Hola ¿Cómo están?
Hoy les traigo un nuevo fragmento de mi novela.
Capítulo 21
Radulf nunca entró a esa oficina antes. Broom era el encargado junto a Vanora y Khalid de organizar los turnos de los recolectores para buscar almas.
También se encarga de enseñar a los recolectores que no sabían leer o escribir , además de otros conocimientos. Radulf no se sorprendió al encontrar una oficina pequeña, muy desordenada con olor café y pasteles.
Broom al igual que él. Mostraba a un hombre mayor alto de cabello blancos con rizos y rostro redondo . Tenía ojos azules muy expresivos y una gran sonrisa.
— Por fin llegaron. Iba a irme sin ustedes. Me intrigó tu informe y aunque Vanora y Khalid creen que fue una avería en sus piedras de recolectores de almas. Yo no estoy convencido y la muerte de Pround lo confirma.
Radulf estaba de acuerdo. Así que pregunto — ¿ De qué murió?
— El político se suicidó. Aunque ganaba en las encuestas y su fortuna se encontraba mejor que nunca. Lo más raro es que su estado era verde y de una pasó a rojo en minutos. Pero menos charla y más acción. ¿ Nos vamos?
Radulf desea negarse. Broom lo acusó de traicionarlo cuando él nunca lo hizo. Pero lo había buscado aunque no era necesario para resolver el caso.
Suspirando dijo — A encontrar el misterio.
Broom sonrió temeroso que Radulf se aleje de nuevo de él. Muchas veces lo buscó cuando descubrió la verdad y su amigo lo rechazó.
— Gracias por venir dijeron en voz baja.
Radulf no dijo nada, no sabría qué decir. Llegaron a Manhattan al apartamento del político. Fue Radulf quien se acercó al alma confundida de Robert Pround. El hombre aún estaba viendo su cuerpo inerte y se encontraba confundido.
— ¿ Qué pasó ? ¿Por qué puedo verme en el suelo?
Radulf lo miró de forma inexpresiva — Estás muerto.
— ¿ Usted me mato?
— No. Vine a llevarme tu alma para que pueda renacer. Solo debes darme la mano — Radulf estiró su mano.
Pround lo miró con asco ya que Radulf era pequeño, gordito y con el rostro huraño.
— No deseo morir. Lárguese y devuélveme a mi cuerpo. Será bien recompensado.
Radulf alzó la ceja con resignación. Los políticos por lo general y ciertos ricos siempre le decían esa frase.
— No puedo hacerlo, pero si desea me marcho. Usted quedará de fantasma y tarde o temprano solo será un eco de lo que es. Si viene conmigo podrá renacer o trascender.
Pround a punto de hacer un berrinche gritó. — Quiero seguir en esta vida, voy a ser ministro de magia de todo el mundo. Y mis empresas ya han doblado sus ingresos y me acuesto con Lara y su hermana. Mi vida es genial. No voy a luchar de nuevo para llegar a lo que tengo.
Me quejaré con su jefe si no hace lo que le pido.
Radulf alzó los hombros a punto de marcharse. —. Si no viene conmigo en 3 segundos . Se quedará de esa forma. ¿ Usted elige?
Pround le dio la mano. Ni bien lo hizo se convirtió en un gran bloque de piedra.
Radulf lo tomó — Odio recoger almas de políticos. —. Miró a Broom . — ¿Hay huellas de Úvatar?
— Las hay muy leves sólo en el cadáver.
Rory no podía permanecer callado — Él hombre no sabía que se suicidó y hay indicios de Úvatar es prueba de que algo malo pasa.
— Pround pudo olvidar su suicidio. Pasa.
— Él, tipo, quería vivir. No creo que sea suicidio.
Radulf algo enojado le dijo — a los recolectores de almas no compete como murió. Pero tienes razón . no pinta bien. Necesitamos verificar con un anuruin y ver si siente algo de la energía de Úvatar.
— Ya lo llame.
Radulf sonrió — Genial mientras no sea...— Radukf se atragantó con sus palabras al ver la nariz aguileña y la barbilla pronunciada el en rostro arrogante de Super One.
— ¿ Por qué de todos los anuruin lo llamaste?
Ebnezer molesto lo miró — No es forma de hablar con tu curador.
Broom apenas contenía la risa — La llamé a ella.
Minutos después apareció una mujer pequeña de cabellos negros recogidos con una cola y lentes.
Anazareth le sonrió y Radulf le recordó alguien de su pasado. Se puso nervioso de verla a su lado y miró hacia el piso. Esperando que Broom hable.
Esperó que les haya agradado este capítulo. Les deseo un genial fin de semana.
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