Hola ¿Cómo están?
Hoy les traigo un nuevo fragmento de mi novela. Esperó que les guste
Capítulo 20
Anazareth empezó a llorar ni bien Luke se marchó. En ese momento el aroma de las flores y una voz baja le decían
— Solo pide y él volverá a ti.
Anazareth estuvo tentada a decir que sí. Pero tener a Luke de esa forma era solo una ilusión y un error. Además, que el rato que la respuesta de ella fuera afirmativa. Las flores le pedirían víctimas. Y eso mataría su alma y su amor por Luke.
Así que con mucha decisión y fuerza de voluntad dijo — No.
Las flores furiosas le clavaron sus espinas en su cuerpo.
— Deseas que esto pase.
— No.
Anazareth estaba a punto de desmayarse. Pero seguía gritando — No.
Las flores luego de unos minutos la dejaron. Ella pensó que iba a caer en el suelo de su sala. Cuando sintió que alguien la tomaba entre sus brazos.
— ¿ Qué haces aquí?
Luke molesto por la actitud de Anazareth gruñó — ¿ Estás bien?
— Lo estoy, ya puedes marcharte.
Luke alzó la ceja molesto y sin deseo de irse. El rostro de Anazareth estaba pálido y su cabello totalmente azul. Nunca lo había visto de ese color
— Por lo menos podrás dar las gracias.
Anazareth se sentía muy triste por su ruptura con Luke y débil por su encuentro con las plantas malditas. Solo quería ir a su cuarto a llorar y acostarse en su cama.
— Gracias, No necesito tu ayuda. No soy una dama en peligro como Emma.
Luke se quedó sorprendido. Ella se encontraba celosa al igual que él. En lugar de irse se sentó.
— No te ibas.
Luke miró a los ojos rojos de la demonia que cambiaba a grises. — No quiero irme o más bien no puedo irme. No deseo terminar contigo.
Anazareth molesta puso sus manos en caderas, mientras dijo en tono frío —Eso no es lo que dijiste antes.
Luke la miró con dolor . — Soy un idiota. Estaba molesto y celoso. Y era más fácil salir huyendo.
— ¿Celoso de Adremelech?
— Sí.
— Es una tontería, somos como hermanos.
— Hace un tiempo estuviste enamorada de él.
Anazareth puso los ojos en blanco. — Era un amor infantil, pero aun tú sigues enamorado de Emma creo que te gustaría que me comporte como ella.
— ¿ Por qué lo haría?
Anazareth señaló un cameo que siempre llevaba oculto Luke en su cuello. Aún lloraba al recordar que siempre llevaba el retrato de su novia.
Luke se rio. — Ame a Emma y ella constituye parte de lo que soy. Pero ese camafeo no es suyo . Me lo dio mi abuela, se lo mostró a Anazareth. Tiene el rostro de la mujer que amo.
Anazareth lo tomó con dudas. No necesitaba ver el rostro de Emma, la antigua prometida de Luke. La mujer por la que casi se suicida.
Lo abrió y se sorprendió al ver su rostro. Ella se sentó al lado de Luke sorprendida y algo confusa.
— Para ser una relación de dos personas parece que vamos a tener una orgia.
Luke tomó su mejilla antes de decir — Solo quiero una relación junto a ti. Sé que debo darte espacio, pero no me alejes del todo.
Anazareth se quedó viendo a Luke. — Tú eres la persona con la que más confío. Solo a ti y a mi abuela les he dicho que buscó conocer la verdad sobre mi madre.
Adremelech me trajo los papeles por petición de mi abuela.
— Soy un tonto.
— Lo sé. Pero yo también he estado celosa siento que me ocultas algo. — Mientras tocaba el camafeo.
Luke no deseaba hablar de ello, le daba vergüenza. Sin embargo, si deseaba que su relación con Anazareth perdure debía hacerlo.
Luke miró al suelo y no a Anazareth y estuvo callado bastante tiempo. Ella pensó que no iba a decir nada .
— Desde hace algunos días me siento extraño. Estoy de mal humor sin ningún motivo. Aparezco en lugares donde ni siquiera tuve intención de ir.
Anazareth se preocupó por eso puso su mano en la espalda de Luke. Que siguió.
— Al principio pensé que eran las flores malditas que quería poseerme como supuso Ebenezer que supo todo esto por accidente.
— Mírame Luke.
Él la miró con miedo y angustia.
— No estás loco, sino que son las flores. ¿Quién desea poseerte?
— No lo sé.
Anazareth sin dejar de tocar a Luke — Lo averiguaremos juntos.
Luke miró a Anazareth con su cabello negro y rostro con algunas lagrimas. Habían discutido y ambos ocultaron sus miedos pero hablaron y eso los hizo más fuertes.
— Parece que superamos nuestra primera gran pelea.
— Habrá otras más. Pero yo apuesto a nosotros. Te quiero.
Luke besó a Anazareth de forma tierna como si fuera la primera vez que lo hacía sabiendo que cada minuto con ella era un regalo. Úvatar que había querido poseer a Luke de una vez por todas.
Se dio cuenta de que era peligroso hacerlo en este momento o lo que viene. La anuruin podía sentirlo. Ya le había pasado con ese tipo raro de cabello dorado y cara de idiota.
Lo mejor era poseer a otra alma para lograr sus planes ahora que estaba débil.
Les deseo un buen fin de semana
No hay comentarios.:
Publicar un comentario