Hola ¿cómo están? Espero que les guste este fragmento aunque es un poco oscuro. Hoy se enteraran que va ocurrir con Amelia.
Amelia apenas podía respirar , el frío embotó sus sentidos y la oscuridad la rodeaba completamente. Nunca tuvo tanto miedo como en ese momento. Estaba completamente sola y el demonio podía hacer todo lo que deseaba con ella. Se preguntó ¿por qué no acaba de una vez? Anhelo dejar el frío, y entorno ensombrecido. Pensó en su hermana y en Sebastián. Todavía podía ver su cuerpo cubierto de sangre cuando él trató de salvarla.
Se encontraba asustada como nunca antes. Tenía a tantas cosas su mente parecía estallar .
Oyó a lo lejos alguien que le llamaba
— Amelia , Amelia...
Su corazón latió más aprisa. Se mordió el labio hasta que sintió un sabor ácido en la boca, para no gritar.
Esa voz le aterrorizaba, al igual que las tinieblas que le rodeaban. Nunca tuvo miedo a la falta de luz antes de que el demonio rojo la persiguiera incansablemente. Ahora todo parecía afectarle sabiendo que pronto perdería su alma.
La sustancia viscosa cubría todo su ser. Cerró los ojos para no pensar en cómo cada parte de su piel era absorbida por ella.
Volvió a escuchar su nombre y quiso correr. No podía mover su piernas de la bañera donde se hallaba era estrecha, pero al mismo tiempo era enorme. Pensó disipando un poco sus miedos que era como la tardis del doctor who.
Si era así tal vez, pudiera huir. Se zambulló más hondo así el demonio de ojos rojos no la encontraría . Ese era su único deseo. El frío era atroz y era muy difícil moverse con esa sustancia pegajosa en su cuerpo desnudo.
Oyó otra vez, al demonio volvió a llamarla
— Amelia...
Ella se sumergió más hondo , solo tenía el pensamiento de escapar de no perder su alma.
— Amelia — volvió a llamarla la horrible voz.
Ella se movió a toda velocidad , más hondo que nunca. Por un momento se sintió a salvo. Hasta que sintió que le apretaban el cuello y la voz de Úvatar alegre y aterradora gritó en su oído.
—Te tengo Amelia , por fin eres mía.
Amelia gimió aterrada , intentó liberarse en vano.
— Déjate llevar, Amelia.
Sintió unos dedos pasar por su mejilla y un estremecimiento en la piel de la nuca. Siempre ocurría cuando el demonio de ojos rojo le hablaba o se encontraba cerca.
Pensó por un momento que era una pesadilla y tal vez solo pudiera escapar. Necesitaba despertar solo eso.
Un dolor intenso en todo su cuerpo le hizo gritar. Oyó a Úvatar reírse de placer mientras ella solo sufría sin remedio.
—No es un sueño. No puedes escapar a lo que eres, ni puedes huir de mí. No me reconoces soy tus miedos , tu vergüenza, soy lo que temes ver al espejo soy tu odio y sobre todo soy tu amo. Solo cierra tus ojos y deja que gobierne tu vida.
Amelia siguió luchando aunque sabía que era en vano. ¿ Cómo podría escapar? ¿ Quién podría ayudarla? Su padre hace mucho que se fue y su madre estaba muerta. Ana y Heli se encontraban muy lejos y Sebastián...
Pensar en él le hizo más daño que la tortura del demonio rojo.
— ¿ Si te preguntas por tu noviecito ?
Amelia no dijo nada, no deseaba saberlo. Sintió una descarga eléctrica y más dolor.
—Pregunta.
Amelia no dijo nada. Volvió a ser torturada.
—Pregunta.
Amelia no dijo nada. Volvió a ser torturada.
—Pregunta.
Sin aliento y solo con un susurro , preguntó lo que temía. —¿ Sebastián está muerto?
Una risa diabólica inundó la oscuridad y el dolor se volvió más intenso.
— Él está muerto.
Amelia lloró por ella , por su amor perdido y por todo lo que se fue de su vida por culpa del demonio de los ojos rojos.
—Deja de llorar por él. Solo ven y a mí. Abre tu alma, no tienes a nadie. Solo a mí ven...
Amelia con el corazón rojo supo que el demonio tenía razón. Era tiempo para perder y dejarse llevar las sombras ganarían.
Todo estaba perdido incluso su alma.
El dolor parecía nublar todo incluso el miedo. Amelia solo esperaba morir y terminar con todo . Deseaba la muerte como la única forma de liberarse de Úvatar o como se llamara el demonio de los ojos de sangre.
— Soy Úvatar, soy...
Amelia le interrumpió con dolor, harta de estar cada segundo en ese nauseabundo lugar y sobre todo cansada de que Úvatar se regodee de su debilidad.
— Si ya me lo dijiste, deja fanfarronear tanto que me da dolor de cabeza . Termina de una vez con todo.
La sombra de Úvatar se puso furiosa. Esa humana insignificante no le tenía respecto. La torturó hasta que ella se desmayó del dolor. La dejó tendida en el suelo pronto sería tomada cuando ella despertara él sería su dueño.
Minutos u horas después Amelia no lo sabía con exactitud. Se despertó desnuda y con un dolor terrible en todo su cuerpo. No podía ver el lugar donde se encontraba. Un gran estruendo hizo que se protegiera las manos.
— No, morirás fácilmente. Primero debes desear ser parte de mí. Cede Amelia, solo ríndete estás sola.
Antes que Amelia pudiera decir algo la imagen de su padre peleando con su madre apreció. Él casi la golpea a su madre, mientras ella miraba todo escondida en el baño. Su padre la miró y sintió vergüenza. Bajo la vista y se alejó en ese preciso instante Amelia supo que se iría de sus vidas. Aunque pasó un mes antes que su padre se fuera a EE. UU. nunca dijo a su madre lo que vio y lo que sufrió. Parte de ella pensó que su papá se fue por su culpa.
Muy pocas veces, hablaba con su padre y para ella era un desconocido , pero aun le seguía doliendo su partida.
—Nunca serás lo suficiente buena para él — Ríndete Amelia tu padre nunca te buscara para él solo eres un recuerdo que no debió existir. Tu querida hermana y tu amiga acaban de morir o al igual que tu noviecito. Invadí el castillo en el que se encuentran quienes te protegieron recibieron su justo castigo —. Antes que Amelia pudiera decir algo. Observó la imagen del castillo destruido había cadáveres por todos lados. Temió ver el cuerpo de su hermana y el de su mejor amiga.
—Traeré el cuerpo de Ana para que comas sus restos . Tal vez hagas un festín con todos tus conocidos.
Amelia tuvo náuseas y casi vomita imaginándose de caníbal comiendo a su hermana o a otras personas. — Es mentira, no puede ser.
La sombra de Úvatar rio —. Es una pena que no tuviste la oportunidad de matar a tu hermana. Me tendré que conformar con que mates a la estúpida de Zahra.
—No lo haré.
Un dolor agudo se instaló en el cuerpo de Amelia en especial en su corazón
No dijo nada estaba a punto de llorar. Ella no supo por cuanto estuvo sollozando, solo que se sentía fatal. No tenía a nadie a quien le importará los que la amaron estaban muertos y ella estaba sola en las sombras. Solo tenía a Úvatar
—Mátame de una vez, tomá mi alma.
— No, Amelia tú vivirás por siempre al igual que tu dolor. Tu alma será mía, estarás consciente de lo que fuiste y perdiste. Cuando te convertirás en un demonio, sufrirás por eso , pero no podrás hacer nada al respecto.
Amelia tembló y cerró los ojos . No podía hacer nada Úvatar ganó tenía su alma. Le sorprendió que el dolor en lugar de disminuir aumentará abrió los ojos sin entender. Fue en ese momento que vio una luz y su cuerpo desnudo reflejado en él. Estaba horrible despeinada, gorda y con el rostro demacrado. Miró a sus ojos negros vidriosos por las lágrimas. Fue cuando se dio cuenta de que a pesar de que perdió a su familia, a sus amigos y a su amor. No estaba sola aún se tenía a ella misma el amor que profesaba por todos los que perdió y su fe en dios.
Úvatar volvió a lastimarla , pero ella pudo salir de su agarre y correr al vacío. Estuvo un buen tiempo huyendo cuando de repente oyó la voz de Sebastián y aunque fuera una trampa se acercó a él.
Espero que les haya gustado el capítulo de hoy y les deseo un genial fin de semana
Capítulo 31
Se encontraba asustada como nunca antes. Tenía a tantas cosas su mente parecía estallar .
Oyó a lo lejos alguien que le llamaba
— Amelia , Amelia...
Su corazón latió más aprisa. Se mordió el labio hasta que sintió un sabor ácido en la boca, para no gritar.
Esa voz le aterrorizaba, al igual que las tinieblas que le rodeaban. Nunca tuvo miedo a la falta de luz antes de que el demonio rojo la persiguiera incansablemente. Ahora todo parecía afectarle sabiendo que pronto perdería su alma.
La sustancia viscosa cubría todo su ser. Cerró los ojos para no pensar en cómo cada parte de su piel era absorbida por ella.
Volvió a escuchar su nombre y quiso correr. No podía mover su piernas de la bañera donde se hallaba era estrecha, pero al mismo tiempo era enorme. Pensó disipando un poco sus miedos que era como la tardis del doctor who.
Si era así tal vez, pudiera huir. Se zambulló más hondo así el demonio de ojos rojos no la encontraría . Ese era su único deseo. El frío era atroz y era muy difícil moverse con esa sustancia pegajosa en su cuerpo desnudo.
Oyó otra vez, al demonio volvió a llamarla
— Amelia...
Ella se sumergió más hondo , solo tenía el pensamiento de escapar de no perder su alma.
— Amelia — volvió a llamarla la horrible voz.
Ella se movió a toda velocidad , más hondo que nunca. Por un momento se sintió a salvo. Hasta que sintió que le apretaban el cuello y la voz de Úvatar alegre y aterradora gritó en su oído.
Amelia gimió aterrada , intentó liberarse en vano.
— Déjate llevar, Amelia.
Sintió unos dedos pasar por su mejilla y un estremecimiento en la piel de la nuca. Siempre ocurría cuando el demonio de ojos rojo le hablaba o se encontraba cerca.
Pensó por un momento que era una pesadilla y tal vez solo pudiera escapar. Necesitaba despertar solo eso.
Un dolor intenso en todo su cuerpo le hizo gritar. Oyó a Úvatar reírse de placer mientras ella solo sufría sin remedio.
—No es un sueño. No puedes escapar a lo que eres, ni puedes huir de mí. No me reconoces soy tus miedos , tu vergüenza, soy lo que temes ver al espejo soy tu odio y sobre todo soy tu amo. Solo cierra tus ojos y deja que gobierne tu vida.
Amelia siguió luchando aunque sabía que era en vano. ¿ Cómo podría escapar? ¿ Quién podría ayudarla? Su padre hace mucho que se fue y su madre estaba muerta. Ana y Heli se encontraban muy lejos y Sebastián...
Pensar en él le hizo más daño que la tortura del demonio rojo.
— ¿ Si te preguntas por tu noviecito ?
Amelia no dijo nada, no deseaba saberlo. Sintió una descarga eléctrica y más dolor.
—Pregunta.
Amelia no dijo nada. Volvió a ser torturada.
—Pregunta.
Amelia no dijo nada. Volvió a ser torturada.
—Pregunta.
Sin aliento y solo con un susurro , preguntó lo que temía. —¿ Sebastián está muerto?
Una risa diabólica inundó la oscuridad y el dolor se volvió más intenso.
— Él está muerto.
Amelia lloró por ella , por su amor perdido y por todo lo que se fue de su vida por culpa del demonio de los ojos rojos.
—Deja de llorar por él. Solo ven y a mí. Abre tu alma, no tienes a nadie. Solo a mí ven...
Amelia con el corazón rojo supo que el demonio tenía razón. Era tiempo para perder y dejarse llevar las sombras ganarían.
Todo estaba perdido incluso su alma.
El dolor parecía nublar todo incluso el miedo. Amelia solo esperaba morir y terminar con todo . Deseaba la muerte como la única forma de liberarse de Úvatar o como se llamara el demonio de los ojos de sangre.
— Soy Úvatar, soy...
Amelia le interrumpió con dolor, harta de estar cada segundo en ese nauseabundo lugar y sobre todo cansada de que Úvatar se regodee de su debilidad.
— Si ya me lo dijiste, deja fanfarronear tanto que me da dolor de cabeza . Termina de una vez con todo.
La sombra de Úvatar se puso furiosa. Esa humana insignificante no le tenía respecto. La torturó hasta que ella se desmayó del dolor. La dejó tendida en el suelo pronto sería tomada cuando ella despertara él sería su dueño.
Minutos u horas después Amelia no lo sabía con exactitud. Se despertó desnuda y con un dolor terrible en todo su cuerpo. No podía ver el lugar donde se encontraba. Un gran estruendo hizo que se protegiera las manos.
— No, morirás fácilmente. Primero debes desear ser parte de mí. Cede Amelia, solo ríndete estás sola.
Antes que Amelia pudiera decir algo la imagen de su padre peleando con su madre apreció. Él casi la golpea a su madre, mientras ella miraba todo escondida en el baño. Su padre la miró y sintió vergüenza. Bajo la vista y se alejó en ese preciso instante Amelia supo que se iría de sus vidas. Aunque pasó un mes antes que su padre se fuera a EE. UU. nunca dijo a su madre lo que vio y lo que sufrió. Parte de ella pensó que su papá se fue por su culpa.
Muy pocas veces, hablaba con su padre y para ella era un desconocido , pero aun le seguía doliendo su partida.
—Nunca serás lo suficiente buena para él — Ríndete Amelia tu padre nunca te buscara para él solo eres un recuerdo que no debió existir. Tu querida hermana y tu amiga acaban de morir o al igual que tu noviecito. Invadí el castillo en el que se encuentran quienes te protegieron recibieron su justo castigo —. Antes que Amelia pudiera decir algo. Observó la imagen del castillo destruido había cadáveres por todos lados. Temió ver el cuerpo de su hermana y el de su mejor amiga.
—Traeré el cuerpo de Ana para que comas sus restos . Tal vez hagas un festín con todos tus conocidos.
Amelia tuvo náuseas y casi vomita imaginándose de caníbal comiendo a su hermana o a otras personas. — Es mentira, no puede ser.
La sombra de Úvatar rio —. Es una pena que no tuviste la oportunidad de matar a tu hermana. Me tendré que conformar con que mates a la estúpida de Zahra.
—No lo haré.
Un dolor agudo se instaló en el cuerpo de Amelia en especial en su corazón
No dijo nada estaba a punto de llorar. Ella no supo por cuanto estuvo sollozando, solo que se sentía fatal. No tenía a nadie a quien le importará los que la amaron estaban muertos y ella estaba sola en las sombras. Solo tenía a Úvatar
—Mátame de una vez, tomá mi alma.
— No, Amelia tú vivirás por siempre al igual que tu dolor. Tu alma será mía, estarás consciente de lo que fuiste y perdiste. Cuando te convertirás en un demonio, sufrirás por eso , pero no podrás hacer nada al respecto.
Amelia tembló y cerró los ojos . No podía hacer nada Úvatar ganó tenía su alma. Le sorprendió que el dolor en lugar de disminuir aumentará abrió los ojos sin entender. Fue en ese momento que vio una luz y su cuerpo desnudo reflejado en él. Estaba horrible despeinada, gorda y con el rostro demacrado. Miró a sus ojos negros vidriosos por las lágrimas. Fue cuando se dio cuenta de que a pesar de que perdió a su familia, a sus amigos y a su amor. No estaba sola aún se tenía a ella misma el amor que profesaba por todos los que perdió y su fe en dios.
Úvatar volvió a lastimarla , pero ella pudo salir de su agarre y correr al vacío. Estuvo un buen tiempo huyendo cuando de repente oyó la voz de Sebastián y aunque fuera una trampa se acercó a él.
Espero que les haya gustado el capítulo de hoy y les deseo un genial fin de semana
Hola Citu, interesante historia! Buen fin de semana.
ResponderBorrarBesitos.
Ese Uvatar es bien malo pobre Amelia, espero que la puedan rescatar, genial estuvo el capitulo gracias!
ResponderBorrarTu magnifica novela consigue cada dia más lectores
ResponderBorrarHola Citu ! Espero que estés bien. Pobre Amelia, espero que no se pierda y que Sebastian sobreviva. Uvatar siempre con su siniestro plan y sin darnos un respiro. Un buen capítulo! Espero leerte pronto!
ResponderBorrarHola! Muy buen capítulo!!! Espero que tengas un feliz fin de semana.
ResponderBorrarBesos!
Hola! Hace tiempo que no paso por aquí, tengo varias entradas por leer, a ver si consigo ponerme pronto al día, seguro que es súper interesante. Un abrazo!
ResponderBorrarHola Citu,
ResponderBorrarbuenas tardes,
a ver si me explico,
a Úvatar hay que cagarlo bien a trompadas, se entendió? je je je
a ese hijo de una chingada hay que sacarle las uñas una por una con una pinza como castigo =)
por cierto "el padre" ... un extrordinario turro =(
Ya sabes, el viernes o el sábado te vuelvo a tocar la puerta =)
Te deseo una linda noche
un beso grande
Gracias por su visita Feliz domingo Saludos
ResponderBorrarARgh vaya final!!!!
ResponderBorrarEstoy deseando ver cómo continúa
Besos
Vaya si se deja gobernar por esa cosa...
ResponderBorrarUn abrazo Citu y linda semana