Bienvenidos a mi blog. He creado este por que tengo un montón de historias en mi mente que me gustara compartir. Miles de mundos y personajes siempre me acompañan, decidí, que era hora de hacer que fueran conocidos. Quiero, que sean capaces de expresar y soñar junto a mi. Espero, que les guste mi casa y tendrán una voz aquí. Mi cariño y amistad también.
martes, 16 de febrero de 2010
Capitulo 13
Despedidas
Humo, gritos, y rayos de magia rodeaban el ambiente. Soldados, rebeldes y otras personas huían y gritaban en medio de calle.
Pero Arik y Diana no se enteraban de nada enfrascados en explorarse mutuamente. Al principio el beso fue tierno con miedo, pero a medida que sus labios chocaban se hacía más profundo y sensual.
Arik había besado a algunas chicas hasta tenia una amante, sin embargo nuca se sintió tan vivo y conectado como cuando Diana le abrió los labios, metió su lengua en su boca, empezó a explorarla y amarla. Supo en ese instante que nunca más habría otra mujer que lo llenara y le hiciera sentir tan vivo.
Diana aun no lo podía creer estaba recibiendo su primer beso del hombre que siempre deseo. Continuamente había temido si lo hacía bien o mal que su pareja se sintiera desilusionada. Pero cuando Arik rozo sus labios con los de ella se perdió en la sensación y en el placer de sentirse suya.
Una explosión saco a Arik de su ensoñación que estaban haciendo todo el mundo gritaba huía. Los soldados buscaban a su gente y él perdido entre los brazos de la mujer que estaba empezando a amar. La que ponía en peligro por su estupidez.
Se separo de Diana. Ella lanzo un gemido de protesta.
-Es mejor que nos marchemos.
Diana se abrazo a él. Empezaron a caminar.
-¿Adonde vamos? Pregunto aun sorprendida que la hubiera besado por fin y pensando en miles de planes. Y como cambiaría su relación. Se sentía tan mal hace unos momentos insegura de su destino de lo que pudiera pasar a los dos. Pero juntos ahora creía que podía enfrentarlo todo.
Él se volvió frió dejo de abrazarla, Empezó a caminar sin verla, y cuando la miro a los ojos su rostro no mostraban emoción. Diana se paralizo cuando lo vio así.Tuvo miedo de que sus sueños se rompieran.
-¿Qué pasa, por qué no caminas?
-Dejaste de abrazarme.
-Y que esperas te cargue. No tenemos tiempo para eso.
-Entiendo. ¿A donde vamos?
-A tu casa donde puedas estar segura. Yo iré con mi gente a donde pertenezco.
- No vas a volver a la cueva.
-No.
-Entonces lo que paso hace un momento fue una despedida. Pensé que nuca te ibas a ir. Que empezábamos algo especial. Lloro Diana metiendo la mano en sus bolsillos donde tenía la nota que él le dejo en la mañana.
-Muévete Diana. Arik termino de decir eso mientras la jalaba tan fuerte que casi le bota al piso.
Ella se paro. Lo miro fijamente con los ojos a punto de llorar.
-¿Contéstame?
-No tenemos tiempo para esto. Vienen soldados.
-Solo dilo es una despedida ¿si o no?.
Arik la vio furioso. La halo bruscamente y casi la arrastro.
-Vamos.
- ¡Dilo!
- ¿Que esperas que te diga? Sí, quieres la vedad solo fue un beso. Estuve a punto de morir necesitaba relajarme. Somos amigos no tenemos que pelear en la calle apúrate que es peligroso seguir aquí.-Grito agarrándola nuevamente de brazo.
Diana estaba a punto de llorar. Sentía las lágrimas en sus ojos pero se aguanto. Lo único que quería era hacerle daño golpearlo hasta que sienta el mismo dolor que ella en ese momento. Un a energía rodeaba todo su ser. Sintió un gran poder que corría por sus venas. Dejo de caminar.
Arik la enfrento de nuevo. Diana vio esa frialdad en sus ojos. Y con todas sus fuerzas lo cacheteo. Él cayo al piso, ese no fue un simple golpe.
-¿Qué te pasa? Gruño Arik levantándose y tocándose la mejilla.
-Nada necesitaba relajarme también. Es mejor que vaya con mi tía debe estar preocupada a pesar de todo le importo un poco. Fue un gusto conocerte adiós. Espero que te vaya bien con tu gente. Cuídate, no vuelvas a buscarme.
Arik se quedo congelado. Viéndola partir.
******************
Con el orgullo y el corazón roto en el piso dejo que ella se fuera. No tenía que ofrecerle. Era muy joven para enfrentar el desprecio de ambas razas. Si se unían los marginarían y eso destruiría su relación. No podían quedarse por siempre en la cueva además ella tenia que ingresar en la escuela tenia un futuro no podía robárselo.
La siguió desde lejos a su casa.
La calle donde vivía estaba tranquila. Todas las casas estaban con las luces apagadas solo su casa estaba encendida. Su tía la esperaba en la puerta.
Cuando la vio corrió abrazarla.
Su tía nunca había sido particularmente cariñosa pero Diana agradeció ese gesto y la abrazo también.
-¿A donde fuiste. Qué paso que te hizo salir así?
-Estoy bien. Entremos.
-Bueno dentro me vas explicar todo y no te vas a librar de un buen castigo. Entraron en la casa, fueron a la sala de estar y su tía se sentó con un gran suspiro. Entonces le dijo.
-Bien. ¿Por que te fuiste así?
Diana no sabia que decir.
-No sé por que salí. Estaba como hipnotizada era como si, una voz me llamara. Cuando me di cuenta donde estaba, volví enseguida.
Su tía estaba sorprendida con lo ojos como pepas de aguacate. Cuando lo hablo lo hizo convencida de que era un gran hecho.
–Ese es el llamado de la diosa. Mañana vas aprobar con honores . Vas ver que eso ocurre.
-¿Lo crees?.
-Estoy segura. Ahora antes que me arrepienta y llame a tu padre para decirle que casi huiste. Hazme una agua de pasionaria para que pueda dormir y ya que vas a la cocina, me haces un emparedado de mermelada de fresa con el queso bien fino por dentro.
Diana suspiro, su tía nunca cambiaría y lo peor era que ella era la única persona a quien le importaba.
Arik se sentía que moriría si se alejaba de ella. Se prometio que nunca la dejaría y que había hecho. La siguió desde lejos con cuidado que ella no se diera cuenta. Como un ladrón la observo cuando entraba junto a su tía.
Estuvo tentado a raptarla, llevarla a la cueva y besarla largamente. Pero no lo hizo se quedo mirándola de lejos como siempre.
Diana le dio a su tía la comida y se fue a dormir. Mientras cocinaba lloro y cuando se acostó lo hizo nuevamente.
Pero estaba agradecida después de todo con su padre su destino iba cambiar se tenía a si misma, era hora de empezar a crecer.
Al fin se durmió pensó Arik. Entro en la habitaron como un ladrón, la acaricio y pidió perdón por hacerla llorar. Quería pegarse por lo que le había hecho, se sentía tan culpable. No imagina su vida, sin ella, sin sus sonrisas, sin charlas. Ella lo había dado todo por él y de que forma le pagaba.
Con el corazón destrozado y pensando que sería la ultima vez que estaría tan cerca en mucho tiempo la beso en la frente, luego en la boca, le dijo que le amaba y se fue.
Publicadas por
J.P. Alexander
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1 comentario:
Que bueno que Diana le haya dado esa cachetada a Arik, a veces los hombres pueden ser tan idiotas... aunque mi Arik está un poco loco por dejarla, pero bueno, también lo comprendo...
Me encanta esta historia, quiero más!
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