Prologo

Ballar

Prologo

97 años antes


Un escalofrío atravesó su columna vertebral. Despertó angustiado y sudoroso. El Gran Ballar el rey de los demonios iba morir al final del día, asesinado por su propio hijo y planeado por la única mujer que amo.

Una de las tantas mujeres que compartían su cama, intento acercarse a él, pero de un manotazo la tiro fuera de la cama. Con voz gruesa y furiosa grito.

-Láguense.

Las 5 mujeres que estaban en la recámara del demonio salieron corriendo asustadas.

Cuando no había nadie en la habitación y por fin todo estaba en silencio. Se dirigió al baño. Entró en una habitación amplia con un ducha enorme y rodeada de espejos. Respiro con pesar vio su reflejo y lo estudio por última vez.

Era un hombre alto de dos metros, con pelo negro corto, tenía unos increíbles ojos negros que cambiaban de color si lo deseaba. Sus grandes brazos, su pecho musculoso, vientre plano y piernas bien torneadas lo hacían, que fuera una tentación para las mujeres. Cualquiera que lo viera pensaría que tenía unos treinta años y no miles, como era su caso.

Respiro profundamente, tratando de encontrar la calma que había perdido. Salio de agua y con el pensamiento se seco y vistió.

Canino con lentitud, fue a la ventana de su balcón, si lo deseaba podría retrasar su muerte, sin embargo el precio sería muy alto. Si moría solo tendrían que pasar un siglo para destruir, a su asesina. Con pesar pensó que aún la seguía amando, y le costaba planear su final, pero si no lo hacía el mundo estaría en un gran peligro y el moriría de todas formas.

Tomo una decisión aunque quería gritar, llorar o matar. No hizo nada de eso, ya que no podía perder tiempo. Si quería salirse con la suya debía planear su venganza.

Pensó que ninguno de los cientos de hijos que tenía iban llorar su muerte. 5 de ellos serían claves en los acontecimientos, que formaban venganza. Salio de su cuarto y fue caminando por todo el castillo

Luego se dirigió a su estudio. En el patio estaba su hijo Ballakar entrenando, como siempre con terribles resultados. Sería vencido por su hija adoptiva la bella y mortal Haizea. Una fae venciendo aun demonio.

Ballakar siempre fue un error, era el más débil y tonto de sus hijos. Su reino iba casi a morir bajo su dominio.

Intentando acallar su frustración, fue al escritorio y saco papel para escribir unas cartas.

Se concentro en vislumbrar el futuro, de su hija adoptiva la bella Haizea con su larga cabellera púrpura y sus ojos azules como el hielo. Se sintió culpable por lo que le haría, sin embargo no le quedaba otra salida.

Escribió

Haizea, querida en cuanto recibas esta carta abandona, mi reino Ballakar te dará caza para matarme como lo hará conmigo esta noche. Mi muerte es inevitable, pero la tuya no.

Además tengo una misión para ti. Iras con la gran hechicera Esmeralda ella te cuidara, mientras tú proteges a la rara planta de Kiant una de sus hojas puede salvar la vida en los casos más desesperados. Solo hay una en el mundo y es mía, ahora esta en tu poder. Espero que la cuides y des buen uso de ella.

Mientras tengas la planta nadie podrá rastriarte o encontrarte, si tú no lo deseas.

Tu padre que te quiere.
Ballar.

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Luego se puso a pensar en su otro hijo adoptivo. A uno de los seres que más había fallado. Su pensamiento se centro en la mirada oscura y apesadumbrada de Andrei.

Andrei, mí querido hijo. Siempre me has preguntado quienes son tus padres. Y razón de que tu madre deseo tu muerte desde tan niño. Aun no es tiempo que lo sepas, ten paciencia, cuando sea la hora lo sabrás.

Dentro de un siglo esta caja negra, Que te doy como herencia se abrirá y te revelara todo lo que desees saber. Además en ella tendrás el arma que destruirá tu enemigo mortal. No hablo Ambrocius, ni siquiera sabes quien es la persona que más te odia y te ha deseado su muerte sobre todas las cosas.

No te preocupes hijo pronto lo averiguaras y acabaras con ella.

Además de esta caja negra, te doy la rara piedra Nenya para que puedas ir y abrir cualquier portal.

Por más que desees, no te involucres en la guerra de Ivanek con mi hijo Ballakar.

Ivanek saldrá victorioso. Y mi primogénito morirá, pero si tú, intervienes puede ocurrir otra cosa. Sé que lo que te pido es duro, ten paciencia y sobre todo confía en mi.

Tu padre que te quiere
Ballar
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Luego con desagrado su vislumbro la suerte de su hija más inteligente y problemática. La que lo hombres habían llamado una vez medusa. Y él la llamaba Lisandra o Tish cuando estaba de humor.

Querida hija.

Te doy de herencia esta bola de cristal. Mi consejo es que cuando seas mi sucesora no cometas los mismos errores que tu hermano y yo. Vuelve la gloria a los demonios, y sé su emperatriz más mortal.

Tu padre que te quiere

Ballar
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Luego miro el futuro del traidor Ballakar y de su olvidado hijo Ivanek. Con angustia por lo que estaba a punto de hacer respiro profundamente y escribió.

Mi querido Ivanek

Solo puedo decirte que me perdones. He visto tu futuro y sé cuanto vas a sufrir. Ten entrego esta pequeña caja. Por más que desees, tú no podrás abrirla cuando se momento justo. Su cello se romperá por si solo, en ella se encuentra la única arma que podrá matar a tu hermano Ballakar utilízala sabiamente

Tu padre que te quiere.

Ballar
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Empezó con desprecio a escribir la carta al traidor.

Mi odiado hijo Ballakar se que hoy me mataras. Y te maldigo a que morirás como un perro. Serás vencido de la forma más aplastante por un enemigo que no te imaginas, su poder será un amor profundo más grande de lo que nunca has visto.

Tu reinado, ni siquiera llegara aun siglo pero será nefasto. Si yo fui odiado tu serás aborrecido por todas la razas y tu nombre será sinónimo de debilidad y estupidez.

Te desprecio y aliarte con ella te costara la vida.

Ballar

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Minutos más tarde las cartas fueron repartidas a sus dueños.

Ballakar con extrañeza vio la carta de su padre y la abrió. Luego de varios minutos y de volver a leerla unas dos veces.

Rompió su contenido.

-Me la pagaras papa. Te matare como un perro.

La señora de la vida entro ese rato a su habitación y le pregunto.

- ¿Listo, querido?

Ballakar gruño en respuesta.

Una hora, más tarde morirá Ballar, pero su venganza se había puesto en marcha.