Hola ¿cómo están? Para las que extrañaban a Seirim les dejo este episodio, les prometo que muy pronto se verá con Heli de nuevo.
Seirim caminó solo unos pasos más, cuando oyó un alboroto. Era Linwë junto a sus hijos y varios de sus habitantes marchando hacia el portal.
El rostro de su madre parecía pálido y Seirim pensó que estaba nerviosa. Ella apenas lo miró, su atención estaba concentrada en la puerta y en una muchacha de cabellos rubios. Seirim se preguntó ¿ Por qué la observaba con miedo?
— Es Isung Blessed la hija del rey del norte. Es una anuruin pero está muy enferma. Se dice que la bruja de las sombras, quiso poseer su poder.
Seirim se volteó interesado, a pesar de su prisa.
— ¿Naur quiso su poder? ¿Cómo sobrevivió?
— Wathon y su hermana Esgal llegaron justo a tiempo. Naur escapó en una nube de humo. Sin embargo, en los alrededores se vio a Nessa que estuvo a punto de ser condenada a muerte. En la mayoría de pueblos élficos Naur solo se considera un mito. Pensaban que Nessa quiso quitarle los poderes a la anuruin para dárselos a su humano.
La niña pasó sonriendo y lanzándole una mirada de desafío a Linwë.
Seirim oyó a un hombre alto de cabellos dorados y barba replicar en voz alta — Si mi pequeña Isung puede pasar ¿ A qué le temes?
— A tu estupidez, Gondún Blessed — Exclamó furiosa Linwë al rey de las montañas del Norte.
Seirim siguió caminando acompañado de Eru — Parece que no se llevan.
— Es verdad no se soportan. Isung la hija Gondún casi muere cuando fue atacada para salvarla Linwë pidió al rey todas sus piedras élficas. Él se las dio pero igual la niña estuvo a punto de morir y se dice que fue torturada por Linwë. Al final Firond la salvó, pero la niña aun esta muy enfermiza.
Seirim deseaba conocer más sobre el incidente su misión lo requería, pero más importante que cualquier cosa, deseo o persona era Heli.
— Debo irme Eru, gracias por todo.
— A ti por intentar salvar a mi hermana.
— Las cosas aún no están perdidas. Podemos derrotar a las sombras y a Úvatar.
Eru golpeó el hombro de Seirim —eso esperó.
Seirim miró un momento a su madre que aún estaba viendo partir a los elfos de la montaña. En los ojos azules de su madre observó miedo y odio.
Sin tiempo para prestarle atención se dirigió a Amras y le comunicó su partida. Iba a marcharse cuando tuvo otra visión el que Khalid moría en un auto en las mientras Úvatar raptaba a Zhara y Amelia. No podía estar en dos lugares al mismo tiempo. Sin embargo, debía hacer algo por Khalid. Llamó Áxel que tenía un celular para que fuera ayudar a su sobrino. Este le informó que Aher estaba ya junto a su hijo y que él se le uniría en la lucha.
Seirim traspaso el pasaje que hicieron los elfos. Esperando que alguien de castillo de Luke supiera dónde se encontraba Heli.
Linwë solo hizo una mueca de fastidio al ver que su hijo partía de Erembor.
Estaba furiosa porque sus planes se fueron a la mierda. También se encontraba algo asustada al tener que traspasar el portal. Temía que su verdadero rostro se muestre a los demás elfos.
Hizo que el tonto de su esposo se marche aduciendo que deseaba irse luego que todo su pueblo estuviera seguro.
Eärendur al principio protestó luego como siempre siguió sus órdenes. Estaba harta de su falta de carácter de su esposo. Huor lo siguió, seguido de su hijo menor Golrandir.
Ella traspasó el portal con mucho miedo que Amras se dé cuenta de quien en realidad era, mas nada paso.
Golrandir esperaba ansioso a su madre cuando ella llegó al castillo humano. Por unos breves minutos observo el rostro de una anciana confirmando sus sospechas de que algo terrible ocultaba su madre. La transformación de Linwë paso desapercibida ya que la actividad en el castillo era una locura. Un hombre de aspecto extraño los recibió y los mandó a sus habitaciones hacia torre izquierda del castillo. Linwë espera un trato más apropiado para su rango, pero ahora refugiada mientras su mundo se estaba muriendo
Espero que les guste este fragmento . Les deseo un genial fin de semana.
Capítulo 18
Seirim se sintió mareado, miles de imágenes pasaron por su mente. Un miedo terrible se instaló en todo su ser. Tuvo la premonición que Heli estaba a punto de convertirse en sombra. Mientras él perdía el tiempo en Erembor supervisando el escape de los elfos al mundo humano.
Debía marcharse lo más pronto posible. Eru el príncipe de Erembor se acercó a él. Era un hombre alto de cabellos castaños y rostro duro. Para ser elfo tenía los cabellos cortados al ras y vestía más como un soldado que como un príncipe elfo. Seirim apenas lo miró. No tenía tiempo que perder siguió caminando hacia el portal improvisado en donde miles de elfos de todo Erembor hacían cola para marcharse del mundo . Custodiando la puerta estaba Amras el señor de Seragon junto Mithion el rey de los enanos de la montaña de plata.
Eru gritó su nombre y Seirim paró de mala gana.
— Te llame, no me oíste.
— Disculpa, estoy apurado.
— Te ves pálido ¿Te sientes bien?
— Si estoy bien, pero mis amigos corren un grave peligro. Debo irme de inmediato.
— Mierda.
Seirim preocupado pregunto — ¿Qué pasa?
— Linwë no quiere avanzar o mandar a su pueblo por el portal. Dice que es una trampa. Pensaba que podías ayudarme a convencerla.
— Dudo ser de utilidad ella me odia.
—Ella odia a todo el mundo . Esperó que mi padre y el rey de las montañas del norte la convenzan de mover. No podemos quedarnos por más tiempo.
— Suerte, si no se mueve tendrán que dejarla aquí.
Eru gruñó y miró al cielo oscuro. Muy pronto el campo de fuerza que los protegía de las sombras colapsaría no podían perder el tiempo.
El rostro de su madre parecía pálido y Seirim pensó que estaba nerviosa. Ella apenas lo miró, su atención estaba concentrada en la puerta y en una muchacha de cabellos rubios. Seirim se preguntó ¿ Por qué la observaba con miedo?
— Es Isung Blessed la hija del rey del norte. Es una anuruin pero está muy enferma. Se dice que la bruja de las sombras, quiso poseer su poder.
Seirim se volteó interesado, a pesar de su prisa.
— ¿Naur quiso su poder? ¿Cómo sobrevivió?
— Wathon y su hermana Esgal llegaron justo a tiempo. Naur escapó en una nube de humo. Sin embargo, en los alrededores se vio a Nessa que estuvo a punto de ser condenada a muerte. En la mayoría de pueblos élficos Naur solo se considera un mito. Pensaban que Nessa quiso quitarle los poderes a la anuruin para dárselos a su humano.
La niña pasó sonriendo y lanzándole una mirada de desafío a Linwë.
Seirim oyó a un hombre alto de cabellos dorados y barba replicar en voz alta — Si mi pequeña Isung puede pasar ¿ A qué le temes?
— A tu estupidez, Gondún Blessed — Exclamó furiosa Linwë al rey de las montañas del Norte.
Seirim siguió caminando acompañado de Eru — Parece que no se llevan.
— Es verdad no se soportan. Isung la hija Gondún casi muere cuando fue atacada para salvarla Linwë pidió al rey todas sus piedras élficas. Él se las dio pero igual la niña estuvo a punto de morir y se dice que fue torturada por Linwë. Al final Firond la salvó, pero la niña aun esta muy enfermiza.
Seirim deseaba conocer más sobre el incidente su misión lo requería, pero más importante que cualquier cosa, deseo o persona era Heli.
— Debo irme Eru, gracias por todo.
— A ti por intentar salvar a mi hermana.
— Las cosas aún no están perdidas. Podemos derrotar a las sombras y a Úvatar.
Eru golpeó el hombro de Seirim —eso esperó.
Seirim miró un momento a su madre que aún estaba viendo partir a los elfos de la montaña. En los ojos azules de su madre observó miedo y odio.
Sin tiempo para prestarle atención se dirigió a Amras y le comunicó su partida. Iba a marcharse cuando tuvo otra visión el que Khalid moría en un auto en las mientras Úvatar raptaba a Zhara y Amelia. No podía estar en dos lugares al mismo tiempo. Sin embargo, debía hacer algo por Khalid. Llamó Áxel que tenía un celular para que fuera ayudar a su sobrino. Este le informó que Aher estaba ya junto a su hijo y que él se le uniría en la lucha.
Seirim traspaso el pasaje que hicieron los elfos. Esperando que alguien de castillo de Luke supiera dónde se encontraba Heli.
Linwë solo hizo una mueca de fastidio al ver que su hijo partía de Erembor.
Estaba furiosa porque sus planes se fueron a la mierda. También se encontraba algo asustada al tener que traspasar el portal. Temía que su verdadero rostro se muestre a los demás elfos.
Hizo que el tonto de su esposo se marche aduciendo que deseaba irse luego que todo su pueblo estuviera seguro.
Eärendur al principio protestó luego como siempre siguió sus órdenes. Estaba harta de su falta de carácter de su esposo. Huor lo siguió, seguido de su hijo menor Golrandir.
Ella traspasó el portal con mucho miedo que Amras se dé cuenta de quien en realidad era, mas nada paso.
Golrandir esperaba ansioso a su madre cuando ella llegó al castillo humano. Por unos breves minutos observo el rostro de una anciana confirmando sus sospechas de que algo terrible ocultaba su madre. La transformación de Linwë paso desapercibida ya que la actividad en el castillo era una locura. Un hombre de aspecto extraño los recibió y los mandó a sus habitaciones hacia torre izquierda del castillo. Linwë espera un trato más apropiado para su rango, pero ahora refugiada mientras su mundo se estaba muriendo
Se oyó un estruendo, los tres
salieron al pasillo y miraron estrellarse a un
auto rojo. El primero en reaccionar
fue Firond que
con su magia
hizo que los
tripulantes salieran antes
que el automóvil se
destruyera por completo.
Sebastián fue el
primero en despertar luego de la coalición. El enorme perro, Zahra y Amelia estaban encima
quitándole el oxígeno.
Luego de unos minutos sintió
que alguien lo
levantó del piso junto a los demás.
Para luego depositarlos en el
piso. Sebastián algo mareado
enfocó la mirada estaban en un
gran salón con el
piso de mármol y armaduras.
Pensó que se
volvió loco al ver 4
dragones junto con
un montón de personas desconocidas.
Un hombre alto con
cara de ganso
y cabello negro corto
fue hacia ellos.
Sebastián buscó un arma, estaba
a punto de atacar. Sin
embargo, reconoció a la
vecina de Amelia.
— Somos
amigos y estamos para ayudar.
Sebastián no dijo
nada. Se levantó
para ver cómo se encontraba
Amelia que estaba aun desmayada en el piso.
Tocó a su amor con
ternura.
El hombre flaco
se acercó a
ella. Minutos antes había mando
al conductor a la enfermería.
—Deje que la examine.
Un poco renuente
lo dejo. El
curador miró a
Sebastián —. Ella se
encuentra bien parece que
fue protegida por un
hechizo. El cual los salvó
a todos ya que
puso un campo
de fuerza adicional , por lo que
no fueron infectados.
Sebastián respiro
aliviado.
A lo
lejos oyó discutir
a Khalid sobre ir a ayudar a
quien los rescato. Aunque deseaba
saber qué pasaba
Sebastián fue con el hombre
flaco y Amelia hacia
la enfermería. Los
dejaron en una
habitación pequeña con las paredes
grises y dos camillas blancas. Amelia descansaba
en una de
ellas. Sebastián estaba
parado junto a la camilla preocupado tocó
su rostro. Una mujer anciana junto con el hombre flaco abrió la
puerta.
—Bienvenidos , mi nombre es Lin y él es Firond. Están en su casa.
Sebastián se sintió un poco incómodo junto a esos extraños en los que apenas confiaba.
—Gracias, ¿En qué lugar estamos?
— En la isla Skye en Escocia . Este castillo está muy bien protegido es casi imposible que Úvatar nos ataque aquí.
Sebastián lo dudo un poco, pero no dijo nada. El hombre flaco abrió una botella de color rojo y se la hizo oler a Amelia. Ella despertó algo confundida.
Finrod sonrió con suficiencia de sus extrañas ropas sacó un frasco blanco.
— Tómalo te dará energía. Es una suerte que tuvieras un hechizo protegiéndote. La hechicera debe ser muy fuerte y creo que tiene algo de sangre de dragón.
Sebastián se acordó de Meche y de su promesa.
— Dios mío, debo cumplir una promesa. Fue Meche quien protegió a Amelia.
Amelia algo confundida preguntó — ¿ es cierto?
—La vi esta mañana , ella me advirtió. Debí hacerle caso.
Firond lo miró de forma incrédula.
— Dudo que conozcas a una hechicera tan poderosa.
Amelia fulminó con la mirada a su doctor. Puso sus manos sobre las de Sebastián — debemos ayudarla. ¿Pero como?
Lin hizo un ruido con la garganta y puso los ojos en blanco.
—¿Promesa sobre qué cosa?
—Ella me advirtió sobre las sombras y sobre ese demonio Úvatar. Me pidió que si las sombras atacaran la rescatara a ella y a sus amigos. ¿Sé que es mucho pedir , pero podrían ayudarnos?
Lin los miró muy seria . Sebastián pensó que se iba a negar, pero Lin les dijo — Síganme, antes Amras y sus soldados se marchen.
Caminaron por muchos pasillos y subieron por lo menos tres pisos antes de llegar un gran salón en que estaban mapas y unas grandes mesas con armas.
Lin tocó la puerta. Una voz grave que a Sebastián le produjo escalofríos lo hizo pasar. Un hombre altísimo flaco de rostro angulado barba y cabello blanco se les acercó. Unos fríos ojos negros los miraban escrutando a Amelia y a Sebastián.
Sebastián sintió como Amelia le daba la mano y temblaba ante la mirada de ese ser.
—¿Qué desean?
Lin hizo pasar a Sebastián y a Amelia a la habitación —. Amras, ellos desean pedirte algo.
Sebastián se sintió por un momento como si estaría frente a su padre a punto de pedir permiso sobre algo. Se quitó esa idea de la cabeza, Meche contaba con él.
—Prometí a una amiga, si ascendían las sombras buscarla. Ella nos protegió a Amelia y a mí.
Amras lo miró sin decir nada por algunos minutos.
Una voz chillona rompió el silencio incomodo
—Estamos ocupados.
Sebastián miró hacia donde estaba un muchacho de cabellos rojos, pecoso y con el rostro lleno de granos.
— No te lo están pidiendo a ti Lorindir.
El muchacho se puso aún más rojo. Se sintió indigno al estar transformado en humano y ser humillado por su líder. Pensó que alguna vez, sería el jefe de los dragones y les devolvería su dignidad.
— Una promesa es algo serio. ¿Darías tu vida por salvar a esa persona?
— Sí — contestó con sequedad Sebastián.
— Nos marchamos en unos minutos. Si lo deseas vendrás conmigo para saldar tu promesa. — Amras luego de decir eso se volteó y fue con sus hombres a impartir algunas nuevas órdenes.
Sebastián miró a Amelia que parecía a punto de llorar. Quiso golpearse, debía haber consultado con ella algo tan importante.
—Amelia...
Amelia tocó su rostro sintiendo su barba y la suavidad de su piel. — Ve sé que es importante, yo quisiera acompañarte o por lo menos ir en busca de mi hermana y Heli.
Cuando Lin los llevó a la sala de guerra les contó que se estaba haciendo un escuadrón de rescate para ir por Ana y Heli. Además de auxiliar a Aher. Amelia supo que no podía ir a ayudar porque su presencia sería un peligro; ya que era ella el ser que busca Úvatar.
—Volveré y verás que cuando regrese estaremos juntos con Ana y Heli. Tú ayudarás a vencer a Úvatar te lo prometo.
— Te quiero.
Amelia besó a Sebastián pensando que tal vez era la última vez que lo vería con vida.
Sabía que Úvatar no descansaría hasta poseer su alma.
Seirim llegó al castillo minutos antes que Sinclair y el resto de sus amigos chocarán en una de las salas del castillo.
Hablo con Nessa y fue al lugar donde se encontraba Heli esperando que todavía esté viva.
7 comentarios:
Tu agilidad mental,junto a tu cultura,te permite manejar a los personajes de tu novela
¡Querida Citu! Muy buen capi. Sigo pensando que hará Uvatar...
El beso de Amelia y Sebastian me encantó. Ya extrañaba verlos unidos.
Un besazo reina, sigue la acción y debemos esperar para ver que pasa.
Buena semana!!
Seirim tiene miedode que Heli sea sombra porque esta enamorado de ella,esas cosas se notan enseguida.Me ha gustado mucho,esta muy interesante.Besos.
Menudo caos circula! Úvatar debe estar disfrutando.
Bso
Hola Citu! Espero que estes bien. Pobre Seirim siempre encuentra problemas hasta con los propios aliados. Y Linwë es dificil de tratar. Que bonito ha sido volver a ver a Lin y bueno Firond siempre es tan práctico. Amelia y Sebastian los adoro. Buen capítulo! Te leo en siete días. Un besote!
Me gusto este capitulo.
Quizá Linwë esta poseida? o tratando de ser controlada por el malévolo Uvatar. Seirim debe tener cuidado con esa visión sobre Khalid. Por lo menos Amras está decidido a ayudar a Sebastián. Muy emotiva esa despedida.
Abrazo!
Me gusto este capitulo.
Quizá Linwë esta poseida? o tratando de ser controlada por el malévolo Uvatar. Seirim debe tener cuidado con esa visión sobre Khalid. Por lo menos Amras está decidido a ayudar a Sebastián. Muy emotiva esa despedida.
Abrazo!
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