Hola ¿cómo están? Les traigo un nuevo fragmento de mi novela . Esperó que les agrade. Contiene escenas eróticas, si te incomoda o eres menor de edad ya estás advertido
Capítulo 40
Heli recostó su cabeza en el hombro de Seirim. Ambos tenían que aclarar muchas cosas. Lo único de lo que Heli estaba segura es que amaba a Seirim y que iba a luchar por siempre estar a su lado.
Seirim acarició el cabello de Heli que descansa desnuda a su lado. Ella se sentía un poco cohibida por su falta de ropa. Aunque no era la primera vez que Seirim le vio desnuda siempre le da algo de pudor y miedo. Trato de disimular sus gorditos e imperfecciones. Sin embargo, no pudo por lo menos estaban a oscuras y en silencio. Luego de la pasión y la alegría de volver a estar con la persona que amaba solo quedaba algo de timidez y encontrar el modo de superar los miedos. Heli trataba de conjurar una manta para cubrir su cuerpo; pero no podía hacerlo en el inframundo su magia no funciona igual.
— ¿ Tienes frío?
— Un poco.
Heli esperó que Seirim le dé una manta, no que encendiera una chimenea que iluminaba la habitación que era muy hermosa. Por fin reparó en observar el lugar a su antojo. La habitación contaba con una cama grande, al fondo de la habitación un balcón enorme por el que entraban los rayos de la luna.
Heli nerviosa se armó de valor — Me podrás dar una manta . No puedo conjurar mi magia aquí.
Seirim miró a Heli perdiéndose en sus hermosos ojos azules. — Me gusta ver tu cuerpo, Te extrañe tanto. Anhele estar contigo cada segundo . Fue por mis miedos que estuve a punto de perderte. Mi tonta inseguridad hizo que en lugar de ser sincero contigo me aleje de ti.
Heli se olvidó que estaba desnuda y que quería cubrir su estómago —. ¿ Por qué dices eso?
Seirim decidió ser sincero con Heli y si antes desnudo su cuerpo ahora le tocaba hacerlo con su alma —. Fueron mis miedos a que te dieras cuenta de que no soy un gran partido. Soy híbrido (mitad demonio mitad elfo), tímido, no tengo ambiciones políticas. Me gusta la vida sencilla y soy algo celoso. Pensé que no deseabas que nuestra relación se convierta en algo más serio. En lugar de aceptar y agradecer que estabas conmigo. Pensé que a la primera oportunidad que tenías me dejarías por algo mejor.
Heli golpeó a Seirim en la cabeza —. Eres un tonto te quiero, por quien eres con todos tus defectos y virtudes. Deseo seguir contigo para cada día tener un nuevo comienzo juntos. Te dije que fuéramos paso a paso, pero cuando estoy contigo vuelo y me siento libre que olvido mis temores.
Seirim beso a Heli por un momento se perdió en su sabor y en su deseo. Pero luego preguntó —. ¿ Por qué deseas la manta?
— Quise ocultar mis gorditos. No soy tan linda como Lilith. Por más que me esfuerce nunca estaré tan flaca y con el cuerpo perfecto.
— Yo te deseo a ti, no a ella. Quiero estar contigo hasta el fin de mis días. Con tus gorditos. Lilith quedó en el pasado.
Seirim de la nada conjuro cientos de espejos.
—Mírate, Heli y utiliza tu poder anurin. Siente lo que yo siento.
Heli negó con un gesto de la cabeza. Seirim la sujetaba por detrás, apretándose con fuerza contra ella. Apenas podía respirar por la intensidad del deseo que sentía por él. Con su poder anurin podía sentir claramente los sentimientos y pensamientos de Seirim. El amor y la admiración que percibía le daban una sensación era diferente a todo lo que jamás había vivido. No sabría cuánto rato sería capaz de estar sin tocarlo y demostrarle el amor que ella sentía por él. La idea de verse a sí misma era inquietante. Aún así, le picaba la curiosidad de que deseaba decirle Seirim.
—Preferiría no verme ya sé cómo luzco. —dijo Heli, con la boca seca.
Seirim dejó que todos sus sentimientos afloren. Sabía que Heli podía sentirlos a flor de piel. Quería que ella experimentara las mismas sensaciones que él mirando su cuerpo.
—Mírate, Heli. No te temas a ti misma.
—Tengo miedo. Sea lo que sea, llevaré la imagen conmigo el resto de mi vida.
—Confía en mí. Confía en cómo te veo y en lo que siento por ti.
Heli suspiró y cerró los ojos para poder sentir la conexión con Seirim. A pesar de sus reticencias, Heli alzó la cabeza y miró en el espejo. Una desconocida la observaba. Tenía el pelo suelto que le caía como en cascada, dorado y brillante. Sus ojos eran enormes azules con un poco de verde que se entremezclaban según su humor . Tenía una boca grande y generosa, con una ligera curva en las comisuras. La piel era perfecta, incluso deslumbrante. Su cuerpo era voluptuoso de una mujer hermosa y plena.
Heli estiró una mano hacia el reflejo de aquella imagen. Luego se tocó la cara, maravillada. Un segundo más tarde hizo una mueca y se sacó la lengua. Después, se tocó el pelo.
—Nadie es tan bella. Yo no soy así. No puedo ser yo.
—Así es como me pareces a mí —afirmó él, con voz suave junto a su oído.
Fundidos como estaban el uno en el otro, ella intuyó su excitación. La necesidad de verla así. Seirim se había excitado al pensar en ella desnuda frente al espejo. Había algo de embriagador en su capacidad de hacer que la deseara tanto. Ella se sentía poderosa por llevarlo a él a las mismas alturas de su ardor.
—Tócate los pezones. Mírate tal como yo te veo y siente cuanto te deseo. —Seirim era la tentación en persona. El dominio que la rodeaba con sus brazos. Ella lo veía en el espejo, su cabello plateado brillando a la luz del fuego, los rasgos duros y angulosos. La mirada que posó sobre su imagen en el espejo le quemaba. Ya que estaba marcada por el deseo, el amor y la esperanza en un nuevo futuro.
Heli tocó su pezón izquierdo con algo de timidez. No importará que ya hizo el amor con Seirim algunas veces. Cada nuevo encuentro era diferente e intenso. Sintió que Seirim quedaba sin aliento. Era raro verse a sí misma y sentir todo lo que pensaba su demonio por medio de su poder de anuruin.
Seirim estaba muy excitado. Ella lo sentía en la gruesa envergadura de su miembro presionando contra sus nalgas.
—Vuelve a pellizcarte.
Ella lo hizo, quería que él la deseara de esa manera. Quería verlo excitado, los rasgos tensos por la necesidad, y por una determinación implacable. Ante ese breve contacto, un relámpago estalló en sus venas.
Seirim buscó las manos de Heli y las llevó al pecho de ella.
—Siente cómo eres de suave. Siente lo mismo que yo cuando te toco. Ésta eres tú, Heli. Bella, perfecta, mía. —Ella se cogió los pechos en el cuenco de las manos mientras él las mantenía en su lugar con las suyas. Era lo más erótico que jamás había vivido.
Sin dejar de mirar su reflejo en el espejo. Seirim comenzó lentamente a acariciarle los pechos. Con el pulgar frotó y excitó sus pezones hasta convertirlos en dos puntas de deseo desenfrenado. Heli fue incapaz de evitar el leve gemido que escapó de su boca. Seirim le frotó la mandíbula sin afeitar en el cuello.
—Ahora me dirás que no eres bella. Así es cómo te ven mis ojos. —Seirim le soltó las manos y exploró más abajo, hacia la cintura de ella. Mientras Heli mantuvo la mirada fija en el espejo.
Heli miró sus propias manos sobre los pechos, dándose placer. Al mismo tiempo, observó cómo Seirim le acariciaba lentamente el vientre. Contempló, maravillada, las piernas, la curva de sus caderas. Parecía imposible que aquella mujer del espejo fuera ella aunque lo era. Debía aceptarse y sobre todo amarse tal como era. Como la quería su amado demonio.
Seirim permanecía detrás de ella, con las manos le recorría y acariciaba la curva de las nalgas. Cada una de sus caricias desataba olas de deseo que se apoderaban de ella hasta que se retorció de necesidad. Vio cómo sus manos subían hasta sus muslos, con los largos dedos aproximándose al pequeño triángulo. Apretó los músculos y le flaquearon las rodillas. Él le mordisqueó el hombre y subió hacia su cuello. Con la lengua, probó su pulso frenético, giró y se deslizó. Seirim se sintió algo cohibido al verse en el espejo. Heli no era la única que no se aceptaba tal como era. Seirim intentaba mirarse a sí mismo con objetividad, ver su cuerpo como una mujer podría verlo y sentir placer. Sus músculos eran sutiles pero definidos. Tenía unos hombros anchos, las caderas estrechas. Su erección, gruesa y poderosa, ansiaba encontrar el camino hacia lo más hondo de Heli. Se produjo un breve silencio mientras él esperaba su respuesta. Cuando ésta llegó, no estaba preparada para la ola de excitación sexual, de calor ardiente que se apoderó de Heli, de su cuerpo y su mente. El placer de ver su cuerpo desnudo reflejado en el espejo.
Seirim dio un paso al lado, cuidándose de mantener la mirada fija en el espejo. Sus dedos eran largos y manos eran algo toscas manos de un cazador de demonios. Él nunca había reparado en ellas, pero en contraste con la piel de Heli, ahora veía su forma y tamaño.
—Eres muy bello, Seirim. —Heli observó cómo levantaba el brazo y enredaba los dedos en su larga melena dorada—. Te amo.
Se movió a su alrededor, mirándose a sí mismo por encima de su hombro. Vio los músculos prietos de sus nalgas relajarse y contraerse, sintió el repentino ardor húmedo y el placer exacerbado de Heli. Su mirada se detuvo en sus pechos.
Heli se inclinó, y cerró los ojos, pero no pudo bloquear la sensación extraña de mareo que se apoderó de ella. Se mezclaron las sombras y los contornos. Quiso protestar con una exclamación. Él le lamió un pezón. Una vez. Dos veces. Le cogió el pecho en la boca y lo chupó con pasión, estimulándole el pezón con la lengua. Heli tomó la cabeza con ambas manos y volvió a ver en el espejo asaltada por la sensaciones que Seirim le provocaba en ella.
Ahora los vio a los dos juntos. Seirim alimentándose de su pecho. Devorándole todo el cuerpo, ansioso de ella y sin pedir disculpas. Sus manos le recorrieron todo el cuerpo, sus dedos totalmente abiertos para abarcar cada trozo de piel que encontraba. La rozaba con los labios, la acariciaba, y luego le cogió los pechos, las nalgas, y deslizó la mano sobre su vientre hasta dejar descansar los dedos en el lecho de rizos dorados.
—No pares —dijo ella, abriendo las piernas para invitarlo.
Seirim se tomó su tiempo, derrochó atenciones sobre sus pechos, mientras a ella derramaba su crema. Hasta que estuvo caliente y húmeda y no pudo dejar de mover las caderas impulsada por un intenso deseo. Cuando él dejó de besarle el pecho, ella murmuró una protesta, pero luego observó, fascinada, cuando su boca se desplazó, rozándole levemente el cuerpo hasta la cintura y, más abajo, hasta el ombligo. Se detuvo ahí unos momentos, lamiendo suavemente, recogiendo con la mano el calor que se derramaba de sus muslos.
—Apenas puedo respirar —dijo, ansiosa por poseerlo. No paraba de mover las manos, siguiendo el contorno de sus músculos bien definidos, queriendo prodigarle caricias mientras conservaba la imagen de los dos juntos para sus recuerdos—. Me estoy consumiendo, Seirim.
Ahora lo vio cuando se arrodilló frente a ella y, sin prisas, le rodeó las caderas con los brazos y la atrajo hacía él. Su cerebro casi explotó con los olores y los gustos y las sensaciones que se dispararon a través de sus sentidos fusionados y sus mentes unidas. Oyó su propio breve grito cuando él penetró profundamente con la lengua en su interior.
Heli cerró los puños para cogerle el cabello, y lo acercó a ella, empujó las caderas hacia él, mientras las lágrimas le bañaban el rostro. Aquella intimidad compartida multiplicó por diez su apetito sexual. Ahora sintió toda su enérgica plenitud, la presión que se acumulaba y amenaza con volarle a Seirim la tapa de los sesos. Eran dos mitades de la misma unidad. Sintió el hambre de Seirim. Su necesidad de convertirla en su compañera para siempre y también sintió el mismo deseo.
Ella intentó aferrase a aquel sentimiento, pero sintió que todo el cuerpo se le estremecía, un orgasmo salvaje y lujurioso que la transportó a otra dimensión. Seirim la tomó en brazos y cruzó la habitación con ella hasta su cama. Heli apenas podía respirar, y sus músculos se convulsionaron cuando la penetró con fuerza.
La llenó por completo, hasta lo más hondo, sosteniéndola con fuerza por las caderas, sujetándola mientras empujaba, implacable, sin misericordia, pidiéndole que lo acogiera hasta el último centímetro. Piel con piel. Corazón con corazón. Seirim se apoderó de su cuerpo y le ofreció el suyo como si el poseído fuera él. Hambriento de ella, sin estar jamás saciado.
Heli no quería dejar de sentir la fusión de sus sentimientos y de sus cuerpos. Él pareció notar ese deseo que compartían y la abrazó más fuerte mientras seguía penetrándola para provocar un nuevo orgasmo.
— Te amo Heli Ericsson. Para mí la vida era simple solo me importaba ser cazador e impartir justicia. Y tú la hiciste complicada , me diste ilusiones , música, risas y coraje para ser el hombre que mereces.
Heli oyó el golpe de una batería. Mientras Seirim seguía penetrándola empezó a cantarle
Por qué tú eres hermosa
porque tus cicatrices son hermosas
como el jade
Aun brillaras cuando te sumerjas en el mar
donde los sangrantes celos escarlata
esculpen tus creencias.
Heli se aferró a él, se sujetó con fuerza cuando él penetró profundo. Quería tenerlo aún más hondo, ahí donde la presión se acumulaba y seguía hasta que ella empezó a arder, una tormenta de fuego que no podía controlar.
—Seirim. —Susurró su nombre cuando sus músculos se apretaron compulsivamente en torno a él. Cuando él se estremeció intentando prolongarlo. Una última sacudida los lanzó a ambos por el borde del precipicio.
Se aferraron el uno al otro, luchando por respirar, intentando calmar sus corazones galopantes. Seirim no se movió, y su cuerpo se fundió en ella. Permanecieron entrelazados, tal como estaban destinados y nada ni nadie los separaría ni las batallas venideras con Naur y Uvatar, ni las manipulaciones de Lilith.
Unas horas después. Serim supo que su hermano estuvo a punto de ser asesinado por Lilith. Chatel era muy poderoso para morir de un simple veneno. Cuando fue a ver a su hermano y comprobar que este bien. Él aún estaba dormido por los efectos del veneno gritaba el nombre de su esposa y que haría lo que fuera por salvarla. Seirim tocó a su hermano en la frente para calmarlo y tuvo el presentimiento que algún día se enfrentarían los en una batalla.
14 comentarios:
*o* Otro capitulo tremendo.
Besos
Siempre adelante querida amiga. El placer de la escritura no se detiene y van años...
Un abrazo grande.
A perfect romance!
You are very excellent to describe every moment!
A kiss
uy ... uy uy uy : UY
¡¡ejem!!
[carraspera tengo, leches]
[y un calorr ...]
[tendrá puesta la calefacción, digo yo ¿?]
Lilith es una resbalosa || está claro || qué pena || qué cosa || ahora lo sé a ciencia cierta : que resbala y hace resbalar, la muy mocosa
...
la nueva pareja [nueva para mí] de Seirim parece mona [guapa, graciosa, timorata, introvertida] ... y muy como a mí me gustan ... ¡¡muy mucho!!, ya lo creo
pues que sepas que me has dado un giro a lo que estaba interpretando yo, o mejor dicho a lo que imaginaba|fantaseaba yo : ahora ya no veo al prota con la demonisa Lilith [todo el día cambiando de parecer y tocando las polainas al personal]
¡¡me gusta más Heli!!
para Seirim, digo
Heli tiene mucho de todo; de todo lo que a mi me mola; y es mu' tierna, a la par que cachonda ¿? || en todos los sentidos lo digo, no solo en 'lo mollar'; en lo 'pecaminoso' [ea, ya lo he dicho] también || y a mí eso me atrae más que la luz a los mosquitos
así que reactualizo 'la película' que me estaba montando yo solito y continuo de aquí pa'lante, ¿sí?
y es por eso que :
te ordeno un beso ... detrás de otro; con luz, con una habitación llena de espejos -incluido en el techo- con chicha y limoná, teniendo carne donde asirse y agarrar(se) pa' no caerse y empujar [sorry, se me ha escapado]
______
Ya se le pueden olvidar los complejos a Heli. Seirim la ve guapísima!!!! Si es que la belleza está en los ojos del que mira!!!!
Capítulazoooo!!!!
Besoteeeesssss!!!!!
Hola Citu! Espero que estés bien. ¡Uy, me muero de calor! Quién encendió el calefactor? Por fin, la parejita se dejan de tantos complejos y vuelven a quererse mucho. Me alegro tanto por Sei y Heli. Que detestable es Lilith como pudo dañar a Chatel aunque sé que sus intenciones no son claras no se lo merece. Bueno, ha sido un buen capítulo! Espero leerte en siete días. Un besote!
Me gusta esa desnudez de Seirim, es sincero y tierno al decirle que la ama con sus gorditos, y sensual, poderoso, fuerte, pasional...... Un capitulo de lo mas ardiente amiga, un capitulo que arde en llamas de deseos. Saludos amiga.
Hola, JP... Gracias por tu advertencia... después de leerla, he pasado a la lectura del capítulo
Seirim ha vuelto a sincerarse con Heli... y la quiere con defectos y virtudes... es que yo creo que, cuando amas a alguien, aceptas sus defectos con una sonrisa
Heli ve a una desconocida en el espejo... no es tan desconocida, es ella... es como la ve Seirim
Pues sí, creo que habrá un enfrentamiento entre Seirim y Chatel... si es que Chatel persiste en la mala idea de matar a Heli
Buen capítulo
Besos
Tus emociones literarias siempre se están en superación
La perfección se encuentra en todos esos perfectos defectos y la desinhibición es la clave para poder disfrutar de todo sin miedo. Un abrazo.
so romantic post:)
Un simple veneno no podía matar a Chatel. Imposible!
Bso
what perfect romance! great job JP!
Me agrada mucho cuando publicas videos musicales, le brinda otra sensación, enriqueciendo a la lectura.
Saludos.
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