Lágrimas de luna. Capítulo 4 ( segunda parte)

Hola  ¿cómo están?  hoy  les traigo  un fragmento  con algunas  aclaraciones.  Sabrán   de  Heli  y su  familia.

Capítulo  4

Heli  apenas  prestaba atención a   la película.  No  le importó  ver  a  Kit  Harintong con el torso  desnudo luchando   con otro  Gladiador  en la película Pompeya.   No le gustó  del todo ese largometraje algo tedioso y tonto.   Miró  el celular  y  volvió a  recordar   al monstruo  que  aterrorizó a sus  amigas.  No  sabía la razón, pero estaba segura de que su madre   conocía los motivos.
Pensar en su madre  le  hizo  un nudo  en estómago.  No entendía objetivo de  haberle  borrado la memoria  a  ella y  a sus amigas. Su madre siempre  le dijo que  ella  tenía magia en su interior  que estaba  dormida. 
Heli  pensó  en Amelia  y en  Ana que eran como sus hermanas  y  todo el deseo  que   tenía por  salvarlas   de  ese  monstruo. Se concentró  y con todo  su corazón  deseó   que su magia aflore  de su interior. 
Cuando  observo  la pantalla del televisor no  estaba  Kit Harintong    huyendo  de la  furia del volcán.  Miró a  su madre  más  joven  vestida  de una forma rara  junto a  un hombre  flaco  con  cara  de  ganso.  Estaban  en un bosque  enorme   con  grandes  árboles de color  verde  y dorado.  A lo lejos  se podía observar un enorme  castillo.  
Su madre  tenía  a una niña en  los  brazos   Heli estaba segura de que era ella. La  bebé era  un ser diminuto  y pálido.  
Nessa,  su madre contenía las lágrimas mientras  susurraba.   
— Firond, gracias  por salvar  a mi niña.  
Heli  miró con curiosidad  a  Firond  su padrino.  Ella pensaba  que  vivía  en Londres.  Por su mala  salud  no viajaba.   Él siempre le escribía  enormes  cartas.  Cuando era pequeña le  mandaba   hermosas muñecas  y ahora  le obsequiaba  libros.  
Oyó  a  Firond  decir  — No fue  nada  siempre estaré  en  Erembor la ciudad  de los elfos .  Pero tú  y tu hija se encuentran  en mi corazón.  
Ana  apagó la  televisión—.   La película  ya  terminó será mejor ir a  dormir.  
Heli  asintió y  fue  al cuarto de  Amelia  ya  que esta noche dormiría  con ella .  Amelia miraba a la ventana  y su rostro no estaba  tan triste.   Heli preguntó   la  razón se fue a la  cama.   Ansiaba  volver  a su casa  y hablar  seriamente  con su madre. 

Heli ni siquiera probó el café  que  Amelia le  brindó.  Se excusó  lo más pronto  posible  y fue a su  casa.  Su  padre   se estaba   marchando cuando ella llegó a la casa.  Heli  saludó con la mano y un beso volado mientras él se marchaba en su coche.

Para  Heli   eso fue mejor  deseaba hablar  con su madre a solas. Nessa  recogía los platos para lavarlos.
— Hola,  mamá.
Nessa  sonrió al ver a  su hija  —.  Buenos  días,  cariño ¿cómo te fue?
Heli dejó  sus maletas. Beso a su madre  en la mejilla  . Mientras  ella seguía  en  su labor. La  muchacha  suspiró.  No sabía la mejor manera  de comenzar   a discutir  el tema.  Sentía  rabia   .  Estaba  confundida  y  al mismo tiempo tenía miedo. 
—  Deberías  saberlo.  Estuviste  ahí. 
Nessa  soltó un vaso que  se rompió en el  fregadero y se volteó para   ver  el rostro  enojado de su hija. 
—Heli.  No sé, de qué hablas.
Heli sacó su celular.  Como si  hubiera fotografiado al demonio que  acechaba a su amiga.   Le mostró el celular  mientras  decía  —  Mamá  se me rompió, mientras  era  arrojada   a la ventana  por un demonio.
— Estarías  soñando —.  Nessa  se  volteó para no mirar  a su hija.
— Mamá, lo recuerdo todo.  Amelia  está  en peligro.  
Nessa   no pudo seguir mintiendo a su hija.  Parecía que  la magia de  Heli le hacía inmune   a  borrar su memoria. Derrotada    se  secó las manos  y fue a la mesa.
—  Siéntate .
Heli    lo hizo.  Deseaba saber  todo lo que estaba ocurriendo.
—Una  vez  te dije que tenías  magia  interior. Lo recuerdas. 
Heli  asintió. 
—  Lo que te  voy a contar pasó hace muchos  años. Yo  soy una  elfa.  Mi hogar  estaba en Erembor el reino de  los elfos y las  hadas. 
— ¿ Elfa?
 —  No me interrumpas.  Quieres  conocer la verdad, deja que me explique.
Heli  calló para no ser  reprendida nuevamente. 
— Si soy una elfa , mi mundo  es un hermoso  bosque  en  otra dimensión.  Fue a la tierra con la  misión de proteger las  puertas que conducían   a mi mundo y entablar  relaciones diplomáticas  con  los hechiceros. 
Todo  iba  bien  hasta que me enamore  de tu padre y te tuve. 
Heli se sintió como si hubiera sido un castigo  y no  su amada hija.  A pesar de eso no dijo nada y dejo  hablar  a su madre.  
— Fui  perseguida  y  me quitaron mi magia.  Tenerte  y estar en la tierra  es lo mejor  que me ha pasado—.  Tomó la mano de  Heli
Heli se paró y abrazo a su madre.  Sintiéndose algo rara. Tal vez por  ser  mestiza  no encajaba en ningún lado completamente.
—  Ven  cariño.  Tengo mucho que contarte  Ahora que lo sabes  todo. Deseas  tomar  el desayuno.  
Heli no tenía hambre   y  se sentía un poco deprimida.  En realidad  el ataque no era  un sueño.  Lo peor era  que sus  padres  le mintieron  todo este  tiempo.    Quería conocer  el  todo ello y  sabía que  no era buena idea hacerlo con  el estómago  vacío.  “Las penas  con pan pasan”  decía  Ramoncito y   esperaba que fuera  así.
— Gracias, mamá .  ¿En qué  te ayudo?

— Prepara   café mientras yo hago tostadas francesas tus preferidas. 

Heli tembló  por la sugerencia. Si su madre le  daba  uno  de sus comidas preferidas la conversación no iba a ser  fácil. 

Luego  de  unos minutos    ambas se  sentaron  en la mesa.  Su madre tomó  un poco de  café  antes  de  comenzar  a  hablar.

—  Mi relación con tu padre,  varias   mentiras y  la  acusación  sobre  que  robe  una  piedra   élfica de gran valor .  Hicieron que pusieran precio     a la  cabeza  de ambos. 

— ¿  Qué  tiene  que  ver  eso con Amelia?

Nessa  frunció el entrecejo  — Deja que cuente mi historia. Tú   recién naciste   y estabas  muy  grave.  De no ser por Firond  tu  padrino, no hubieras sobrevivido.

Heli  soltó  la tostada con la que jugaba  —  ¿Firond?  Pensé  que  era  humano.

—  No lo es .  Al igual que  Luke  ambos  son elfos.  Tu primo  además,  es  vampiro.

Heli no lo podía  creer  hasta   el origen de sus primos lejanos  era una mentira.

 —  Me  vas a  decir  que  Blake  y  Sinclair  son  lobos  y  la  odiosa  de  Ragna   es  bruja.

—  Acertaste a medias  Blake  y  Sinclair  son lobos,  pero  Ragna  tu  prima  es  humana  aunque  se  una  mujer  odiosa   es pariente  por el lado  de tu padre .

Heli suspiró  y dejo que  su madre continuase  con  su relato.

—Pude  quedarme  con tu padre y contigo .  Gracias  a la intervención  de  Zahra  una  recolectora  de  almas.  Con ayuda de sus jefes  y   de  un amigo mío  Amras lograron  que no me mataran  .  Me quitaron mis poderes   y unieron   mi alma con la de tu padre .  Así que cuando él muera yo también lo haré. 

Heli  tocó la mano de su madre  —  ¿Por qué no me contaste  esto  antes?

—  Es prohibido hablar   sobre  el mundo mágico. 

Heli asintió.

— Para  ayudar  a  Zahra por  su  valiosa  amistad nuestra  familia   se fue   a  Quito.  Sus tataranietas  Amelia  y  Ana  vivían  allí y ella deseaba  que  las  protejan.  A pesar  de no tener  poderes  hice lo posible   por cumplir   esa función.

—  ¿ Por qué  ellas corrían peligro?  —  preguntó  Heli  con el corazón en la mano.

Nessa  se acabó la  taza  de  café  deseando que fuera  licor. 

—Cuando todavía  tenía poderes,  existió  un elfo muy poderoso  que  se  volvió malo  tanto  que  se convirtió en mitad  demonio.     Este  ser  asoló  los  5  mundos .   Fue  vencido  por  medio de una trampa,  La persona que  ayudó a  capturar a Úvatar  fue   Zahra. Por eso busca  a Amelia   desea  vengarse    por lo que hizo  Zahra.

Heli se paró  —  Debo  avisarle.

—  No puedes.  Si lo haces y se entera el consejo    mágico  de  seres sobrenaturales nos mataran.

Heli se  mordió el labio  angustiada  —  Debemos hacer algo.

Nessa  fue a su lado —  Lo sé y lo estamos  haciendo  Zahra     está   escondida   .  Nadie puede verla, pero protege  a  sus   tataranietas. Además,  el consejo mágico  va a ser una reunión muy pronto. 

A Heli esa explicación no le convenció, pero no dijo nada.  No deseaba pelear con su madre.

El fin de semana   Heli  apenas   salió de su  casa o su cuarto.  Tenía mucho  que pensar.  Se  sintió una  traidora  por no poder  decirle  a  su amiga que  estaba en peligro. 

Heli estaba  acostada en su  cama  con  la  televisión prendida  y  su  tableta   a un lado  no dejaba  de pensar  sobre las  acciones  que iba a tomar   en cuanto  a  Amelia. Su madre tocó la puerta  para indicarle que  Pablo   fue a  visitarla y que la esperaba en  la sala.

Heli hizo una mueca.  No deseaba  ver a  Pablo.  Tenía muchas  cosas   en  que pensar  además  de  su  amor  platónico. 

Pablo la  miró  con   expresión de enojo.  Heli lo saludó con desdén.  

— Heli,  te he llamado cientos  de veces. ¿Qué te pasó?

Heli    miró al techo en busca de  inspiración.  Luego  hizo un gesto  con la mano para que  Pablo se  siente. 

—   Nada.

Pablo se sentó  y  resoplo  —   ¿Aún  estás molesta?

Heli  lo miró  intrigada  y preguntó ¿molesta?

— ¿Por qué  te colgué el  teléfono?

Heli  frunció el ceño y recordó que cuando  necesito a  Pablo este  colgó  el  teléfono  y ni siquiera  buscó a  su madre.  Ella  no entendía ni siquiera   quien  le  salvó  y la puso  en el cuarto de  Ana. 

—   Sabes   que no es mi culpa.  A  Mariana  no le  gusta   que tenga amistad  contigo. 

—   Si haces  todo lo que  Mariana  quiere. ¿Por qué estás   aquí?

Pablo miró a  su amiga. No entendía los motivos    de siempre  necesitarla.  Siempre  se repetía que  solo la utilizaba  para   pasar sus  clases. 

—   Eres mi amiga y  estaba  preocupado.  —   Más  bien molesto, aunque no lo dijo . Pablo estaba acostumbrado  a  que  Heli   hiciera todo lo que deseaba y acudiera  a su llamado al instante. 

— Ah,  vez  me encuentro  bien. 

Pablo tocó la mano  de  Heli.  Ella se sorprendió.

—   Perdona.

—   Tranquilo, ya  sé  cómo  eres. 

Pablo sonrió   aún no  perdió su  toque  . Heli era  su esclava. 

—  Heli pudiste hacerme la tarea.  Es que no entiendo   esa materia y aunque ya me has explicado...

Heli suspiró con Pablo siempre era   sus  cosas,  casi  ella no contaba   para nada. 

—   No  la hice. 

Pablo  deformó su  rostro con una mueca, pero enseguida  cambió su expresión necesitaba la ayuda   de ella.  Heli  

—  Por  favor, Heli ,  ayúdame. Eres tan inteligente  y sabía.  

Heli  se quedó mirando al vació pensando  en las palabras  de   Pablo  y en su problema.  Su madre no la  dejaba actuar, pero podía pedir  ayuda  a su padrino.  Firond era  muy inteligente y era elfo.  Su madre le contó que era un curador. 

— Heli 

Heli sintió que  Pablo   le  golpeaba el hombro —   No oíste lo que  te  dije. 

—  Perdona, me  quede  en lo que me dijiste. Pablo  tengo  cosas  que hacer .

Pablo  la   miró como  perrito callejero.

Con fastidio y para que  se  vaya  Pablo  dijo —   Sí haré  tu tarea.  Te la llevo el lunes.  Él sonrió y se despidió  de  Heli. 

  Heli no perdió el tiempo  fue  por  el celular nuevo   que su madre le compró al que ni siquiera  sacó de su  caja.   Mando un   mensaje  a  Firond  esperando que  su padrino y amigo le ayudará advertirle a  Amelia  

Horas  después  Heli hojeaba   un  libro  en su  computadora  sobre  cómo  hacer un viaje  astral y advertirle  a  Amelia  en sueños  que  Úvatar la acechaba y  que  debía protegerse.

Esperó que  les  haya  gustado el fragmento  aunque   es  un poco largo. Les  deseo un buen  fin de semana  y   feliz   día de  reyes  a las que lo  celebran