Hola ¿cómo les va? Hoy les traigo un nuevo capítulo y les cuento que va pasar con Sebastián y los rebeldes que luchan contra Úvatar. Espero que les guste.
La anciana estaba muy pálida, encogida y con un rictus de dolor . A Sebastián siempre le agrado la mujer a pesar de que se sentía incómodo en su presencia como si ella supiera lo que hay en su corazón. Ella lo ayudó cuando ni sabía que la necesitaba y ahora lo iba a hacer una vez más.
Se quedó con Meche a solas y por un momento estuvo a punto de salir sin dejar que la anciana lo auxilie nuevamente . Aunque lo que más deseaba era ayudar a Amelia no quería hacer daño a Meche. La anciana le sonrió y le invitó a sentarse a su lado.
—Siéntate, no vas a crecer más ahí parado con esa expresión tan agria.
Sebastián le hizo caso.
— Gracias por salvarme y cumplir tu palabra.
— Era mi deber.
Meche se movió inquieta.
— Podrías negarte.
— Nunca, se me ocurrió así no hubiera socorrido a Amelia. Igual hubiera ido por usted, por doña Caridad y don Pedro, son mi familia.
Sebastián tomó la mano de la anciana.
— Lo sé.
— Ojalá hubiera podido salvar a Amelia.
Sebastián No sabía qué decir, sintió como si la anciana le hubiera dado un golpe al estómago.
—Aún puedes hacerlo, pero corres un gran riesgo y capaz que todo sea en vano.
—No me importa, si hay una posibilidad, La ...
Meche lo interrumpió — Lo sé, pero no solo tendrás que perder tu vista también la Amelia que conociste, muera esta noche...
— No lo permitiré.
—No me interrumpas si lográs salvarla deberás ayudar encontrar su corazón y a encontrar su alma. Tendrás en el proceso arriesgar tu propio corazón, alma y sobre todo tendrás que ser más fuerte de lo que nunca has sido.
Finrond interrumpió sus recuerdos cuando le puso en la mano una copa.
— ¿ Qué pasó? —. Sebastián se dio cuenta de que Ana todavía estaba junto a él. Sin duda debía tranquilizarla. — Tu hermana está viva. Pude comunicarme con ella antes de regresar. Sabe que iremos a buscarla, pero no sé si pudo romper la barrera que la tiene prisionera.
Ana tocó el hombro de Sebastián en señal de apoyo. Nunca pensó que el enamorado de su hermana la quisiera tanto para perder la vista. Ella confiaba en que él la salvaría. También deseaba ayudar a su hermana, no sabía cómo pero lucharía para volver a tener a Amelia a su lado.
Sebastián aún seguía sosteniendo al extraña copa de oro.
—Toma debes recuperar fuerza y debes beber este preparado cada 5 horas.
Sebastián casi suelta la copa, mas Ana lo ayudó y él pudo beber un líquido asqueroso que casi vomita.
— ¿Qué es esta bazofia?
— Un preparado de grasa de pescado, carne y pollo , brócoli, zanahoria, espinacas, sangre de elfo, sangre humana y sangre de demonio.
Ana hizo una mueca y Sebastián casi vomita.
Firond iba a darle otro vaso más cuando llegó Vanora junto a Adremelech y Lin.
Sebastián sintió que alguien entró no tuvo que preguntar quién porque en ese instante la voz altiva y presumida de la princesa de plástico lo sorprendió.
— Parece que estas bien. ¿Qué pasó con Amelia?
Sebastián no quería repetir ni volver a pensar en las imágenes de Amelia siendo torturada por Úvatar y el sin poder hacer nada.
— Ella aun sigue luchando.
Sebastián escuchó la voz de un hombre que él no conocía.
— ¿ Tú lucharas por ella?
— Sí.
— Es interesante, veamos si aguantas mi programa. Te voy a entrenar personalmente . Vas a arriesgar mucho más que tu vida en él.
Sebastián sintió un escalofrío en la espalda y supo de inmediato que el hombre no le gustaba, pero haría cualquier cosa con tal de ayudar a Amelia.
—Lo sé, perdí mi vista por salvar a Amelia.
— No solo eso perderás, si Úvatar gana. En unos minutos nos vamos a reunir para un plan de acción espero que vengas con nosotros y estés dispuesto a luchar
Sebastián no dijo nada, esperó a oír las pisadas de sus visitantes marchándose de la enfermería. Se preguntó ¿ Cómo esperaban que luchará sin el recurso de la vista.
Oyó a Firond despedir a Ana.
— Debes ponerte este ungüento en tus manos. Y acabar de tomar el remedio que te di. Cuando hayas terminado ve al salón gris ahí se celebrará la junta.
— No sé dónde es ese lugar y no puedo guiarme voy a tropezar con todo.
Firond solo sonrió a Sebastián que se quedó estupefacto al darse cuenta que podía ver de nuevo. Al principio fue una mancha borrosa , pero luego pudo ver el rostro de ganso arrogante del curador.
— Pensé que me quedaría ciego.
— Era uno de los riesgos, pero ni Vanora, ni yo lo permitimos. Si abusas de poder de adivinación del dragón podría ocurrir.
Sebastián asintió, mientras Firond le daba una especie de celular — Es un localizador Blake lo estaba creando y yo lo modifique. — Podrás encontrar cualquier dirección del castillo.
Sebastián agradeció al médico cara de ganso y se marchó aliviado de volver a tener visión. Firond le explico que pusieron los ojos de dragón en sus palmas y que debería cuidarlas y mantenerlas suaves. Llegó tarde al salón gris por culpa del maldito mapa. En el salón se hallaban sus nuevos aliados. Sebastián estaba desesperado por oír el plan para salvar a Amelia Ahora que contaba con su doble visión estaba preparado para ayudar a destruir a Úvatar.
Espero que les haya gustado el capítulo y vieron no deje ciego al pobre Sebastián. Les deseo un buen fin de semana .
Capítulo 32
Sebastián sintió un dolor en todo el cuerpo como si le hubieran quemado y luego en la carne expuesta le hubieran azotado. Su cabeza y su mano derecha estaba a punto de estallar. Percibió un fuerte golpe en la cara y la voz del curador cara de ganso.
—Despierta, Sebastián. No te...
Sebastián abrió los ojos , como si fuera una tarea muy pesada. No tenía fuerzas para nada y estaba muy preocupado por Amelia.
Firond hizo un sonido entre graznido y risa. Sebastián lamentó no verle su rostro. Como predijo el médico había quedado ciego. Pensó en Meche que le dio el regalo de poder ver y comunicarse con Amelia. Solo deseo ayudarla en algo. Por el momento, se hallaba perdido en las sombras sumido en depender de los demás. Se sintió casi como un inválido, no tenía ni la más mínima idea de cómo iba a salvar a Amelia. Solo pensó en que estaba siendo torturada y de cómo salvarla en ese momento. Ahora qué haría se encontraba inutilizado. Era un soberbio tonto, le prometió liberarla de las garras de Úvatar y sacarla de ese horrible lugar. No esperaba quedarse ciego tan pronto.
Oyó gritar a Firond de nuevo y golpearlo en la cara.
— Sebastián.
— Estoy ciego, no sordo. ¿ Qué pasó con Amelia ? ¿ Y la conexión ?
— Úvatar nos está buscando tuvimos que quitar toda actividad mágica. ¿Pudiste comunicarte con ella? Le diste esperanzas. ¿ Abrió una grieta en el campo de las sombras?
Sebastián se recostó cansado en la cama. Tanta pregunta lo mareó y no sabía qué responder. Asumió que todavía estaba en la aséptica enfermería en donde se le colocó los ojos de dragón de Meche en sus manos.
Firond fue el único que le dio esperanzas de que luego de utilizar el regalo de Meche pudiera volver a ver. Parecía estar equivocado. Recordó el miedo y la vergüenza cuando entró en la habitación en donde agonizaba Meche.La anciana estaba muy pálida, encogida y con un rictus de dolor . A Sebastián siempre le agrado la mujer a pesar de que se sentía incómodo en su presencia como si ella supiera lo que hay en su corazón. Ella lo ayudó cuando ni sabía que la necesitaba y ahora lo iba a hacer una vez más.
Se quedó con Meche a solas y por un momento estuvo a punto de salir sin dejar que la anciana lo auxilie nuevamente . Aunque lo que más deseaba era ayudar a Amelia no quería hacer daño a Meche. La anciana le sonrió y le invitó a sentarse a su lado.
—Siéntate, no vas a crecer más ahí parado con esa expresión tan agria.
Sebastián le hizo caso.
— Gracias por salvarme y cumplir tu palabra.
— Era mi deber.
Meche se movió inquieta.
— Podrías negarte.
— Nunca, se me ocurrió así no hubiera socorrido a Amelia. Igual hubiera ido por usted, por doña Caridad y don Pedro, son mi familia.
Sebastián tomó la mano de la anciana.
— Lo sé.
— Ojalá hubiera podido salvar a Amelia.
Sebastián No sabía qué decir, sintió como si la anciana le hubiera dado un golpe al estómago.
—Aún puedes hacerlo, pero corres un gran riesgo y capaz que todo sea en vano.
—No me importa, si hay una posibilidad, La ...
Meche lo interrumpió — Lo sé, pero no solo tendrás que perder tu vista también la Amelia que conociste, muera esta noche...
— No lo permitiré.
—No me interrumpas si lográs salvarla deberás ayudar encontrar su corazón y a encontrar su alma. Tendrás en el proceso arriesgar tu propio corazón, alma y sobre todo tendrás que ser más fuerte de lo que nunca has sido.
Finrond interrumpió sus recuerdos cuando le puso en la mano una copa.
— ¿ Qué pasó? —. Sebastián se dio cuenta de que Ana todavía estaba junto a él. Sin duda debía tranquilizarla. — Tu hermana está viva. Pude comunicarme con ella antes de regresar. Sabe que iremos a buscarla, pero no sé si pudo romper la barrera que la tiene prisionera.
Ana tocó el hombro de Sebastián en señal de apoyo. Nunca pensó que el enamorado de su hermana la quisiera tanto para perder la vista. Ella confiaba en que él la salvaría. También deseaba ayudar a su hermana, no sabía cómo pero lucharía para volver a tener a Amelia a su lado.
Sebastián aún seguía sosteniendo al extraña copa de oro.
—Toma debes recuperar fuerza y debes beber este preparado cada 5 horas.
Sebastián casi suelta la copa, mas Ana lo ayudó y él pudo beber un líquido asqueroso que casi vomita.
— ¿Qué es esta bazofia?
— Un preparado de grasa de pescado, carne y pollo , brócoli, zanahoria, espinacas, sangre de elfo, sangre humana y sangre de demonio.
Ana hizo una mueca y Sebastián casi vomita.
Firond iba a darle otro vaso más cuando llegó Vanora junto a Adremelech y Lin.
Sebastián sintió que alguien entró no tuvo que preguntar quién porque en ese instante la voz altiva y presumida de la princesa de plástico lo sorprendió.
— Parece que estas bien. ¿Qué pasó con Amelia?
Sebastián no quería repetir ni volver a pensar en las imágenes de Amelia siendo torturada por Úvatar y el sin poder hacer nada.
— Ella aun sigue luchando.
Sebastián escuchó la voz de un hombre que él no conocía.
— ¿ Tú lucharas por ella?
— Sí.
— Es interesante, veamos si aguantas mi programa. Te voy a entrenar personalmente . Vas a arriesgar mucho más que tu vida en él.
Sebastián sintió un escalofrío en la espalda y supo de inmediato que el hombre no le gustaba, pero haría cualquier cosa con tal de ayudar a Amelia.
—Lo sé, perdí mi vista por salvar a Amelia.
— No solo eso perderás, si Úvatar gana. En unos minutos nos vamos a reunir para un plan de acción espero que vengas con nosotros y estés dispuesto a luchar
Sebastián no dijo nada, esperó a oír las pisadas de sus visitantes marchándose de la enfermería. Se preguntó ¿ Cómo esperaban que luchará sin el recurso de la vista.
Oyó a Firond despedir a Ana.
— Debes ponerte este ungüento en tus manos. Y acabar de tomar el remedio que te di. Cuando hayas terminado ve al salón gris ahí se celebrará la junta.
— No sé dónde es ese lugar y no puedo guiarme voy a tropezar con todo.
Firond solo sonrió a Sebastián que se quedó estupefacto al darse cuenta que podía ver de nuevo. Al principio fue una mancha borrosa , pero luego pudo ver el rostro de ganso arrogante del curador.
— Pensé que me quedaría ciego.
— Era uno de los riesgos, pero ni Vanora, ni yo lo permitimos. Si abusas de poder de adivinación del dragón podría ocurrir.
Sebastián asintió, mientras Firond le daba una especie de celular — Es un localizador Blake lo estaba creando y yo lo modifique. — Podrás encontrar cualquier dirección del castillo.
Sebastián agradeció al médico cara de ganso y se marchó aliviado de volver a tener visión. Firond le explico que pusieron los ojos de dragón en sus palmas y que debería cuidarlas y mantenerlas suaves. Llegó tarde al salón gris por culpa del maldito mapa. En el salón se hallaban sus nuevos aliados. Sebastián estaba desesperado por oír el plan para salvar a Amelia Ahora que contaba con su doble visión estaba preparado para ayudar a destruir a Úvatar.
Espero que les haya gustado el capítulo y vieron no deje ciego al pobre Sebastián. Les deseo un buen fin de semana .
10 comentarios:
Bueno, Sebastián ha recuperado la visión y se prevé que, a partir de esto, se simplifiquen las cosas, con la inestimable ayuda de los nuevos aliados y un buen plan, a pesar de las dificultades que encuentre en el camino para salvar a Amelia. Espero que despedacen a Úvatar.
Ese mejunje que bebió casi me hace vomitar a mi también ¡¡que porquería, por Dios!!
Un beso y buen finde.
Hola Citu,hoy paso a desearte un feliz y tranquilo fin de semana!!
Muchos besos y cuidate mucho niña:)tqm
Que dicha que Sebastian recuperó la vista me tenia pensando que no volvería a ver, excelente capítulo muchas gracias!
Hola Citu! Espero que estes bien. Yo ahora mismo feliz con este capítulo. Sabes que Vanora es un grano pero tienes sus momentos de fortuna. Me encanta Firond y sus medicinas especiales. Que me ha encantado el capítulo y te leo en siete días. Un besote!
Hola mi querida amiga.
Gracias por estar en mis rincones. No puedo seguir la historia porque veo que ya empezó hace mucho; pero admiro tu talento y perseverancia para seguir brindando a tus seguidores todo ese caudal de creatividad que tienes.
Besos
Hola! Muy buen capítulo, me ha gustado mucho. Pasa un feliz finde!!
Besos!
La calided de tus vesos me ayudan a continuar
con mis fantasias
!Ay! Sebastian, en qué apuros está metido. Espero que Meche pueda ayuadarlos. !Esa pócima que debe estar bebiendo esta horricalifrastilistica! pobre Sebastián, lo que hace por el amor a Amelia. Y bueno mucha ayuda de sus visitantes, pero con grandes riesgos. Me gusto el final de este capítulo, ya que Sebastián recobró la vista, y listo para escuchar ese plan de rescate.
Saluditos amiga.
Hola Citu, buenas tardes,
como estoy con la vista voy a necesitar algo de eso en un futuro cercano,
aunque en la vida real no creo que me funcione =(
Se me pasó rápido la semana de espera, debe ser que vine a mitad de la misma =)
Sigue asi... está bien chida la historia.
(haz que muera pronto ese hijo de p.... je je je
ya sabes a quien me refiero)
Te deseo un lindo fin de semana
un cálido abrazo
u no vives sola,los personajes de tu novela siempre te acompañan
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