Bienvenidos a mi blog. He creado este por que tengo un montón de historias en mi mente que me gustara compartir. Miles de mundos y personajes siempre me acompañan, decidí, que era hora de hacer que fueran conocidos. Quiero, que sean capaces de expresar y soñar junto a mi. Espero, que les guste mi casa y tendrán una voz aquí. Mi cariño y amistad también.

viernes, 5 de febrero de 2016

Ilumina mi corazón. Capítulo 20 ( primera parte)

Hola,  ¿cómo les  va?  Hoy  por fin sabrán que pasó con Sebastián .  Espero que les  guste   y  que tengan un buen fin de semana.
Capítulo 20 

 Cinco  días después
Amelia   miró   su  celular  con algo  tristeza.  Releyendo  los  últimos mensajes ,  que  le  mandó  Sebastián.  Desde    que  hicieron  el  amor , él  había  desaparecido  de su vida.  Tenía  un montón  de    mensajes  sin responder,  y  una  sensación   de   vacío  y   decepción.   Una  parte  de  ella  no  podía  creer   que    todo  fue  un  engaño  para  acostarse  con  ella. Pensaba   que en  cualquier  momento   su enamorado   la llamaría y  tendría una gran  explicación  por no comunicarse  con ella .  La parte más  sensata,     había  dejado   de   llorar  y  de   buscar  a  Sebastián,  lo  que menos quería  era   suplicar  que no  la  deje de esa  forma. Ambas  partes se preguntaron  ¿qué  hizo mal  para  que   dejara de  buscarla?   Tal  vez   fue  demasiado  aprisa,  no debía     haberle  dicho que lo amaba.   No  quiso  pensar  más,  estaba a  punto  de  llorar  otra  vez.  Nunca  había  amado  a un  hombre  de esa manera.  Sebastián    entendía  su forma  de  ser,  cuidaba  de ella, de  su  hermana.  No la juzgaba,  pero se  había  esfumado  dejándola  sola  de  nuevo con  un  agujero negro  en lugar   de  corazón.
Su  hermana  llamó  a la puerta.  Amelia  abrió  los  ojos   y le dijo  — pasa
Ana   no  sabía  que hacer  con  su hermana.  Desde  hace  días parecía un alma  en pena.  Cuando le preguntó ¿ si    había peleado  con  Sebastián? Amelia  lo negó  de forma  enfática  ,  cambio  el  tema  y   huyó  a su cuarto. De eso habían  pasado   3  días en los  cuales  su  hermana    se  había  refugiado  en su  cuarto del  que  apenas  salió  para  ir a  clases.
 Amelia  se  sintió  culpable  al  ver   el   rostro preocupado  de  Ana. 

—  Te  hice  sopa  ramen   ,  tu favorita.  Debes  comer   algo antes  de ir  a la universidad.
— No,  tengo hambre.  
—¿Estás  enferma?
—No,  solo cansada.
Ana se paseó por  la habitación  desordenada  de  Amelia.  
—Estoy  preocupada  Amy,  por  favor,  come  algo y  cuéntame  ¿Qué  pasó con  Sebastián?
— No  ,  paso nada.   Vamos  al comedor   antes  que   se  enfríe  la sopa.
Ana  puso los  ojos  en  blanco,  al ver   Amelia  evadía el tema, por lo menos logró que comiera algo. Pesó que más tarde  volvería a preguntar.
Luego de  almorzar  a pesar de  no  querer  comer  y  que  la  comida  casi  se  le  atranca  en  la  garganta   Amelia  salió   de su  casa  dando  evasivas  a   su hermana  .  La  verdad  quería  estar  sola  y  dormir  mil  años,  pero  como  no podía  hacerlo se  dirigió    a  la  calle.  El bullicio   y  la  gente  que  pasaba   por  las  avenidas   apenas  la  distrajo.  Transitó como  si fuera  un  fantasma caminando  entre  las  personas  a  las  que   los  sentimientos  de  Amelia  no importaban.  Simplemente   se  perdió  con  la  multitud  ,  sintiéndose   más  sola que nunca .
Sebastián  anduvo  lentamente  con   las  muletas .  Había pasado    días     terribles, aún le dolían  las  piernas  y  las  costillas .   Cerró  los   ojos    un minuto,  recordando   esa  terrible  noche   cuando  fue  atropellado. Vislumbro la  acera  maloliente  en  la   que  el  carro de  un  extraño lo arrolló  y lo  dejó tirado como si fuera  basura  sin   poder   pedir  ayuda.  Su único pensamiento  y  queja  era  que no volvería a  ver a  Amelia. No  supo cuánto tiempo  estuvo  o si  alucino  a  un hombre  con  barba y ojos negros  que  se   le acercó  y comprobó que  estuviera  vivo.
De  lo que  sí podía  estar  seguro  fue  que  Carlos   lo llevó  a  una  clínica cercana para  que  lo curaran  inmediatamente. La  oportuna  atención  de  su  amigo     le  había  evitado daños permanentes.  Solo   se  rompió la  pierna, fracturó  dos  costillas  y  su  celular  fue  destruido.  Lo peor  fue   que  tuvo que  pedir  ayuda    a su jefe  para  pagar  la  deuda   por sus heridas.  También tuvo que  alarmar  a  Don  Pedro y doña  Caridad, que  era  algo que  odiaba.  Como no quiso  hacer  lo mismo  con  Amelia,  esperó unos  días  para buscarla.
No había  dejado  de pensar  en  ella  y  desde  su accidente .   Extraña  su cabello,  sus  ojos  negros que  siempre  brillaban cuando sonreía, su tersa  piel,  su paciencia hasta  su terquedad  y  su indecisión.  Su corazón  latía  aprisa  solo porque   volvería   verla muy pronto. Estuvo  preocupado  por  no llamarla, ni  responder  a sus mensajes.  Esperaba que  ella  entienda su  silencio.
No  deseaba  que  lo viera  en ese  estado, Sebastián  odiaba  depender  de  alguien  sentirse  vulnerable  y  era  peor    cuando estaba   junto  Amelia.
Ella  podía destruirlo  con  solo  una  mirada,  por lo que  Sebastián no quería  que lo supiera, para que no pudiera  hacerle  daño .  Hace  mucho  tiempo  descubrió  cómo  vivir sin  resultar  herido.  De  repente  la  imagen  de su madre  lo  rondó  como  un fantasma.
 Amar   te  dejaba  vulnerable  a cualquier ataque  hasta de las personas  que juraron  no lastimarte. El  siempre  contó  con  su  cariño,  pero  su  madre  era  débil.  Nunca osó enfrentarse  a su esposo  para  defender  a su hijo   de  un castigo injusto.  
A pesar  de ello aún  la quería  dejarla  fue  la  decisión  más  difícil que  tomó  en su vida.   Estaba  preocupado por  su  salud.  Llamó  a su padre,  para concertar  una cita  para  poder  verla,  pero  este   no  le respondió  aún.
Miró  al cielo  estaba  a punto  de llover  y   todavía   le  faltaban 3  cuadras  para  llegar   a  casa  de  Amelia.  Deseaba  tanto  verla  que  suspiro  como  si fuera  un  colegial. Su muleta  tambaleó,   Sebastián se sintió  cansado  por  el  esfuerzo,  se  secó el sudor   con  la mano.  Se arrimó    a  la  pared  de  una  casa  espero  unos   segundos y  volvió   a  seguir  su trayecto.
Estaba a  punto de  cruzar  la  calle cuando  miró  a  Amelia     ir  por  el  camino contrario.  Estaba  distraída  y  algo afligida   la imagen  le  provocó  un nudo  en  el estómago. Se  preguntó  ¿quién  le  hizo sufrir?;  esperaba que no fuera  él .
Decidido  le persiguió  recordando  la primera  vez  que hablo con  ella. Tenía  la misma  sensación   y  el mismo deseo   de  protegerla.
   —  Amelia.
Amelia  estaba  tan  distraída  que no  oyó  que  alguien le  llamaba.  Sebastián  volvió  a gritar —Amelia .
Ella  se  volteó  , en busca  de quien  le llamaba,  al no ver a nadie  conocido siguió  caminando  y  casi  la atropella  un  carro. Sebastián  llegó   a  tiempo    de  rescatarla.
 —Cuidado.
Amelia  se quedó  sin palabras  al volver  a  ver  a Sebastián  solo  habían pasado   5  días  y  apenas  pudo respirar de alivio.  Verlo  fue   con   tomar  una  gran bocanada  de aire puro. Se quedó  sorprendida   y  alarmada  al  mirar cómo llegaba  Sebastián. Lo  abrazó  con cuidado de  no lastimarlo,  la soledad  y   la tristeza que tuvo en días anteriores  se disipó. Aún  en los  brazos  de su pareja  preguntó —¿Qué  te  pasó?
 — Tuve  un accidente  hace  algunos  días.
Sebastián  se sentía  tan feliz  por  volver  a verla,  La  había  imaginado, dibujado, añorado tantos  días, sin embargo, estar  a su  lado  no   se  comparaba  ni  con  el más alegre  de sus  sueños.
—  ¿Qué  pasó?  ¿ Cómo fue?
—  ¿Tienes  clases? ¿Estás ocupada?
— No.
—  Vamos   a  tu casa ,  para que  te lo cuente  todo.  
Amelia  y  Sebastián  caminaron  despacio, ella  dejó que  él se apoyara .  Por  un momento  todas sus dudas    se le  quitaron  de la  cabeza  hasta que él habló  de nuevo.
—    Me atropelló  ,  un borracho la noche  del  viernes.
— ¿Por qué no me llamaste?
—   No  deseaba  que me vieras    así.   Y  como mi  celular     murió  no pudo contestar  tus mensajes    recién    el lunes   un amigo me prestó    un viejo  celular  que parece  un ladrillo.
Amelia  se  detuvo  enojada  Sebastián  casi     pierde el equilibrio.
— Así  que   tuviste  por   más  de tres  días   tu  celular  y ni siquiera  se te ocurrió   molestarte  en mandarme  un  mensaje. No piensas que estuve  preocupada  al no saber de  ti.
— Te  dije,  que no quería que  te preocuparás.
  A Amelia  le  brillaban  los  ojos  y    su rostro  estaba enrojecido     por  la   furia   apretó los  puños  con  ganas  de  golpear   a su  pareja.
—Ah,  gracias.
Amelia  soltó   a  Sebastián  porque  su proximidad    encendía  un  fuego en su interior,  que  nada  tenía   que  ver  con la pasión   Lo había  extrañado tanto,  cuando  lo observo herido  y  frágil  casi  se le rompe el corazón.  Una  parte  de   ella  estaba  tan  feliz  de  verlo que podía   pisar    las  nubes  y  la   otra tan decepcionada.  Pudo  haberle  avisado,  era  tan   poco  importante  en su vida  que  ni  siquiera  considero  que  eso le  dañaría. Solo  le  faltaba  tener  alter  egos  como la estúpida   de  Anastasia   la  protagonista  de las  50  sombras.  Con horror  desecho  esa  idea. Lo único que  deseaba  era  estar  a  solas  ,  no podía  irse    a  su casa  por  Ana  y  no  deseaba    pelear con Sebastián en medio de la calle.
— Será  mejor   que hablemos , luego  si quieres  me mandas   un mensaje .  Voy  para   U.
Sebastián se quedó  perplejo.  ¿ Qué  rayos  le pasaba?  Le importaba  tan  poco  que  apenas  deseaba   hablar  con él  a pesar  del   accidente.
—¿ Amelia qué   te pasa?
—Acaso  tienes  el descaro  de preguntarme  eso. 

La  gente  en la  calle  se los quedó  viendo  discutir.  La madre  de Ramoncito que iba para su casa   se paró para oírlos  discutir  Amelia   lo  miró  y  se puso   como árbol  de navidad que cambiaba  de  colores  a  verde  y  rojo.  La  sopa  que  apenas  probó  estaba     a punto  de hacerse  paso por  su  garganta.      
— No es  momento  de hablar   eso  en la  calle.
— Vamos  para tu  casa  y  aclaramos  las  cosas.
Amelia   movió   la  cabeza  con fastidio.
—No  hay nada que aclarar.  No  deseo  discutir y  decir   cosas que luego voy a lamentar.   Me  llamas  o me  mandas  un mensaje,  cuando  creas conveniente.  Adiós,  Sebastián.
Sebastián  hubiera  preferido   que  lo atropellara  un  automóvil de  nuevo  que oír  esas  palabras  de  Amelia.   
Ella    lo miró por  última  vez    concentrándose  en no llorar mientras   se  iba por  sentido contrario.  Sebastián  en lugar  de quedarse   así la siguió dispuesto  a  suplicar  con tal de no perder su  amor .       
Luego de una cuadra   de      Amelia  dejó  de  caminar  y  se  volteó  furiosa.
—¿Por qué me sigues?
— No   deseo  perderte.
—¿Por qué?
— Tú  sabes  la respuesta.
Amelia  lo miró   con  una   expresión  de  decepción  y tristeza  que  golpearon a  Sebastián —.  No lo  sé. Pensé que  lo  sabía  , pero no es  así.  
— Amelia, tú eres  mi vida.
—  No lo soy, ni siquiera     soy  tu pareja  solo salimos.   No soy  parte  de  tu vida.  Cuando   eres pareja  de  alguien compartes  tu vida  con esa persona   la incluyes  dentro    de  tu círculo,  la buscas  cuando estás  feliz  como cuando  estás triste o enfermo.   Sebastián  yo  no  soy   un juguete  que puedes  buscar   cuando  estés  de ánimo.
Deseo más  que eso y me merezco más  que eso.   Será mejor  darnos  un tiempo.
Luego de  decir  eso    Amelia      se  fue  y  Sebastián  se quedó  solo  mirándola  partir. 





16 comentarios:

Nena Kosta dijo...

Bastante pueril la decisión de Sebastián de no comunicarse con Amelia para no preocuparla; si por un momento se hubiera puesto en el lugar de ella habría comprendido lo equivocado de su decisión. Amelia tiene razón al sentirse decepcionada y le ha explicado muy bien los motivos.
Pero, bueno, están al principio de todo y todo pasará porque se quieren. Hasta sus recelos y miedos.
Un beso y disfruta del finde.

Ana Meyling dijo...

Holaaaaa!
Tengo que volver a leerla desde el principio, porque ando perdida, ya que como sabes no estaba mucho por aquí jejejee
Un besito, nos leemos^^

yessykan dijo...

Según Sebastián tuvo su razón para no avisar y desaparecer, por aquello de no preocupar a Amelia. Pero a la misma vez, no fue lo acertado, ya que Amelia lo ha tomado a mal. Con la acción tomada, dejo al aire libre toda clase de erróneas ideas para ella tomar en consideración. Espero que pronto surja reconciliación.
Besito y feliz fin de semana.

LOBEZNA dijo...

Pobre Sebastian, debió pasar lo suyo. Un abrazo y buen finde.

Mela dijo...

Hola, JP... La verdad es que esos cinco días sin saber de Sebastián han sido un auténtico infierno para Amelia... hasta quería dormir mil años... eso es porque no quería enfrentar la realidad que temía
Ana intentaba consolarla, pero Amelia no estaba para consuelos
Creo que Sebastián también lo ha pasado mal... pero debería haberle mandado algún mensaje a Amelia... debería haber comprendido que ella tenía que estar preocupada
Pero me alegra que nada grave le haya pasado a Sebastián... y estoy segura que el amor se encargará de arreglar esta situación
Me ha encantado... has transmitido muy bien las razones de ella, y las razones de él
Besos, y feliz finde

Sunako Chan dijo...

Hola Judith!
Esta vez no puedo estar de acuerdo con Amelia. El pobre Sebas tiene un accidente y encima lo de su madre aguantar un berrinche por cinco días nada más y encima él va a buscarla. Creo que ella está siendo injusta. Bueno ahora toca esperar. Buen finde! Un besote!

Genesis Garcia dijo...

aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah no deseo o perderte *-*
ME ENCANTO EL CAPITULO!!

JUAN FUENTES dijo...

Amiga escritora,la imaginación la tiene tu,al viejo fotógrafo,solo le que un poco de materia gris
Un fuerte abrazo

Mi tarde junto a un libro dijo...

Hola! Estoy con Amelia, tener un accidente, no avisar y aparecer después de esa forma, es para ahora que ella deje de hablarle. Si es tu pareja, hay que confiar en ella, porque mejor que esa persona, no te va a entender nadie y más cuando has tenido un accidente y sabes que va a estar preocupada. A ver que nos depara el próximo capítulo, jejeje.
Besos!

Ariel - El Vikingo Dark dijo...

Hola Citu, buenas tardes,
le has puesto picante a la historia ... pero del que siembra discordia, no el de la pasión =(
viene bien un poquito de injusticia como para retomar el camino con todo...
pobrecito el Sebastián!
quien le mandó sobrevivir al capítulo anterior? =)

Te deseo un lindo fin de semana
un beso grande

Entre palmeras... dijo...

Que fértil imaginación, y como llevas la narrativa a pesar de que he leído muy rapidito.
Me alegro que sigas así

Abrazos y lindo fin de semana

Gladys dijo...

Pufff, nunca voy a entender a las mujeres que les gusta complicarse la existencia, no le bastó ver a su amor ahí buscándola, pero bueno así es la vida hay de todo en este mundo veremos el final, cuando Amalia se le pase el berrinche jejejeje buena historia amiga me gusta tu forma de escribir.

Besitos de luz feliz inicio de semana.

Laura dijo...

Que mal lo que le paso a Sebastian pobrecito, y Amelia se enojo bastante con él, se entiende el malestar de ella porque estaba preocupada por él y sale con que no quería que ella se enterara del accidente que hombre mas tonto jaja, gracias por el capitulo, saludos!!!

Mirian Cartagena dijo...

A veces se toman decisiones equivocadas, como es el caso de Sebastian, si le doy la razón a Amelia de enojarse, pero hasta que le pase con el tiempo, podrán continuar con su amor ya que los se adoran y es amor de verdad.
Lo que se puede concluir es que la comunicación constante en la pareja es fundamental.
Cariñosss.

Mirian Cartagena dijo...

A veces se toman decisiones equivocadas, como es el caso de Sebastian, si le doy la razón a Amelia de enojarse, pero hasta que le pase con el tiempo, podrán continuar con su amor ya que los se adoran y es amor de verdad.
Lo que se puede concluir es que la comunicación constante en la pareja es fundamental.
Cariñosss.

Lourdes dijo...

¡Holaaa! Yo creo que Sebastien se ha equivocado pero no fue mala intención.
Amelia lo perdonara aunque ha hecho bien en enfadarse. Me gusta las imagenes que acompañan tus letras amiga, son muy bonitas. Un besazo y sigo leyendo el capi que publicaste.