Ilumina mi corazón. Capítulo 37 ( primera parte)

Hola,  ¿cómo  están?  Ya mismo acabamos el año.  Espero que  les  guste  el último  episodio   de este año de  mi novela. Hoy  conocerán a  nuevos personajes  y nuevos  enemigos  que  circularan   alrededor   de mi  saga.

Capítulo  37

Seirim dejó  a  Heli marcharse  preocupado porque ella  tenía  una   de las   7  piedras  estrellas.  Limwë  su madre  hizo todo lo posible  para  obtener    todas las gemas.  Topó   la joya  que  su padre le  regaló y  se  volvió   a  preguntar ¿ Por  qué   Linwë  permitió  Huor,  su  medio hermano  le  de  una  de sus preciadas  joyas a una mestiza a  la que  despreciaba?
Por  lo  que  sabía Linwë hizo todo lo posible por tener  las    5   joyas  que se hallaban en su poder  hasta  mató   por  dos  de ellas.  La  reina  elfa  era   cruel  y   nunca ayudaba a nadie . Como  conjurada la vio acercarse a sus  dos medios hermanos.
Huor se  fue  a donde  los  otros  elfos se  preparaban para  hacer  una  gran  puerta  e  ir  al inframundo a  enfrentar  a  Úvatar.  Mientras   el otro hijo se  acercó a  Linwë, sin decir   nada.
La  reina  elfa  a pesar  de  su edad  y corazón  duro  era   muy  hermosa.   De  cabellos oscuros  rasgos  afilados   y  ojos  azules  iguales a los de  Seirim.  Linwë sonrió  y  su hijo   escondido en un rincón se estremeció .  Verla  tan satisfecha le recordó la segunda  vez  que intento  matarlo.  Se  oyó una trompeta   debía   haber  vuelto  Heli   por los penúltimos  jinetes.
Seirim iba a irse  junto a  Anazareth ,  cuando   la  voz  burlona   de  su medio hermano   Golradir. Lo hizo  detenerse  u  acercarse  a  averiguar  que  ocurría.
—Pensé que   la  eliminaste.

Linwë    miró    furiosa a su hijo y  lo llevó  a  un rincón para  luego ir  a la cocina del castillo.

Seirim  siguió  a su madre  y  a su hermano. Esperó pacientemente  a que ellos empezarán  a hablar. Sin embargo,  se  sorprendió    al  ver  a  Heli a punto  de entrar en la cocina.  Fue a donde  se encontraba  ella, esperando  no  captar  la  atención  de  Linwë que  se  hallaba  al fondo  de la habitación.

Heli  estaba  algo pálida , pero parecía   estar  bien.  Seirim  se  acercó  sigilosamente  a  ella  y  le dijo en voz  baja — No hagas ruido y sígueme.

Heli  fastidiada  iba a zafarse   del control del  demonio híbrido, pero él no la  dejó. Lo  único  que quería era  algo dulce   para  ver  si   se le iba  el mareo y  terminó secuestrada  por  Seirim.

—¿Por qué  me escondo?

—Tengo   que  oír  esto.  Es  muy importante.

Heli gruñó  como respuesta. Caminaron a  gatas  y entraron  en  la  cocina.  Heli pensó  que la cocina estaba desierta, pero oyó unas  voces. Una  mujer  de  cabellos oscuros  tomaba  un  vaso  de agua  acompañada   del  joven  elfo   que  fue  grosero  con  Heli.

Seirim obligó a  ocultarse   a la media  elfa  bajo una mesa.

—¿Quiénes  son?  ¿  Qué hacemos  aquí?

Seirim no  deseaba  contestar,  pero lo hizo  con  desagrado.

— Ella es mi madre y el uno de mis  medios  hermanos. Siempre trama algo malo.  Deja escuchar.

Heli  casi  chillo   del  asombro  Seirim  le  tapó   la  boca con la  mano. Ella se estremeció al  contacto de la piel del demonio.

Linwë miró   alrededor  en busca  de algún  extraño. Cuando se  convenció  que se  encontraban  solos  .  Tocó  su cuello     y   la  punta  de su nariz  para  luego  mandar  un beso  volado  Golrandir   que  empezó a  ahogarse  y suplicar a  su madre que pare  su castigo.

Debería dejar  que  te ahogues.  Soy una santa y mis hijos,  solo me  dan desilusiones —.  Exclamó  Linwë  mirándose  las   uñas.

—Por eso deseas vernos muertos a  todos—.  Gruñó Golrandir    en suelo.

— Huor  se porta bien y  tu  monito me diviertes.

Golrandir tardó  varios  minutos   recobrarse.  Se  tocó  el cuello con disgusto.  

—¿Por qué  fue  el castigo?

Linwë  lo  miro   aburrida —  Te dije  que no hablarás  en público  sobre lo que le hice    al   monstruito de  Nessa.

Heli    se  revolvió  al   oírse insultada  así.  Seirim  suspiró por lo menos estaba  callada.

—Pensé que la ibas a  matar.

— Las  cosas  se hacen con calma  y bien.  Si no se hacen.   El  monstruito,  debe  estar  a  punto de ser envenenada ,  ni  su madre  o  el  imbécil de  Firond   podrán    prevenir  que  muera  esta  vez.

Golrandir   sonrió de  forma  maliciosa  —  eso ya me lo dijiste  antes. Sé   que   utilizaste la piedra  de luz para envenenarla. No te importo que ella  está  salvando  a nuestra  amada  tierra.

—Claro que me importo.  Por eso   hice   que  el hechizo   se  realice   por la utilización de la piedra.  Cuanto más   la  utilice   ese  engendro  mejor. Ella salvará a nuestra  tierra y quedara  como una mártir.  Es más  de lo que  se merece.

Por  fin lograré  matar a  esa  niña  y me  vengaré   de  Nessa.

Heli  resopló , pero  fue callada  por  Seirim

—Por  lo menos,  te  has desecho de  una  de    tus molestias.  Aunque  no  veo   que hayas  logrado progresos  con el medio demonio.

—  Pronto  será   el   turno de  Seirim,    matar  a  alguien  es  un proceso lento que se  debe disfrutar...  

—Seirim  no deseaba  que  la  semielfa  vea  su sufrimiento  al  oír  las maquinaciones  de  su  madre.  Jalo del  brazo a  Heli  y la llevó   a  otra habitación

—¿Por qué  no  te quedaste  oír lo que planea  hacerte?  

—Desde que    estuve en su vientre  deseo matarme,  pero no se  atreverá  a hacerlo.   

Heli supo  que ocultaba  algo, pero no era  el momento de enfrentarse a con la verdad.  Además,  no era  su  asunto.

—  Gracias por  prevenirme  sobre la estrella.

—  Solo evite que fueras  descubierta. Será  mejor  que  te marches,  los jinetes    te  están esperando.

Heli   lo observó alejarse  —  Seirim, espera.

— Es  mejor  que me vaya.  No tenemos nada de  qué hablar —.  Luego de  decir  eso   se  fue  sin ni siquiera mirarla  dejándola más confundida.

Heli miró  la  piedra estrella.  Fue  corriendo a su cuarto para dejarla en un sitio  seguro  y no tocarla más.   Luego  bajo a  terminar  su misión esperando  que  el asqueroso  de  Azidahaka  no diera  más problemas.

Les deseo un lindo  día  y  se me  cuidan  mucho