Corazones en la niebla. Capitulo 22.

Bueno aquí les mando un nuevo capitulo espero que les guste ya que tiene escenas subiditas de tono. Les deseo un buen fin de semana

Capitulo 21

 Amándote 

 Annia despertó con un toque eléctrico en sus senos y una sensación humedad como un beso sobre su espalda. No podía moverse, porque un brazo le apretaba fuertemente uniéndola a otro cuerpo. Lo que más le inquietaba era que sentía que algo duro y grande se restregaba sobre sus nalgas. Ella puso los ojos como si fueran canicas, cuando comprendió de qué se trataba. Se voltio lentamente, miro a Nicolás que aun dormía, murmuraba algo. Se acercó para oírlo . 

―Linke ( amada) mo lisken Annia. (Mi amada Annia) ― Él le hablaba en lenguaje ai , lo que le enterneció. No tuvo mucho tiempo para ello ya que la tomo de su brazo derecho y la jalo a hacia su cuerpo. 

Annia termino encima de Nicolás. Ambos cerraron los ojos, respirando pesadamente, y con sus corazones a punto de salirse de sus cuerpos. Se quedaron callados, percibiendo nuevas sensaciones. El calor y placer nunca habían sido tan profundos. 

Annia fue la primera en abrir los ojos e intentar razonar, sobre lo que estaba pasando. 

 ―¿Estás dormido? 

 Nicolás no le respondió, beso su cuello, su mandíbula. Luego volvió a besar su cuello detrás de su oreja para decirle 

 ―No lo sé, he soñado tantas veces con tenerte así ― Posteriormente le mordió suavemente la oreja. Annia se quejó 

 ―Ay ¿Por qué lo hiciste? 

 ―Nicolás pasó su nariz por su cuello y dijo divertido. 

 ―Tenía que comprobar que no estaba soñando. Te deseo tanto. 

 ―Si ¿Cuánto? ― Respondió ella restregándose sobre él. Deseando excitarlo hasta que pierda el control. Nicolás contraataco tocando sus senos suavemente pellizcando sus pezones por encima de su blusa. Annia gimió mientras unía su pelvis contra la de él, deseando unir sus cuerpos. Él rió al sentir su deseo su deseo incrementarse de la misma forma que se sentía. 

 Ella lo acallo besando su boca. Ambos mezclaron sus lenguas en un duelo por dar más placer mientras con sus manos   se acariciaban frenéticos, sus cuerpos eliminando cualquier espacio que los separara. Ambos se separaron para respirar , sus ojos denotaban lujuria .

Annia pensaba que pronto estallaría en mil pedazos, tenía tanto calor y deseo la única fuente que lo podía calmar era el hombre que estaba debajo de su cuerpo. Aquel hombre que muchas veces deseaba pegar o amar hasta perder la razón Ella intento separarse pero Nicolás no la dejaba moverse y lo peor es que volvió a morderle la oreja. Annia decidió hacer lo mismo, lo beso en el cuello y busco su oreja izquierda paso su lengua por la piel bronceada de su amante sintió su sabor salado y exótico. 

Una sensación de humedad brotó debajo de sus piernas, ella lo deseaba más que a cualquier hombre. Mordió su oreja el mismo instante que él metía sus manos dentro de sus bragas y tocaba su centro. Dejo de besarlo para gemir. Nicolás sonrió satisfecho y empezó mover su botón, mientras un dedo explorador se adentraba en ella. 

El grito de deseo de Annia le daba más placer que cualquier otra cosa, había estado con muchas mujeres antes, pero con Annia todo era diferente simplemente tocar su piel lo hacia llegar al cielo. Intensificó su toque hasta que ella llegó al orgasmo. Ella se calmó y lo miro agradecida. Se quedaron así contemplándose un rato antes de besarse ferozmente. 

Annia iba quitarse su blusa negra pero él no la dejo. Deseaba que todo fuera lento y sobretodo durara todo lo que pudiera. Ese encuentro debía ser inolvidable. Dejo de besarla en la boca para regresar a su cuello luego bajo a la hondonada de sus senos Los succiono encima de la blusa, jugo con su pezones, lo mordisqueó. Annia se movía deseando cada vez, a punto de estallar en otro orgasmo. 

Nicolás luego con sus manos temblorosas le quito la blusa dejándola en brasier. Annia soltó un quejido cuando se vio semi desnuda ante sus ojos escrutadores, pero verlo tan nervioso y excitado al igual ella hizo que se tranquilizara. 

Él le quito su sostén dejando sus senos a la vista. ―Aymis (asombroso) ―  Ella rió.

 Él tocó sus senos solo con los dedos, como percibiendo los suaves que eran, luego paso su lengua para probar su piel, poco a poco las caricias se hicieron más fuertes y empezó a succionarlos como un niño. Ella también deseaba acariciarlo darle placer expresarle con su cuerpo cuanto lo deseaba y amaba. Sus manos quitaron casi rompieron la camisa de Nicolás. 

Ambos perdieron el control y empezaron a desnudarse mutuamente casi rompiéndose la ropa para lograr su objetivo. Cuando estaban completamente desnudos ambos se dieron cuenta que no había vuelta atrás. 

 Ninguno de los dos sabía que hacer, se quedaron viendo uno minutos Nicolás vibraba de la excitación como un adolescente inexperto y el corazón de Annia latía fuertemente.  Se besaron con suavidad, y se acomodaron, en la cama que estaba hecha un desastre con todas sus ropas tiradas a un lado Nicolás tomo la mano de Annia y la beso lentamente ella se acercó y lo abrazo. Sus cuerpos se juntaron nuevamente. Annia se acostó, dejando que Nicolás la contemplara desnuda. 

 Su piel, tenía gotas de sudor y a pesar de eso temblaba de miedo, sus ojos negros lo devoran. Él se colocó encima de ella la penetro luego tomo su manos para sentirse más unido y la beso sin dejarla de verla, fundiéndose con ella. Ambos sabían que nada los separaría después de eso. Empezaron a moverse al compás de sus cuerpos y almas convirtiéndose en un solo ser. Ninguno se dio cuenta que los sorprendió el amanecer anunciando un nuevo día y  que  pronto se separarían de nuevo.