Lágrimas de Luna. Capítulo 3 (segunda parte)

Hola  ¿cómo  están? Hoy les traigo un nuevo fragmento de mi historia  sabrán que pasó con  Heli  y   aclararo  unos misterios.

Capítulo 3

Apepi  se materializó unos segundos  tomando  la energías   y el poder  de  su hijo  Adremelech  a través de su anillo.  Úvatar  se había escapado como ella   profetizó    miles  de años antes.  Ella  ya no existía solo  era  un recuerdo    con un deber  y  un deseo. Destruir   a  Úvatar  sobre todas las  cosas.

Se alegró  de  ver  a su hijo ya  hecho un  demonio   fuerte  y  sabio como esperaba que  fuera.   Dio   mentalmente las  gracias  a  Baal.  Por  un momento  quiso   abrazar a  su hijo,  pero el poder  del anillo   solo  le  daba  5  minutos    de poder. 

Le  dio a  Seirim  su elegido una visión y  fue  en  búsqueda   de  Amelia   su segunda  elegida.  Ahí miró a punto de  caer  a  una  muchacha, percibió una   gran fuerza  sobrenatural y  un corazón  valiente. Por ello le  salvó de tener  heridas.  El nombre  de la muchacha era  Heli, cuando la  tocó sintió un  gran poder que estaba   dormido por el momento. La envió a un cuarto junto a  hermana  de  Amelia   luego revisó que su elegida  esté bien. Si   bien el  cuerpo  de  Amelia  se encontraba ileso  su alma  no.   Sin embargo,  tenía una solución para ellos.  Una  de  sus  visiones    le mostró a un humano que lucharía por la vida  y el corazón de  Amelia:  Sebastián  Contreras. 

En  estos  minutos estaba  en la  calle esperando  a una  cliente para  vender sus cuadros.  Apepi   hizo que la mujer  que  iba  a ver a  Sebastián se le  dañara  su extraño  vehículo.   Sonrió   al ver  al muchacho algo  triste,  hoy su vida  iba  a  cambiar  y él ni siquiera lo sabía.     

Se marchó   con la esperanza  de   dar los primeros pasos  para la caída  de  Úvatar. 

Zahra  llegó unos minutos  después   encontró un celular   en la  calle. Entró  angustiada en la  casa dejando la puerta  abierta. 

Zahra  encontró a Amelia    recostada en medio  de la sala  junto  a un florero  roto  y cientos  de  rosas  marchitas  en el suelo.   Heli estaba a lado de  la  ventana  que  se encontraba abierta  y   con los  vidrios trizados. Ana  se hallaba  muy pálida  en la  cama   que  tenía algunas  manchas  de  sangre.   Zahra  tocó  la frente fría  de la  muchacha   con ternura  y alivio que  estuviera  viva.  Oyó  unos pasos ,  era Nessa  la  madre  de  Heli.

Zahra  la conocía, porque   fue  maestra  de su   mejor  amiga  Gilraen, antes que  Nessa  fuera expulsada  de  Erembor  por  amar  a un  humano y  tener  una hija sin  permiso de  consejo elfico .  Gracias a  la  intervención   de   Zahra , Ágata Áxel y el consejo mágico y sobrenatural. Fue exiliada  junto  a su esposo  y  a su hija  a la  que le limitaron  sus poderes. Como forma  de  agradecer  la   intervención  Nessa  se trasladó  a  Ecuador  para  estar  pendiente de las   descendientes  de  Zahra,  prácticamente  las  había  criado.

Nessa la  miró  preocupada, mientras  se acercaba  a su hija.

—¿Qué  pasó?

—Úvatar  se liberó y   atacó  a las  chicas  para  vengarse  de mí.

Nessa  la miró  de  forma  reprobatoria. A pesar  de  su edad, aún  era  una mujer  bella. Tenía  el cabello rubio,  la piel  blanca  y tersa  con algunas   arrugas   en  rostro. 

—No  te  culpes. No,  tenemos tiempo  para  eso.

Con  ayuda   de Nessa,  quitaron   cualquier  cosa que  revele lo que pasó.  Luego  Zahra  con  sus  poderes  de  recolectora  les  borró la memoria  y  les  hizo pensar  que  fue  un sueño. Antes  de irse  Zahra  colocó  toda  la protección  que  pudo.  Cansada fue  a  ver  a  Khalid, para enterarse sobre  el escape  de  Úvatar.

Amelia  estaba  sentada  en un sillón  orejero  en la habitación de su hermana;   bostezaba  mientras  observaba   a Mr.  Darcy   bailar  con  Lizzy  en la pantalla. Ninguna habló  de lo que  se quedaron dormidas  en la habitación  de  Ana. Su hermana   estaba  acostada.. Su  rostro  que estaba   muy pálido,  le  sonrió   con ternura.

—Ve  a dormir.  Heli  me  hace compañía.

Heli  estaba  sentada  en la  alfombra  comiendo un pedazo  de pastel  y  un vaso  de coca-cola   zero; ambas  estaban  muy tranquilas y algo pensativas. Amelia no les contó sobre  su sueño y pensó que era mejor. Solo había sido una mala  jugada  de su imaginación. Abrazó a su hermana,  aunque  todo fue un sueño,  se  sentía  intranquila y contaminada. Había  estado a punto  de entregarse  a  ese  ser maligno para  salvar  a Ana  y  Heli.  Se  despidió  de  su hermana  y  de su amiga.

Heli miró partir a  Amelia sintiendo que lago pasaba con su amiga.  Se sintió extrañada que Pablo   no la llamará, siempre  la  molestaba  cuando  deseaba que  le corrigiera  una tarea.

Cuando miró  a  su celular  descubrió que este  se  encontraba  roto  y  lo peor  fue que sintió un horrible  dolor  de  cabeza.  Cerró los ojos  y pudo  ver     a  un monstruo lanzarle   de la ventana mientras  torturaba a  Ana.   Luego a su mamá y  a otra mujer   borrando sus  recuerdos.

—  ¿Te pasa  algo Heli?

—  No  mintió  —  Heli.  Metió su celular  en    su bolsillo prometiéndose   que  hablaría con su madre  al día  siguiente.   Si todo lo  que pasó  no era un sueño sus  amigas corrían  un grave  riesgo.

Esperó que les  haya  gustado el  capítulo.  Les  agradezco mucho por leer mi historia.  Les mando  todo mi cariño