Hola, ¿cómo están? ¿ Vanora podrá salvar Adremelech? Lo sabrán muy pronto.
Capítulo 15
Radulf se dirigió a la sala de conferencias, tal vez ya llegó Khalid. Era inconcebible que los dos líderes del cielo no estén. No importan cuán preparados estaban. Los necesitaban aquí y no en otro lugar. Eso nunca hubiera pasado con Aher y Áxel.
La sala de juntas estaba con 5 parcas. Broon era el encargado oficial. Radulf nunca había simpatizado el viejo recolector de almas. Ya que pensaba que era un rebelde y estaba algo loco.
Broon la observó llegar y como siempre le saludo.
— Bongiorno Raldulf ¿cómo estás?
Ralñdulf gruñó y mostró su mueca perenne como si algo apestaba alrededor. Odiaba estar rodeada de tanta gente.
— Ahí. Nuestros líderes deberían estar aquí.
Broon puso los ojos en blanco.
—Nosotros podemos manejar la situación. ¿Si tienes miedos o dudas puede remplazarte Olga?
Radulf se sintió como si alguien le diera una bofetada.
— Puedo encargarme de la situación. Sin problemas mi unidad, está lista y preparada para partir.
Broon miró a Yuri. Radulf gruño molesto.
— ¿La unidad europea cómo está?
— Lista para actuar.
Broon asintió con agrado y anotó una cruz en una libreta iba a preguntar a otro recolector de almas cuando la puerta se abrió de repente. Era Roy un muchacho flaco de cabellos rubios y aire bobalicón.
— Disculpe, sé que estamos en emergencia pero nuestra líder no aparece le he llamado y nada.
Raldulf miró al muchacho — ¿Cuál es tu líder?
Roy tembló — La señora Flavia.
Broon miró a Roy — ¿ Puedes organizar tu grupo?
— Ya lo hice estamos preparados.
Broon asintió complacido — Gracias, alguien debe buscar Flavia, es extraño que no se encuentre.
— Cuando llegué de mi última misión. Hace unos minutos la encontré camino a la biblioteca si quieres la busco ahí. Aún falta tiempo para ir a nuestros destinos.
Sin importan la contestación de Broom Radulf fue a la biblioteca de los recolectores. Ella era el encargado de la disciplina de los recolectores penitentes, que eran recolectores que pagaban por sus malos actos . Sus principales castigos eran tomar almas y a pesar de estar vivos no podían sentir ni emociones, ni ningún placer mundano como el sabor a la comida o dormir.
A Radulf le disgustaba Flavia que era una de las encargadas de la educación de almas que postulaban a pagar sus pecados como parcas. Era una mujer amargada que en lugar de educar a sus alumnos les castigaba , ridiculizaba , siempre les encargaba tareas que eran de ella y trataba de desanimarlos de las peores formas. Radulf se quejó con Aher sobre ello, pero su jefa siempre le decía que un buen recolector de almas debía superar cualquier obstáculo en especial un mal maestro.
Vanora fue más comprensiva y aunque no quitó de su puesto a Flavia si le recomendó ser más amable y la puso a prueba.
Radulf pasó por la nueva cafetería que era una de las innovaciones que Vanora y Khalid pusieron en el cielo azul. Los recolectores propiamente dichos los que pagaron sus pecados y decidieron seguir su labor en lugar de renacer podían comer y gozar de ciertos privilegios como utilizar la internet o divertirse viendo televisión o Netflix mágico. Para Radulf las parcas no debían ser felices o descansar sino estar siempre supeditadas a su trabajo.
Gruñó al salir de la cafetería que se encontraba vacía ya que todos los recolectores de almas estaban en estado de alerta. Ni bien entró a una enorme biblioteca la encontró vacía. empezó a llamar a Flavia pero sin respuesta. Iba a marcharse, pero oyó un grito en el segundo piso. Radulf corrió para averiguar lo que pasaba y se encontró a Flavia en el piso sufriendo convulsiones y gimiendo por el dolor. Lo cual era raro para un recolector.
Flavia quiso dejar la pulsera que Billy le dio para que recibiera sus dosis de droga sin que nadie se diera cuenta. Ni siquiera pudo quitarse la joya, toda la mañana sintió como Billy la llamaba a través de ella. Y ahora podía sentir el dolor y ver como Billy luchaba contra dos demonios en un lugar llenos de volcanes.
Flavia luego de siglos podía sentir el aire, el viento y hasta el sabor de las cosas. era tan feliz que no se dio cuenta de que ya no tenía pensamientos propios y que dependía cada vez más de Billy que con su droga le estaba robando su alma y ya no había vuelta atrás.
Flavia pudo ver y sentir como Billy estaba feliz por casi doblegar a los dos demonios para tomar sus almas y ser libre. Los volcanes estaban a unos minutos de estallar, aunque Flavia no se encontraba allí podía sentir el olor azufre, la ceniza cubría su visión y apenas podía algo entre los estruendos de varios volcanes.
A pesar de eso, observó claramente llegar a Vanora correr levantado su mano derecha que llevaba su piedra de la recolectora. Mientras gritaba — Ganhau, ven a mí.
El guardián abandonó el cuerpo de la mujer que había poseído. Billy gritó furioso — No.
Luego una especie de babosas gigantes trató de aterrizar en los dos demonios que se encontraban desmayados y cubiertos de un fuego que no quemaba. Una mujer de color chocolate con leche y cabello rosa golpeaba a las babosas ayudada de un hombre de origen asiático muy atractivo.
Flavia sintió la desesperación y el dolor de Billy por ser vencido. Antes de quedarse completamente dormida. En ningún momento se dio cuenta de que era observada por Radulf.
Les deseo un genial fin de semana
