Capítulo 5
Ana estaba nerviosa, parte de ella no deseaba volver a clases y que la miraran como un bicho raro. Sin embargo, también deseaba ver a sus amigas, estudiar y divertirse. Sobre todo anhelaba ser una chica normal y corriente . Había enfermado a los doce años, aún recordaba la incertidumbre de su madre y hermana cuando se enteraron.
Pensar en su madre , todavía le hacía daño; la observó morir su madre de la misma enfermedad cardíaca, que ella padecía. Según el doctor ella estaría bien; el nuevo tratamiento y la reciente cirugía le devolvieron la salud.
Ana se movió inquieta en su cama. Miró al reloj de su velado eran las tres de la madrugada, faltaba mucho para ir a clases. Desde que llegó del hospital se sentía peor. Había momentos en los que no podía respirar y podía percibir como alguien le estrujaba su corazón. Esperaba que solo fuera un malestar pasajero.
El viento movió las cortinas y oyó que alguien llamarla por su nombre. Asustada , encendió la lámpara de su velador. No había nadie en su habitación y todo se encontraba en silencio. Aliviada se rió por su estupidez.
Úvatar se aproximó sigilosamente a su presa. Si no estuviera enferma y su corazón fuera tan débil la hubiera elegido en vez de la desabrida de Amelia. Ana bostezó, era mejor dormir algo. Tocó el interruptor de la lámpara; sintió algo viscoso en lugar del artefacto de metal. Extrañada dirigió su mirada a lo que tocaba y observó una calavera de un hombre sus ojos eran rojos abrió su boca; distinguió unos enormes dientes manchados de sangre.
—Buenas noches, Ana.
Ana tembló de miedo. Había visto ese rostro la tarde que llegó del hospital. Iba a gritar, pero Úvatar se lanzó encima de Ana tocó sus ojos con algo baboso. Ella intentó salir de la cama, pero lo único que pudo hacer fue bajar sus párpados. No podía ver nada, tenía el cuerpo paralizado y estaba a punto de ahogarse. Sintió un pinchazo en su cuello.
Úvatar no tenía mucho tiempo. Los hechizos de protección lo herían y engañar e infectar a Ana le costaba todo el poder que adquirió al tomar las almas de unos drogadictos hace una hora.
Ana tembló de miedo. Había visto ese rostro la tarde que llegó del hospital. Oyó a alguien abriendo el pomo de la puerta, tenía que alertar sobre el intruso.
Quiso gritar, pero todo se volvió negro. Vanora estaba molesta de estar en ese cuchitril, su ropa nunca se recuperará del olor a clase media. Aher su señora le alertó que Úvatar se había alimentado de nuevo y que pudiera volver atentar sobre las chicas. Hizo que Hyun un guerrero que ahora ese dedicaba a instruir recolectores fuera ayudarlos a ella y a Yuri.
Caminó hacia la habitación de la niña y se chocó una silla. Gruñó furiosa; odiaba ver los muebles de segunda y estar en ese país incivilizado que afectaba su tersa piel. Con desgana abrió la puerta, sintió un ligero olor a podrido. Fue corriendo donde se encontraba la niña enferma, la examinó con cuidado. Con alivio pudo observar que ella se encontraba algo fría y respiraba con dificultad, pero estaba bien.
El viento despeinó su cabello, fue a la ventana y observó un remolino de arena y sangre .
— No huyas cobarde.
Tocó su piedra para informar a Aher y a sus compañeros. Sin muchas ganas se disponía a saltar de la ventana y seguir al demonio. Pero torbellino de sangre y fango se acercó a ella y la cubrió con una sustancia roja viscosa que olía fatal. Vanora chilló asqueada e histérica; su cabello estaba arruinado, su traje blanco de Óscar de la Renta estaba arruinado así como sus zapatos blancos de Jimmy Choo. Se prometió vengarse de Úvatar por el grave daño que le hizo.
Hyun llegó minutos después y en lugar de ayudarla solo se rió de la apariencia de la creída recolectora.
—Úvatar estuvo aquí. Atacó de nuevo.
—¿La niña esta bien?
Vanora, se quedó sorprendida en lugar de preocuparse por su desastroso estado se inquietaba por la latina apestosa.
—Ella esta bien, pero me agredió. Puede que no sobreviva.
Hyun alzó su ceja con incredulidad.El recolector era un hombre alto de cabellos largos y tez cobriza, tenía unos ojos rasgados de color negro y siempre estaba serio. Se acercó a examinar a Vanora que lloraba por sus zapatos. Yuri el otro recolector de almas entró asustado.
— Amelia está bien ¿Cómo está Ana?
—Úvatar quiso atacar a la niña enferma y me enfrente a él. Estoy seriamente herida.
Hyun puso los ojos en blanco mientras Yuri rió estrepitosamente y casi despierta a Ana.
Hyun alzó su ceja con incredulidad.El recolector era un hombre alto de cabellos largos y tez cobriza, tenía unos ojos rasgados de color negro y siempre estaba serio. Se acercó a examinar a Vanora que lloraba por sus zapatos. Yuri el otro recolector de almas entró asustado.
— Amelia está bien ¿Cómo está Ana?
—Úvatar quiso atacar a la niña enferma y me enfrente a él. Estoy seriamente herida.
Hyun puso los ojos en blanco mientras Yuri rió estrepitosamente y casi despierta a Ana.
Vanora desapareció , sin ni siquiera darle las gracias. Fue a París a su mansión en Île Saint-Louis. No había ciudad como París, desde siempre vivió ahí; aun antes de ser la la ciudad de las luces. A pesar, de estar sucia, estar en un lugar civilizado le hizo sentir aliviada. Fui a su baño y puso a calentar su tina puso sales de baño con olor a lirios.
Ya metida en el agua se sintió relajada. A diferencia de otros recolectores de almas , ella adoraba su vida. Cuando Aher le dio la posibilidad de trabajar recolectando almas o ir al infierno. No lo dudo, siempre había sido una sobreviviente. Ser un recolector de almas no era algo fácil; había reglas y Aher su superiora era un ser difícil. Al principio como todo recolector de alma vivió en una especie de purgatorio con Aher, Áxel y otros recolectores. Cuando probó su valía le dieron a elegir entre vivir en el purgatorio o en el mundo humano.
Los que residían en la tierra , necesitan lo que cualquier otro ser comida , agua y descanso. Además, si no iban a recargarse en el purgatorio perdían sus poderes e inmortalidad. Aher y Áxel les daban dinero para que establezcan bajo ciertas reglas.
Solo podían tener una casa , no podían interferir en el curso político, ni económico de donde residían No podían decir a nadie sobre lo que hacían, ni relacionarse profundamente con ningún humano. Si llegaban amar o deseaban volver a vivir como humanos debían hacer una prueba que Aher y Áxel les imponían para recobrar su libertad.
Vanora no, se arrepintió nunca de su elección tenía su belleza eterna, lujos y además ayudaba a su manera a que el ciclo de dios se cumpla como es debido.
Fue demasiado pronto cuando regresó, el idiota gorila ruso la saludo solo con la cabeza. Las chicas estaban a punto de salir de su casa ambas se mostraban tensas. Ninguna había dormido bien, las dos casi no hablaban entre ellas.
Amelia se sirvió algo de café mientras su hermana tomaba leche descremada con cereal. Vanora por curiosidad lo había probado y su sabor le recordaban a aserrín, por lo que no le sorprendió que la niña apenas tocara el plato.
Ana recordaba la pesadilla de una horrible calavera de ojos rojos. Se tocó el cuello con malestar, miró su plato de cereal y lo dejó no podía tomar otro bocado.
Amelia miró a su hermana con el ceño fruncido.
—Deberías comer algo, el doctor dijo que te debes alimentar bien.
—No tengo hambre; además debo irme o perderé el autobús.
Amelia miró el reloj y gruño — Mierda, ya nos atrasamos. Termina de arreglarte, yo recogeré esto.
Salieron minutos más tarde. Amelia preocupada de llegar tarde a su examen con Hulk. Era el apodo del profesor Rodríguez, que era parecía un hombre tímido y dulce hasta que se enojaba y se transforma en monstruo gritón que le gustaba humillar a sus alumnos en clases. Amelia volvió a mirar su reloj mientras cruzaban la calle. Estaban a punto de llegar a la parada cuando vieron al autobús irse . No importó que ambas gritaron y fueron tras de él. El vehículo se había marchado.
— Mierda, nos toca tomar un taxi.
—Puedo tomar el trole y bajarme directo en el colegio. Tú tienes examen si vas a dejarme en colegio no vas a llegar.
Amelia observó de nuevo su reloj.
—Amy, tengo quince años. No soy un bebé para que tengas que llevarme a todos lados como si me fuera a romper.
Amelia miró a su hermana estaba un poco pálida y algo nerviosa, pero en sus ojos vio esa determinación de la que estaba orgullosa.
—Vamos a la estación, por suerte esta a solo dos cuadras. Pero, tú tomarás el directo y mensajeras apenas llegues.
Ana puso los ojos en blanco antes de responder — lo haré.
Amelia buscó en su cartera y le pasó un billete de veinte dólares y dos dólares en monedas.
—Por si acaso. No te gastes el dinero en chocolates, el doctor te dio una dieta estricta y no vuelvas a poner los ojos en blanco.
La estación del trole estaba llena de gente. Amelia pese a las muecas de su hermana se dirigió a la parada en la que Ana iba a tomar su transporte. Le dio un beso en la mejilla y estaba a punto de irse, cuando oyó un grito.
— Dios mío.
Ana había subido al tercer piso de la estación; estaba a punto de arrojarse por la barandilla hacia las vías del trole. Un hombre quiso detenerla, pero cuando lo hizo se convirtió en una estatua de piedra que luego de unos minutos estalló en mil pedazos.
Úvatar disfrutó el momento, ninguno de los recolectores podía entrar en la estación y la vida de las hermanas Bolaños estaba en sus manos .
Esperó que les haya gustado este fragmento el vienes sabrán que pasa con Ana y Amelia. Les mando un beso y tengan un buen fin de semana.
Úvatar disfrutó el momento, ninguno de los recolectores podía entrar en la estación y la vida de las hermanas Bolaños estaba en sus manos .
Esperó que les haya gustado este fragmento el vienes sabrán que pasa con Ana y Amelia. Les mando un beso y tengan un buen fin de semana.
16 comentarios:
Hola JP... ¡Pobre Ana! Enfermó solo con doce años y vio morir a su madre de la misma dolencia que ella padece
Espero que se recupere y que su salud sea perfecta
¡Qué horror de calavera! Yo veo eso y me da un infarto ;-)
Vanora me parece tonta y me he reído junto a Hyun y Yuri
El capítulo se ha quedado muy interesante, estoy deseando saber qué ocurre con Amelia y Ana en esta estación
Te deseo muy feliz finde
Besos
Hola JP!!
Terrorífica la visión de la pobre Ana en mitad de la madrugada. Por suerte entró Vanora en el dormitorio, aunque con lo presumida y retonta que es no me la imagino luchando contra Úvatar acaso, en vez de ensuciarla, le rasga el vestido de Oscar de la Renta jajaja.
Definitivamente no es el día de Ana. Se queda muy interesante la escena de la niña a punto de arrojarse a las vías sin que nadie pueda ayudarla... a menos que quier convertirse en estatua de piedra.
Un beso guapa cuídate y pasa un buen finde.
ME ENCANTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO !! CARIÑOS CITU !
Noooooooooo! y me vas a dejar así. no es justo. Quiero capitulo yaaaaaa. jajajajajaj! La fan que hay en mí se acaba de desesperar. Espero que actualices pronto. Que buen capítulo!
Hola Citu, muy buenas noches,
excelente!!!
sigue regando el suspenso eh... creo que voy a venir semana por medio, asi la intriga no se me hace tan larga =)
te felicito por ésta primera parte, veremos como sigue...
"el trole"???
espero que allí sea algo actual, pues aquí esa palabra es de hace unos 60 años atrás =)
bonito fin de semana
un beso grande
Oh pobre Ana q alguien la salve, maldito Uvatar el tiene q pagar su merecido!!!...q angustia espero el proximo capitulo, muchas gracias!!
Hola!!
LOL QUE INTERESANTE!! de verdad que me gusta el drama :D
Amiga escritora,en tu novela,tus personajes parecen cobrar vida
Un fuerte abrazo
Este capítulo me ha dado un poco de yuyu, ja ja ja. Buen finde y un abrazooo.
uhmmm la verdad es que resulta interesante pero jolin que final, mira que convertir en piedra y hacerlo explotar.... y encima se divierte.
Buen capitulo.
Besotesssssssssssssss
J.P. Alexander excelente trabajo Saludos
Increíble se me han puesto los pelos de punta. Besitos
Pobre muchacha y el final de tu relato, uffffffff
Bueno, espero disfrutarte aguna vez con más calma, pero quiero dejarte mi deseo de una linda semana.
Abrazos
Tu amor por las letras,consiguen que tus fantasias superen a las del viejo fotografo
Me has atrapado de nuevo Citu esta genial que historiaaa amiga bellas como todas tus letras..
un abrazo
pd: el blog esta BELLO mu Bello.
¡Hola! Y ahora le toca sufrir a Ana, pobrecita, mira que encontrarse a Úvatar en mitad de la noche >.< Me hizo gracia la actitud de Vanora XD me encanta.
¡Un abrazo!
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