Capitulo 6

Ganier Lafebre
Entendiéndose


Rebeca se quería morir. No podía moverse Darius iba hacia ella, por el frente. Sus perras por la izquierda, pronto la tumbarían y por la derecha llevando un violín Garnier con cara de pocos amigos.

Rompió el taco de sus zapatos. En su lucha desesperada por moverse. Casi estaba a punto de romper el dobladillo de su vestido dama para la boda.El vestido rosa pálido ya estaba manchado con césped y tierra. Cuando lo vio Rebeca supo que Annia y Ariel la matarían.

Las perras llegaron primero y la tumbaron al suelo machando por completo el vestido y revolviendo su peinado que Annia y una de las sirvientas se había demorado media hora en hacer.

Diarius, llego divertido y le tendió una mano.

Rebeca se paro sola.

-No necesito tu ayuda. Garnier fue a su lado y dijo.

-Para eso me llamaste de urgencia, por una pelea de enamorados.

Rebeca bufó.

–Yo no tengo nada con ese petulante. -Grito ofendida, mientras cojeaba hacia el castillo, pero se desvió y fue al un pequeño jardín. Donde había una pila rodeada de rosas y tulipanes rojos. Se sentó e un banco esperando tranquilizarse.

Darius, estuvo a punto de detenerla Garnier se lo impidió.


-Déjala en paz, ya la has humillado suficiente.

-No era esa mi intención. Solo quería aclarar las cosas. No entiendo, la razón por la que me espiaba.

-Eres un idiota Cristian, a ella le gustas y tu de menso coqueteando con la princesa Catalina.

-Yo no le gusto. Más bien siempre terminamos peleando. Y no estaba haciendo flirteando con nadie. Solo hablando.

Desesperado le dijo.

-Garnier no quiero perderla. No quiero que se vaya o me odie. Esa mujer me descontrola. No sé cómo actuar con ella.

Siempre he sido directo con las mujeres y eso me ha funcionado, pero con ella es frustrante cuando lo soy más parece alejarla.

Garnier sin tanta furia le dio un golpe en el hombro.

-La vi dirigirse al jardín. Trata de reparar su vestido y piensa antes de hablar.

Darius, que ante estaba seguro de sí mismo parecía un colegial. Con timidez fue a lugar donde se encontraba ella.

Rebeca estaba en un banco llorando viendo su vestido. Sus perras estaban a sus pies cuidándola.

Cuando lo vio les dijo a sus perras.

-Atáquenlo.

Pero Maite solo levanto la cabeza y siguió durmiendo. Lulú corrió a perseguir un gato y Cleito fue corriendo a brazos de Darius, que la acaricio un ratito. La perra satisfecha, se que fue a dormir junto con Maite.

-Traidoras- les dijo a sus perras. Y mirándolo con reprobación a Darius le grito.

- Lárgate ya hiciste lo suficiente. Todo este desastre es tu culpa. Mejor ándate y besa a tu princesa.

Darius siguió parado ahí.

-¿Por qué quisiera ir con ella? si tú estas aquí.

Rebeca, no sé cómo comportarme contigo. Te deseo tanto que me convierto en un bruto.

-Lárgate, no soy mujer para ti.

-No me iré, aunque me repudies. Aunque me odies siempre estaré ahí para ti. Aunque no desees verme siempre me preocuparé por ti.

No hay una mujer que me seduzca como tú. Con la que desee estar aunque sea solo hablando, aunque sea solo mirándola de lejos.

-¿Cómo te puedo seducir mírame. Estoy hecha desastre y no soy la mujer más bella del planeta?

Darius, la miro asombrado.

-Como puedes decir eso. Eres tan hermosa sin afectaciones. Tu inteligencia se ve en tu mirada, cuando sonríes me quitas el aliento.

Hasta cuando discutes lo único que pienso es en besarte. En probar tu piel. En saber si eres tan apasionada en la cama como sueño.

Rebeca se ruborizó y no dijo nada. Dejo que él siga hablando.

-Pero aunque no fueras bella. Tienes algo que me fascina. No sé, si es por que alteras todo lo que pienso y me haces ver las cosas con un nuevo enfoque. Cuando estoy contigo no me siento solo.


Ella incrédula se paro.

-Si es así. ¿Por qué, tenias una cita con la princesa?

-La estaba viendo, porque me pidió verla. Fue por asuntos de estado. Aunque en realidad, fue expresamente por obtener información de Petro Paz Miño.

Mis fuentes, me dicen que la familia real tiene fuertes conexiones con ellos.

La curadora, se puso pálida cuando hablo de los Paz Miño. Como quería olvidar su conexión con ellos.

-¿Que te sucede? ¿Qué relación tienes con ellos? Sí, no me lo dices no te puedo ayudar Rebeca.

Ella, con fastidio. Se toco el pelo.

-No necesito tu ayuda puedo valerme sola. Muchas gracias.

-Entonces dime ¿por que me espiabas? Si no era relacionado con ellos. ¿Por que estabas ahí?

-No te das cuentas. Que idiota que eres.

Desde que apareciste en mi vida las has puesto patas arriba me has cambiado los esquemas. Ni yo misma entiendo, por que estaba ahí.

Darius, se acerco un poco más tranquilo. Ella estaba celosa. Por eso lo había espiado. Cuando estaban casi a punto de tocarse. Un extraño olor surgió.

Las perras empezaron a ladrar.

Rebeca empujo a Darius y lo tiro al suelo.


Pateo a un de las perras. Caminando con los ojos en blanco. Estaba siendo hipnotizada.