Bienvenidos a mi blog. He creado este por que tengo un montón de historias en mi mente que me gustara compartir. Miles de mundos y personajes siempre me acompañan, decidí, que era hora de hacer que fueran conocidos. Quiero, que sean capaces de expresar y soñar junto a mi. Espero, que les guste mi casa y tendrán una voz aquí. Mi cariño y amistad también.
sábado, 6 de febrero de 2010
Capitulo 4
El lugar secreto de Diana
Deseo
Llegaron a la cueva, lo acostó en una cama improvisada. Él se quedo inconsciente, acerco una vela para poder ver su rostro a voluntad.
Tenía la piel morena el cabello negro, largo enredado y sucio. Su rostro era parecía el de un ángel. Tenía las pestañas negras y más largas que alguna vez había visto, la nariz recta, barbilla altiva, los labios generosos y las mejillas cubiertos con barba de algunos días.
Suspirando tomo una lavacara. Fue al riachuelo a coger agua, para limpiarle. Acaricio su rostro con libertad memorizando cada parte de su rostro. Permitiéndose por primera vez explorar a otra persona.
Arik no podía creer, que estaba junto a ella desnudo mientras lo limpiaba. Con toda su fuerza de voluntad cerro los ojos para no asustarla mientras se hacia el dormido. Permitiéndose ser tocado por ella.
Diana empezó a lavar su cuello, luego su pecho musculoso a pesar de estar muy flaco por los años de cautiverio. Se notaba que hacia mucho ejercicio o trabaja mucho con su cuerpo dejo el paño. Sonriendo con timidez e indecisión.Viendo que se encontraba dormido acaricio sus abdominales bien formados.
Arik gimió. Diana se asusto y dejo de tocarlo, lo miro al rostro. Él seguía reposando. Suspiro remojo nuevamente el paño y bajo a sus piernas musculosas tratando de omitir su miembro mientras sentía un ligero temblor en su estomago.
Pero la curiosidad pudo más y miro su pene que estaba semi erecto. Lo devoraba con la mirada sin saberlo si lo tocaba o no. Dejo el paño en la lavacara y camino riéndose por su idiotez. Tenía dieciocho años algunas de su compañeras de clase ya no eran vírgenes y se asustaba solo por mirarlo. Él estaba dormido no lo sabría respirando para darse fuerza y mordiéndose su labio lo toco. Era suave como la seda tan sensible y especial.
Arik gimió sin poderlo evitar, era lo único que podía hacer para no tomarla. Eso y que no tenía fuerzas para ello.
A la una de la madrugada Diana partió de la cueva aun confusa sobre lo que había hecho.
…………
Arik despertó sin poder creer en suerte Ni en sus sueños más alocados pensó que hubiera pasado eso. Quiso pararse pero sentía tan débil que solo pude ver la cueva y volvió a dormir esperando recuperarse.
Diana apenas atendió a las clases estaba semidormida y sorprendida. Siempre fue tan correcta y modosita. Ahora se sentía traviesa llena de osadía y vida.
A las 2 de tarde salio cuando su tía se había ido. Tomo de la ropa vieja que mandaba a los pobres unos pantalones y las camisas que su padre había rechazado 2 años antes cuando se las envió como regalo de cumpleaños.
Sintió un vació en su estomago y ganas de llorar por el rechazo de su progenitor, pero en lugar de eso camino a su cueva. A cada paso crecía su esperanza y alegría por algún motivo dejo de sentirse sola.
Volvió a limpiar al enfermo disfrutando de poder ver mejor y estar más calmada para poderlo acariciar, aun roja de vergüenza. Lo vistió para evitar tentaciones.
En uno de los pocos momentos de lucidez de Arik le dio de beber agua. Estaba muy débil para poder hablar.
Se fue a la tarde y tenia esperanzas de volver a la noche.
Publicadas por
J.P. Alexander
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3 comentarios:
Bueno bueno bueno, quién lo hubiera dicho jajaja...
Diana: no te preocupes, yo te comprendo perfectamente, tener a un hombre a sí a tu disposición uff! ni modo de no disfrutarlo jajaja..
Me gusta esto Citu, mucho mucho...
Bueno que te puedo decir....LO AMO..me super encanta.
Bosdata: Diana tranquila todas te entedemos...xD...Besitos, Siria ;)
¡Hola Citu!
Bueno aquí estoy comenzando esta historia muy interesante. Me falta mucho para llegar a los capítulos que estás actualizando, pero poco a poco llegaré. He leído hasta el capi cuatro y me ha encantado.
Sigo la historia Citu, un placer.
Besos Lou.
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