Prologo

Ariel Lamar


25 años antes.

Ariel Lamar no podía dormir. Nicolás había partido a una misión y su padre la quería de vuelta Amicar. Algo le decía que estaba mal, su familia apenas le había escrito desde que se fue a estudiar a Sivcar .

Había sido cuidadosa. Nadie sabía su secreto, ni siquiera Marina, su mejor amiga sabía lo que le podría pasar si se descubría su relación. Sería castigada como paria con 7 años de silencio, siendo ignorada por todos. O la desterrarían y sería esterilizada cualquier hijo que tuviera sería perseguido y asesinado.

Como dama blanca y una de las principales hechiceras de los ai. Conocía la profecía que un mestizo acabaría con la supremacía mágica de su gente y terminaría con sus extraños poderes mas, no le importo amo a Nicolás desde el primer momento que lo vio. Tenían una relación clandestina desde hace tres años solo faltaban dos años para poder fugarse juntos y vivir tranquilamente su amor.

Tocaron a la puerta Marina entro parecía tan contenta de volver a casa.

-Hoy no has comido nada. Deberías tomar algo.

Pero ella no quería nada, todo le daba náuseas. Además, se sentía terriblemente triste.Era su primera separación larga desde que conoció a Nicolás. Eso era lo que la ponía enferma.

A la mañana siguiente llegaron Amicar, pero su padre no la esperaba solo. Estaban los miembros del consejo y el mayor hechicero de la tribu Ignacius Zor se le fue el alma al piso habían descubierto su amor prohibido.

El viejo la vio y la escupió al igual que su padre, y el resto de hombres que estaban reunidos.

Marina y Clarisa se separaron de ella y empezaron a tirarle piedras y tierra mientras le insultaban.

-Sucia perra. Impura como pudiste traicionar a tu raza con un blem (extranjero impuro ).

Llego golpeada y asustada a la puerta de su casa seguida de Ignacius.

-¿Cómo pudiste abandonar a tu pueblo? Mañana serás examinada para ver si nos embarazada. Luego decidirás. Si te quedaras con nosotros o serás desterrada y esterilizada. ¿Espero que elijas quedarte?

-Vigila que no salga Nazin. Hay que ver que no este embrazada, pero si lo esta habrá que matar al bebe. -Le dijo Ignacius al padre de Ariel.

Con eso la dejaron sola con su padre, que ni siquiera le hablo, ni la miro.

Entro en su habitación tenía que huir de ahí. No podía contactar a Nicolás, pero si a su guardián a y protector, por el extraño vinculó que los unía.

Sebastián Darius estaba en su pequeña casa, en Ilia en la frontera de Dunar y Sivcar.

Su hijo estaba muy enfermo. Al igual que todos los Darius desde su nacimiento se había convertido en guardián de la portadora de la piedra.( La Dama blanca) Sin embargo, el niño era muy especial tenía poderes sorprendentes para su edad.

Cuando acariciaba el cabello negro de su pequeño oyó la voz de Ariel, su dama blanca y responsabilidad.

Se despidió de su esposa Kai y fue Amicar a liberar a Ariel.

Entro sigilosamente su dama lo esperaba lista para irse.

-Hola, todos están dormidos.

-Es mejor irse.

Llegaron a la casa de Darius sin ni siquiera decir una palabra. Sebastián fue haber a su hijo aun enfermo pero por lo menos dormía tranquilamente.

Ariel se acostó en un sillón que le dieron para descansar. En la pequeña sala de los Darius nerviosa intento dormir.

Cuando por fin concilio el sueño. Tuvo una pesadilla o más bien fue una visión de su futuro. Un kut (monstruo )la tenía prisionera a ella y a Nicolás. No podía ver su rostro, pero se vio morir en sus manos. Miro como corrompía la piedra de la que era guardiana. Cuando todo parecía perdido una muchacha alta y pelirroja como Nicolás, pero con su rostro la mato. Ariel se despertó sobresaltada topo su vientre con temor.

-¡Ay mi diosa !. Exclamo horrorizada, había sido precavida.

Sabia que su pueblo no toleraba los mestizos eran asesinados no permitiría que le pasara eso a su hija.

Un grito desde la habitación de arriba hizo que subiera. Darius y su esposa también acudieron al cuarto donde Sebastián Cristian Darius se convulsionaba con una voz, que no era de ese mundo. Hablo.

-Lo ha contactado. El kut será liberado todos ustedes morirán.

Darius y su esposa se dieron la mano Ariel solo gimió.

El niño dejo retorcerse, se quedó quieto por un momento. Luego se acercó Ariel y acaricio su vientre. -Tú lo mataras. Seré tu guardián al igual que lo seré para la dama blanca.

Serás la ejecutora. Una nueva era de oscuridad y luz se acerca. Todo morirá y renacerá. Nuis no será el mismo cuando nosotros tres nos unamos y luchemos juntos.

Después de decir eso cayó en el suelo .

Sebastián tomo a su hijo en brazos y lo coloco en su cama. La fiebre había cesado luego miro Ariel.

Y le preguntó.

-¿Estás embarazada?


Ariel bajo la cabeza y en voz baja le dijo. –Si.


-Me imagino que es de Nicolás. Es necesario que huyas y que mantengas a tu hija viva. Los ai la perseguirán. Mandaré un mensaje a Nicolás para que se reúna contigo en Yasumir.

La profecía se cumplirá. No dudo de los poderes de mi hijo deben ocultar a la niña de tu gente cueste lo cueste.

La reina de Yazumir me debe unos favores los cuidara.

Ariel miró a Sebastián presintiendo que no lo volvería a ver. Luego se despidió de él.

Toco su vientre y pensó en duro mundo que se iba enfrentar su bebe aun oyendo las palabras de hijo de Darius en su mente.

-Tú la mataras. Seré tu guardián al igual que lo seré para la dama blanca.

Serás la ejecutora. Una nueva era de oscuridad y luz se acerca. Todo morirá y renacerá. Nuis no será el mismo cuando nosotros tres nos unamos y luchemos juntos.