Nuevamente en tus brazos
Ameli sintió como la lengua de Sebastián exploraba su boca, estaba mareada como si hubiera bebido mucho, pero a pesar de eso no podía dejar de besarlo. Absorbiendo cada parte de su aliento de su ser, quería intoxicarse con su sabor nunca dejar de sentir ese vértigo y cosquilleo en todo su cuerpo.
Casi apunto de desmayarse muy débil para sostenerse agradecía que los brazos de Sebastián la mantuvieran de pie, pensaba que se convertiría en gelatina o estallaría en mil pedazos.
Su cuerpo parecía arder a cada roce con el cuerpo de él, su corazón latía como un tambor, las manos de Sebastián la acariciaban con cariño y pasión. Mientras se aferraba a su boca, a sus manos, a su olor.
Sintió un ligero golpe de viento y un poco tristeza, cuando él la dejo de besar. Se separaron mirándose con los brillantes llenos de lujuria y sobre todo amor . Ameli temblaba de deseo y Sebastián estaba un poco nervioso sintiendo que era la primera vez que tener sexo significaba más que deseo.
Ameli sintió como la lengua de Sebastián exploraba su boca, estaba mareada como si hubiera bebido mucho, pero a pesar de eso no podía dejar de besarlo. Absorbiendo cada parte de su aliento de su ser, quería intoxicarse con su sabor nunca dejar de sentir ese vértigo y cosquilleo en todo su cuerpo.
Casi apunto de desmayarse muy débil para sostenerse agradecía que los brazos de Sebastián la mantuvieran de pie, pensaba que se convertiría en gelatina o estallaría en mil pedazos.
Su cuerpo parecía arder a cada roce con el cuerpo de él, su corazón latía como un tambor, las manos de Sebastián la acariciaban con cariño y pasión. Mientras se aferraba a su boca, a sus manos, a su olor.
Sintió un ligero golpe de viento y un poco tristeza, cuando él la dejo de besar. Se separaron mirándose con los brillantes llenos de lujuria y sobre todo amor . Ameli temblaba de deseo y Sebastián estaba un poco nervioso sintiendo que era la primera vez que tener sexo significaba más que deseo.
Ambos sabían que iba a pasar, los dos lo deseaban no necesitaban decirlo. Empezó a caer una ligera lluvia. Como la primera vez que se besaron, ambos aun recordaban la embriagante sensación de su primer beso.
Sebastián acaricio su pelo, su cara y con sus dedos delineo los labios que había besado. Tomo su barbilla, la miro con devoción y vio en lo ojos de Ameli amor incondicional. La beso nuevamente suave al principio solo sintiendo sus labios, luego más duro exigiendo y dando.
Las manos de ella exploraban dentro de la camisa de Sebastián. De la misma forma que él hacia con ella. Él abrió su sostén y sus manos bajaron por su espalda amasando sus nalgas. Ameli se froto contra su cuerpo necesitaba estar más cerca de él. Los dos se balanceaban, tan fuerte que perdieron el equilibrio y cayeron en arena.
Ella cayó sobre Sebastián, se rieron divertidos. Ameli seguía encima de él, lo beso en la boca prácticamente lo mordió. Luego fue a su cuello, chupo poco a poco explorando sus venas, su piel y bajando cada vez más. Hasta que se topo con un botón lo abrió y beso la piel descubierta de su amor. Luego hizo lo mismo con el otro botón.
Sebastián gimió.
Ella abrió otro botón viendo los pelos del pecho de su amante, degustando el sabor de su piel salada y exótica.
Llego a sus tetillas, tomo el pezón entre su labios como si fuera un chupete y empezó absorberlo como si fuera un dulce delicioso memorizando su textura. Sin aliento contra su piel dijo.
-Eres delicioso Bastian.
Tomo el otro pezón lo chupo y mordió. La lluvia los mojaba pero a ninguno de los dos le importaba.
Ella se balanceaba encima de el excitándole mientras seguía con su dulce tortura.
-Ay gimió. Sebastián estas jugando con fuego ahora tendrás tu merecido.
La agarro de las mano y se puso encima de ella.
La beso salvajemente. Rasgo su camiseta necesitaba ver sus senos lamió el contorno de sus senos.
Mientras su miembro crecía, la excitación de Sebastián estaba a tope. Se alegraba que lloviera por que lo calmaba pensaba que si no hubiera estallado.
Los muslos de Ameli estaban mojados el short que llevaba puesto rasgaba su piel.Solo las manos de su amante producían un alivio débil, pero necesita más quería tenerlo dentro, estar completamente unida a él.
-Por favor Bastian
-¿Que deseas?
-A ti.
-¿De que forma?
Ella jadeo débilmente
-Quiero.
-No sabes lo que quieres veamos.
Se alejo de ella le quito las sandalia acaricio los dedos de sus pies los chupo.
Sebastián acaricio su pelo, su cara y con sus dedos delineo los labios que había besado. Tomo su barbilla, la miro con devoción y vio en lo ojos de Ameli amor incondicional. La beso nuevamente suave al principio solo sintiendo sus labios, luego más duro exigiendo y dando.
Las manos de ella exploraban dentro de la camisa de Sebastián. De la misma forma que él hacia con ella. Él abrió su sostén y sus manos bajaron por su espalda amasando sus nalgas. Ameli se froto contra su cuerpo necesitaba estar más cerca de él. Los dos se balanceaban, tan fuerte que perdieron el equilibrio y cayeron en arena.
Ella cayó sobre Sebastián, se rieron divertidos. Ameli seguía encima de él, lo beso en la boca prácticamente lo mordió. Luego fue a su cuello, chupo poco a poco explorando sus venas, su piel y bajando cada vez más. Hasta que se topo con un botón lo abrió y beso la piel descubierta de su amor. Luego hizo lo mismo con el otro botón.
Sebastián gimió.
Ella abrió otro botón viendo los pelos del pecho de su amante, degustando el sabor de su piel salada y exótica.
Llego a sus tetillas, tomo el pezón entre su labios como si fuera un chupete y empezó absorberlo como si fuera un dulce delicioso memorizando su textura. Sin aliento contra su piel dijo.
-Eres delicioso Bastian.
Tomo el otro pezón lo chupo y mordió. La lluvia los mojaba pero a ninguno de los dos le importaba.
Ella se balanceaba encima de el excitándole mientras seguía con su dulce tortura.
-Ay gimió. Sebastián estas jugando con fuego ahora tendrás tu merecido.
La agarro de las mano y se puso encima de ella.
La beso salvajemente. Rasgo su camiseta necesitaba ver sus senos lamió el contorno de sus senos.
Mientras su miembro crecía, la excitación de Sebastián estaba a tope. Se alegraba que lloviera por que lo calmaba pensaba que si no hubiera estallado.
Los muslos de Ameli estaban mojados el short que llevaba puesto rasgaba su piel.Solo las manos de su amante producían un alivio débil, pero necesita más quería tenerlo dentro, estar completamente unida a él.
-Por favor Bastian
-¿Que deseas?
-A ti.
-¿De que forma?
Ella jadeo débilmente
-Quiero.
-No sabes lo que quieres veamos.
Se alejo de ella le quito las sandalia acaricio los dedos de sus pies los chupo.
Ameli no sabía que eso fuera tan erótico.
Luego fue a sus tobillos su lengua avanzaba a sus muslos, llego a su short y con lo dientes lo abrió. De un tirón se lo saco, vio su braga crema de encaje la beso y aspiro su olor luego empezó a chupar su interior estimulando su botón, mordiéndolo.
-Ameli chillo llegando al climax.
Sebastián sonrió.
-Deseo más dijo Ameli con una voz que no reconocía. -Te necesito dentro de mi por favor.
Sebastián se quito los pantalones y el boxer y la penetro sin dejarla de ver a los ojos cuando estuvo en su interior la beso.
Ameli grito de dolor Sebastián se quedo quieto. Y le dijo
- Te amado desde siempre, desde antes de verte, sabias que existías en alguna parte. Te buscado desde siempre y ahora que te encontré nunca te dejare.
-Te amo, Sebastián. - Le contesto Ameli mientras lo apretaba con sus piernas haciendo la penetración más profunda . Sebastián comenzó a moverse suavemente y luego de forma más fuerte, se balanceaban con locura dando todo de si.
Ella tuvo un nuevo orgasmo Sebastián la beso y tuvo el suyo.
Luego con su camisa hizo una cama para ella. Ameli extendió junto a él, mientras Sebastián la veía dormir y contemplaba el amanecer.
Luego fue a sus tobillos su lengua avanzaba a sus muslos, llego a su short y con lo dientes lo abrió. De un tirón se lo saco, vio su braga crema de encaje la beso y aspiro su olor luego empezó a chupar su interior estimulando su botón, mordiéndolo.
-Ameli chillo llegando al climax.
Sebastián sonrió.
-Deseo más dijo Ameli con una voz que no reconocía. -Te necesito dentro de mi por favor.
Sebastián se quito los pantalones y el boxer y la penetro sin dejarla de ver a los ojos cuando estuvo en su interior la beso.
Ameli grito de dolor Sebastián se quedo quieto. Y le dijo
- Te amado desde siempre, desde antes de verte, sabias que existías en alguna parte. Te buscado desde siempre y ahora que te encontré nunca te dejare.
-Te amo, Sebastián. - Le contesto Ameli mientras lo apretaba con sus piernas haciendo la penetración más profunda . Sebastián comenzó a moverse suavemente y luego de forma más fuerte, se balanceaban con locura dando todo de si.
Ella tuvo un nuevo orgasmo Sebastián la beso y tuvo el suyo.
Luego con su camisa hizo una cama para ella. Ameli extendió junto a él, mientras Sebastián la veía dormir y contemplaba el amanecer.
4 comentarios:
Estaba claro que estos dos tenían que estar juntos en algún momento!! Me ha gustado la escena!
Besitos y continúa escribiendo!
Apasionante escena y hay que ver lo que costó que por fin se hiciese realidad.
Que ganas tenía de ver a estos dos juntos de una buena vez.
\\\///
(Ó_Ó)
Hermoso post amiga citu¡¡¡un abrazo de tu amigo El Miedoso¡¡¡
¡¡¡¡FELICES PASCUAS¡¡¡¡
Creo que tengo la imagen de esta entrada en algún poema de los primeros. Mezclas muy bien el romanticismo con el sexo, me quedo con esta parte... " como si fuera un chupete y empezó absorberlo como si fuera un dulce delicioso memorizando su textura." Lo dulce siempre deja un buen sabor ;)
Besos dulces Judith.
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