Después de todo. Capítulo 8 ( Cuarta parte)

Hola ¿Cómo  están?  

Hoy sabrán  que le  va a pedir   Vanora  a  Luke.    Esperó que este  fragmento les  guste.

Capitulo  8

Luego  de unos minutos  a solas  Luke  aceptó alojar  a  Ebenezer   alias  super  One  en su  castillo y  sobre todo vigilarlo. También invitó  a la  reunión  al estúpido de  Dauroji.  No entendía porque hizo lo segundo.  Maldita  sea, por los  buenos modales que le enseñaron en su niñez. 

Luke  cansado y  con hambre  fue  a su  castillo en la isla de  Skype.  Esperaba   que todo  saliera  bien.   Luego de  tomar   un  poco de  sangre   y  de   ultimar  detalles para  la  reunión  se   sentó  en el jardín  de  Lin.

 La extrañaba  mucho,  hubiera querido  hablar  con ella.  Y que le aconsejara  que hacer  sobre  Anazareth  lo  mejor  era  que  se alejara  de ella. Esperando que la  demonia  de  el primer  paso.

No  pudo pensar  más  en Anazareth porque llegaron los invitados. Super  One,  llegó junto a  Vanora  y a un recolector   que  le era medio  familiar  a  Luke. Vanora  lo presentó  como Radulf  era un hombre  pequeño  con una  gran cicatriz  en la  cara   y  en sus ojos  azules brillaban   amargura  y desprecio.

Parecía que  en cualquier momento  iba a quemar el castillo a  Ebenezer  junto a  él. Su  antiguo  compañero  de estudios   de  Oxford  seguía  con  el mismo  rostro  ridículo y  su mirada  burlona  y poco  carácter.}

A Luke nunca le  cayó  y más  cuando  Ebenezer   se  convirtió  en duque  luego unas  extrañas muertes  en su  familia. Luego   desapareció misteriosamente. 

Ebenezer   se sentía   extraño  luego  de estar  rodeado por antipático y orgulloso de   Luke Dufrew  cuando  era  niño  y  miraba  sus  carruajes  y  riquezas  de  lejos lo odiaba.  Cuando  compartieron   cuarto en Oxford  y  Luke  lo observaba  con despreció por la  forma en la que se  ganaba  la  vida . 

Y fue ese  odio  lo  que  lo llenó  de  culpa, por lo que hizo para  sobrevivir. La  voz  de Luke  le  hizo  dejar  aun lado sus  reflexiones. 

—  Bienvenidos  a mi hogar.  Sus  habitaciones   están subiendo  la escalera. 

Radulf   odiaba  estar   en Escocia  y  en ese  castillo.  Por  un momento   recordó  su  vida  en  Baviera  cuando  era  uno  de  los principales prelados  encargados  de  erradicar  la maldad.  Radulf   a  veces se sentía perdido   porque lo  creía  bueno   era malo y lo malo  bueno.  Gruño  — Gracias  pero  preferimos una sola habitación. 

Ebenezer iba a protestar, pero  antes de que pudiera pronunciar  una palabra lo hizo  Vanora. 

— Ya hablamos de los derechos  de Super  One. El no tiene  su  piedra de recolector   de  almas y está ligada a  ti por medio  de un hechizo  no puede  moverse a   más  de 10 metros  de  ti  sin que sienta dolor. 

Radulf hizo una mueca, pero  no  protestó  más.  Esperaba  que esta  misión  termine para poder  dejar de sr  recolector . Por el momento  las  cosas  no iban  tan bien como esperaba. Pero solo era cuestión  de tiempo. 

Luego de unos minutos y  de despedirse de  Vanora  fueron  a sus habitaciones.  Super   One    se  alegró  de  tener algo de privacidad.  Radulf  lo  interrogó  por  horas. Cuando  dijo que había  visto la  flor.  No mentía  la  observó hace muchos años. Cuando fue  salvado por  Ux  y  ahora  le  tocaba  pedirle ayuda de  nuevo  algo que no le  entusiasmaba .

Sin  embargo, lo consideraba  necesario.  Ya  estaba  inmerso en esa  guerra  y si  jugaba  bien podía  ser  libre  y  volver  a  su bar. Era  lo único que le quedaba.   

Suspiró por  el sentimiento de  tristeza  y  cansancio que lo invadió.  Lo mejor  era  dormir. Mañana  debería  buscar  a  Ux  y a este no le gustaría que llevara compañía. 

Fue  cuando  alguien abrió su puerta.  Era  Lucas  Dufrew. 

—  ¿Qué haces  aquí?  

Luke  entró  al cuarto  sin prisas y  aunque  no  tenía  ganas   de  amenazar   a  Ebenezer . Debía  hacerlo ya que no confiaba  en él.  

— Es mi  casa  y puedo entrar  donde  quiera.  Pero  vine a hablar  contigo. 

Ebenezer  medio desnudo y  muy  cansado  se sentó  en  la cama  mientras  reprimía un bostezo. 

—  Estoy  cansado, fui interrogado  por  el monje  loco  que está  en la otra habitación  y me imagino  que escucha   desde  la puerta. 

Luke  sonrió — Lo  dormí, nuestra  conversación es privada. 

—  Me   gustaría  aprender  ese  truco.  ¿ Dime  lo  quieres y déjame  dormir? 

—  No confió en ti.

Ebenezer  bostezó —. Eso no es noticia. Siempre  me juzgaste,  y  aun lo haces. Tú tuviste las cosas  fáciles, yo soy de los que sobreviven.

Luke puso los ojos  en blanco  antes  de golpear  a  Ebenezer—. No quiero que te justifiques  o que pidas falsos perdones. No  soy  tan ingenuo como Vanora  que  desea darte otra oportunidad.

—  No  lo hago.   Y agradezco esa oportunidad y lo hago porque no deseo  ser esclavo de nadie.  Lo fui  de  Billy y traicione  a alguien que amaba  por librarme  de él. Y eso aun me pesa  en el corazón.

Luke  pasó una mano en  su mejilla. —  Hay,  me  haces  llorar. ¿ De qué  conoces  a tu  informante? 

— Me  salvó,  cuando  fui  perseguido  por  Billy me enseñó lo que sé  cómo  curador. 

— Así que  ahora  lo traicionas. 

Ebenezer  se  paró  enojado —. No pienso  traicionar  a  Ux solo pedirle  información.  Sabe mucho sobre  plantas  y  vi en uno de sus libros  esa  puta  flor. Si es todo lo que deseas  saber sal  de aquí.— Mintió.

Luke  se acercó de improviso a Ebenezer  y le tomó  del cuello  bruscamente  y bebió  de su sangre. 

—  Así  sabré dónde  estás  y poder localizarte. 

Ebenezer se alejó  de  Luke a pesar  de que no  fue  herido. Molesto  dijo —. Por lo menos podrías  invitarme a una cena  si ibas a hacer  eso. 

—  No es un gesto romántico, no eres mi tipo. Sino que mientes  sobre   tu lealtad a nosotros  deseo que tomes mi sangre. 

Ebenezer  asqueado se  separó  lo más que pudo  de  Luke —.  No  quiero ser  un  vampiro.

—  Parece que no sabes  nada  y eres un recolector de  almas. Tomar  de mi  sangre  no  te harta  un vampiro  pero  sentiré si estás en peligro y en casos  extremos podemos  comunicarnos  telepáticamente.

Ebenezer  tomó de  la  sangre   Luke  para que este  se pudiera ir  de una  vez. 

Horas más tarde,   empezaba  la  reunión en el castillo.  Luke no se sentía orgulloso de lo que hizo, pero  quería  ayudar  Anazareth  aunque esperaba    alejarse   lo que más pudiera de ella.  Eso  fue  antes  verla  sonreír  y  todos   sus propósitos  se  fueron al caño.

Les deseo un genial fin  de semana.