Capitulo 29

Justicia


Vanesa estaba aterrada. Pensó en Lucius y se transporto donde se encontraba. Cuando lo vio cenando en un elegante carísimo restaurante veneciano.

Ver a Lucius sonreírle a un hermosa, voluptuosa mujer de largo cabello negro y ojos verdes. Hizo que se pusiera furiosa. El ambiente era romántico y mágico. Una mesa con suculentos platos adornada con velas un violinita tocaba al fondo.

Maldijo a Lucius ella había dado todo por él, y no iba dejar que una tonta esqueletica le robara a su hombre.Entro hecha una fiera a restaurante se hizo invisible como le enseño, Lucius y le jalo el pelo a la mujer.

Esmeralda ni siquiera chillo, solo se voltio a ver.

-No lo vuelvas hacer.

Pero Vanesa no le hizo caso y e intento arrastrarla. Lucius se puso pálido.

-Deja de hacer eso, Vane amor.

-No me digas así. Baboso, cerdo sucio hi…. Dijo mientras jalaba el pelo a Esmeralda que se canso, de ser maltratada y sonrió con tan maldad que Lucius se puso más blanco si fuera posible y muy nervioso.

-Deja de utilizar, esos términos y deja de tocarme.

-¿Qué me vas hacer? - Dijo riendo y jalado de nuevo a Esmerada hasta casi votarla de la silla.

-Te lo advertí. Respondió tocando su cabello y tirando a un lado a Vanesa al suelo. Sin deja de sonreír. Se coloco bien en la silla. Chasqueo los dedos tres veces.

Vanesa sintió que todo su cuerpo se lleno de agujas que le quemaban. Luego cuando se vio las manos descubrió que tenía el cuerpo cubierto de ronchas y postulas. Vio algo que cayo a piso era su cabello.

Toco su cara con horror a punto de gritar y sintió que se le caían los dientes.

-Si gritas en verdad sufrirás querida. Ahora tranquila sal de aquí, y espera a Lucius, sino quieres en realidad saber lo que es dolor. Tal vez me compadezca de ti y te quite el hechizo.

Vanesa se fue a punto de llorar.

-Si lo haces no quitare, el hechizo.

Cuando se fue. Esmeralda tomo su copa de vino tinto. Miro ternera en plato sin casi probar y suspiro. Lucius no se movía estaba pálido, preocupado por su amante.

-Eres un hombre inteligente, querido, odio los escándalos. Pensare en tu propuesta, pero no se que tiene que ver el libro de la vida con conseguir mi deseos.

Esmeralda pensó en un hombre alto de pelo negro, y unos hermosos ojos azules. Lucas Dufrew, su único amor, su ideal, su propósito en la vida. Haría lo que fuera por conseguirlo. Tomo otro sorbo de licor.


-Pensare en tu propuesta, pero si vuelvo a ver a la asquerosa lagartija que oso tocarme, la mato. No respetare que somos conocidos y que tal vez tengamos un negocio en común.

Salio de la puerta y encontró a Vanesa. Asustada sin moverse y apenas respirando. Con asco toco su lacerada piel, luego dio un chasquido.

Vanesa volvió a la normalidad. Cuando estaba a punto de abrir la boca.

Esmeralda le susurro.

-Cállate antes de que me arrepienta. Te dejo un regalo, si estoy aburrida te volveré hacer este hechizo aunque nunca te vea. Vanesa ahora serás mi victima cada nuevo hechizo que pruebe. Tú serás mi conejillo de indias.

Esmeralda desapareció. Dando dos chasquidos

Vanesa se convirtió una gran rata.

Un regalo para que te acuerdes de mi. Respondió riendo la voz de Esmeralda. Se te quitara en una hora si los hombres de Yury y del corazón oscuro no te encuentran y te matan. Si sobrevives tendrás otro regalo y tal vez consigas otros.


Vanesa gimió. Y Esmeralda definitivamente desapareció.

Lucius salio buscando a Vanesa cuando una gran rata le toco el pantalón. Iba matarla cuando la voz de Vanesa. Le hablo.

-No lo hagas Lucius soy la te..

-No la nombre, ni la insultes Esmeralda te castigara peor.

-Tenemos que huir dijo, mientras deseo tener un poco de queso.

-¿Que hiciste dijo Lucius además de enemistarte con una de la más grandes hechiceras?

Vanesa con un gruñido dijo. –Mate a Sebastián Cordero y a su hermana.

-Mierda. Te dije que te quedaras quieta. Estúpida mujer.

Vanesa y Lucius huyeron de Yury por lo menos por dos horas y media. Vanesa ahora era un gran sapo y estaba deseando morir esperaba que la hechicera se haya cansado de torturarla.

Lucius parecía a punto de dejarla a su suerte y ella ni siquiera podía llorar.

Cuando estaba en una callejuela de Caracas. Y de vuelta la normalidad un corazón negro se marco en su rostro por unos segundos.

Vanesa empezó a llorar.

Mientras Lucius le recriminaba.

-Mierda Vanesa también te metiste con los corazones oscuros.

-Ni siquiera se que son o quienes son.

-Son los seguidores Antón Villiers. Y si te busca Giovanni, hechicero vampiro, estás muerta.

Unos minutos más tarde apareció. Yury con un hombre vestido de negro con una gran cabellera negra y una mirada llena de odio, sus ojos eran rojos y crueles.

Yury dijo a Lucius.

-Esa mujer ha roto la tregua que acordaste con Andrei. Si no quieres morir entrega a la mujer. Será castigada por su crimen.

Lucius miro a los dos hombres. Podía con ellos pero pronto estarían Andrei y los suyos.

-La dejare en tus manos mientras no la mates. Ella debe pertenecer con vida.

-Lo hará dijo Yury será llevada a la isla sin tiempo.

Lucius beso a Vanesa.

-Resiste nena te rescatare.- Diciendo eso desapareció.

Vanesa intento huir pero entre Yury y Giovanni la dominaron. Estaba a punto de irse cuando oyó un chasquido y fue convertida en una gran gallina.


Horas más tarde. Estaba junto a la señora de la vida en su nueva prisión, otra vez siendo una mujer normal, temiendo los cambios de humor de Esmeralda y sintiendo un gran dolor, pero prometiéndose escapar y vengarse.