Sabor a ti: Capitulo 5

Capítulo 5


Recuerdos

Se desnudó lentamente, mientras la mirada azul y tormentosa de Maximilien no perdía detalle. Hubo un momento en que quiso escapar, pero solo necesitó verlo para saber que nunca se marcharía.

Él se acercó a ella cuando la última prenda estuvo en el suelo, temblaba de deseo. ¿Cuántas veces imaginó volverla a ver así? La deseaba más que ninguna mujer. En ese instante se dio cuenta que siempre sería ella quien dominaría su vida, por eso nunca había dejado entrar a otra, porque Sophie era la dueña de su corazón ahora y siempre.

Temblando, le susurro al oído.

-Aún no, querida.

Tocó su cuello, su mano presionó un seno levemente, mientras mordisqueaba su oreja. Su sabor siempre le había marcado, hechizado. Estaba en casa con la mujer que amaba desde siempre y nada le impedirá esta vez luchar por ella, no la dejaría marcharse ya no era un niño.

Esta vez conquistaría su corazón, no se rendiría como el pasado. Ella estaba desnuda, solo porque quería ayudarle, porque aun sentía algo por él. Rezó para que fuera cierto.

Sophie se mordía los labios para no gemir. Su cuerpo se restregaba con el de Maximilien, sentía su olor su calor y el deseo no la dejaba pensar.

Fue cuando se alejó de ella y abrió la puerta dejándola sola.

-Cuando seas mía de nuevo, no será por lástima.

Caminó con decisión entre feliz por la actitud de ella y con miedo. Si tenía un futuro todo dependía de él.

Sophie, se quedó y sintió el viento en su cuerpo. No sabía qué pensar. ¿Aún la deseaba, sentiría algo por ella? Tenía tantas ganas de preguntarle, de decirle que cada segundo desde que le abandonó no había podido soñar mucho menos vivir.

Se vistió entre humillada y extrañada. Cuando fue a buscarlo, él se había marchado. Laura le dijo que oyó cuando se citaba con Abigail Trash

Ese día Maximilien no volvió. La muchacha, tenía tanto miedo y celos que apenas podía concentrarse en algo, a la tarde como hipnotizada caminó al lugar más especial de la casa para ella: el invernadero.

Recordó cuando tenía 15, era 24 de diciembre. Todo el mundo estaba preparando la fiesta o disfrutando de ella.

Esa noche como en cada navidad, ella se sentía un estorbo y totalmente fuera de lugar. Lo peor era que vio a Maximilien bailando con la hermosa sofisticada Abigail Trash.

Era todo lo que ella no era, alta delgada y rica.

Como decía, Laura el ama de llaves.

-Ella, siempre sería una chica fea, sin futuro e inútil.

Odiaba la navidad. Subió al techo para ver los fuegos artificiales a punto de llorar. Fue cuando entró él.

-¿Qué haces aquí?

-Lo mismo iba a preguntarte.

-Te buscaba.

-Pensé que andabas bailando con Abigail.

-Con la que quería bailar era contigo.

-No hay música aquí.

-Eso puede arreglarse. Vamos a tener nuestra propia fiesta de navidad. Ven.

Bajaron y el invernadero estaba a oscuras, solo las luces de un pequeño árbol de navidad lo iluminaba. Al fondo había una mesa con velas para dos con algo de pavo con salsa y arroz pilaf, mouse de chocolate y champaña de fresa.

Espera comeremos luego de bailar encendió su grabadora.

La música tocaba.


Amuro Namie - Wishing on the Same Star (en español)
Te amo de todo corazón,
Nunca olvidaré
El camino que seguimos
Para que la tristeza no me gane.
Nunca estaremos lejos de verdad.

Pediremos deseos a la misma estrella,
Mirando la misma luna.
Al otro lado de este dedo
Que señala al cielo
Estamos los dos
Deseando ser uno solo.
Pedimos deseos a la misma estrella,
Mirando la misma luna.

Volvamos al lugar donde continúa
Nuestro sueño infinito,
Y recemos para que la fuerte lluvia que cae
Deje de hacerlo.
Esperamos para que el hermoso cielo aclare.

Pediremos deseos a la misma estrella,
Mirando la misma luna.
Al otro lado de este dedo
Que señala al cielo
Estamos los dos
Deseando ser uno solo.
Pedimos deseos a la misma estrella,
Mirando la misma luna.

Un corazón anhela un corazón, calor,
Caminamos juntos cogidos de la mano.

Pedimos deseos a la misma estrella.

Pediremos deseos a la misma estrella,
Mirando la misma luna.
Al otro lado de este dedo
Que señala al cielo
Estamos los dos
Anhelando ser uno; me gusta estar así,
Sentados en la misma estrella,
Hablando sobre el mismo sueño.

Pediremos deseos a la misma estrella,
Mirando la misma luna.
Cuando miro al cielo
Recuerdo ese tierno sentimiento.
Incluso cuando no podemos
Ser uno solo,
Pedimos deseos a la misma estrella,
Mirando la misma luna.

Estaban bailando cuando ella paró de repente, sus ojos se encontraron y se besaron. Con miedo tocaron sus labios al principio lentamente, pero luego él la abrazó más fuerte y empezó a comer su boca

Ella miró el árbol de navidad, agradeciendo que todos sus deseos se habían concedido.


Sophie se quedó parada en el invernadero, era tiempo de luchar de volver a tocar su estrella.