Hola ¿Cómo están?
Hoy les traigo un nuevo fragmento de mi novela.
Capítulo 23
Ni bien lo observó llegar Anazareth le dio una sonrisa que Radulf hizo que le latiera más fuerte el corazón.
Vanora fue la primera en hablar.
— Hola, Radulf. ¿ Cómo estás?
— Bien. No hay progresos, aunque hemos estado monitoreando la prisión de los hechiceros.
Vanora con el rostro serio y mirando al piso respondió. — Lo sé, nuestra presencia aquí se debe a que deseamos pedirte un favor.
Radulf estaba seguro de que se trataba de algo que ver con Anazareth y le ayudará a toda costa. Luego de unos minutos en los que le contaron lo que pasaba se fue con ellas a inframundo.
Examinó el castillo a solas. Luego recordó una historia que Sven le contó sobre ese palacio cuando era uno de los esclavos que trabajaba para Tamar. Por no defender a una mujer mientras un montón de soldados la violaban.
Radulf tenía una teoría, pero deseaba volver a hablar con Sven. Se despidió de Anazareth y sus acompañantes para luego de una hora volver. Más se tardó solo media hora.
Radulf seguía pensando en lo que le dijo Sven. Tenía que comprobarlo. Él había sido un comerciante próspero que vivía junto a una esposa que no amaba y un niño pequeño que apenas podía cargar.
Su vida cambió cuando estalló la guerra en 1672. En medio de la guerra observó a soldados franceses violar a una joven. Podía haberla ayudado a ocultarse, pero en lugar de eso señalo donde estaba para poder huir. Nunca se perdonó eso y murió suicidándose.
Su alma se convirtió en una piedra y luego un siglo siendo golpeando mirando lo que le paso a esa pobre muchacha. Pudo ser humano de nuevo. Aún estaba castigado por su crimen. Le tocaba hacer caminos interminables con las almas cuyos delitos eran peores que los de él.
Aun así agradeció ser humano de nuevo. A diferencia de sus compañeros. A él no le importaba el trabajo duro, o que siempre comía lo que más le desagrada. Podía respirar y tenía esperanzas de redimirse. Mientras la mayoría de las almas condenadas seguían en el mismo lugar, a él lo cambiaron de lugar de trabajo. Eso era que estaba mejorando y pronto podría salir del inframundo su sueño era re encarnar.
Ya casi había acabado su trabajo. A él le gustaba caminar cerca de los jardines. Iba a la barraca de los esclavos cuando oyó un grito y fue al jardín que siempre llovía Azidahaka se encontraba en el suelo. Por rescatar al príncipe demonio. Fue expulsado del jardín.
Cuando recobró el sentido se le dijo que acabo su condena pero que debía encontrar el camino al cielo azul o buscar un clan que lo aceptara. Sven vago por mucho tiempo hasta que ayudó a Pablo. Y vislumbro un camino para ir al cielo azul se demoró casi un año pero llegó al purgatorio por sus propios meritos.
Radulf estaba tan concentrado recordando la historia que chocó con Anazareth y la tiró al piso.
Anazareth le sonrió — Yo también.
Radulf nervioso por estar en presencia de la demonia miró al piso y se secó el sudor en sus manos. Antes de decir —. Tengo una teoría sobre este misterio.
Anazareth se sorprendió. — Gracias.
— Tal vez, esté equivocado.
— Tal vez, no lo estés . Por lo menos es una pista. Vamos con los otros.
Esperó que les haya agradado este capítulo. Les deseo un genial fin de semana.