Hola ¿cómo están? Hoy les traigo un nuevo fragmento de mi historia . Van a descubrir muchas peleas y decisiones que afectarán a todos
Seirim volvió a cerrar los ojos con la esperanza que su maestro se fuera. Pero no ocurrió nada. Adremelech entró en la habitación y preguntó impaciente ― ¿qué pasó?
Seirim se levantó se sintió algo mareado, pero no deseaba estar mucho tiempo en esa casa la creía tóxica. En ese lugar se respiraba deseo de venganza y odio. Él quería atrapar a Úvatar pero desea algo más que eso en la vida. Tal vez fuera la compañía de Khalid o algo más que no quería pensar. Como siempre que pasaba la imagen de Heli llegaba a su mente. Lanzó un gruñido y contesto de mala a Adremlech que observaba impaciente.
― Tuve una nueva visión. Me imagino que está feliz por ello.
Adremelch miró el rostro iracundo de Seirim y se contuvo de decir algo. Espero con paciencia que su alumno hablara de lo que le molestaba.
Luego de 5 minutos en los que Seirim caminó por la habitación sin rumbo por fin habló.
― El fin de Úvatar se acerca . Las sombras sugieran y Amelia con su luz tomará el alma de Úvatar.
Adremelech lanzó un suspiro sin llegar a entender del todo.
Seirim aún podía ver las imágenes de Quito , Seragon y el inframundo envueltas en sombras. Lo que más le inquietaba era ver el rostro de Amelia la pobre humana en llanto con su cuerpo lleno de moretones y su alma hecha pedazos. No le importó ver morir a Áxel y Anazareth. Ni siquiera a los miles de almas inocentes que caerían bajo el hechizo de las sombras. No le importo ver el sufrimiento de miles de personas ya que si Amelia tomaba el alma de Úvatar se salvarían miles de vidas.
Entonces si su cerebro ya tomó la decisión porque su corazón se sentía tan mal. Cerró los ojos, se sentía asqueado consigo mismo. Cerró los ojos y respiró fuerte con miedo de vomitar por lo mal que se sentía en esos momentos.
Iba a contar todas sus visiones a Adremelch sabiendo que el demonio no le importaría el pasado que estaban a punto de dar . Solo la venganza era primordial y destruir a Úvatar era la misión de su vida para ello nació.
La imagen de Heli se apareció en su mente. Aquella muchacha dulce con el alma a flor de piel. Podía verse todo lo que sentía solo con mirar sus ojos. Fue cuando tuvo una nueva visión en ella Heli caía por un abismo en el momento que peleaba con Úvatar.
El corazón de Seirim se quedó quieto por un minuto. No esperaba ver morir a Heli. Ni esperaba sentir esa angustia que carcomía su alma.
Miró a Adremlech y fijó su decisión. No importaba la venganza ni destruir a Úvatar. Heli no podía morir.
―Es necesario que hablemos con los otros. No podemos dejar que las sombras se levanten.
Adremelech incrédulo preguntó ― ¿Por qué?
Seirim caminó unos minutos por la habitación. Si cerraba los ojos podía observar como Heli moría mientras intentaba liberar a los mundos de las sombras.
― Es muy peligroso. No puedo condenar a varios mundos y Amelia a sufrir lo que vendrán. No...
Los ojos de Adremelech se volvieron rojos y su rostro empezó a cambiar.
― Es pura mierda lo que dices. No es la verdadera razón por la que vas a impedir que Amelia siga su destino.
Seirim no dijo nada no deseaba pelear con su mentor . Mas se preparó para la confrontación que breves segundos sucederían sin remedio.
― Ne me importa lo que piense. Te lo dije antes tu no eres mi dueño . Haré lo que considere justo. Voy en busca de Khalid y ...
Una bola de fuego impactó sobre Seirim mientras Adremelech gruñó
― Es por la humana.
― No la nombres ― luego de decir eso Seirim se fue al cuello de Adremelech y estuvo a punto de romperlo. Si el demonio no le hubiera lanzado varias estacas de plata en todo el cuerpo. Seirim gimió del dolor su sangre caía borbotones. Estaba furioso y adolorido, pero no vencido saco las cuchillas de plata pura y las envió a Adremelech sin estar contento con eso soltó un veneno que era perjudicial para los demonios.
Adremelech no se amilanó aunque el veneno lo debilito giró sus dedos índices y formó dos remolinos que alcanzaron a Seirim. El demonio híbrido formó una niebla densa que debilitó la fuerza de los remolinos.
Adremelch no podía ver nada a su alrededor y tampoco sentía la presencia de Seirim
― Pensé que no eras un cobarde que se oculta en las sombras.
―Eso eres tú.
Adremelech sintió que una daga estaba a punto de cortar su cabeza.
― Si quisiera matarte lo haría en este momento. No vuelvas a mencionar a Heli.
Adremelech no dijo nada aun luchaba por liberarse. Se sorprendió cuando Seirim lo soltó y tronando los dedos terminó con la niebla que envolvió toda la habitación
― Será mejor que vayamos a buscar a Khalid y al resto para contarles sobre las sombras.
― Vas a cometer un error.
Seirim miró a Adremelech con sus ojos azules irradiando una furia helada.
― Debí contarle todo a mi amigo desde principio. No debí dejar que unas tontas visiones marquen mis acciones.
Adremelech molesto se alejó del agarre del demonio híbrido ― Así que vas a dejar que tus emociones nublen tu razón. Esas visiones que tanto desdeñas te ayudaron a salvar a tu amigo.
Seirim miró hacia el jardín de Apepi . El hermoso paisaje se levanta sin importar que fuera parte del inframundo. Los árboles desprendían un olor dulzón y el viento mece sus hojas. Por un momento Seirim recordó a Heli y su corazón y alma salvaje. Cerró sus ojos, cansado.
―Deseo vencer a Úvatar y sé que Amelia es la elegida, pero creo que es decisión de ella si toma ese papel o no.
― No puedes .
Seirim le lanzó una mirada fría a Adremelech y creó unos nuevos remolinos con las puntas de sus dedos .
― No soy tu esclavo, hago lo que me da la gana.
Antes que pudiera reaccionar Adremelech fue succionado por un tornado que lo durmió en cuestión de minutos.
Seirim dejó en el suelo a Adremelech sin ni siquiera comprobar cómo se encontraba de salud. Se fue dispuesto luego de buscar a Khalid a hablar con Amelia e impedir que las sombras se levanten.
Ni bien dio tres pasos. Un sintió como su dedo anular ardía miró al anillo de Apepi. Este se volvió rojo y luego una extraña llama lo envolvió . Seirim quiso quitárselo, pero se desmayó.
Apepi salió del anillo estaba bastante enojada con su elegido, pero no podía hacer nada. Él era el indicado para matar a Nuar y encontrar a los otros elegidos para destruir a Úvatar y lograr por fin su venganza.
No tenía mucho tiempo , tocó el anillo y empezó a borrar la memoria de Seirim solo las visiones que hablaban de las sombras y el secuestro de Amelia.
Le dio pena su elegido porque su deseo de impedir que Heli muera como si estaba predestinado. Había sellado el destino de la anuruin y de él. Cuando se cambiaba una visión del futuro siempre hay consecuencias.
Los dos podían morir al derrotar a Naur o no verse nunca más. Había una gran atracción sobre los dos. A veces el deseo y el amor lo destruyen todo. Suspiro Seirim era de los que creía que el destino está hecho de decisiones y que las visiones suelen equivocarse. El futuro dirá cuál de los dos tiene razón.
No le importara que pasará a Seirim luego de cumplir su misión. Sin embargo, no iba a permitir que su venganza contra Úvatar fracase. Especialmente ahora que todo estaba casi tan cerca de volverse realidad.
Miró a su hijo lesionado y ni siquiera sintió pena . Se apresuró a terminar de borrar las visiones de sombras por completo. Y puso una barrera mágica para que no pudiera recordar.
Adremelech despertó cuando ella casi acabó su trabajo. Apepi sintió una punzada de dolor por ver a su hijo y no abrazarlo. También sentía algo de odio por qué los ojos de su hijo le recordaban a los de su padre. Úvatar la violó infinidad de veces con el deseo de doblegarla Pero la hizo más fuerte y le dio el regalo de su venganza.
― Adremelech, no sé si el elegido te contó. El fin de Úvatar se acerca . Las sombras sugieran y Amelia con su luz tomará el alma de Úvatar. Luego deben acabar con las sombras
Adremelech asintió y luego vio al fantasma de su madre desaparecer lo que le rompió el corazón.
No tenía mucho tiempo dejó a Seirim en su cuarto en Quito para que no sospechara puso recuerdos falsos . Luego fue a hablar con Anazareth. Debía saber todo sobre las sombras.
Esperó que les guste. Les deseo un buen feriado y una linda pascua
Capítulo 9
Adremelech estaba despachando unos asuntos en el inframundo junto con sus ayudantes más fieles Remiel y Siwow cuando sintió un dolor en todo su cuerpo y la voz de su madre llamándole. ― Seirim está en problemas.
Adrmelech cansado y algo preocupado se masajeó las sienes. Remiel que estaba cargado de papeles para indultar algunas almas. Se preocupó al ver a su jefe con el semblante más pálido.
―¿Pasa algo?
― Debo irme. Gestiona los casos más importantes.
Remiel estuvo a punto de tirar los papeles al piso. Casi tartamudeando dijo ― Hacerme cargo.
― Lo haces muy bien hasta ahora. No dejes de vigilar a Tamar y a su hijo―. Adremelech se fue antes de que Remiel empiece a insultarlo Se concentró en para saber dónde estaba Seirim se encontraba en la calle por lo menos había puesto un campo de protección que lo hacía invisible y lo protegía de los humanos.
Adremelech encontró al demonio mestizo en el piso inconsciente. Parecía como si tuviera convulsiones y el anillo de su madre brillaba en sus manos. Se acercó con cuidado para no herir a Seirim lo congelo y lo llevó a la casa de su madre.
Unas dos horas después Seirim despertó al principio no supo dónde se encontraba y qué ocurrió. Luego se dio cuenta de que estaba en la en el inframundo . Para ser preciso la casa de Apepi.
No le gustaba ese lugar. Cansado cerró los ojos como si al hacerlo se pudiera trasladar a otro sitio. Sin embargo, el remedio fue peor que la enfermedad ya que volvió a ver las imágenes de un futuro próximo. Sintió que el corazón se le oprimía por lo que acabo de presenciar y por lo que debía hacer. Se figuró que Adremlecheh lo trajo cosa que no le gusto. Estaba harto de que su maestro no quiera compartir la misión con los trece guerreros.
Discutieron un montón de veces por ese aspecto. Oyó que alguien abrió la puerta . Miró a la habitación que era grande y espaciosa con paredes blancas al igual que los muebles. Tenía un ligero olor a jazmín.
Adremelech estaba en la puerta su rostro se encontraba pálido y tenía los ojos cansados.
―Por fin despertaste.
Seirim volvió a cerrar los ojos con la esperanza que su maestro se fuera. Pero no ocurrió nada. Adremelech entró en la habitación y preguntó impaciente ― ¿qué pasó?
Seirim se levantó se sintió algo mareado, pero no deseaba estar mucho tiempo en esa casa la creía tóxica. En ese lugar se respiraba deseo de venganza y odio. Él quería atrapar a Úvatar pero desea algo más que eso en la vida. Tal vez fuera la compañía de Khalid o algo más que no quería pensar. Como siempre que pasaba la imagen de Heli llegaba a su mente. Lanzó un gruñido y contesto de mala a Adremlech que observaba impaciente.
― Tuve una nueva visión. Me imagino que está feliz por ello.
Adremelch miró el rostro iracundo de Seirim y se contuvo de decir algo. Espero con paciencia que su alumno hablara de lo que le molestaba.
Luego de 5 minutos en los que Seirim caminó por la habitación sin rumbo por fin habló.
― El fin de Úvatar se acerca . Las sombras sugieran y Amelia con su luz tomará el alma de Úvatar.
Adremelech lanzó un suspiro sin llegar a entender del todo.
Seirim aún podía ver las imágenes de Quito , Seragon y el inframundo envueltas en sombras. Lo que más le inquietaba era ver el rostro de Amelia la pobre humana en llanto con su cuerpo lleno de moretones y su alma hecha pedazos. No le importó ver morir a Áxel y Anazareth. Ni siquiera a los miles de almas inocentes que caerían bajo el hechizo de las sombras. No le importo ver el sufrimiento de miles de personas ya que si Amelia tomaba el alma de Úvatar se salvarían miles de vidas.
Entonces si su cerebro ya tomó la decisión porque su corazón se sentía tan mal. Cerró los ojos, se sentía asqueado consigo mismo. Cerró los ojos y respiró fuerte con miedo de vomitar por lo mal que se sentía en esos momentos.
Iba a contar todas sus visiones a Adremelch sabiendo que el demonio no le importaría el pasado que estaban a punto de dar . Solo la venganza era primordial y destruir a Úvatar era la misión de su vida para ello nació.
La imagen de Heli se apareció en su mente. Aquella muchacha dulce con el alma a flor de piel. Podía verse todo lo que sentía solo con mirar sus ojos. Fue cuando tuvo una nueva visión en ella Heli caía por un abismo en el momento que peleaba con Úvatar.
El corazón de Seirim se quedó quieto por un minuto. No esperaba ver morir a Heli. Ni esperaba sentir esa angustia que carcomía su alma.
Miró a Adremlech y fijó su decisión. No importaba la venganza ni destruir a Úvatar. Heli no podía morir.
―Es necesario que hablemos con los otros. No podemos dejar que las sombras se levanten.
Adremelech incrédulo preguntó ― ¿Por qué?
Seirim caminó unos minutos por la habitación. Si cerraba los ojos podía observar como Heli moría mientras intentaba liberar a los mundos de las sombras.
― Es muy peligroso. No puedo condenar a varios mundos y Amelia a sufrir lo que vendrán. No...
Los ojos de Adremelech se volvieron rojos y su rostro empezó a cambiar.
― Es pura mierda lo que dices. No es la verdadera razón por la que vas a impedir que Amelia siga su destino.
Seirim no dijo nada no deseaba pelear con su mentor . Mas se preparó para la confrontación que breves segundos sucederían sin remedio.
― Ne me importa lo que piense. Te lo dije antes tu no eres mi dueño . Haré lo que considere justo. Voy en busca de Khalid y ...
Una bola de fuego impactó sobre Seirim mientras Adremelech gruñó
― Es por la humana.
― No la nombres ― luego de decir eso Seirim se fue al cuello de Adremelech y estuvo a punto de romperlo. Si el demonio no le hubiera lanzado varias estacas de plata en todo el cuerpo. Seirim gimió del dolor su sangre caía borbotones. Estaba furioso y adolorido, pero no vencido saco las cuchillas de plata pura y las envió a Adremelech sin estar contento con eso soltó un veneno que era perjudicial para los demonios.
Adremelech no se amilanó aunque el veneno lo debilito giró sus dedos índices y formó dos remolinos que alcanzaron a Seirim. El demonio híbrido formó una niebla densa que debilitó la fuerza de los remolinos.
Adremelch no podía ver nada a su alrededor y tampoco sentía la presencia de Seirim
― Pensé que no eras un cobarde que se oculta en las sombras.
―Eso eres tú.
Adremelech sintió que una daga estaba a punto de cortar su cabeza.
― Si quisiera matarte lo haría en este momento. No vuelvas a mencionar a Heli.
Adremelech no dijo nada aun luchaba por liberarse. Se sorprendió cuando Seirim lo soltó y tronando los dedos terminó con la niebla que envolvió toda la habitación
― Será mejor que vayamos a buscar a Khalid y al resto para contarles sobre las sombras.
― Vas a cometer un error.
Seirim miró a Adremelech con sus ojos azules irradiando una furia helada.
― Debí contarle todo a mi amigo desde principio. No debí dejar que unas tontas visiones marquen mis acciones.
Adremelech molesto se alejó del agarre del demonio híbrido ― Así que vas a dejar que tus emociones nublen tu razón. Esas visiones que tanto desdeñas te ayudaron a salvar a tu amigo.
Seirim miró hacia el jardín de Apepi . El hermoso paisaje se levanta sin importar que fuera parte del inframundo. Los árboles desprendían un olor dulzón y el viento mece sus hojas. Por un momento Seirim recordó a Heli y su corazón y alma salvaje. Cerró sus ojos, cansado.
―Deseo vencer a Úvatar y sé que Amelia es la elegida, pero creo que es decisión de ella si toma ese papel o no.
― No puedes .
Seirim le lanzó una mirada fría a Adremelech y creó unos nuevos remolinos con las puntas de sus dedos .
― No soy tu esclavo, hago lo que me da la gana.
Antes que pudiera reaccionar Adremelech fue succionado por un tornado que lo durmió en cuestión de minutos.
Seirim dejó en el suelo a Adremelech sin ni siquiera comprobar cómo se encontraba de salud. Se fue dispuesto luego de buscar a Khalid a hablar con Amelia e impedir que las sombras se levanten.
Ni bien dio tres pasos. Un sintió como su dedo anular ardía miró al anillo de Apepi. Este se volvió rojo y luego una extraña llama lo envolvió . Seirim quiso quitárselo, pero se desmayó.
Apepi salió del anillo estaba bastante enojada con su elegido, pero no podía hacer nada. Él era el indicado para matar a Nuar y encontrar a los otros elegidos para destruir a Úvatar y lograr por fin su venganza.
No tenía mucho tiempo , tocó el anillo y empezó a borrar la memoria de Seirim solo las visiones que hablaban de las sombras y el secuestro de Amelia.
Le dio pena su elegido porque su deseo de impedir que Heli muera como si estaba predestinado. Había sellado el destino de la anuruin y de él. Cuando se cambiaba una visión del futuro siempre hay consecuencias.
Los dos podían morir al derrotar a Naur o no verse nunca más. Había una gran atracción sobre los dos. A veces el deseo y el amor lo destruyen todo. Suspiro Seirim era de los que creía que el destino está hecho de decisiones y que las visiones suelen equivocarse. El futuro dirá cuál de los dos tiene razón.
No le importara que pasará a Seirim luego de cumplir su misión. Sin embargo, no iba a permitir que su venganza contra Úvatar fracase. Especialmente ahora que todo estaba casi tan cerca de volverse realidad.
Miró a su hijo lesionado y ni siquiera sintió pena . Se apresuró a terminar de borrar las visiones de sombras por completo. Y puso una barrera mágica para que no pudiera recordar.
Adremelech despertó cuando ella casi acabó su trabajo. Apepi sintió una punzada de dolor por ver a su hijo y no abrazarlo. También sentía algo de odio por qué los ojos de su hijo le recordaban a los de su padre. Úvatar la violó infinidad de veces con el deseo de doblegarla Pero la hizo más fuerte y le dio el regalo de su venganza.
― Adremelech, no sé si el elegido te contó. El fin de Úvatar se acerca . Las sombras sugieran y Amelia con su luz tomará el alma de Úvatar. Luego deben acabar con las sombras
Adremelech asintió y luego vio al fantasma de su madre desaparecer lo que le rompió el corazón.
No tenía mucho tiempo dejó a Seirim en su cuarto en Quito para que no sospechara puso recuerdos falsos . Luego fue a hablar con Anazareth. Debía saber todo sobre las sombras.
Esperó que les guste. Les deseo un buen feriado y una linda pascua
9 comentarios:
Tu capacidad como escritora es admirable
Hola, JP... Está claro que todo no vale al precio que sea
Entiendo a Seirim... entiendo que, de ningún modo, esté dispuesto a consentir que Heli muera... y no hacer nada en absoluto al respecto
Es necesario derrotar a Úvatar... pero también hay que lograr que esa derrota no cueste excesivamente cara... y no estamos hablando de dinero
Se ha quedado muy interesante
Besos
Siempre publicando y escribiendo amiga, qué bueno!!!
Eres como yo que llevas la vocación muy dentro tuyo.
Un beso enorme.
Felices Pascuas.
Te gusta escribir
me gusta escribir
un abrazo desde Miami
¡Qué imaginación la tuya! Tu creatividad no tiene límites y retuerces al lector, lo llevas a tu antojo. Cuando piensas que ya se va a resolver surge algo que lo empeora todo.
En vilo nos tienes, Citu.
Seirim no va a recordar nada, no sé si podrá cambiar el destino de Heli.
Beso.
Vaya pelea se generó entre Seirim y Adremelch, están empecinados en hacer cada uno lo que piensan seria lo mejor.
Pobre Seirim peleando contra viento y marea para rescatar a Heli. Me da penita por Apepi y su hijo, es comprensible el odio, pero creo que, el hijo no tiene la culpa. Ojala un dia puedan hacer las paces. Como siempre un gran capítulo, que nos deja en absoluto suspenso.
Un abrazo y cuidate mucho.
Pasa muchas veces que para salvar a muchos tienen que sacrificar a otros.No me gusta Apepi y Adremelech tampoco.Buen capitulo!!!!
Hola Citu! Por fin, me pongo al día.¡Pobre Seirim! Al final sólo lo están utilizando sin medir las consecuencias ni el daño que ocasionan. Espero que pueda salvar a Heli. Como siempre los secretos y mentiras no llevarán a buen puerto. Espero poder leerte pronto!!porque está muy interesante. Un besote
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