El ladrón y la princesa. Capitulo 32

Aquí tienen un nuevo capitulo, espero que les guste y les deseo un lindo fin de semana.

Capitulo 32

Problemas

Blatty, prometido de la reina Catalina

Kellen intento entrar en el campo de fuerza para poder oír que pasaba en la reunión pero, Bakar lo custodiaba. Miro de lejos que salía Saint Germain  y el Rey Gregory. Se dio cuenta que tenía poco tiempo.  Fue directamente donde  Lara  que estaba siendo enterrada. espero a  que  los  hombres   se fueran  y con su poder  abrió la tierra. Ella había tomado una pastilla para  dar la impresión que estaba  muerta y no fuera  arrestada. Su sierva estaba pálida  y asustada. Tenía   las manos   estropeadas  de arañar  contra la madera del féretro, su cara  y ropas estaban lenas de tierra.

Ella tosió, intentando respirar con dificultad.

― Sal, no tengo la noche.

Lara  volvió a toser y se arrastró por  intentando salir  del agujero donde  fue enterrada. Aún aterrada por  la experiencia    y con dolor en todo el cuerpo. 

―Agradece, que te ayude a ultimo momento y que  no estés muerta. Te advertí, que era muy peligroso raptar a los niños  con tanta precipitación.

Ella no dijo nada solo intentaba respirar. Kellen exasperado la ayudo a pararse  y le toco su  frente aliviándola del dolor.

―  Es mejor,  irnos de  aquí―  Dejo la tumban  como si no la hubiera abierto. ― Tenemos  poco tiempo   antes  que Rey  de Sivcar intervenga  en nuestros  planes.

Minutos más tarde estaban  en  palacio de la reina Catalina.  Inés Victoria, daba los últimos toques a su hechizo, pronto los miles de niños que tenían encerrados morirían. Cuando, la hechicera,  vio a Kellen,  se arrodilló.

―Mi señor, que honor volver a verlo.

Kellen  solo alzo la ceja con aburrimiento, mientras Lara   se colocaba  a su lado orgullosa. 

― ¿Cuánto falta  para  activar el hechizo? 

Inés Victoria miró al piso y tembló. Espero unos minutos y volvió hablar.

―Falta por lo menos  dos semanas. No puedo activar el hechizo Ictaburius.  Necesito más niños. Ney  fue a buscarme más almas, señor.

Espero que Kellen la golpease pero, no lo hizo. Más bien le pregunto.

―¿Cuánto te demoraras, si te traigo más niños?

―Sin contar con los hijos de Darius  y de la dama blanca. En cuanto vengan los niños dos horas, máximo.

― Cuenta con los  niños.

La reina Catalina llegó  corriendo sin aliento. Despeinada con un ojo morado,  la cara hinchada y sin dientes. A Kellen le encantaba humillarla, Lara sonrió encantada de  ver a su rival en ese estado.

Siempre que estaba en su presencia se activaban los golpes que tres años atrás le diera Annia y que con su magia había sanado. Catalina lucía doblegada como debería ser. Kellen sonrió  al verla.

La mujer temblaba en  su presencia. 

―Tu hermano, sospecha lo que hacemos. Debes matarlo, junto a su aliado Rafael Santinni. 

Catalina sintió un peso en su corazón, hubo un tiempo que amo a su hermano y Rafael fue el único hombre, por el que sintió algo más que una pasión pasajera. Asintió sin ganas , por más que le doliera su deseo de ser la dueña de todo Nuis era superior. Nada, ni nadie se interpondría en sus deseos.

―¿Por qué te demoraste tanto?

― Señor, hace poco me llego la confirmación de Gregory , su esposa y su hermana  vendrán  a la ceremonia  de compromiso. 

Kellen se acercó a Catalina y le quito el hechizo,  el rostro de la reina volvía la normalidad. 

―Parece que Gregory Rostov, piensa que nos van detener. menuda sorpresa tendrán.

Kellen rió a carcajadas ya tenía un plan para destruir Sivcar  y destruir Nuis. Mientras Gregory y su comitiva  eran arrestados y  exterminados. Las tropas de Catalina tomarían Sivcar, con  ayuda  de Lara  que abriría las puertas del castillo y le mandaría  a los hijos de Darius y Diana  para  activar el mortal hechizo ictivarios.

Todo salía mejor que lo planeado.

Dos horas  más tarde.

Germaind  andaba triste su soledad le pesaba. Derrocar a su hermana era lo más difícil que haría, pero, no había otra  cosa si quería salvar a Dumar. Cuando entro en la casa sintió un olor extraño, unos minutos más tarde su casa volaba en pedazos.

Garnier sentía un nudo en el corazón habían abandonado Sivcar le costaba respirar ahora que no estaba junto a Yusbel. La vería en dentro de poco cuando ella estuviera en Dunnar.  Rafael manejaba la nave andaba tan callado como él. Miro  el mechón de  cabello  de  su princesa , esperando  que se  encuentre segura.  

― Mierda.  ― Grito Rafael,  el ladrón fue a la cabina para ver  que pasaba   7 naves  los rodeaban y  disparaban. El ladrón, intentaba eludirlos   dieron dos veces  a la nave, que se estrelló sin remedio.

Minutos,  más tarde Catalina, aun estaba en compañía de Kellen cuando le informaron de que su hermano  Rafael Santinni y Garnier Lafrebre murieron.

Catalina no sabía que sentir solo vio el informe que le dio el guardia, quería llorar pero, no podía hacerlo en presencia de Kellen .  Cuando por fin se  fue, respiro con pesar. Camino  por el castillo   ya era  de madrugada  y sus sirvientes  se disponían a organizarlo todo  para esa  noche.


Iba  a su habitación  a  asearse y cambiarse de ropa cuando  uno de los  sirvientes le anuncio   que la comitiva de Sivcar acaba de llegar.  Pronto llegaría  su momento de  ser la dueña de todo Nuis, se froto las manos ansiosa y fue arreglarse para recibir a sus  visitas.

Yusbel miraba ansiosa  las calles de Dumar,  llenas de mendigos. Había guardias por todo lado, era eminente una sublevación. Ariel llevaba escondido a Sandcriff. Gregory estaba nervioso no había tenido ningún mensaje de Garnier. Miraba extasiado como Ariel cuidaba al niño, nunca la había visto tan serena y llena de alegría, si sobrevivían a esto adoptarían al niño y a su hermano.

La princesa  dejo de mirar las calles y saco la carta que  Garnier le había escrito, ya se  sabía de memoria  cada palabra. Pronto, estarían en el palacio de sus enemigos necesitaba fuerza, como si fuera la primera vez la leyó.

Mi querida Yusbel.


Te escribo  aunque sé que solo voy ausentarme  por unas horas .  Tiemblo de miedo y soledad no puedo acostumbrarme  a  no estar  junto a ti,a  no oír  tu risa  y tu voz.

Sé que solo  tengo que cerrar los ojos y pensar  en ti para  poder  seguir, para poder  luchar y volver  a tu lado.
  

Me parece   que  te tuve hace  mil años aunque  solo fue  hace unas horas. Aun puede sentir tu olor en mi piel. No sé cómo decir  adiós, no sé cómo no estar nervioso  cuando sé  que vas  ir a enfrentarte  a tantos enemigos y no podre estar a lado tuyo. Sé que eres fuerte y tienes  a tu hermano a tu lado y nada te pasara. 


Mi Yusbel, mi guerrera. Nunca te  he podido decir lo orgulloso  que estoy de ti, no solo por lo que hiciste esta noche, sino por lo que haces cada segundo del día. 


Mi mundo era gris  hasta que te conocí. Espero volverte a ver para poder respirar, para sentirme nuevamente vivo.

Te amo,  Garnier.

Yusbel lloro  otra vez cuando releyó la carta.  Su hermano le toco el hombro, acababan de  llegar al palacio. Se secó las lágrimas y guardo la carta.

Cuando llegaron.  En vez de recibirlos una comitiva especial, miles de soldados los miraban apuntándolos  Gregory intento salvar a su mujer y hermana pero fue herido.

Catalina  salio triunfante el momento que arrestaron al rey de Sivcar, gozó cuando fueron puestos en las mazmorras. Sandcriff aun estaba escondido en la nave, se quedó callado hasta que lo dejaron solo. Tenía que liberar Ariel y al poderoso Gregory. Solo ellos  podrían salvar a su hermano y a los otros niños.

Gregory ni siquiera fue atendido solo lo tiraron en una horrible celda. Yusbel y Ariel fueron llevadas con la princesa se las vistió como sirvientas. Serían sus nuevos juguetes y criadas si intentaban escapar Gregory moriría.

Catalina estaba radiante  esa misma  noche  celebraba  su compromiso  con Blatty.  Fue  a la pista del baile  con un horrible vestido lleno de plumas verdes y violetas.  Su prometido la esperaba; Blatty era un hombre más bajo que ella, con  de rizos rubios y una nariz aguileña. Miraba como despreciando  a los demás. Siempre altivo, y distraído con la mente en otro lado.  

En la fiesta nadie se le acercaba mucho a él o a su mamá Catalina estaba aburrida a pesar de todo. Por más que Yusbel estuviera vestida de sirvienta su prometido, ni el padre de él, la dejaban de mirar. Cansada de no ser el centro de atención la llamo.

― Ven ratita, Sabes hoy estoy feliz, no solo porque tu país esta a punto de ser invadido, ni porque tu hermano será ejecutado mañana. Estoy feliz, porque  tu amante Garnier Lafrebre  murió ayer. 

Yusbel se quedó sin poder respirar no era posible, que su amor estuviera muerto.

Salio corriendo sin importare las risas de Catalina necesitaba paz un momento mientras respiraba el aire fresco del jardín. No podía ser Garnier Labrebre estuviera muerto.