viernes, 16 de septiembre de 2016

Ilumina mi corazón. Capítulo 31 ( tercera parte)

Hola ¿cómo  están?  Espero que les guste  este  fragmento aunque  es  un poco oscuro.  Hoy se enteraran  que  va  ocurrir  con  Amelia.

Capítulo 31 

 Amelia apenas podía respirar   ,  el frío  embotó sus sentidos  y la oscuridad   la rodeaba completamente. Nunca  tuvo tanto  miedo  como  en ese momento.  Estaba  completamente  sola    y  el demonio    podía  hacer  todo  lo que  deseaba  con ella. Se  preguntó ¿por qué no acaba de una vez? Anhelo  dejar  el frío, y entorno  ensombrecido.  Pensó  en su hermana y   en Sebastián.  Todavía  podía  ver su cuerpo  cubierto de  sangre  cuando  él trató  de  salvarla.
Se encontraba  asustada  como nunca  antes.  Tenía  a  tantas  cosas  su mente parecía  estallar .
Oyó  a lo lejos alguien  que  le llamaba
— Amelia  ,  Amelia...
Su corazón  latió  más  aprisa.  Se  mordió  el labio   hasta   que  sintió  un sabor  ácido  en    la boca, para  no gritar.
Esa  voz  le aterrorizaba,  al igual  que  las tinieblas que le rodeaban. Nunca tuvo   miedo a la  falta  de luz antes  de que el demonio  rojo la  persiguiera incansablemente.  Ahora todo  parecía  afectarle   sabiendo  que  pronto perdería  su alma.
La  sustancia  viscosa    cubría  todo  su ser.  Cerró los ojos  para  no pensar   en cómo  cada parte  de su  piel  era absorbida  por  ella.
Volvió  a   escuchar  su  nombre   y quiso correr.  No  podía mover  su piernas  de la  bañera  donde  se hallaba    era  estrecha, pero al mismo  tiempo   era  enorme.  Pensó   disipando  un poco  sus miedos  que era  como la tardis  del doctor who.
Si era  así  tal  vez, pudiera huir.  Se  zambulló  más  hondo  así  el  demonio de ojos  rojos  no la encontraría   .  Ese  era  su  único  deseo. El frío  era  atroz  y  era muy difícil moverse    con esa sustancia pegajosa  en su cuerpo desnudo.
Oyó   otra  vez,  al demonio volvió  a llamarla
— Amelia...
Ella  se  sumergió   más hondo  , solo tenía el pensamiento de escapar  de  no perder su alma.
— Amelia — volvió a llamarla   la horrible  voz.
Ella    se movió a toda  velocidad  , más hondo que nunca.  Por  un momento se sintió  a  salvo.  Hasta que sintió  que le apretaban  el cuello y la  voz  de Úvatar   alegre y  aterradora   gritó en su oído.


—Te  tengo  Amelia , por fin eres mía.

Amelia  gimió  aterrada  , intentó liberarse  en vano.
— Déjate  llevar, Amelia.
Sintió  unos   dedos pasar  por  su mejilla   y  un  estremecimiento en la piel de la nuca. Siempre  ocurría  cuando el demonio de ojos  rojo  le hablaba o  se encontraba  cerca.
Pensó por  un momento que era una pesadilla  y  tal vez  solo pudiera   escapar. Necesitaba   despertar solo eso.
Un  dolor intenso    en todo su  cuerpo le  hizo gritar.  Oyó  a  Úvatar  reírse  de placer   mientras  ella  solo  sufría  sin  remedio.
—No es  un sueño.  No puedes escapar  a lo que eres,  ni puedes  huir  de mí.   No me reconoces  soy  tus miedos , tu vergüenza, soy   lo   que temes  ver  al espejo soy tu odio y  sobre todo  soy  tu amo. Solo cierra  tus  ojos  y  deja  que gobierne  tu vida.
Amelia   siguió  luchando aunque  sabía que era  en vano. ¿ Cómo podría  escapar?  ¿ Quién podría ayudarla?  Su padre  hace mucho  que se fue y  su madre estaba  muerta.  Ana   y  Heli se  encontraban  muy lejos  y  Sebastián...
Pensar en él le hizo más  daño  que la  tortura del  demonio rojo.
—  ¿ Si  te preguntas por tu  noviecito ?
Amelia  no dijo nada, no  deseaba  saberlo. Sintió  una  descarga  eléctrica  y más  dolor.
—Pregunta.
Amelia   no  dijo nada. Volvió a  ser  torturada.
—Pregunta.
Amelia   no  dijo nada. Volvió a  ser  torturada.
—Pregunta.
Sin aliento y   solo  con un susurro , preguntó  lo que  temía.  —¿ Sebastián  está  muerto?
Una  risa  diabólica  inundó  la  oscuridad  y  el dolor  se   volvió más  intenso.
— Él  está muerto.
Amelia lloró por  ella  , por  su amor  perdido  y  por  todo lo que se fue de su vida por culpa  del  demonio  de los ojos   rojos.
—Deja  de llorar por  él.  Solo  ven  y   a mí.  Abre  tu alma,  no tienes  a  nadie.  Solo a mí   ven...
Amelia  con el corazón  rojo supo  que  el demonio  tenía  razón.  Era  tiempo  para perder  y dejarse llevar  las  sombras   ganarían.
Todo estaba  perdido incluso  su alma.
El dolor  parecía  nublar  todo    incluso  el miedo.  Amelia  solo esperaba  morir   y  terminar  con todo .  Deseaba   la muerte  como la  única  forma  de  liberarse  de  Úvatar o  como se llamara  el demonio  de los ojos  de  sangre.
—  Soy  Úvatar, soy...
Amelia   le interrumpió con dolor, harta   de  estar  cada  segundo en ese  nauseabundo lugar  y  sobre todo cansada  de que   Úvatar  se regodee  de su  debilidad.
—  Si ya me lo  dijiste,  deja    fanfarronear  tanto  que  me  da  dolor   de  cabeza .    Termina  de  una  vez  con todo.
La  sombra  de  Úvatar  se puso furiosa.  Esa  humana  insignificante  no le  tenía  respecto.   La torturó  hasta  que  ella    se  desmayó  del dolor.   La  dejó    tendida en el suelo   pronto sería  tomada  cuando ella  despertara  él sería  su dueño.
Minutos u  horas  después  Amelia    no lo sabía con exactitud.  Se despertó   desnuda y  con un dolor    terrible en todo  su cuerpo.  No podía  ver el lugar  donde  se encontraba.  Un  gran  estruendo      hizo que se protegiera las manos.
— No, morirás  fácilmente. Primero  debes  desear  ser parte  de mí. Cede  Amelia,  solo ríndete estás sola.
Antes que  Amelia pudiera decir  algo la imagen  de su padre   peleando con su madre  apreció. Él casi la golpea  a  su  madre, mientras  ella miraba  todo escondida  en el baño. Su padre   la miró  y sintió  vergüenza.  Bajo la  vista  y  se  alejó  en ese  preciso instante  Amelia  supo que se iría  de sus  vidas.   Aunque  pasó  un mes  antes que  su padre  se  fuera   a  EE. UU.  nunca  dijo   a su madre   lo que  vio  y lo  que  sufrió.  Parte  de ella  pensó  que su papá se  fue por su  culpa.
Muy  pocas  veces, hablaba  con  su padre  y para ella  era  un desconocido  , pero aun   le  seguía doliendo  su partida.
—Nunca serás lo suficiente  buena para  él —  Ríndete  Amelia  tu padre nunca  te buscara para  él  solo eres  un recuerdo  que no debió existir. Tu querida   hermana y tu amiga  acaban  de morir o  al igual que  tu noviecito.   Invadí     el  castillo  en el que se encuentran  quienes   te protegieron  recibieron   su  justo castigo —.   Antes que  Amelia  pudiera   decir  algo.  Observó la imagen  del  castillo  destruido había  cadáveres por todos lados.  Temió  ver el cuerpo  de  su  hermana y  el de su mejor  amiga.
—Traeré  el cuerpo  de    Ana  para  que  comas  sus  restos .  Tal vez  hagas  un  festín con  todos  tus conocidos.
Amelia   tuvo  náuseas y  casi  vomita imaginándose     de  caníbal comiendo a su hermana  o  a otras personas.  —  Es mentira, no puede  ser.
La  sombra  de  Úvatar  rio  —. Es  una  pena  que  no  tuviste  la oportunidad  de matar  a  tu hermana.  Me  tendré que  conformar  con que mates  a  la  estúpida  de  Zahra.
—No lo haré.
Un dolor agudo  se instaló   en el cuerpo  de  Amelia  en especial en su corazón          
No  dijo nada  estaba a punto de  llorar.  Ella no  supo  por cuanto estuvo sollozando, solo que  se  sentía  fatal.  No tenía  a nadie  a quien le importará    los que la amaron estaban  muertos y  ella  estaba  sola en las  sombras.   Solo tenía    a Úvatar
—Mátame  de una  vez, tomá  mi alma.
— No,  Amelia  tú vivirás  por  siempre  al igual que  tu dolor.  Tu  alma  será mía, estarás  consciente  de  lo  que  fuiste y  perdiste.  Cuando      te convertirás  en un demonio, sufrirás por eso , pero no podrás hacer nada al respecto.
Amelia  tembló  y cerró los  ojos .  No podía  hacer nada  Úvatar   ganó tenía  su alma.  Le sorprendió  que  el  dolor  en lugar  de disminuir aumentará  abrió los ojos    sin entender.  Fue  en ese momento  que  vio  una luz  y    su cuerpo  desnudo reflejado en él.  Estaba  horrible  despeinada,  gorda    y  con el rostro  demacrado.  Miró  a sus ojos negros  vidriosos por las lágrimas.   Fue  cuando  se dio cuenta de que    a  pesar  de  que perdió  a su  familia,  a sus amigos y  a su amor.  No estaba  sola  aún  se  tenía  a  ella  misma   el  amor   que  profesaba por  todos los que perdió y su  fe  en dios.
Úvatar  volvió  a   lastimarla  ,  pero ella pudo    salir  de su agarre  y correr al vacío.   Estuvo un buen tiempo huyendo  cuando  de   repente  oyó la voz  de  Sebastián y aunque fuera una  trampa se acercó a  él.

Espero que les  haya  gustado el  capítulo de hoy  y les  deseo un genial fin de semana




10 comentarios:

  1. Hola Citu, interesante historia! Buen fin de semana.
    Besitos.

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  2. Ese Uvatar es bien malo pobre Amelia, espero que la puedan rescatar, genial estuvo el capitulo gracias!

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  3. Tu magnifica novela consigue cada dia más lectores

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  4. Hola Citu ! Espero que estés bien. Pobre Amelia, espero que no se pierda y que Sebastian sobreviva. Uvatar siempre con su siniestro plan y sin darnos un respiro. Un buen capítulo! Espero leerte pronto!

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  5. Hola! Muy buen capítulo!!! Espero que tengas un feliz fin de semana.
    Besos!

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  6. Hola! Hace tiempo que no paso por aquí, tengo varias entradas por leer, a ver si consigo ponerme pronto al día, seguro que es súper interesante. Un abrazo!

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  7. Hola Citu,
    buenas tardes,
    a ver si me explico,
    a Úvatar hay que cagarlo bien a trompadas, se entendió? je je je
    a ese hijo de una chingada hay que sacarle las uñas una por una con una pinza como castigo =)

    por cierto "el padre" ... un extrordinario turro =(

    Ya sabes, el viernes o el sábado te vuelvo a tocar la puerta =)

    Te deseo una linda noche
    un beso grande

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  8. Gracias por su visita Feliz domingo Saludos

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  9. ARgh vaya final!!!!
    Estoy deseando ver cómo continúa
    Besos

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  10. Vaya si se deja gobernar por esa cosa...

    Un abrazo Citu y linda semana

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