Después de Todo. Capítulo 2 ( Segunda Parte)

 Hola ¿Cómo  están?   

Hoy les traigo un nuevo  fragmento.  Sabrán que  pasó con  Anazareth  y  Luke.

Capitulo  2

Luke no  necesitaba  aire  para poder  vivir  al ser  un  vampiro.  Así que  el veneno  no lo afectó mucho.  Pero  aún  así   se  hallaba mareado  y  con un fuerte  dolor  de  cabeza.  Anazareth  descansaba  en sus  brazos  y  por  su  falta  de color   se encontraba  muy  mal.  Debía actuar  rápido. 

Lo primero  que  hizo fue crear  un conjuro similar   a una  máscara  con un  respirador  y  un  campo de fuerza  para protegerlos  a los  dos.  Colocó el respirador  y esperó  unos  segundos  sin que la  demonia  mejore. 

A  Luke  no  se le  ocurría qué  hacer. Fue  cuando  un  torbellino  de  fuego  casi  los  quemó.  El rostro  de  Anazareth  cobró algo  de  color.  Luke  preocupado preguntó sin dejar  de sujetar su cuerpo. 

— ¿ Estás  bien? 

Anazareth  le  sonrió, sintiéndose  protegida.  Hasta  que se dio cuenta de que estaba  en sus  brazos.   Y  se  paró  y  alejó  como si el cuerpo de  Luke le  quemara. 

 — Estoy bien, pero  el veneno está  volviendo.  Debemos  ayudar  a Adremelech.

Caminó  unos pasos  y  casi   cae al piso de  no ser por  Luke.

— Gracias.

—  Me  gusta  tenerte en mis  brazos.

Anazareth  se sonrojó  y no  supo  qué  contestar.  Ya que  a pesar  de sus protestas le  gustaba  estar   sostenida  de  Luke.  Se  sentía  tan  segura  aunque  en esos momentos  enfrentaban la muerte. 

— Debemos ayudar  a  Adremelech. De ley  él que disipó  el veneno. 

Luke  no quiso replicar  y  dijo — ¿ Qué necesitas  que haga?

Otra persona  hubiera  discutido con ella.  Luke  simplemente confiaba  en ella  y le  pedía  instrucciones.  Era  una  de las  cosas que más le atrajeron del  vampiro  cuando  lo conoció mejor. Dejó esos inquietantes pensamientos para después. Anazareth se quitó el respirador  del  rostro y aunque no le  gustaba que le ayuden y menos pedir  favores  se tragó el orgullo. 

— En el  campo de fuerza  que nos  rodea  prende  fuego. 

Luke  hizo lo que ella le pidió.

— El  fuego elimina  el veneno,  pero podemos  ayudarlo con algunas hierbas.  Necesito ir  a mi laboratorio.  Lo malo es  que no sé  cómo transportarlas. Tal  vez  torbellinos  de  fuego. ¿Pero cómo les  doy una  dirección  específica  ...?

Luke  la interrumpió  —  Y  si  creamos pájaros  de fuego  Rin me  enseñó.  A ellos le puedes  darles una dirección  específica  y se consume  luego  de  una  o dos  horas.

Anazareth  le  miró asombrada  y  sin  notarlo se acercó más  a él —. Eres asombroso 

Luke le  sonrió como respuesta y  dijo  — Nos  vamos a  demorar  mucho. Anazareth no le hizo  caso y tronó los  dedos  tres veces. Una  enorme  torre   se  levantó enfrente  de    ellos.

—  Eres  asombrosa.

Anazareth  por  un momento se perdió  en los  bellos y tormentosos   ojos azules  de  Luke.  Él  tocó  su mejilla   con una leve  caricia. La  demonia  tembló por lo que iba a pasar.

Fue  cuando oyó  una  voz  que la aterró  más que enfrentar a Úvatar  o  el peligro de morir  envenenada : Azidahaka su  pervertido hermano  mayor. El monstruo que  la atormentaba  desde que era  una niña.    

 — No la  toques.

Azidahaka  acaba  de escapar    estaba  mareado por los  golpes que sufrió por la explosión  y  el veneno  en el aire.  No tenía mucho tiempo, pero   cuando  vio  a la  torre   de  los libros  donde  vivía  Anazareth moverse  no   pudo sino  seguir  a la edificación.  

Era la primera  vez  que la observaba en milenios.   Nunca pudo encontrarla  y  ahora,  que estaba  libre.   La  torre le indicaba  el camino  a su amada. Era  cosa  del destino  que por  fin le sonreía. 

Fue  cuando  observó a  Anazareth a punto de ser  besada  por   ese  vampiro de cuarta. Ella  era  suya,  no importaba  que  la  propia  Anazareth  no lo reconociera y lo negara. Por las  buenas  o malas    se convertiría en su esposa.

Anazareth   con todo  su poder  mandó  un  rayo  que  Azidahaka    pudo esquivar  a  duras  penas.  

El  exdemonio  salió  corriendo mientras   gritaba  

—  Volveré  Netty y  serás mía. Nunca podrás escapar. 

Anazareth    apenas  se  tenía en pie  gracias  a  Luke.  El cabello negro  de  la  demonia   se  volvió  blanco  y sus  ojos  rojos lo lentes  que siempre  llevaba  se desvanecieron.  Luke  luego de pasar  unos  días  con ella.  Sabía  que el  cabello de  Anazareth cambiaba  cuando  se hallaba   con mucho miedo  o furia. Tal vez  eran las  dos  cosas.

Anazareth respiró  hondo.  Aunque deseaba   perseguir a  Azidahaka   debía ayudar  a  disipar  el veneno  que aún  perduraban en el ambiente. 

— Debemos entrar  en la  torre. 

—  Podemos perseguir  a  Azidahaka.

—  Él ya escapó  como la rata  cobarde que es.  La  vida de  mi pueblo es más importante  que la  venganza. 

Luke  no la cuestionó cuando  Anazareth se  ponía de esa  forma  era mejor  darle  su espacio. 

—  Es  mejor  ponernos  a trabajar.

Anazareth  dijo  un escueto  — . Gracias.

Les  mando un beso y les deseo un genial fin de semana.