Hola, ¿cómo están? Hoy les traigo un nuevo capítulo, que espero que les guste. Le mando un beso y les deseo un genial fin de semana .
Capítulo 17
Amelia bostezó mientras subió las gradas , para ir a su aula de clases. Apenas pudo dormir por culpa de una nueva pesadilla, de solo recordarla le daba escalofríos en su espalda. A diferencia de sus sueños anteriores en las que observaba a un demonio tomar el alma de personas o atacar a sus seres queridos .
En esta pesadilla su madre apareció al principio estaba sentada con ella mirando el jardín a lo lejos se podía ver el Guagua Pichincha De repente el cielo se volvió rojo, las flores se marchitaron. Oyó un estruendo cuando giro el volcán Pichincha explotó, pero la lava que brotaba de la montaña era sangre. Amelia y su madre corrieron a la casa, mas el demonio de ojos rojos las esperaba en la puerta.
La madre de Amelia empujó a su hija y le gritó —. Huye.
Amelia se quedó parada
— No voy a ninguna parte , sin ti.
— No me busca a mí , huye Amelia. Tú eres la clave, la luz de tu alma destruirá la oscuridad.Recuerda huye de las sombras, encuentra la luz en tu interior.
Solo tenía que cerrar los ojos, para ver de nuevo su pesadilla. Harta de sentir miedo se obligó a quitar esas imágenes de su mente. Se sentó en una grada , sacó su celular . Iba a mandar un mensaje a Sebastián, cuando se acercó a saludarla Mario Villegas que era el presidente del consejo estudiantil, Amelia no lo soportaba y siempre que podía lo evadía.
Su compañero de clases era un hombre alto, de cabellos negros y desgarbado. A pesar, de su apariencia actuaba como si las mujeres solo con mirarle cayeran rendidas a su pies. Siempre estaba adulando a los profesores o a las autoridades esperando conseguir algo.
— Hola, compañerita.
— Hola, Mario — dijo Amelia sin dejar de mirar a la pantalla del celular.
—¿Por qué no fuiste a la reunión del consejo estudiantil ayer?
—Estuve ocupada, Ximena me dijo que no iban a hablar más que de temas administrativos y que podía faltar por esta vez.
Mario hizo una mueca y suspiró desdeñosamente. Amelia no se atrevió a mirarlo, no deseaba ver su rostro condescendiente.
—Toda reunión del consejo es de suma importancia fuiste elegida para servir y sobre todo para resolver los problemas que afectan a la facultad de psicología.
Amelia se sorprendió que no se lanzará a político Mario parecía siempre a punto de dar un gran discurso. La chica, seguía apretando las teclas de su celular.
—Me imagino, que me vas a decir ¿sobre qué trató la reunión?
—Aunque deberías , preocuparte por tu deber y tu mismo ver las actas. Como presidente del consejo y ser humano preocupado por el alma ...
—Sé que tienes razón, Mario. Era mi deber ir a la reunión.
Amelia miró a su compañero, esperando que su rostro refleje algo de arrepentimiento, aunque no lo sentía para nada. Mario la miró con una expresión de suficiencia, que lo hacía intratable. Amelia se concentró en no golpearlo como deseaba hacer cada vez que charlaba con él más de 5 minutos.
— Acepto, tus disculpas. Casi toda la reunión se trató sobre qué materiales necesitamos para la oficina del consejo y sobre la misa de 3 meses del profesor Rodríguez.
A Amelia casi se le cae su celular al piso. La viuda del profesor quiso celebrar una misa por su alma y nosotros iremos como representación de los estudiantes.
—¿Nosotros?
— Como no estabas ahí, fuiste elegida. Te veo 6 en la iglesia de Santa Teresita. No, llegues tarde.
Amelia se quedó sin palabras mientras observaba irse a su compañero. Había esquivado irse al funeral del profesor Rodríguez, ya que se sentía culpable de su muerte. Ahora tendría que ir a una misa en honor de los tres meses de muerto.
Amelia cruzó la calle, sin muchas ganas de ir a su destino. Aunque lloviera, prefería mojarse que entrar en la Iglesia de Santa Teresita. Por un momento mientras camino por la hermosa estructura se imaginó que le gritaban que era una asesina. Había llegado diez minutos tarde propósito para no tener que saludar se sentó en la última fila. La iglesia estaba llena y el cura que oficiaba la misa estaba leyendo la biblia. Ella apenas puso atención al sermón. Por un momento se sintió, que alguien la vigilaba luego se dio cuenta de que su celular sonaba, por suerte era un mensaje. Se apresuró a atender antes que la gente que estaba en la iglesia se enojara por su falta de respeto. Furiosa miró que era un mensaje de Mario.
¿Dónde estás?
Puso los ojos en blanco, miró a su alrededor, cómo estaba sola. Tecleó un mensaje .
Estoy en la iglesia en la última fila, atendiendo la misa en lugar de mandar mensajes idiotas.
Luego de eso apago su celular , por si acaso a Mario se le ocurría una contestación. Se dispuso a atender lo que el clérigo estaba diciendo, pero el hombre se centró en las virtudes de su difunto profesor. Amelia miró la fotografía qué trajo la familia del profesor. Sin querer su mente volvió al momento de su muerte casi tuvo miedo que sus recuerdos despierten al demonio que le acechaba constantemente. Sebastián pensaba que ella lo había vencido y le repetía que no debía preocuparse por eso. Sin embargo, ella estaba segura de que tarde o temprano el demonio de los ojos rojos la atacaría de nuevo. Algo inquieta cerró los ojos, el olor de la iglesia le mareaba al igual que la culpa. Una parte de ella se molestó al oír todos lo halagos que le daban al machista y grosero profesor.
Parecía que el hecho de estar muerto lo volviera un santo. Odiaba ese tipo de misas, por traer recuerdos de cuando su madre murió. Sintió una opresión en el pecho y se forzó a respirar bien. Oyó unos pasos alguien se sentó a su lado; con alivio se dio cuenta de que era Sebastián. Él tocó su mano y ella por primera vez desde que entró en la iglesia tuvo algo de paz.
Sebastián tuvo que cambiar el turno con Carlos y prometerle reemplazarlo por lo menos 3 veces. No importaba, con tal de apoyar a Amelia , mientras tomaba su mano se dio cuenta lo mucho que la amaba. Aunque era un pensamiento alegre y que lograba que él supere cualquier cosa para lograr la felicidad de su amada. Al ver su antigua casa , volvió a tener ese sentimiento que no se merecía nada. Su padre miles de veces le dijo “que era un demonio que nació para hacer sufrir a quienes le rodean”. Cuantas veces miró llorar a su madre por su culpa. Nunca fue el hijo ideal siempre desafió a su padre con su deseo de pintar y sus malas notas. Sintió el calor y la fuerza de la mano de Amelia; él pensó que estaría apoyándola, pero era al revés. La mano y el calor del cuerpo de Amelia le sostenían su alma le hacían creer en él. Amelia se volteó y lo miró con sus grandes ojos negros en los que Sebastián podía sumergirse en ellos para encontrar paz y libertad.
Desde que empezó a salir con ella se prometió no hacer daño a Amelia . Lo que más temía era que su padre tuviera razón y fuera un ser sin alma. A veces , pensaba que si Amelia supiera su pasado se alejaría de él. Se prometió que por nada del mundo iba a dejar que ella se fuera de su vida.
La misa terminó pronto , Amelia de mala gana fue a dar sus respetos a la viuda e hijos de su profesor. Casi cuando se iba de la iglesia la interceptó Mario.
—Debías venir temprano y sentarte junto a mí.
Sebastián iba a decir algo, pero Amelia se le adelantó. La muchacha estaba furiosa.
—Vine como era mi deber, pero no tengo porque sentarme contigo . Ni pavonearme, cuando uno cumple con su labor no tiene que estar publicándolo a los cuatro vientos.
Luego de decir eso jalo a Sebastián por las gradas de la iglesia. Caminaron por la calle hasta llegar al lugar donde estacionó el pintor su moto.
— Gracias, por venir. Pensé que tenías trabajo.
Sebastián se volteó a mirar a Amelia aún tomaba su mano.
—Quise, estar contigo. Sé que duro era para ti estar aquí — tocó su mejilla — Ven, cuando me siento triste hay algo que me anima.
Amelia montó junto a él, condujeron a alta velocidad, por la carretera evadiendo el miedo y la culpa.
Espero que les haya gustado el capítulo, aunque fue muy cortito. Tenga un buen fin de semana y que se diviertan y descansen
12 comentarios:
Hola preciosa!
No he leído el capitulo, pues ya sabes que quiero sacar un tiempito libre para leerlo todo de corrido. Te deseo un feliz fin de semana. Cuídate mi niña. Besotes
Con lo romántica que soy .. solo puedo soltar un suspiro ¡
ains
muchos besitos y buen fin de semana
Este Mario es un pollo jajaja,qué irritante.
No creo que si Amelia conociera el pasado de Sebastian se alejara de su lado, como él no se aleja de ella y la apoya en cuanto tiene oportunidad; así es el amor, o así debería ser. Las dificultades se vencen mejor en pareja.
Horrible la pesadilla de Amelia, por suerte sólo era eso, aunque probablemente tiene razón y el demonio de los ojos rojos volverá a atacarla.
Veremos qué pasa.
Disfruta mucho del finde.
Bsosssssss
Hola Citu, buenos dias,
aaaaaaaaaaah.... cortito pero muy bonito,
me gustó como has termino este capi.... romántico full!!!
Te deseo un lindo fin de semana
un beso grande
Creo que comprendo a Amelia cuando se concentra para no acabar golpeando a Mario ;-)
La pesadilla de Amelia ha sido espantosa... es lógico que sienta escalofríos al recordarla
A mí me parece que el padre de Sebastián actuó como un auténtico cretino diciéndole semejantes barbaridades, y no sabiéndole apoyar en lo que realmente le gustaba... la pintura
Me ha encantado el capítulo
Este finde aquí va a ser largo... sábado, domingo, lunes y martes
Te deseo un finde genial
Más corto, más largo, siempre me haces sentir muchas cosas y este no ha sido menos. Me ha encantado y espero con ganas saber como sigue todo :)
Besos y feliz fin de semana!!
Buen finde para ti también. Un abrazo.
Hola Citu! Por fin, he podido leerte y la verdad que Mario es idiota. Amelia es un encanto y Sebastian es genial. Te leo en siete días! Un besote y mejor fin de semana.
¡Hola! =) Vaya, vengo al tarde, ya vero que vas por el capítulo 14. Pues he empezado a leer, pero como estaba algo perdida, he decidido parar y cuando tenga más tiempo ya leeré todo desde el principio.
Un besooo
La pesadilla es terrible. El capítulo tiene un final... menudo final, chica.
Besos
Que pesadilla mas horrible tubo Amelia, ojala que no la vuelva a tener y que bien que Sebastian la acompaño en la misa, asi ella no iba a estar sola, muy bueno el capitulo, gracias!!
Genial me encanta leerte lo sabes aun cuando no dejo huella ,.. esas pesadillas me dan un tanto de miedo he tenido algunas parecidas por fortuna terminan al despertar, un abrazo grande.
Maravillosas letras...
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