Un sueño, una rosa.
Ninguno de los sabía cual estaba más nervioso, el corazón de Eli parecía que se le salía del pecho y sus manos estaban sudorosas pero seguía, sosteniendo su hombro con la mirada desafiante y una sonrisa Él temblaba había enfrentado mil batallas pero estar al lado de la bella diosa de ojos dorado lo desconcertaba, ponía duro como ninguna mujer, le intimidaba apenas podía tragar, mucho menos hablar. Con dolor intento alejarse de ella, casi la tiro al suelo para soltarse de su agarre, sin embargo Eli no lo dejaba.
-¿No te dejare, hasta que me digas que haces aquí?
-Sino me sueltas te mandare rayo.
-No lo harás.
-¿Por qué estas tan segura?
-Me salvaste, además estoy segura que nunca me harías daño.- Dijo Eli sonriendo.Ivanek apenas podía controlarse para no saborear sus labios maduros, aspirar su olor a manzana y comprobar si su piel sabía igual que crema batida.
-Tal vez este sueño se convierta en pesadilla. Y tú, termines sufriendo, hermosa.
-Esto dejo de ser un sueño, el rato que entraste.
-¿Cómo sabes que no es un sueño?
Eli se quedo callada, no le podía decir que su cuerpo estaba electrificado como en la iglesia, que cada vez que respiraba o latía su corazón, que su cuerpo solo pedía estar más cerca suyo. Lo miro un poco recelosa pero provocadora controlando su inseguridad cuando le contesto.
-Por que si fuera un sueño, me estarías besando.
Ninguno de los sabía cual estaba más nervioso, el corazón de Eli parecía que se le salía del pecho y sus manos estaban sudorosas pero seguía, sosteniendo su hombro con la mirada desafiante y una sonrisa Él temblaba había enfrentado mil batallas pero estar al lado de la bella diosa de ojos dorado lo desconcertaba, ponía duro como ninguna mujer, le intimidaba apenas podía tragar, mucho menos hablar. Con dolor intento alejarse de ella, casi la tiro al suelo para soltarse de su agarre, sin embargo Eli no lo dejaba.
-¿No te dejare, hasta que me digas que haces aquí?
-Sino me sueltas te mandare rayo.
-No lo harás.
-¿Por qué estas tan segura?
-Me salvaste, además estoy segura que nunca me harías daño.- Dijo Eli sonriendo.Ivanek apenas podía controlarse para no saborear sus labios maduros, aspirar su olor a manzana y comprobar si su piel sabía igual que crema batida.
-Tal vez este sueño se convierta en pesadilla. Y tú, termines sufriendo, hermosa.
-Esto dejo de ser un sueño, el rato que entraste.
-¿Cómo sabes que no es un sueño?
Eli se quedo callada, no le podía decir que su cuerpo estaba electrificado como en la iglesia, que cada vez que respiraba o latía su corazón, que su cuerpo solo pedía estar más cerca suyo. Lo miro un poco recelosa pero provocadora controlando su inseguridad cuando le contesto.
-Por que si fuera un sueño, me estarías besando.
Ivanek dejo de respirar y su cara se volvió pálida, su mirada azul era más fría que nunca e Eli se rió sin ganas y lo soltó. Camino lentamente al riachuelo de chocolate.
-Puedes irte, si quieres.
Pero él seguía, sin moverse examinándola, Eli fastidiada se viro para verlo. El demonio tenía una mirada enigmática cuando se acerco y le dijo.
-Vine, por que necesitaba ver que estés bien.
Eli, sonrió como si le hubieran dado el sol, Ivanek nunca en su vida, se había sentido tan orgulloso
-Entonces ahora, me dirás tu nombre.
-Mi nombre, como mi futuro no tiene importancia.
-Para mi si, como voy llamarte. Deseo conocerte ser tu amiga. Yo soy Elizabeth Fernández, todo el mundo me dice Eli.
-Eso, es imposible.
-¿Por qué?-Tu eres un hechicera y soy un esclavo un híbrido. ¿Qué interés puedes en tener mi amistad?
-Muchos, ni siquiera tienes idea dijo acariciando su mejilla magullada.Él volvió a estremecerse, sin embargo no se movió. Mas, bien pregunto.
-¿Cuéntame de ti?Eli, le contó su niñez sus sueños, sus miedos. Hablaron toda la noche. Ivanek nunca se había sentido tan completo y en paz. Cuando se despidió ella le dio un tierno beso en la mejilla, que ni si quiera su hermana Amaya le habían dado, tal caricia le sorprendió, estaba confundido y más feliz que nunca.
Le mando una rosa blanca y decidió no volver a verla, un demonio solo puede soportar un día en el paraíso.
-Puedes irte, si quieres.
Pero él seguía, sin moverse examinándola, Eli fastidiada se viro para verlo. El demonio tenía una mirada enigmática cuando se acerco y le dijo.
-Vine, por que necesitaba ver que estés bien.
Eli, sonrió como si le hubieran dado el sol, Ivanek nunca en su vida, se había sentido tan orgulloso
-Entonces ahora, me dirás tu nombre.
-Mi nombre, como mi futuro no tiene importancia.
-Para mi si, como voy llamarte. Deseo conocerte ser tu amiga. Yo soy Elizabeth Fernández, todo el mundo me dice Eli.
-Eso, es imposible.
-¿Por qué?-Tu eres un hechicera y soy un esclavo un híbrido. ¿Qué interés puedes en tener mi amistad?
-Muchos, ni siquiera tienes idea dijo acariciando su mejilla magullada.Él volvió a estremecerse, sin embargo no se movió. Mas, bien pregunto.
-¿Cuéntame de ti?Eli, le contó su niñez sus sueños, sus miedos. Hablaron toda la noche. Ivanek nunca se había sentido tan completo y en paz. Cuando se despidió ella le dio un tierno beso en la mejilla, que ni si quiera su hermana Amaya le habían dado, tal caricia le sorprendió, estaba confundido y más feliz que nunca.
Le mando una rosa blanca y decidió no volver a verla, un demonio solo puede soportar un día en el paraíso.
4 comentarios:
Este capítulo si que fue bonito, citu.
Lo que no consiga Eli con su carácter y su bondad...
¿Nadie había besado nunca a Ivanek? Que triste.
Y eso que de no volverá a verla no se lo cree ni borracho.
Citu, me gustó la historia, la trama es interesante y envolvente.
Sigue adelante que día a día seguirás mejorando. Besos.
Hola Citu querida, pasaba a saludarte, y me encanta el nuevo capi... pasate y dime que piensas del capi que acabo de publicar... kisses... http://www.deseoyoscuridad.blogspot.com
Hola citu!
Yo también te he afiliado. :)
Gracias por seguirme, ahora seguiré tus historias también.
Avísame cuando publiques,vale?
Esperando la próxima publicación...
Shadow
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