Ilumina mi corazón Capítulo 37 ( Segunda parte)

Hola  ¿cómo están?  Esperó que  les  vaya  bien  en esta primera semana  del  año.  Hoy es   6  de  Enero y algunos  celebran  reyes. Mi  regalo  es   este  capítulo  que espero que les guste.

Capítulo  37 

Khalid    se sintió a punto de desfallecer  solo el deseo de  venganza  lo movía  a  seguir  luchando  por     la muerte  de  Aher.  Cuando  decidió    ir   junto a  Adremelech  y  Sebastián.  Firond  junto  Anazareth  le dieron una pequeña  botella  de  color  púrpura , con olor   a jazmín  y otras  hierbas.  Era mismo hechizo que disminuyo el poder en cualquier ser con poderes mágicos, pero  esta  vez era  dirigido exclusivamente  a  Úvatar.
Adremlech   se  lo dio   en  el momento  que  esperaban a  Sebastián  y le  dijo que lo utilizará si tenían que  separarse. Khalid    había luchado  con  Úvatar  sin hacer  uso   del  hechizo,  pero sus  fuerzas  ya  estaban  flaqueando .  Úvatar    se había  cansado de  jugar  al  gato  y  al ratón. Pronto lo mataría  lo presentía.
Úvatar  se encontraba   harto de  perder  el tiempo sus  sombras lo necesitaban .  El  reino  humano  y  Erembor:   el  reino élfico    estaban    libres.  Como si  fuera  poco  Sebastián  el amante  de  Amelia  estaba    junto a  ella   haciendo  que  su   futura esclava  luche  por su libertad  y  se enfrente  a su  sombra.
No podía  esperar    debía   ayudar   a  su killing  y lograr   la  venganza    que  tantos   años    había deseado.   Miró  al  recolector  moverse  y  fue    a  su encuentro    con una  gran espada     decidido a  rebanar  su cuello.
Iba a hacerlo, pero    una llamarada de  fuego se lo impidió.  Khalid  se  sorprendió al ver  a  Agni  ir en su ayuda. Él siempre  lo observó en su  forma de demonio, pero  ahora  su apariencia  era  la de  un simple  humano.

El recolector  se sorprendió  por  la  fiereza  del  demonio de  fuego.  Nunca       lo vio  luchar  tan decidido  algo  había  cambiado a  Agni.  Era más que un simple  demonio  arrogante.

— No es tu pelea. Márchate y  te  dejaré  vivir.

—La convertiste en mi pelea   al invadir mi reino.  Al destruir  el legado  de mi padre.  

Úvatar  puso  los ojos  en blanco  estaba  harto  de peleas  estúpidas  que  lograban que pierda  su valioso  tiempo .

—  Ninguno de los  dos me  vencerá, lo sabes  bien  demonio. 

—  Tienes  razón  .  Tu  sombra  infecto  y  me quito    casi todo mi poder.  Sin embargo,   eso no importa     , ya no deseo ser  el héroe   o  rey. Solo deseo   ayudar  a quien  te    va  a destruir.  ¿ Que  se siente  que un pedazo de  basura  débil  sea    la  que  termine  con  todo  lo que has  estado    trabajando?

Úvatar resopló  de la indignación  y se lanzó   a atacar  a  Agni como  un toro rabioso.  

Agini lo evadió   con  agilidad mientras  Khalid    atacó   a  Úvatar  con  rayos  de hielo. Úvatar  sintió   un  gran dolor  su  sombra   había  sido  herida  por la humana.

Respiró profundamente  sintiendo    el aroma  tóxico que  aún reinaba   en  inframundo. Kahlid  y  Agni se  turnaban para causarlo y  agredir cada  vez  que se  acercaba a  ellos.

Era  hora  de parar  esta  batalla  sin sentido     cuando     Agni   lo atacó  dejo   que lo hiera   y  cayó     en una     despeñadero  al  vació.  Agni y  Khalid fueron  a  ver   asombrados  si   Úvatar  estaba inconsciente.   Cuando  tuvo  a  mano  a uno  de   sus agresores  el demonio elfo   de la nada  creó una  espada    de sombras    y  la  calvo  en  pecho  de  Agni.  Luego metió  la mano en su corazón  y  lo destruyó.   

Khalid   supo   que era  el momento  de  actuar,  esperaba     que el hechizo   le dé  resultado. El demonio elfo   se  encontraba     distraído   saboreando  su  victoria  que no    observó  el  movimiento  del recolector.

Khalid   le  lanzó la  botella  de  color  púrpura  al mismo  tiempo  que  con su magia  golpeó  una  roca lo  que hizo  que hubiera  una avalancha  y sepultara   Úvatar.

El  demonio  elfo  no  esperó  que    ese  ataque    cuando  quiso   por medio  de su magia  quitar las piedras  que lo aprisionaban  se dio cuenta de que  perdió  sus poderes.   

—¿Que  se  siente ser  víctima  de  tu propio hechizo?

Úvatar  gruñó  furioso.

Khalid  rio  sintiendo por primera   desde que  Aher  murió.  Tal  vez  era posible  vencer  a Úvatar.

— Piensas  que  con este    hechizo torpe   me vencerás.   No sabes     que soy inmortal  y tengo  todo  el poder  del mundo.

Tu amigo  creyó  que era  fácil derivarme  y  lo hice pedazos.

—  Su muerte  será  vengada —  dijo  Khalid  al mismo  tiempo  que observaba lo que quedó del cuerpo  de  Agni.

El   rey de  los  demonios  de  fuego   demostró  ser  fuerte  y  leal  hasta el final. Khalid  se arrepintió de  no haberlo  conocido mejor.

Oyó  cómo  el  demonio  elfo    movía    las  rocas  para  salir  de  su encierro.   Supo  que no era  el momento de  distraerse  con sus  sentimientos.  Aunque era  pesado  y   exigía   gran parte  de su magia  movió   más  rocas  para dificultar   la evasión  de  Úvatar.

Fue  cuando  miró   una hermosa     mariposa  de luz     iluminar  todo  el inframundo.

Amelia  apenas   podía sostenerse  en pie .  Pensó que  iba  a caer  al piso  cuando  sintió   las  manos  de   Sebastián  sujetándola  para que  se  vaya al piso .  

 —Puedo estar ciego, pero    puedo  sentir  tu olor  y  ser   en quien  te apoyes  para no caer.

La  sombra  de  Úvatar  aún estaba  en el piso  seriamente  herida.

—Esto  no ha  terminado.

Le mando  un rayo  negro   que    fue  disuelto  en  una llamarada  que  lanzó    Sebastián.  Adremelech  fue   junto    a  ellos   . Examinó  a  Sebastián   .

—   No vuelvas  a utilizar   tus poderes  o quedarás  ciego.  Amelia  es hora  de  terminar    lo  que empezaste.

Sebastián  abrazó  a la mujer   que amaba.

—Ella está  cansada, déjala  en paz.

Amelia besó  en la boca   a  Sebastián   armándose  de  valor para terminar   con su enemigo de  una  vez  por todas.

—Él tiene  razón.  No me dejes  caer.

—  Siempre  estaré a  tu lado.

Amelia  lanzó    una   mariposa  de  luz    hacia la sombra  de  Úvatar  destruyéndola  por  completo.

El  chillido   se  oyó en todo el inframundo.  

Úvatar   no  tuvo tiempo  para  llorar por la  muerte  de  su  sombra,  ya que la invasión al inframundo  comenzó y una  vez   más   perdió todo .

Espero que les haya  gustado el regalo y les deseo   un feliz  día  de  reyes. 

Les mando un  abrazo