Capitulo 26

El castigo.



La batalla duro menos de lo esperado. Ballakar huyo y dejo a los ruks de Ambrocius sin protección. La señora de la vida fue acorralada por su hermana y los hombres de Niles que esperaban terminar rápido para marchase de la siniestra isla del tiempo.

De Ambrocius se encargaron entre Andrei y Yanus. Cuando lo vencieron lo llevaron a una extraña celda. La Señora de la vida estaba junto a él. A diferencia de Ambrocius aceptaba su destino callada, mientras Ambrocius chillaba como un bebe.

Ella veía Andrei, fijamente los dos sabían en lo que estaban pensando.

Andrei recordaba cuando ella lo llevo ahí. Nunca supo el terrible crimen terrible que cometió para que lo mandara por tantos años a ese truculento lugar. Miro a su alrededor.

Hope y Sebastián apenas se podían parar. El resto de sus hombres ataban a los ruks para que murieran. Decidió que era mejor que todos se marcharan de ahí.

Lo que tenía que hablar solo le correspondía a sus dos señoras y a Lucius.

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Miro alrededor examinando lo que parecía una insignificante isla, pero no lo era. Meditando sobre la isla, su pasado y lo que lo trajo aquí. La isla del tiempo era la prisión de los faes y demonios. Era un lugar que absorbía todo tipo de energía. Si pertenecías mucho tiempo en ese lugar sin protección te convertías en piedra a los tres días pero no si antes sufrir grandes dolores no solo físicos, también sicológicos. La isla a cada hora te mostraba, tus peores miedos, tus peores remordimientos. Como también torturaba el cuerpo de la persona infligiéndole gran dolor en alguna parte del cuerpo. Siempre rotaba uno nunca sabia que le iba doler.

Pero si eras colocado en una celda especial eras protegido del efecto de la conversión en piedra aunque serías torturado continuamente. Era el castigo más duro que se podía dar

Pocos seres podían entrar al portal que abría la isla del tiempo. Ni siquiera él podía hacerlo entre esos pocos seres, estaban sus señoras.

Era el castigo preferido de la señora de la vida. Sospecho de ella, desde de que se le apareció, sorpresivamente a salvar a Ameli Para ella los uruk era peor que muebles, los trataba como si no existieran, sin embargo lo que confirmo sus sospechas fue la forma en que inculpo a la señora de la muerte.

A la señora de la vida, siempre estuvo con ganas de remplazar el mal manejo de su hermana. Ella no temía Ambrocius, más bien sabía como manejarlo. Aunque nunca lo ayudo, tampoco hizo nada para impedir su maldad.

Así que decidió contactar con Lucius, si la señora de la vida esta involucrada. Que Lucius tuviese una amante sería castigado. Para ella, el amor el sexo, el placer o cualquier cosa que distrajera a sus trabajadores, era una excusa, una debilidad.

Lucius decidió ayudarlo tanto por su cuello como el de Vanesa. Sabía que Ambrocius y la señora de la vida lo terminarían llevando a la isla sin tiempo. El uno por temor, la otra por prejuicio.

Andrei supo que serían atacados en lugar de frenar la captura como estaba haciendo. Decidió cambiar de movimiento dejo que la señora de la vida gane momentáneamente.

Con su prepotencia habitual crearía que ellos eran fáciles de capturar. Lucius le informó que tomaría rehenes para forzar a Hope a convertirse en uruk aunque pudiera quedar como zombi.

La mano de la señora de la muerte en su espalda le devolvió a la realidad.

-¿Estás bien?

-Si señora. Luego se distancio de ella. Haberla necesitado era lo peor. Necesitar a la persona que casi lo mato era una humillación.

-Puedes dejar esa muestras de patetismo hermana. Ahora tienes lo que querías. Serás la señora de ambos mundos.


-No lo será, aun trabaja. Dios me dio la piedra Nenya dijo Andrei. Sufriré todos lo días un gran tortura al estar aquí pero también un gran placer, al verla sufrir.

Vanesa se sentía muy débil para protestar. Solo sabía que moría. No podía armar una pataleta, eso la mataba, tanto como saber que Lucius la condeno.

-Viste Andrei cumplí con el trato. ¿Lo harás tú?

-Si, Tienes una cámara de cristal. O te la doy yo.

-La tengo.

Iré el día que vas a ser la ceremonia para encontrar el guardián.

-Te dije que mantendría viva a la mujer. ¿No confías en mi Lucius?

-Confió en ti. Tanto como tu en mi. Te veré el día del rito. Jalando a Vanesa desapareció.

Cuando llegaron a su nuevo refugio. Vanesa lo cacheteó. Él le tiro contra la pared.

-Intenta golpearme estúpida de nuevo y te matare o marcare la cara. Acabo de salvarte la vida. Recuerdas del lugar que acabamos de visitar.

Te ibas a quedar en él, por el resto de tus días. Ambrocius me dijo que ese era tu castigo por molestar a la señora de la vida.

Levantándose y haciendo un mohín dijo. –Igual voy a morir.

-No lo harás sígueme.

Le mostró una urna de cristal.

-Te quedaras dormida ahí. Y te mantendrá con vida hasta que consiga el hechizo.

-Me convertiré en la bella durmiente, pero más sexy. No es mi idea de diversión.

-Ni la mía. Voy a descansar, si no llegas cuando este completamente desnudo lo pagaras. He arriesgado mucho por ti. -Diciendo eso se marcho.


Vanesa miro la urna de cristal Ella se quedaría como bella durmiente. Y la mosca muerta de Ameli sería feliz. Bueno tal vez no aun no estaba muerta si iba dormir. Podría vengarse tenía la víctima perfecta. Él pagaría por despreciarla y ella sufriría su muerte

Riendo fue en busca de su amante.