Muchas gracias.

De nuevo quería  darles las  gracias por su mensajes y regalos. Ayer  iba poner esta entrada, pero me dio un fuerte  dolor de  cabeza y no pude hacer nada.

En especial quería  agradecer  a Tamara y Danny, que me dieron hicieron una linda tarjeta

y está linda historia.

Una duende soñadora miraba por la ventana de su casa, pensaba, como sería cumplir años y que se sentiría. La tarde anterior, había estado viendo a un grupo de jóvenes reunidos en la pradera donde ella tenía su casita en lo alto de un árbol, los jóvenes, comían, bebían, jugaban y reían, ella quería experimentar todo eso.

Pero, la cosa no iba bien, había tenido gripe últimamente, y el doctor no la dejaba salir de la cama para ir a celebrar. No es que ella no conociera lo que era celebrar un cumpleaños, que claro que lo conocía, pero es que este año ella sabía que iba a ser especial, pues había conocido a otras personas, bueno personas, eran, más bien eran todos de colores, vivían en el país de "acompáñame", un lugar bastante extraño, con personas bastante extrañas. Estaba la pitufina, el pitufo gruñón, la gatita presumida, el hombre de la pipa, también el mago, el maestro, la brujilla... Ya ves, todos seres variopintos.

Citu, que así era como se llamaba la duendecilla, sabía o al menos tenía una ligera sospecha de que los amigos de acompáñame, iban a prepararla una fiesta sorpresa, pero claro, ella no podría asistir, porque el doctor no la daba tregua, no la dejaba salir de casa, y arropada con mil mantas, la hacía tomar unas medicinas que no estaban nada buenas.

Lo que no sabía la duendecilla, es que los amigos de acompáñame llegan a todas partes, y cuando ella ya pensaba que no tendría sus fiesta, aparecieron ellos, con sus bonitos carteles, deseándola un muy feliz cumpleaños.

Muchas gracias  de nuevo y ya  me siento mejor.