Capítulo 11
Ramoncito miró a su reloj iba a llegar tarde al trabajo. Tomó un chaleco de lana gris a rayas verticales Se miró al espejo , estaba vestido con un traje a gris con rayas horizontales y camisa con rayas verticales. Aunque el color de su ropa era aburrido, estaba chic como siempre. Se puso las gafas y empezó a modelar frente al espejo. Su nuevo jefe le exigió ponerse trajes más oscuros, como deseaba seguir en su puesto a toda costa optó por ese nuevo look .
Su madre oía la radio católica, que como todas las mañanas retransmite la misa de 5 antes de poner las noticias del día. Cuando entró en la cocina su madre lo miró furiosa. Anoche tuvieron una pelea porque Ramoncito no deseaba que ella hiciera el ridículo con sus vecinas. Últimamente discutían por todo en especial por el deseo de Ramoncito por mudarse a su propio departamento.
— Buenos días, mami.
— Buenos días.
— ¿Qué tal durmió?
— No pude conciliar el sueño. Entre esa comida grasosa y el disgusto que tuve ayer. Siento que la cabeza me va a explotar.
Ramoncito sé se sentó en la mesa sintiéndose algo culpable. Su madre fue a la cocina le sirvió una taza de café y gimió por el dolor de cabeza.
—¿Deseas algo más?
—Puedo servirme mamá.
Luisa lo miró incrédula y luego se frotó la sienes de la cabeza.
—¿Te tomaste algo para el dolor?
—Como si una pastilla, pudiera borrarme los disgustos que me das.
Ramocinto no respondió nada y tomó algo de café. Siempre que peleaban su madre se enferma y él dejaba las cosas así. Luisa se quejó por mucho rato, luego tomó un poco de infusión de manzanilla. Ramoncito apenas probó su desayuno, sentía algo de náuseas. El reportero se puso a saludar antes de dar las noticias del día. Ramoncito que odiaba discutir dijo sin mucho ánimo —. Perdóname, madre debí apoyarte .
El rostro de Luisa se iluminó , aunque de mala gana respondió —. No es necesario, que te disculpes. No deseo discutir, sé que tengo razón y pesará en tu conciencia el dolor que me provoca tu ingratitud.
—¡Mamá!
Luisa se sentó en la silla como si estuviera punto de morir en cualquier instante.
—¿Deseas algo?
—Lo único, que quiero es que mi hijo me apoye.
—¿Quieres que hable con Amelia?
—Haz lo que quieras. Será mejor que lave los platos, aunque el dolor de cabeza me esta matando.
Ramoncito terminó su desayuno para luego partir al departamento de Amelia y su hermana, Le prometió a su madre que iba a disuadir a su vecina de ver a ese chico. Sin embargo, lo que su madre no sabía es que el solo le pediría disculpas a Amelia. Hace mucho tiempo supo que batallas elegir, lo que su madre no supiera no le afectaría. Nadie debería meterse en la vida amorosa de otros. Si su madre conociera a la mujer de quien estaba enamorado le daría un patatús. Pensar en Irma le produjo una sonrisa.
A él siempre le cayeron bien las hermanas Bolaños por lo general terminaban comiendo ahí, utilizando su conexión de internet y ellas nunca lo regañaban por su gusto en ropa, música o películas.
Tocó el timbre mientras se ponía su gabardina gris. Amelia ni bien lo miro tuvo que morderse la lengua para no reírse. Ramoncinto estaba vestido como si fuera una mala pintura cubista o abstraccionista geométrica, si se lo miraba mucho tiempo mareaba.
— Hola, Amy, me veo muy chic. Lástima que no tenían este modelo de la chaqueta en color terracota.
—Te ves muy bien —. Dijo Ana poniéndose una chaqueta azul por la lluvia e intentando no reírse en la cara de su vecino.
—Las llevó chicas.
Amelia quiso negarse, pero recordó Ramoncito la salvó de su madre y era mejor ir con él que mojarse en la lluvia. Fueron al subsuelo y entraron en pequeña lata de sardinas color tomate.
Cuando dejaron a Ana en el colegio. Amelia se sintió algo incómoda iba a bajarse con su hermana , pero su vecino no la dejo.
—Amy quería hablar contigo sobre lo de anoche. Veras deseaban disculparme por mi madre. Tú sabes, que se mete en todo.
Amelia asintió y se acomodó de nuevo en el asiento.
— Hoy voy a ver al mesero.
Ramón no dijo nada por un rato . Se quedó viendo el tráfico para luego responder .
—Te deseo suerte y no dejes que nadie se meta en tu vida privada ni que te diga, que hacer como vestir o que soñar. Al fin al cabo ellos no les tocan sufrir por las decisiones que tomamos así, porque dejarlos decirnos que hacer.
—Eres sabio Ramoncinto
— Prefiero ser chic y galán a sabio. Cuídate Amy.
Amelia salió de carro de su vecino. La tormenta estaba peor, se limpió el agua del rostro con la mano y cruzó la calle .
Sebastián se frotó las manos. Había empezado a llover fuerte casi la mayoría de personas se refugiaba de la lluvia. Mientras él aguantaba el aguacero esperándola sin tener certeza de que hacer cuando la viera. Había pensado en miles de formas en como hablar con ella. Nunca se sintió tan nervioso como una mujer . Todo las palabras y cualquier pensamiento racional se le quitó al mirar su hermoso rostro y sus ojos negros de Amelia .
Ella salió de un pequeño coche color tomate. Sebastián pudo ver su acompañante y se preguntó. ¿Si el chico que se vestía raro era la pareja de Amelia?
Ansioso se metió las manos en los bolsillos de su jean negro cuando ella cruzó la calle. Sebastián tenía la boca seca y el corazón parecía a punto de salir de su pecho.
Amelia temblaba y no por la lluvia. Dejó los miedos al cruzar la calle. Miró a Sebastián que estaba más atractivo que nunca. Tenía el cabello mojado y vestía de negro. Sus ojos azules parecían penetrar su alma.
—Hola, parece que siempre que hablamos llueve.
—Eso, parece.
Amelia no sabía qué más decir; se encontraba bajo la lluvia con el hombre que invadió todos sus pensamientos y sueños. Estaban muy cerca, Sebastián podía casi tocar el rostro de Amelia. Una gota lluvia resbala por la mejilla de su musa. Por un momento él deseó atreverse a tocar esa piel tan suave y tentadora. Hipnotizado se acercó hacia ella tanto que podía oler su aliento a menta y su aroma a chocolate y limón.
—¿Estás temblando?
—Hace frío.
—Cierto, pero no tiemblo por eso —. Amelia se puso roja como un tomate cuando dijo eso. Por un momento quiso salir corriendo él debía pensar que era una tonta. Sebastián apenas podía hablar era como si los ojos negros de ella le hubieran robado las palabras. Debía decir algo o pensaría que era un idiota, por lo que preguntó lo primero que le pasó por la cabeza.
—¿Por qué tiemblas?
—Tengo miedo.
Sebastián se alejó un poco de Amelia . Estaba algo molesto debía suponer que ella luego de saber que un simple mesero se alejaría de él. Amelia observó la desilusión en hermosos ojos de Sebastián que se volvieron fríos como el hielo. Ella caminó hacia el mesero con más miedo y deseo que cuando cruzó la calle.
—Tengo miedo, nunca antes había estado tan nerviosa por una cita. Tengo miedo que cuando me mires bien quieres salir corriendo en dirección contraria.
Sebastián tomó su barbilla.
—Soy un simple mesero y un pintor sin mucho futuro y tu...
Amelia se puso en puntillas.
— No me importa. Creo que estoy loca o si no lo estoy un horrible demonio me persigue.
Ambos se quedaron mirando
— No me importa, sé que no estás loca. Al demonio ayer lo venciste —. Luego de decir eso Sebastián se inclinó y beso Amelia.
Su boca se tocaron al principio con timidez para luego ceder a un deseo tan fuerte que hizo Amelia se sintiera a punto de desmayarse. Sebastián se podía perder en la sensación de sus labios con su musa. Ni en un millón de años imagino que cuando la besara su mundo cambiara.
19 comentarios:
Bueno parece que Ramoncito me empieza a caer mejor. Amelia y Bastian son tan lindos, que espero que Uvatar los deje en paz por un buen rato. Para ser primera parte toca esperar por más. Buen capítulo!!
Parece majo este Ramoncito, jejeje.
Cuidate y buen finde semana, besotesssssssssssss
Hola!!
vaya! esta muy interesante *0* me alegro que andes mas o menos! pero igual ANIMO!!!
Hola JP... Pues me alegra que hayas publicado porque he pasado un rato agradable con tu capítulo
No me extraña que Ana se maree viendo a Ramoncito con tanta raya horizontal y vertical ;-)
Creo que Luisa, la madre de Ramoncito, no está sufriendo ningún dolor de cabeza... mas bien parece que quiera hacerle un chantaje emocional a su hijo
Y Amelia y Sebastán me encantan, él está nervioso, ella tiene miedo... y ese beso bajo la lluvia... esa escena ha quedado genial
Muchas gracias por el capítulo
Espero que pases un estupendo fin de semana
Besos
Hola preciosa!
Muy lindo el capitulo. Feliz fin de semana. Cuidate mi niña. Besotes
Hola Citu,me encantaría comentar pero no le he cogido el hilo a ésta historia aun.Arriba ese ánimo y disfruta mucho éste fin de semana,y descansa!!.
Muchos besos y cuídate mucho niña
:)
Le pasa como a mi: que con la comida fuerte y los disgustos no puedo dormir, ja ja ja.
Espero que ya estés mejor y anímate que llega el findeeee. Un abrazoooo.
Al fin hubo beso cuanto lo espere x este par xq los 2 se gustan y ya han dado ese paso, ojala q nadie llegue a estropear el momento, gracias x el capitulo y q sigas mejor cuidate mucho!!
Luisa no me gusta, que si no lo digo exploto!
Me ha gustado despertarme con capítulo, significa además que estás bien
Besos
Mi amiga .es una soñadora,pero muy bién equilibrada
Abrazos
Hola, Citu
Interesante escrita. Muy buena. Tomara qué finale seja hermoso.
Buén fin de semana
Abrazos de Brasil
Hola!!
amiga! que pases un genial domingo!!! :D
Primero gracias por postear a pesar de que no te encuentres al cien por cien.
Tu historia me encanta, reflejas muy bien a esa "madre araña", como yo las llamo, dominantes y dominando a los demás.
¡Pobre Ramoncito!, su comobinado de rayas verticales y horizontales me ha dado dolor de cabeza solo de imaginarlo.
Te me cuidas, besos
Hola Citu, cuídate y arriba el ánimo. De momento me he quedado con los personajes que quedan perfectamente definidos. Como sabes envolver al lector con tus historias y dejarle con ganas de más.
Besos :)
Como siempre, escribes de maravilla, me ha encantado.
Un beso.
! Bonito blog guapa, te espero por el mio aver si te parece que nos sigamos por Gfc, saludos
¡Hola Citu! Por fin pude leer tu novela maravillosa. Te diré que Ramoncito me cae muy bien jajaja. Veremos que pasa más adelante. Bastian lo adoroooo. Me ha conquistado. Belleza de historia en tu mente cariño. Felicitaciones. Un besote enorme y gracia spor compartir tu talento.
Otro buen capitulo.
Imagino lo chick que se ha de ver Ramón con sus rayas.
Opino lo mismo, creo que la mama lo está chantajeando, pobre chico.
Me encanta la escena bajo la lluvia (son mis días favoritos)
AAawww espero que nada interrumpa esos momentos tan sublimes.
Besos y cuídate amiga. =)
¡Hola! Precioso capítulo <3 entiendo a Ramoncito, con una madre así es difícil hacer de tripas corazón a cada momento. Me encantó que le dijera eso a ella. Mira que es más despierto de lo que pensaba XD
Me encantó el beso, precioso bajo la lluvia <3
¡Un abrazo!
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