu perdición,  mi  sangre sellara   tu destino.   

—Tonta ingenua.  Ya he  ganado,  solo tengo  tomar  el alma  de  Amelia   y  esperar  a que  te mate.

Zahra  sintió  como  las   espinas  se   clavaban en su cuello  y la  sangre  manchaba  el suelo rocoso.

—Esperarás  sentado   el  alma  de   mi  Amelia  es muy  pura  .  Ella  no se rendirá  fácilmente.

Amelia  sintió  un  nudo en el estómago,  tenía  miedo de perder  su alma.  No   entendió porque  Zahra  tenía  tanta  confianza  en  ella. Zahra pudo  ver   el miedo  en  su descendiente.  quiso  abrazarla  pero estaba  siendo arrastrada  por  Úvatar  y  aunque  no   fuera  así no se  atrevía  a hacerlo.  Quería  que  Amelia  la conozca  y  le aprecie  no solo  por  el  hecho  de  tener  la misma  sangre.

Miró  al  cielo  rojo  como  llamaban  los  recolectores    al límite  entre    el  inframundo  y el purgatorio.   Se encontraban  ante  un paraje   seco  con   un monto  de estrellas rojas     si una estrella era tocada   salía  sangre.

— Amelia,    este lugar  es    el cielo  rojo   o una  especie  de purgatorio  para quienes han   hecho crímenes  violentos .  Las  estrellas rojas  son   las almas  de quienes   ha  sufrido  de    crímenes  siendo inocentes  .  Las rocas    son  almas  que los  ha   cometido en este  lugar     las  rocas están condenados   a  ver cada  uno de sus crímenes  y    el odio que han creado.  Si  se  arrepiente y son  perdonados por sus víctimas    su    alma   se libera en  forma  de una  flor  y volará  al  cielo azul para  poder  vivir     de  nuevo en la tierra y  tener  una  oportunidad  de  crecer.

Parece    que este  lugar  solo hay  odio,    sangre  y resentimiento ,  pero a  lo lejos  una  flor  se eleva.  Todos  tenemos   la oportunidad  de arrepentirnos  ,   de  perdonar  y   volver a  enmendar nuestros errores solo depende  de nuestro corazón  y nuestra  fortaleza.  El amor   y  el perdón son una  fuerza  poderosa. Yo  creo en tu corazón   te  he visto desde  niña afrontar las adversidades.   Siempre  debes  tener  fe que  saldrás  victoriosa  y  seguir adelante.

Úvatar  bostezó — ella se doblegará  todos lo hacen  y   te  matará.  Yo estaré  feliz  de  observar  todo.   

Amelia  tomó la  mano  de  Zahra   si ella,  tenía   esperanza  .  Tal vez  ella   debía  tenerla  también.

Úvatar     llamó  a  Azidahaka  para  que  él fuera  el que   prepara  a  Amelia para su transformación  él debía   cuidar sus heridas  y    terminar  de conquistar el mundo. Amelia  no podía  creer   que  existía  una  criatura, más  horrenda   y repugnante   que  Úvatar,  aunque ese  monstruo  le hacía   una  buena  competencia.   Era  enorme  de color    negro  con   manchas  rojas  tenía   una  cabeza  de  chata      con una  enorme  semilla    la otra se  parecía   a la  de un dragón y la última     era   como una horrible piraña .  Sin  embargo, el engendro   siempre estaba a  cambiado      de  forma  sus   cabezas.  Amelia  dejó  de observarlo porque le  daba  náuseas.       

Úvatar estaba  molesto Azidahaka  no llegó  pronto tuvo que llamarlo  tres  veces más  para  que acudiera  cuando por fin  se  presentó      .  El demonio elfo lo encontró diferente     estaba  convertido  en un  ser   de  tres  cabezas  ,   pero  a diferencia de otras  veces. El  grotesco monstruo  parecía   estar  sin  miedo   como  si  hubiera  encontrado una  fuerza  interior   ,  ya  no le  temía  a la muerte.

—¿  Qué es  tan importante ?

—Necesito  que hagas  los preparativos  para  transformar   a  Amelia.

Azidahaka   miró    a  la   cautiva  de  Úvatar  con desdén.

—No podías  esperar  un momento  estaba  ocupado   matando a  Idris.

Zahra  se  estremeció  al   conocer  que su amigo   estaba  muerto. Un  vació  se introdujo en su estómago  no  fue la única .  Úvatar   temió no poder  controlar    a  este   nuevo  Azidahaka, pero no  hizo, ni dijo nada. Esperaría a que Amelia  fuera convertida para matar    a su esclavo .

Pasaron un minuto  en silencio.  

Úvatar perdió los  estribos.  furioso  gritó   —  ¿Qué esperas,  vas  a cumplir  mis órdenes o  desafiarlas ?

Azidahaka  se  inclinó como respuesta.   

—Así me gusta —. Ni  bien,  pronunció  esas  palabras  Azidahaka  partió  con  las  dos  mujeres.  Zahra  se  frotó   la piel   de la  garganta  y los  brazos  que se encontraban  irritados y  aún con espinas.  Amelia  sintió  un leve  mareo al ser transportada  del cielo  rojo  a  otro  sitio que estaba  totalmente  oscuro.

Zahra  reconoció  el inframundo había ido en pocas  ocasiones  era  un lugar  enorme   y algunas  veces  desolado.  En el centro  del  mundo  estaba un enorme  castillo  de fuego  que  lucía apagado y sin llamas.

Azidahaka  se  dirigió  a  Zahra    que   aún estaba      quitándose     las  espinas   que torturaron  su cuerpo  con ayuda  de  Amelia.

—  Ya  no  parece  tan majestuoso —  dijo mirando  el castillo.

Zahra     observó      la  enorme  estructura  que lucía  deteriorada.

— ¿Qué  pasó? Era     un  palacio  muy  bello.

—Desde que mi padre se  murió, parece que perdió su esplendor.  Ahora   pertenece  al  reino de las  sombras al igual que  todo  aquí.

—  Tú  también perteneces  a  Úvatar.

Azidahaka    miró  con  asco y furia  a   Zahra.

Quiso  golpear  su rostro , pero no lo  dio  el gusto   de mostrarle  cuánto le  hirió  esa presunción. Él    hace poco  aceptó que era  esclavo de  Úvatar,  pero lo sería por poco  tiempo.   Ya  no le importaba nada  solo    el  poder  que  podía  ganar.  Faltaban unas  cuantas  horas  para  destruir  a  Úvatar  y  tomar  las  riendas  todos   los  mundos. Tenía  un plan infalible. En  lugar  de  dar  una  respuesta    Azidahaka    rugió     con su tercera   cabeza    y  unos  enormes  grilletes  cubrieron  las  manos  y  piernas  de  Amelia  y  Zahra. Para  protegerlos  de las  sombras  hizo  un camino  de hielo y les indico que   deambularan por  él. Las  dos  mujeres  se quedaron    paradas.  Azidahaka  las arrastró por  el suelo  de  hielo y les  gritó  — Síganme.
Amelia  apenas  se  movió    temiendo  herir   a  los  seres que estaba  debajo de sus pies. Preguntó  — ¿Aquí también  hay   almas?—   señalando las  rocas que pisaba.

Zahra asintió,  aunque el suelo  rojo  se  estaba  haciendo negro  y  sin  vida.

Antes que  Zahra  pudiera interrogar  sobre  ese asunto     Azidahaka  dijo —  las sombras  lo toman  todo el inframundo  como los  otros  reinos  fueron conquistados  o  están  a punto de  caer.  

Se  quedaron  en silencio  atravesando  los pasillos  vacíos  cada  vez  más oscuros en los  que impregnaba  el  silencio y la muerte.  Zahra y  Amelia sentían      miedo mientras la  mirada    lujuriosa  de las  tres  cabezas  de  Azidahaka  las  desnudaba    con  cada  movimiento  que hacían al ir   a  las  celdas.  Un sabor  a hiel   llenaba  la boca   de  Zahra con solo pensar  en Azidahaka  tocando  todo su cuerpo y   el de  Amelia. Lo que más  temía  era  que  Amelia  fuera  herida  y  violada  por  ese  grotesco ser.

Llegaron a una  gran habitación    iluminada   con  dos antorchas  el suelo era  de mármol  blanco y había  una   enorme    bañera     de  cristal  que estaba  llena  con un líquido negro con olor nauseabundo.  A  lo lejos   había  dos  minúsculas celdas.  Una   de  las  cuales estaba  ocupada  por  Luthien.  Zahra  sintió  pesar  por    la  elfa  que     estaba    atada  con  cadenas  de plata. Había 3  corazones  negros     rodeándola y  drenando  su espíritu.  Zahra  reconoció  el hechizo     de la esclavitud,  fue utilizado por los  elfos  negros para  doblegar a  los otros  reinos y  desencadenó la  guerra más  cruel Erembor.    Por  lo que  sabía  del  hechizo  era  muy  fuerte   al final  de  él  Luthien    solo  sería  un ser  servil y sin  voluntad.  Sintió  mucho pesar  por  su  amiga.  Azidahaka  le  sorprendió     llevándola  a  la  otra celda. Zahra  no tuvo tiempo     ni  de reaccionar  de la pared  surgieron unos   grilletes   que le encadenaron  las  manos  y  las piernas .  A  Zahra  no le preocupo  eso  sino el  destino  de  Amelia que   se  quedó en la habitación    de  mármol  junto   con el demonio.

Amelia  tembló  cuando  el  horrible    monstruo  de tres  cabezas     se   quedó mirándola  de   forma    lasciva.  Podía  sentir  su  mirada  incrustada  en sus  senos. Una  de  las  cabezas  de  Azidahaka     sacó la lengua  y se tragó la saliva que  salía  de  su boca.

—  Eres  muy    bella.  No  creo  que  a  Úvatar  le importe  si me divierto contigo    y  con tu  querida  tatara abuela.

Amelia  no dijo nada    solo se estremeció  de asco y miedo. Azidahaka    se deleitó  al  percibir  el terror  de la  joven.  

—  Desnúdate.

Amelia    no  obedeció y  se  quedó   estática  y mirando al   demonio con desprecio.  Azidahaka  en lugar      de     gritarle  otra  vez  la  orden  sacó  dos   tentáculos     que  tomaron  a   Amelia  por  las    mientras   otros  dos  tentáculos  con espinas      rompían su   ropa.  Amelia   cerró  los   ojos   visualizando la imagen  de  Sebastián.

Azidahaka   tomó   una  gran  espina  y la   incrustó  en el pezón  izquierdo  Amelia  qué lloró   al mismo tiempo  que  Zahra   gritaba   para que  se  detenga. La única  respuesta  del monstruo  fue  una  risa.  Amelia  sintió   una  de sus  cabezas   olisqueando  su  vientre    mientras  las  otras  dos  estaban a punto  de   tomar  sus  senos.  Amelia   suplicaba    que   se parara  infructuosamente.  No espero  que    quien detuviera    su violación  fuera el propio  Úvatar.

Ella  oyó  un  gran  trueno    y   la oscuridad     dominó  todo.    Sintió  como  el  gran peso   de  Azidahaka  la  dejaba     .  Aún su seno izquierdo  sangraba,  pero  por lo menos  no  percibía  el hedor  de las bocas  del  demonio por  su cuerpo.

Azidahaka  se encontraba  tirado   en el piso  

Úvatar     lo  sostenía  con una  mano.  

— Te  dije  que  prepararas  a Amelia, no que la violaras. Ve  y revisa  las  seguridades , por tu culpa escapó  Seirim  y  temo que nos  ataquen  para    recuperar  a la  humana y  a  la  recolectora.

Azidahaka   se prometió  que  esta sería  su última  humillación mientras  salía  de  la mazmorra. Úvatar  miró  a  Amelia     cubriéndose  el cuerpo     y llorando  de miedo y  rabia.

— Amelia  ingresa  en la bañera.

Ella  lo miró en forma  desafiante, antes  de  decir  — No lo haré.

Úvatar  harto de perder  el tiempo  tronó los  dedos  y   un pequeño  huracán    arrastró   a  Amelia  a la bañera para poder  ser  transformada  en un killing  y perder  su alma

Úvatar  rio  al oír  cómo Zahra suplicaba   para tomar el lugar  de  Amelia . Por  fin,  venció nada   se  interponía  en sus planes.  Estaba tan feliz de que no  vio   a  un ser  en las sombras  entrar    en las mazmorras.

Espero que  les  haya  gustado el capítulo  les deseo un buen fin de semana