Capitulo 5

La princesa Catalina

Celos


Rebeca se levantó de mal humor apenas había dormido. Cuando entro Annia a su habitación tuvo que arrastrarla de la cama para que se cambie, le dolía cabeza por la mala noche y no tenía un pensamiento coherente.

Su prima le recordó que tenían que hacer muchas cosas antes de que se celebre la boda y coronación de Gregory y Ariel.

Cuando fue al comedor Darius estaba leyendo una carta. Rebeca reconoció de quien era. Y eso, la puso más furiosa. Respondió a su saludo casi con un gruñido.Desde que había venido a la boda la princesa Catalina de Dumar rondaba al Darius como si fuera el último vaso de agua en el desierto.

El hechicero, empezó a alimentar a los perros con pedazos de tocino.

-No hagas eso Darius. Estás malcriando a mis perras. Cuando me marche, no voy a tener tanto dinero para darles tocino todos los días. Además, les hace un poco de daño.

-No te marches, nadie quiere que te vayas. Rebeca has sido de mucha ayuda. Hace días te propuse que trabajaras en la escuela de Magia o como investigadora aquí.

-Ya te dije mi respuesta. Es rotundo no.

-Pero ahora que la bruja de Inés Victoria sabe, que estás viva prima. Es mejor que te quedes aquí. - Tercio Annia tomando una tostada.

Rebeca fulminó a prima con la mirada.

-Annia, tenemos que reunirnos con Ariel, me imagino que Diana ya esta ahí. Para colmos, me toca llevar a las perras al jardín dentro de un rato.


-Rebeca si es de pasear a tus niñas. Yo las llevaré tengo una cita ahí con alguien dentro de unos minutos . Así mato dos pájaros de un tiro.

-No gracias, mis perras no son tapadera para tus cochinadas.

-No creo que Darius tenga algo malo en mente dale las gracias y marchémonos . No que tenias prisa. -Dijo Annia, tomando un vaso de jugo de naranja y caminando a la puerta.

Rebeca iba negarse.

Pero Annia le grito.

–Vienes o te vas a quedar peleando con Darius.

La curadora tuvo que aceptar. Camino sin ganas, pensando con tristeza Darius se encontraría con la bella princesa Catalina. Una mujer muy elegante y hermosa diferente a ella en todos los aspectos.

Llegaron a las habitaciones de Ariel, la abrazo con alegría, emocionada porque estaba viva. Pero todo el tiempo estuvo pensando en Darius. Aun recordaba el contacto de su abrazo, la forma en como empezó abrirse con ella, como también el espantoso desenlace.

Annia daba los últimos toques al vestido de novia Rebeca aburrida y algo curiosa fue a mirar por la ventana.

Vio, a Darius con la princesa Catalina charlando, mientras miraban las flores.

A pesar de su miedo a las alturas. Se estiró todo lo que pudo, para observar si estaban abrazados o caminado cogidos de la mano.

Pero era imposible desde esa ubicación y casi se cae.

Solo podía pensar lo hermosa que era la bendita princesa y que Darius no era un angelito. Se decía que no tenía derecho a ponerse celosa, mas su mente no hacia otra cosa que divagar en lo que estaban haciendo.

Darius a pesar, de que tenía una reunión antes de la boda con uno de sus ex seguidores Albus Noboa. Tuvo que retrasar el encuentro por culpa de la tediosa princesa. Tenía que hablar de asuntos de estado con ella o esa fue su excusa.


Cuando salio al jardín Catalina Germaint casi se lanza en sus brazos, luego hizo todo lo posible para mostrarle su escote .Desde que llego de Dumar le había dado señales de estar interesada en él. Era tan fácil sugerirle que fuera su amante, ella aceptaría sin molestarse hasta lo tomaría como un elogio.

Se pregunto ¿porque no lo hacía? Su respuesta estaba en castillo miro hacia allá, aunque no lo deseaba . En una parte de ese lugar, estaba una mujer testaruda que lo enloquecía más allá del sexo. Era algo más que no podía identificar. La voz de la princesa le saco de sus pensamientos

-Muchas gracias Lord Darius en darme una oportunidad de hablar con usted. -Dijo tocando el pecho musculoso del hechicero mientras. se lamía los labios en forma seductora . Sintió como el corazón del hombre latía con una sonrisa de triunfo Movió su cabellera negra y mostró todo lo que podía de su pecho dentro su vestido escotado y apretado.

Darius con desdén observo a su bello rostro y a sus ojos negros, que lo miraban con interés. Si solo Rebeca lo pudiera verlo así. Dejando de pensar en la curadora respondió.

-¿En qué pudo ayudarla su alteza?

-He estado tan preocupada. Supe que lo hirieron -dijo acariciando el pecho del hechicero con osadía.

Darius retrocedió como si le quemara su contacto.

-Esta muy bien enterada, su alteza.

-Todo lo que le atañe me importa.

-Gracias por su interés.

-Por favor llámeme Catalina. Es tan frío que me diga por mi rango. Puedo, llamarte Cristian como lo deseo tanto.

Darius asintió.

-Cristian, necesito tu ayuda. No sé en quien puedo confiar. Mi padre quiere casarme contra mi voluntad con un hombre detestable. Pertenece a una secta, siniestra Petro Paz miño es uno de sus amigos más cercanos Su familia prácticamente dirige mi país. Tienes que ayudarme a derrocarlos

-Cuente con mi ayuda Princesa Catalina.

-Con Petro Paz Miño, en prisión. Me siento más segura. Sin embargo, temo que escape.

Utilizan magia negra. Hipnotizan a la gente y la convierten en zombis para lograr su propósito. Ten cuidado Cristian dijo nuevamente lanzándose a sus brazos.

Rebeca, había dejado que su curiosidad la venciera y bajo al jardín. Veía la escena escondida en un arbusto, bufando llena de iras.

Darius se soltó de la princesa educadamente. Un destello dorado capto su atención

-Haré lo que pueda, para que sea condenado su majestad. Siento mucho pesar en dejarla, pero hay un asunto de seguridad que demanda mi atención y con eso se soltó.

Dairus, vio a Rebeca en los arbustos y llamo a Garnier para que la rodeara, mientras él le lanzaba un hechizo para que cuando quisiera escapar, se quedara aprisionada en la tierra.

Se acercó una vez más a la princesa y le beso la mano.

Rebeca bufaba de las iras queriendo matar a Darius.

-Gracias por su ayuda Princesa Catalina, es un sol. Espero con ansias nuestro próximo encuentro.

-Cristian, lo extrañare. Lo único que me calma es que lo veré más tarde.

-Por supuesto.

Diciendo eso fue a donde se encontraba Rebeca.