Hola, ¿cómo les va? Hoy les traigo un capítulo romántico y un poquito subido de tono espero que les guste.
Capítulo 17
Ana sufría de dolor de cabeza mientras realizaba ejercicios de álgebra. Ramoncito le estaba ayudando a entender la materia, pero cada cinco minutos sonaba su celular. Lo peor, era que tenía que entregar un trabajo 150 ejercicios de factoreo para mañana y solo tenía 5 hechos.
Ramoncito volvió a la mesa del comedor en donde Ana estaba sentada.
—Mamá, quiere que vaya a casa a cenar. Trataré , de no tardar mucho
Ana se mordió la lengua para no decir nada grosero, así que solo asintió. Ramocinto por lo menos quiso ayudarla, mas cada vez que estaba a punto de entender la materia el maldito celular sonaba. El vecino de Ana dejó sola a la muchacha en la sala. Ella estaba a punto de llorar cuando oyó a su hermana abrir la puerta y decidió ir a su cuarto para acabar la tarea.
Amelia entró junto a Sebastián, aun recordaba como lo besó en la entrada del departamento. Su cuerpo deseaba más que un simple beso, pero su hermana estaba en la casa. Además, no sabía cómo decir a Sebastián que lo amaba y que deseaba ir más allá de las caricias atrevidas que se daban últimamente.
Sebastián entró solo para ir al baño y a saludar a Ana. Aunque era su noche libre iba a sustituir a su amigo Carlos. Estaba a punto de irse cuando oyó llorar a Ana. Ella lo saludo de forma muy fría en la sala. Sebastián pensó que nunca agradaría a Ana por más que lo deseaba con toda su alma. Con curiosidad entró al cuarto que estaba con la puerta abierta.
— ¿Qué pasa?
Ana frustrada miró su tarea.
— No me pasa nada.
—¿Aún sigues teniendo problemas con el álgebra?
Ana extrañada miró a Sebastián —. ¿Cómo lo sabes?
Sebastián señaló los libros.
—Ah.
—¿Quieres que te ayude? Soy bueno para matemáticas.
Ana hizo una mueca Sebastián observó el parecido de las dos hermanas . Aunque Amelia tenía los rasgos más finos, sus ojos negros brillaban cuando lo miraba y sonrisa lo cautivaba.
— No, te pienso ayudar para impresionar a tu hermana . Ni para ganarme tu favor.
—¿Entonces porqué lo haces?
—Sé lo que se siente no entender una materia.
Por un momento , Sebastián sintió la presencia de su padre a punto de castigarlo por no ser bueno en química.
—Era terrible en química ¿puedo intentar ayudarte o puedes seguir cómo estás tú decides?
Ana miró el reloj era casi la 8 y casi no había avanzado.
—Ayúdame.
—Vamos, al comedor tu escritorio es muy pequeño para los dos. Mientras tú traes, tus cosas le avisaré a tu hermana que me quedaré ayudarte con la tarea. También debo llamar a mi amigo Carlos para informarle que no lo podre suplir.
— No, quiero ser una carga.
—No lo eres. Carlos es un aprovechado, pero buen amigo entendera que es una emergencia.
Ana no le creyó, pero tampoco tuvo valor para dejarlo marchar. Juntos empezaron hacer los ejercicios y Ana se dio cuenta porque su hermana estaba loca por Sebastián.
— No, quiero ser una carga.
—No lo eres. Carlos es un aprovechado, pero buen amigo entendera que es una emergencia.
Ana no le creyó, pero tampoco tuvo valor para dejarlo marchar. Juntos empezaron hacer los ejercicios y Ana se dio cuenta porque su hermana estaba loca por Sebastián.
Horas más tarde Amelia hacía algo de café sándwiches tanto para su hermana y Sebastián. Al principio no podía creer que Ana le pidiera ayuda a su enamorado. Temía que ella estuviera algo celosa de su relación con Sebastián, pero esperaba que ellos se lleven bien y sean amigos.
Se sorprendió de lo paciente que era Sebastián y lo buen profesor que era, él estaba muy concentrado en explicar a su hermana como hacer el ejercicio . No importará cuántas veces tuviera que repetir las indicaciones.
Amelia sonrió a Sebastián y a él se cayó el lápiz al suelo a Ana se le revolvió el estómago al ver la chispas de los ojos tanto de su hermana como de Sebastián.
Se imaginó que ya se fue al diablo su tarea , por lo menos había avanzando y ya comprendía los primeros casos de factoreo. Iba a irse a su habitación para dejar solo a los tortolitos. Su hermana cambió sus intenciones.
—¿Cómo les va?
—Más o menos.
—Les traje algo de comer, para que carguen fuerzas. Les espera una noche larga. Ana aunque no te gusta el café te traje café descafeinado para que no te dé taquicardia y te mantenga despierta.
—Hubiera preferido chocolate caliente, uy, genial hiciste sándwiches calientes adoro el queso mozarela derretido.
Ana tomó con alegría el emparedado, no sé había dado cuenta , de cuánta hambre tenía — Amy. gracias.
Amelia sonrió satisfecha luego su atención pasó a Sebastián, pero mirarlo fue un error . Solo necesitaba sentir su presencia para que el deseo surja por todo su cuerpo . Recordó como hace dos días casi terminan haciendo el amor. Solo necesitaba cerrar los ojos para sentir como los labios de él recorrían su cuerpo y sus manos fuertes tocaban su piel.
Por el brillo y la forma en la que los ojos de Sebastián se oscurecieron, también recordaba la escena.
Era una de las pocas tardes que podían él y Amelia estar juntos. Se quedaron sentados viendo Thor salvar el mundo . Hasta que sus manos se toparon cuando sacaban palomitas de maíz. Sebastián iba lento en su relación con Amelia. Con sus parejas anteriores solo le importaba tener sexo y luego se alejaba poco a poco de la mujer con quien estaba. Ahora cada momento con ella era preciado, no es que no la deseaba. Pensaba todo el tiempo en la suavidad de su piel la forma en su cuerpo se amoldaba con el suyo y no había momento que desee hacerla suya .
Le encantaba como poco a poco Amelia confiaba en él y se dejaba seducir lentamente. Era extraño, ella aún era virgen y por lo que le había contado tenía poca confianza en los hombres por lo que su padre abandonó a su familia cuando era niña.
Recordó la sensación de sus labios probando los suyos la manera de como le hizo abrir la boca y metió su lengua . El gemido de ella cuando lo hizo y empezó a responder con la misma pasión. En especial cuando dejó su boca y empezó besar su quijada para luego morder su oreja mientras sus manos tocaban ligeramente sus senos. Aún se acordaba la suavidad de su piel el momento que incursionó su mano traviesa a través de la camiseta negra que llevaba Amelia. Espero que ella le diga que pare, como lo había hecho la noche anterior , en lugar de eso Amelia se recostó en el sofá.
Sebastián aprovechó para ponerse encima y tirar de la camiseta mirando su cuerpo semidesnudo . Suspiró agradecido a dios por poder ver el cuerpo de Amelia . Imaginó tantas veces esa escena, pero nada lo preparó para ello. Amelia tembló con deseo , impaciencia y miedo entremezclados. Parte de ella quería cubrir su cuerpo, se sonrojó al recordar que llevaba un brasier blanco de algodón. Temía lo que pensara Sebastián de ella.
—Eres tan bella, Amelia — Luego de decir eso la besó con pasión como si deseaba dejar su alma en esa caricia.
Amelia se olvidó de sus miedos e inseguridades cuando miró a Sebastián a los ojos. Él dejó de besarla en la boca para explorar su seno izquierdo ella gritó al sentir como le mordió el pezón. Por un momento la muchacha pensó que soñaba como tantas veces. Si era sueño o estaba pasando no importaba; lo único que quería en ese momento era también explorar el cuerpo de su amante. Necesitaba sentir su piel, sentir su sabor y volverse uno con él.
Con decisión, él entendió lo que deseaba y se quitó la camisa con prisa . Ambos se miraban anhelantes sin ni siquiera poder hablar. Se volvieron a besar con frenesí mientras sus manos se acariciaron torpemente y sus caderas se presionaban buscando unirse más. Ninguno de los dos oyó cómo el timbre era tocado con insistencia. Amelia se separó al oír los gritos de Ramoncito.
—Amy, andas por ahí. Tú tienes cable y juega el barza de Messi, vamos, abre la puerta sé que estás ahí.
Amelia y Sebastián se encontraban tan concentrados en sus recuerdos que no se dieron cuenta de que habían tocado el timbre. Ana fue abrir haciendo pasar a Ramoncito al comedor.
Sebastián gruñó al ver vecino de Amelia, parecía que siempre lo interrumpe aun en sus recuerdos.
Espero que les haya gustado el capítulo y les deseo un genial fin de semana
17 comentarios:
Me encantó, como siempre.
Un beso.
Me encanta :)
Un beso.
Muy bonito!!!Feliz fin de semana!!
Un capítulo muy apasionado donde se ve también lo buenas personas que son Amelia y Sebastián que, a pesar de desear quedarse a solas para disfrutar de su amor, ponen por encima las necesidades de Ana. Veremos si la próxima vez nadie que les interrumpe.
Un beso
Me ha hecho mucha gracia lo de.... se quedaron viendo Thor. Un abrazo y buen finde.
jajaja... Me parece muy normal que a Ana le doliera la cabeza si tenía que presentar 150 ejercicios y solo tenía hechos 5
En fin, también entiendo que estuviera más que harta del teléfono de Ramoncito
Creo que Sebastián ha sido mucho mejor profesor ;-)
Cogiendo palomitas de maiz, el contacto de sus manos ya despertó la pasión entre Sebastián y Amelia... algo muy normal ;-)
Me ha encantado como lo has explicado
Pero llegó Ramoncito con el Barça de Messi... jajaja
Bueno, tratándose del Barça de Messi, yo voy a excusar la interrupción ;-)
Has estado genial, JP... Me ha gustado mucho
Besos
Hola Citu,aunque no he podido seguir esta novela si que me he leído este capítulo niña tan solo por el placer que me supone leerte.
Muchos besos y cuídate mucho:)
Gracias por pasarte por mí blog! Saludos! 🎄🎄🎄
Que bonito
Hola! Me ha encantado este capítulo, una vez más te felicito :)
Feliz fin de semana!!
Besos!
Tus histórias,tus personajes,y tus fantasias,estan presente en todos tus escritos
Hayyyy , que pena que los interrumpieron. Veamos que pasa en los siguientes capítulos.
Está preciosa la decoración navideña del blog.
Un abrazo.
Hola Citu! Espero que estes bien. Hoy, por fin, puedo leerte y que me encuentro al vecino interrumpiendo y a Ana con el algebra. No puede ser! Sebastian y Amelia para una vez que están solos. Bueno todo se perdona. Espero que tengas un buen fin de semana y mejor semana. Te leo en siete días. Un besote!
Hola preciosa!
Genial! Feliz domingo. Besotes
Hola Citu, cuanta pasión y ternura, derraman tu entrada.
Besitos.
Ya arreglé el enlace de la película en mi blog por si quieres verla. Un saludo.
Los interrumpieron en la mejor parte del recuerdo jeje eso no se vale, y cuando aceptara la hermana de Amelia a Sebastian él es bueno, me parece que son celos de hermana, gracias por el capitulo!!
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